China por libre ✏️ Blogs de China

Antes que nada deciros que como el viaje lo hicimos el año pasado puede que los días no sean exactos pero principalmente quería daros consejos, itinerarios y lo que sea para ayudaros en vuestro viaje.

Día 1. Llegada vuelo Paris - Shanghai. Cogimos el tren Maglev que en apenas 4-5 minutos nos llevó al centro (hay indicaciones en el aeropuerto, no hay perdida). Nos alojamos en el Holiday Inn al lado de la estación de trenes (único hotel que reservamos desde Valencia). Esa misma tarde paseo por el Bund y vistas de Pudong. Probamos los pinchos de los puestos callejeros y nuestras primeras cervezas. Vuelta al hotel para nuestro merecido descanso.

Día 2. Visita del antiguo Shanghai. Por la tarde paseo por la calle Nanjing, calle peatonal donde os insistirán con las imitaciones. La verdad es que personalmente me gustó más Shanghai para las compras de imitaciones que los macrocentros comerciales de Beijing pero claro como era nuestro primer destino no podíamos cargar. Eso sí, nos compramos nuestra mochila North Face. Esto es una práctica que hicimos en nuestro anterior viaje a Vietnam y que aconsejo en viajes al sudeste asiático y China. Cargamos una mochila en Valencia para los dos y luego dividimos el peso, así no nos cojemos cosas innecesarias y también podemos cargar con compras a la vuelta.

Día 3. Cogimos un tren a Hangzhou. En la guía Lonely Planet explica donde y como. Nosotros elegimos Hangzhou en lugar de Suzhou, pero nos costó bastante decidirnos, vosotros veréis. Aconsejo a todos los viajeros que cojan al menos algún tren chino, es una auténtica experiencia. Allí mismo nos consiguieron alojamiento en Hangzhou (no os fiéis de las fotos), el peor de los hoteles en el que estuvimos. Nosotros preferimos alojarnos en buenos hoteles y más cuando la diferencia de precio entre hoteles cutres y buenos hoteles no es tan grande. Tampoco elegimos hoteles de lujo, pero sí un poco de comodidad. Respetamos a viajeros con poco presupuesto, pero es un buen país para subirse de categoría.

Día 4. Visita al templo Ling Yin, es un lugar lleno de paz que recomendamos. Nunca había visto llover tanto y con tanta fuerza. Por la tarde paseamos por la calle peatonal de Hangzhou (hay indicaciones en la Lonely) y probamos el pato Pekín. Nos gustó bastante pero en Beijing hay mejores lugares para comerlo. Recorrimos el lago del Oeste en bici, es un lago enorme y por poco no perdemos el tren de regreso a Shanghai. Aconsejamos dejaros un poco de tiempo para recorrerlo más tranquilamente que nosotros, que fuimos con la bici sacando la lengua. Es un lugar donde sacar inmejorables fotos. Vuelta a Shanghai

Día 5. Visita a Pudong y subir a la torre Jin Mao, cuando estuvimos estaban terminando de construir el World Trade Center. Os aconsejamos coger el subterráneo que cruza el río para que veáis de lo que son capaces los chinos. Por la tarde fuimos a la Concesión Francesa para probar alguno de los restaurantes de cocina de Shanghai. Recomendamos encarecidamente el 1221 (dirección en la guía Lonely Planet) que probablemente fué el mejor de todos los restaurantes que probamos en toda China. Cualquiera de los platos que pidas buenísimo y aunque parezca un restaurante de lujo, el precio era muy asequible. Nosotros descubrimos demasiado tarde estos restaurantes, así que os recomendaría que, aunque quede un poco lejos del centro, vayais más de una noche a cenar a la Concesión Francesa.
Después nos obsequiamos con un masaje de shiatsu para dejarnos como nuevos. Los hay hasta de 4 manos. Nosotros nos arrepentimos de no habernos podido dar algún que otro masajito más en el resto de viaje. Debéis de sacar tiempo para esta gozada. Luego nos fuimos a descansar para preparar nuestro siguiente destino HONG KONG. El billete de avión lo sacamos en una agencia de viajes que hay en el centro el 2ºdía de estar en Shanghai y no tuvimos problemas.

