![]() ![]() AÑO NUEVO Y DOS DÍAS MÁS EN PARÍS... CIUDAD DE CIUDADES ✏️ Blogs de Francia
A modo esquemático, os resumo los casi 4 días que estuvimos en París, a partir del 1 de enero. Seguiré editando poco a poco el diario y añadiendo fotos, ya que tengo el ordenador regular y no quiero perder lo que ya he escrito. Saludos.Autor: Terracelta Fecha creación: ⭐ Puntos: 3.2 (5 Votos) Índice del Diario: AÑO NUEVO Y DOS DÍAS MÁS EN PARÍS... CIUDAD DE CIUDADES
Etapas 1 a 3, total 4
Como el vuelo nos salía el día 1 de enero (año nuevo) a las 7 de la mañana, decidimos hacer noche en Málaga el día 31 de diciembre. Paramos en el Hotel Holiday Inn, muy cerca del aeropuerto. 55 euros la noche en habitación doble. No está mal, sobre todo por la situación (nos sorprendió la ausencia de mini-bar). Mención aparte merece los “pseudos-taxistas” de Málaga, que yo calificaría como “piratas” y que juegan con las prisas y la buena fe de la gente para cobrarte lo que les da la gana, sin siquiera encender el taxímetro. Un viaje desde el aeropuerto hasta el hotel, menos de 5 minutos, 19 euros, y otro viceversa 15. Ojo con este tema. Quizás deberíamos todos pedirles factura e incluso fotografiar la matrícula y la licencia de taxi para evitar estos abusos.
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Salida del aeropuerto de Malaga muy puntuales, con un vuelo de AirFrance pero realizado por Air Europa. Llegamos a París (CDG) antes de la hora señalada, a las 9:15. Como no habíamos siquiera desayunado tomamos dos “cafés” con leche en el Aeropuerto, en el “Bill Bentley”, precio 8,60 euros los dos cafés. El precio no es que sea más caro que el resto de París, para que os vayáis haciendo una idea del nivel de vida; pero es que estos cafés, además, estaban vomitivos y no produjeron efecto laxante de puro milagro.
Traslado a París en el RoissyBus, esperamos menos de 10 minutos y el trayecto fue gratis por ser Año Nuevo, casi iba vacío y al no haber coches por la autopista el conductor iba a toda pastilla, y llegamos en 40 minutos a Opera. Empezó a nevar…. Jajaja. Andando hasta el Hotel Residence Metropole Opera, unos 10 minutos. Antiguo pero limpio, y con la gente de recepción amabilísima. Este hotel es ideal para familias con niños que no quieran pisar un restaurante en París (y dados los precios, cosa altamente recomendable) ya que está equipado con cocina, frigo, horno, y toda la cubertería y vajilla necesaria para cocinar y comer allí. A nosotros hasta nos fregaban los cacharros. Por la noche dormimos muy bien (quizás la cama un poco dura), aunque de vez en cuando se oía el metro bajo nuestros pies, pero era un ruido leve. Ojo, al llegar tan temprano no pudimos entrar en la habitación (el check-in se hace a las 14:00h), dejamos las maletas en recepción y salimos a recorrer el plan que nos dio MarcoPolo sin más dilación. Fuimos andando a ver el Louvre por fuera (era festivo), orilla del Sena, jardines de la Plaza de la Concordia; Obelisco, puente de Alejandro, Los Invalidos, Torre Eiffel, Trocadero. Después de la caminata y con el frío intenso que teníamos nos metimos en el Bar Kléber de la avenida del mismo nombre, a tomar un “chocolate” (más bien cola-cao del regular), total factura 9 euros (4,5 € por cabeza), pero por lo menos repusimos fuerzas y algo de calor para el cuerpo. Tras esto cogimos el metro hasta cerca del Sacre Couer. Fuimos andando hasta el funicular que cogimos con el mismo billete de metro, había mucha gente. Mención aparte es el tema de los turistas y sus nacionalidades. En todos los días que estuvimos casi no encontramos españoles, alguna gente del este, sudamericanos, y lleno, repleto, congestionado, hiper-ocupado por italianos. Era increíble. No suelo ser exagerado con estas cosas, pero calculo que el 90% de los visitantes eran de la península de la bota y de los Apeninos. Buen destino, hubiera sido ir a Italia, porque supongo que estaría medio vacía. No pudimos entrar en el Sagrado Corazón porque había overbooking, y decidimos dar un paseo por los alrededores, Montmatre en todo su esplendor, la plaza de los pintores y bajando por las callejuelas hasta el Moulin Rouge. Paseo por la calle “erótica” hasta la parada de metro de Pingalle (en la de Blanche no se podía entrar por la ingente cantidad de personas que había en la puerta). Llegamos al hotel y la chica nos recomendó para cenar el “Le Vaudeville”, enfrente de la bolsa, en la Rue Vivienne. No nos gustó mucho. Sólo dos platos principales y dos postres, más bebida: 83,40 euros. Por cierto, como les gusta a los franceses la promiscuidad en los restaurantes. No hay espacio físico entre mesa y mesa. Es horrible. Y si tienes ganas de hacer pis, eso ya es inenarrable. Tienen que levantarse la gente de 2 mesas a cada lado de la tuya. Etapas 1 a 3, total 4
Amaneció con mucho frío, pero aunque parezca increíble, también con mucho sol. Fuimos andando hasta el Louvre (no más de 10 minutos desde el hotel), había mucha gente pero la cola fue rápida. Lo que más nos decepcionó fue la Gioconda, además de que casi es imposible verla (desde muy lejos, cubierta por un cristal y con medidas de seguridad impresionantes). Si a todo eso, unimos la masa de gente que había el resultado fue desesperanzador. Nos gustó la Samotracia, la Venus de Milo, la sala Apolonia, y sobre todo la parte de Egipto. Además hay que decir que el mismo edificio del Louvre (sin obras de arte) ya vale la pena visitarlo. Es excepcional.
Salimos del museo y andando llegamos al P. Neuf, donde a las 13:30 cogimos un barco para el paseo por el Sena de una hora. Precio 12 euros por cabeza. Tras el paseo, metro hasta las galerias Lafayette. Absolutamente hata los topes. Teníamos hambre y el único hueco libre era en la 5ª planta, en el Lina’s. Bocadillos y cerveza caliente (a pesar de mis protestas, no tenían fría), 14 euros. La decoración de los Grandes Almacenes era increíblemente hermosa. Compras de souvenirs, regresamos andando al hotel, más compras en otras tiendas cercanas y seguimos andando hasta el metro de Catelet para acercarnos al barrio de Les Marais. Bajamos en la parada de Rambateau y desde allí paseando hasta la Plaza de los Vosgos. Visita a la puerta de la casa de Victor Hugo, dos cervecitas en una cafetería de la plaza ( 7,60 euros las dos). Seguimos paseando hasta coger el metro el la Bastilla y tras compras en un supermercado, salimos a cenar a un restaurante italiano muy cercano (La Casa Bella). Dos platos de pasta y dos cervezas 43 euros. Ojo , cada cerveza 9 euros, casi tan caro como el plato de pasta. Por cierto, anécdota anterior: antes de este restaurante visitamos otro cercano en el que sólo había carne de pato para comer. Además de esto, eran tan lentos en atender que nos fuimos al italiano. Etapas 1 a 3, total 4
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 3.2 (5 Votos)
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