![]() ![]() La selva negra y Berlin ✏️ Blogs de Alemania
Viaje por la selva negra y Berlin.Autor: Itarma Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.7 (3 Votos) Índice del Diario: La selva negra y Berlin
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 9
Bueno, como era de costumbre, nos levantamos tempranito para desayunar y salir hacia nuestro próximo destino, Schaffhausen (Suiza) hacia las cascadas del Rhin, las mayores de Europa.
Después de unos cuantos km atravesamos la frontera Suiza y nos adentramos hasta llegar a Schaffhausen, allí nos dirigimos hasta las cascadas y............ alucinamos, este era el momento cumbre de nuestro viaje, nuestro destino más esperado. Para poder ver las cascadas podeis hacerlo de dos maneras, de manera gratuita pero poco impresionantes o pagando 3,50 € por persona y entrar a la zona donde de verdad que impresiona y que merece mucho la pena. Podeis pagar en euros o en francos suizos. Yo como soy coleccionista de monedas, se me antojó pagar en francos y saqué unos 20 francos (16 €) en el cajero de al lado. Al entrar bajamos unas escaleras y vimos las cascadas a escasos 30 cm de distancia. Impresionan mucho porque parece que se te van a caer encima. ![]() ![]() Bajando un poco más podéis llegar a una embarcación con varios tipos de recorridos: uno os cruza sólo a la otra orilla, otro os lleva también hasta una piedra que esta en medio de las cascadas y otro os da una vuelta por el rio pasando cerca de las cascadas pero sin dejaros en la piedra. Nosotros cogimos el completito, ida y vuelta a la otra orilla y dejarnos en la piedra central de la cascada (7,5 € por persona). ![]() Sinceramente, aunque cuando te vas acercando a la cascada impresiona bastante, lo cierto es que impresionan mucho más desde donde estábamos a pie de montaña que en la roca del centro de la cascada, pero no estuvo nada mal la experiencia. La pena es que con tanta gente, casi no se puede ni caminar por la roca y te mojas un poquitín en el trayecto con el barco. Al llegar de nuevo a la orilla de partida, podéis volver por un ascensor y dirigiros hacia una puerta de madera que os llevará a una especie de exposición histórica, donde los cuadros que hay os seguirán con los ojos, y otros tendrán movimientos de caballos y animales. En otra sala podréis ver una mesa donde los cubiertos y los platos se mueven solos, así como las copas y las sillas. Parece una casa encantada. ![]() Después de esta visita que nos duró aproximadamente unas dos horas, nos dirigimos a la tienda que hay en la entrada para comprar........ chocolate suizo (bueníiisimo) y meternos en el coche con rumbo al centro de la ciudad donde vimos alguna cosilla interesante, una iglesia y un par de casitas curiosas, poco después nos dirigimos hacia Donaueschingen, un pueblo alemán hacia el norte de nuestra posición. Donaueschingen es un pueblillo que no contiene nada, pero nada de nada, lo único interesante aquí es el nacimiento del río Danubio y los jardines del palacio colindante al que no pudimos pasar por estar en obras (como gran cantidad de las carreteras y caminos alemanes). En una hora estábamos allí, sobre las 13.30. Nos sacamos nuestras fotitos, caminamos un poquitín por el pueblo y en poco menos de media hora nos fuimos hacia Triberg, donde hay mucho más que ver. ![]() Triberg es un pueblo que parece salido de un cuento de navidad, casas que son relojes de cuco gigantes, ositos que trepan cuerdas o están fabricando cosas en las fachadas de algunas casas, cascadas y riachuelos, y bosques con ardillas. Lo mejor es que busquéis la oficina de información turística y os den un mapa del pueblo. Si tenéis suerte, hasta puede que coincidáis con la chica que nos atendió que sabía perfectamente español. ![]() ![]() ![]() A las afueras de Triberg, existe un reloj gigante donde os podéis meter dentro y ver la maquinaria por 1,20 € por persona, se trata de una fabrica de relojes de cucu donde el dueño os explicará en inglés como funciona. Os aconsejo que vayáis en coche, ya que eso de que está cerca.... depende como se mire, está a un km mas o menos de las afueras y si ya lleváis caminados todo el bosque con sus cascadas se os puede hacer interminable. ![]() Tras 3 horas, y sobre las 17:30 decidimos ir hacia el coche y buscar nuestro siguiente hotel en medio de las montañas para llegar con luz. Se encontraba en Langenschiltach, hotel restaurante Krone. Pese a saber que era un hotel con baño compartido y con desayuno tipo bufet, lo cierto es que no nos gustó mucho, también es cierto que nos esperábamos algo más parecido a lo que habíamos tenido la noche anterior y el hecho de tener un campanario a 30 m tocando las campanas cada 15 minutos durante toda la noche, tampoco ayudó mucho. No os lo recomiendo y tampoco es fácil de encontrar sin un GPS. Nos dimos un corto paseo por el mini pueblo y nos acostamos pronto. Etapas 4 a 6, total 9
Nuestro día comenzó temprano, como todos los anteriores, pero por culpa de ese campanario, estábamos muertos desde primera hora de la mañana. Tras el magnifico desayuno nos montamos en el coche y nos fuimos con dirección a Schiltach.