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Día 1. Vuelo Shanghai - Hong Kong vía Shenzhen. Después de casi 9 horas metidos en el avión por la climatología por fin llegamos al aeropuerto de Shenzhen. La opción de volar directo a Hong Kong es bastante más cara. Allí hay un autobús que te lleva a Hong Kong en aprox. 1.5 horas entre pasar la aduana y el recorrido. Para alojarnos estuvimos barajando las Chunking Mansions (complejos con habitaciones mínimas en enormes rascacielos) y algún hotel de Kowloon. Elegimos el Stanford Hillwiew Hotel que aunque más caro que las habitaciones, estaba muy bien situado y de mejor calidad. Como llegamos bastante tarde sólo pudimos ir a cenar a la misma calle del hotel llena de bares por cierto bastante caros y a dormir.
Día 2. No disponíamos de visado de doble entrada así que tuvimos que ir a tramitarlo a la Embajada China (más barato que en cualquier agencia de viajes). Como era fin de semana estaba cerrado así que nos dedicamos a pasear por Wan Chai y Causeway Bay. Hay un centro comercial de electrónica con todo lo imaginable a buenos precios y sin ser imitación. Por la tarde subimos al Victoria Peak para ver las vistas de toda la Bahía. En el Soho pudimos ver todos los restaurantes de cocina mundial, nos decantamos por uno Vietnamita, pero los hay de todos los estilos.
Día 3. Excursión a Macao. Hay numerosas salidas de ferrys en el puerto de Kowloon. Una vez en la isla cogimos uno de los autobuses que nos llevo a la plaza Lardgo del Senado, visitamos las ruinas de la catedral de San Pablo y la rua da felicidade. También dimos un paseo bordeando el mar que nos llevó a un templo muy curioso que nos encantó (no recuerdo el nombre). al mediodía cogimos un autobús para visitar la isla de Coloane donde comimos en uno de los mejores restaurantes de todo el viaje. El restaurante Fernando nos recordó la comida mediterránea, probamos unas exquisitas almejas y un pescado delicioso. Lugar muy recomendable, no es barato, pero es asequible y perfecto para darse un festín. Ya por la tarde regresamos en el ferry a Kowloon.
Día 4. Después de por fin conseguir nuestro visado de entrada a China y reservar el vuelo a Guilin (estuvimos barajando ir en tren nocturno, pero sólo resultaba un poco más barato y nos decidimos por el avión), fuimos a visitar la otra cara de la isla de Hong Kong en autobús y nos sorprendió lo verde que es. Estuvimos dandonós un pequeño chapuzón en la playa de Repulse Bay aunque el tiempo no acompañaba del todo. A mediodía fuimos a un restaurante a probar los Dumplings, masa rellena de carne y verduras exquisita. Hay restaurantes en toda china que la elaboran pero los mejores los probamos en Hong Kong. Por la tarde estuvimos paseando por Kowloon y fuimos al mercado nocturno de Temple Street, aunque casi estaban cerrando pudimos ver puestos muy curiosos donde te echaban las cartas, te leían la mano y karaokes callejeros (ojo con grabarlos con la videocámara que se enfadan muchísimo).
Día 5. Por la mañana recorrimos la isla de Hong Kong en tranvía y comimos en un restaurante donde sólo tenían carta en chino y no hablaban nada de inglés, así que elegimos los platos a dedo y alguno que vimos en las mesas vecinas. Acertamos en algún plato, pero resulto muy complicado. Por la tarde recogimos nuestras mochilas y fuimos a la parada del autobús dirección aeropuerto de Shenzhen. Resultó que era la parada equivocada y de milagro nos acordabamos del símbolo del autobús (un dragón rojo) y vimos que pasaba de largo por otra calle. Ya nos ves corriendo con las mochilas detrás del autobús, menos mal que paró en un semáforo y nos debio ver cara de pena. Subimos en él, resulto que esté era uno de viaje de ida, pero una chica muy simpática y el conductor nos llevaron a la parada a 5 minutos de que saliera el bus al aeropuerto, Uff.

