29 días en China, solo y por libre ✏️ Blogs de China

Hoy si que si, a las 7 y media estaba arriba, preparado y dispuesto a ir a la Ciudad Prohibida. De cabeza al metro, que ya tengo dominado. Hay dos estaciones, Tiananmen Este y Tiananmen Oeste. Algo que creo que no he comentado es que a la entrada del metro hay que pasar bolsos, mochilas y cualquier bulto por un escaner. Eso si, a ti ni te miran, ni pasar por un detector, ni nada.

A la entrada de la Ciudad Prohibida, como esperaba, tonelada y media de chinos, todos como locos por ver uno de sus grandes tesoros nacionales. La entrada son 60 yuanes, y 40 mas 100 de deposito la audioguia. Entras y... majestuoso, colosal. Faltan palabras. Inmensos patios entre edificios gigantescos, con mas y mas estancias tras cada puerta y cada muro. Es facil imaginar aqui como debia ser la vida de un antiguo emperador, aislado de la realidad exterior, viviendo en la ciudad con su corte, su ejercito, sus concubinas. La audioguia cuenta con un pequenio mapa con luces, y al llegar a cada punto te va relatando la construccion de cada zona, aquellos que ocupaban el lugar, y diferentes historias, leyendas y tradiciones de la epoca. El espaniol de la audioguia es totalmente loquendo, pero se entiende bien.

Haciendo alguna que otra parada para huir del calor, tomando un granizado de oreo, me ha llevado unas 3-4 horas ver los puntos clave, entrando por el sur, y saliendo por el norte. Y justo en frente, el parque Jingsan. Subir por la escalinata del este, hasta deleitarme con unas vistas brutales de Beijing, especialmente de la Ciudad Prohibida. Bajar por la del oeste, ver la esposicion de dinosaurios, de lo mas cutre que puedas imaginar, pero que se mueven y todo, y va siendo la hora de comer.

Segun la Lonely, que ha demostrado ser poco fiable para estas cosas, hay un buen restaurante cerca de donde estoy. Lo busco, en la calle Nangulou, la calle alternativa, pero no aparece, asi que acabo en uno llamado Taste. De nuevo las miradas y risas, me encanta, a pesar de la verguenza inicial. Pido un plato mongol, carne de algo de cuernos, cocida y servida en rodajas. Buenisima. Tambien cae un Hot Pot de Bambu y cerveza Tsing Tao. Todo me sale por 40 yuanes.

Bien comido voy en metro de vuelta al albergue, donde echo una cabezadita. Me escribe la pareja vasca, con los que cerveceo e intercambio experiencias y risas. Me acompanian al metro y definitivamente voy al Mercado de la Seda. Desde el metro hay un acceso directo. El edificio es muy Corte Ingles, pero dentro todo son puestos pequenios. No me siento tan agobiado como esperaba, sera que intimido. No paran de preguntarte si quieres esto o lo otro, pero al "Bu yao, xiexie", o "No, thankyou" responden con "Buyongxie" o "You're welcome". Educacion no falta.

Busco entre los bolsos algun Louise Vutton que me habian pedido, pero no localizo. Tambien reviso zapatos de mujer, pero soy demasiado profano para intentar un regateo. Peleo por una camiseta de los Lakers, de Bryant, pero acabo dejando plantada a la vendedora con su berrinche. Si al menos hubiese sido de Gasol...

Subo a la cuarta planta, trajes a medida. Paso por un par de puestos hasta que una chica sonriente me invita a revisar su catalogo. Umm, un Hugo Boss que me iria estupendo. Acordamos la tela, cachemira de la buena, los colores, bolsillos, botones, corte, aniadimos dos camisas y empezamos la negociacion. 30 minutos despues hay acuerdo por 1200 yuanes. Me toman las medidas y maniana paso a por ello. Con animos sigo andando y voy bajando pisos, hasta salir de alli con camisetas, boxers y calcetines, todo de marca, claro... Ha sido 1 hora, y 85 yuanes en total. Salgo del mercado y veo que la zona de alrededor esta llena de vida, luces, gente, ruido, tiendas y restaurantes, y rascacielos.

Cojo una bebida energetica de lichi, buenisima, y me siento con mas energia! Busco algun lugar donde comer un pato a la pekinesa decente, pero todos caros. Reviso la Lonely y me voy hacia Wangfujing, la calle mas comercial de la ciudad. Y con parada de metro al sur. Es aqui donde se encuentra el mercado nocturno de pinchos de bichos. Una chica se me acerca, y me acompania preguntando de donde soy, a que me dedico y todo eso. Me sugiere un restaurante que conoce. No gracias, no voy a picar. Acabo en un restaurante cercano, grandiosa eleccion. 55 yuanes y me pongo hasta arriba de hongos salteados picantes y medio pato con salsas variadas, mas una cerveza, esta vez Beijing, de 650ml.

Satisfechisimo con el dia voy andando al albergue, me ducho a placer y me tumbo en la cama a escribir todo esto. Maniana madrugo aun mas asi que lo dejo por hoy.

---