Schiltach es un pueblo muy antiguo y muy recomendable de visitar, es un pueblo precioso con casas de 1500, o 1700, muy tranquila y muy limpia. Llegaríamos sobre las 9:30 de la mañana y recorrimos todas sus callejuelas. En la plaza del mercado hay un museo con información impresa en español y os puede ser de utilidad para saber donde dirigiros y que ver por allí sin perderos nada. Realmente no es muy grande y todo se centra en torno a la plaza del mercado. ![]() ![]() En una hora aproximadamente podéis disfrutar de sus calles de manera relajada y sin prisas y si queréis entrar en los museos e iglesias sumadle una horita más. Nuestro próximo destino era el pueblo vecino y muy cercano, Alpirsbach. En media hora ya habíamos llegado. El único atractivo que tiene Alpirsbach es la fábrica de cerveza que se puede visitar y una tienda de esta cerveza donde se puede comprar vasos, camisetas, y cervezas de todo tipo. Nos tomamos una y nos dimos una vuelta por el pueblo. ![]() ![]() El pueblo no tiene mucho que ofrecer, tan solo una casa a orillas del rio y poco más (la de la foto). En media hora ya habíamos visto lo único que podría interesar, así que partimos hacia nuestro próximo destino, Stuttgart. Dos horas aproximadas de camino y llegamos a Stuttgart En Stuttgart teníamos un hotel a unos 2 km del centro, Hotel Astoria am Urachplatz, altamente recomendable, dos personas con baño, televisión, nevera y desayuno tipo bufet 37 €.... como para pensárselo mucho ![]() Dejamos nuestras cosas en el hotel y nos fuimos a comer en un restaurante muy cercano que hacia esquina, un portugués, para variar un poco y comer algo de pescado que estábamos un poco hartos de salchichas. Después de cambiarnos en el hotel, nos fuimos a dar una vuelta por el centro. Fuimos una plaza grandísima llamada Schlossplatz, donde los "lugareños" se tumban en el el césped y leen libros, o tocan una pianola, o hay un grupo de jazz y la gente se para a escucharlos o a tomarse unas cervezas. ![]() Continuamos y nos metimos por la calle principal "Konigstrasse" hasta llegar a un edificio que estaba al otro lado de la carretera y q sólo se puede llegar pasando por debajo de la carretera. Ese edificio es la estación de trenes y se puede localizar rápidamente por su enorme estrella de mercedes dando vueltas. Esta torre es en realidad un mirador de acceso gratuito y al cual ascendimos para tomar algunas fotos desde lo alto. ![]() En Stuttgart existen dos museos de coches, uno de mercedes y otro de porche y donde tienen expuestos todos los modelos y motores de ambas marcas. A estos museos no fuimos porque ya teníamos decidido no entrar a ningún museo y nos llamaba más la atención conocer la ciudad. Otras de las cosas destacables es el Teatro Nacional de Stuttgart y otros edificios colindantes, muy cerca de Konistrasse. Después de conocer un poco la ciudad y ver esos edificios durante varias horas, nos fuimos al hotel a descansar y dejar para el día siguiente el resto. Etapas 4 a 6, total 9
Como era la tópica normal en nuestro viaje, nos levantamos tempranito para aprovechar el día, y tras pegarnos un grandísimo desayuno nos fuimos a recorrer el parque Shlossgarten, un parque enorme con muchísimos arboles, muy verde y donde pudimos encontrar casi de casualidad el Rosenstein Castle.
Tras un paseo por el parque decidimos ir a Heidelberg por segunda vez para dedicarle más tiempo que la vez anterior, ya que nos habíamos quedado con las ganas y era nuestra última oportunidad. Tras dos horas de carretera llegamos a Heidelberg sobre las 12:30 del medio día. Esta vez no iríamos al castillo sino que aprovecharíamos para recorrer sus callejuelas y vivir un poco el ritmo de la ciudad. ![]() Lo primero que hicimos fue aparcar en el mismo sitio que lo hicimos la primera vez, cruzar por el puente, llegar al centro y empezar a mirar tiendas, la catedral, visitar la universidad y una tienda muy curiosa de dos pisos especializada en navidad, una tienda de diseño muy chula, todo en la misma calle principal Hauptstrasse y que no podéis perderos. ![]() Ya después de quedarnos agusto de haber conocido Heidelberg con más profundidad nos dirigimos al coche y nos fuimos hacia nuestro próximo hotel en Worms, a medio camino entre Heidelberg y el aeropuerto de Frankfurt Han, no sin antes pasar por Mannhein y conocer algunas cosillas. En Mannhein no encontramos nada destacable, por lo que fue una visita más de paso más que otra cosa. Sobre las 6 de la tarde estábamos ya en el Hotel Heppenheimer de Worms, un hotelito un tanto difícil de encontrar sin GPS aunque menos difícil que los dos anteriores en la selva negra. Habitaciones muy amplias, casi un apartamento, con un baño inmenso, nevera y detalles como cepillos de dientes con pasta, peine, gel, etc., como los hoteles españoles, a 20 metros de un gran supermercado para comprar unas cervecitas ;). Worms es un pueblo que está a un km y medio de distancia del hotel, pero estábamos tan hartos de coche que decidimos pasar de acercarnos, aún así, conseguimos un mapa turístico que nos ponía los lugares interesantes a visitar. Lo único destacable era la iglesia y alguna cosilla más que después de lo que habíamos visitado por la selva negra, no nos llamaba mucho la atención. Esa noche estábamos realmente cansados de todos los días acumulados y de los paseos por Heidelberg a pie, y caímos rendidos en cuanto tocamos la cama prácticamente y al día siguiente, como siempre, nos levantaríamos temprano para ir a Frankfurt Han a dejar el coche y a coger nuestro avión con dirección a Berlín. Etapas 4 a 6, total 9
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.7 (3 Votos)
![]() Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |