Tour de France ✏️ Blogs de Francia

Nos acercamos al final. Siguiendo las instrucciones de Daniel, primero visitamos Dol de Bretagne y un menhir gigante (9 metros) cercanos. Dol me pareció prescindible.

Después nos acercamos a Vivier sur Mer, un pueblecito costero sin nada pero con una curiosidad: te puede atropellar un barco. Y es como las mareas son kilométricas (hasta 15 km), con la marea baja los barcos deben utilizar las ruedas para hacerse a la mar. Son como buques anfibios. Muy interesante. Además, el pueblo es uno de los mayores productores de mejillones. No se cultivan en bateas como en Galicia, sino en empalizadas. Por supuesto, ni tienen el sabor (los probé varias veces) ni el tamaño de los gallegos. Resulto muy curioso su cultivo. También hay un tour que te lleva allí (con bajamar).

De ahí nos fuimos a Cancale, famosa por sus ostras y sus viveros. No las comí, porque no son de mi devoción, pero de precio estaban muy bien. La docena, dependiendo del tamaño, oscilaba entre los 3 y 6 euros. Muy bien.

De ahí a St Malo por la costa. Antes paramos en la Pointe du Grouin, zona paisajística y de acantilados.
En St Malo aparcamos justo delante de las murallas (1.50 la hora). Hay un parkin en las afueras más barato (ignoro si gratuito)que pone a tu servicio un autobús cada 15 minutos que te lleva a la misma entrada.
Hicimos un recorrido interior en trenecito (1 hora) y después paseamos por la muralla que es lo que realmente vale la pena. Las vistas son excelentes y es un paseo agradable y no muy cansado.

De ahí nos trasladamos a la Cité, a 1 km de la zona intramuros. Tiene un paseo muy agradable y un memorial de entrada gratuita dedicada a la 2ª Guerra Mundial. Las vistas son excelentes.

A Dinard nos acercamos y lo vimos en coche. No nos dijo nada. Para atravesar de un sitio a otro hay que cruzar le barrage du Rance, la única central mareomotriz del mundo, con esclusas que se leventan a las horas en punto. Hay visitas guiadas gratuitas (no llegamos a tiempo).

El último sitio recomendado antes de regresar extenuados fue St Suliac. Ya era tarde, así que lo vimos de pasada pero no tenía mala pinta. Cerca hay vestigios de un campamento vikingo.

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El 13 martes se acabó nuestra aventura. Regresamos de un tirón hasta Pontevedra: 1502 km y 17 horas de viaje. Podéis imaginaros cómo llegamos.

4500 km en 10 días es todo un palizón. Ve todo es imposible, por lo que tienes que seleccionar y muchas veces improvisar, porque el cansancio se acumula. Me gustó todo, aunque si tuviera que renunciar a algo de lo visto pasaría de la costa del granito rosa y los pueblos del interior que, ojo, también tienen su encanto.
Encontré mucha amabilidad y buena preparación (aseos públicos numerosos, limpios y gratuitos, jóvenes dispuestos a hacer de cicerones en las iglesias por la voluntad, campos y bosques cuidados y limpios, áreas de servicio numerosas y amplias, numerosos espacios para autocaravanas y céntricos, etc).

No creo que vuelva a Bretaña, porque quiero conocer lo más posible, pero de hacerlo algún día cogería avión y alquilaría un coche.

Del viaje me quedaría con Futuroscope, Chenonceau, Mont St Michel, los alineamientos de Carnac, Concarneau, Pont Aven, Dinan St Malo y... Les Petites Chapelles (casi todo)

Igual echáis de menos que no haya visitado Tours, Le Mans, Rennes o Nantes. Circunvalamos esas ciudades, pero no teníamos ánimo de meternos en grandes ciudades. Seguramente son maravillosas. En otro momento.

Espero haberos servido de ayuda. Hay muchas cosas que se me quedan en el tintero, pero intentaré responder a vuestras inquietudes.

Saludos

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