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Día 1. Vuelo Shenzhen-Guilin. Llegamos muy tarde a Guilin, así que sólo tuvimos tiempo de buscar alojamiento. Al final nos decantamos por el Fubo hotel, se subía un poco de presupuesto, pero era muy tarde y nos dió confianza para dejar nuestras mochilas las 5 noches que ibamos a estar en Yangshuo y Ping´An. En la misma calle nos ofrecieron alojamiento por 5 euros pero tenias que ver el hotelucho.
Día 2. Crucero por el rio Li. En una agencia justo enfrente del embarcadero compramos los billetes. Es un recorrido espectacular donde empezamos a ver los restos de las inundaciones de la semana anterior, menos mal que tuvimos suerte, porque las fotos que luego nos enseñaron los lugareños de Yangshuo daban pánico. Al llegar nos alojamos en el hotel Venice, que fué el que nos obligaron a coger al sacar los visados. El resto de noches estuvimos en el Morning Sun, un excelente hotel con un trato muy amable y unos desayunos muy buenos. Paseo por el pueblo y a descansar.
Día 3. Fuimos a contratar alguna excursión. Reservamos el autobús para ir a los bancales de arroz y cogimos un crucero en canoa por el rio Li para el día siguiente. Luego alquilamos unas bicis y fuimos a visitar el Moon Hill, es un paseo muy agradable y muy sencillo. Existe un carril bici y es un recorrido totalmente llano. Al mediodía comimos en el Dinasty of Dumplings, no tan buenos como en Hong Kong pero con personal muy agradable (nos enseñaron las fotos de las inundaciones). Ya por la tarde paseo por el pueblo.
Día 4. Canoa en el rio Li donde pudimos tomar el sol y bañarnos. Fué un día muy agradable por el buen tiempo. En todo el viaje apenas tuvimos dos días seguidos de sol. Por la tarde alquilamos las bicis y hicimos otro recorrido, bastante más complicado más que nada por el tráfico y por las cuestas. Por la noche nos sentamos en un restaurante de la calle de los extranjeros a observar como los turistas se cogían unos pedos increíbles al son de la música a toda caña de los pubs (esta calle rompe todo el encanto que tiene Yangshuo).
Día 5. Cogimos el autobús que nos llevaba a Ping´An. Al ser una excursión contratada nos resultó un poco caro. El autobús de línea pasa por Guilin y después por Longshen y para no liarnos mucho decidimos ir en la excursión. Una vez en la entrada a los bancales tienes que pagar un ticket. Paramos en una aldea de la etnia donde nos hicieron un espectáculo de bailes típicos (tuvimos que pagar otro ticket al guía que nos convenció), como no nos gustó mucho, nos fuimos a mitad del baile y paseamos por el poblado que fué mucho más gratificante. Recomiendo que vayais por vuestra cuenta porque te cobran hasta por mirar en las excursiones organizadas. Si vais desde Guilin es más fácil sólo hay que cambiar de autobús en Longshen. Llegamos a Ping´An muy tarde y buscamos alojamiento. Cualquiera de los alojamientos es sencillo y muy barato, recomiendo que tenga vistas a los bancales porque la sensación de levantarte y ver esta maravilla es espectacular. Comimos en otro de los alojamientos de la zona y fuimos a visitar las 3 terrazas, en unas 2 horas puedes verlas y sin ir muy deprisa. Nos seguían 3 mujeres de la etnia zhuang (mujeres con el record de cabello más largo), les encantaba desliarselo para que les hicieramos fotos, claro está luego nos ofrecían sus pulseras y bolsos. Al final acompañamos un buen trozo a una de ellas que vivía en otra aldea. Nos ofreció hasta que fueramos a visitar su poblado. Como era demasiado tarde declinamos su oferta y regresamos a Ping´An. Cenamos con los dueños del alojamiento y el trato fué estupendo. Una de las mejores veladas de nuestro viaje. Tomamos unas cervezas con una familia alemana y nos fuimos a dormir.
Día 6. Por la mañana temprano cogimos el autobús público que nos llevaba a Longshen. El autobús era una tartana pero pudimos charlar con la gente del lugar, entre ellos la mujer zhuang que acompañamos el día anterior. Toda una experiencia. Ya en Longshen cambiamos de bus y fuímos a Guilin a por nuestras mochilas. En Guilin comimos en un restaurante donde probamos la espectacular cocina de sichuan. La tarde la disfrutamos en un parque de la ciudad visitando los osos panda (un poco triste porque estaban enjaulados). Fuímos al aeropuerto para coger el vuelo Guilin-Kunming. En Kunming hicimos noche para al día siguiente coger otro vuelo a nuestro siguiente destino Dalí.

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