![]() ![]() Eslovaquia os sorprenderá gratamente ✏️ Blogs de Eslovaquia
Breve relato de nuestro viaje de 7 días por un país que nos fascinó.
(En cuanto tenga un poco de tiempo pondré las fotos).Autor: Perrorocky Fecha creación: ⭐ Puntos: 4 (5 Votos) Índice del Diario: Eslovaquia os sorprenderá gratamente
01: Día 0. Viernes 13/08/10. Vuelo Palma Bratislava
02: Día 1. Sábado 14. Bratislava. Castillo de Devin
03: Día 2. Domingo 15. Castillo de Cerveni Kamen- Trnava- Piestani- Trencin y su ca
04: Día 3. Lunes 16. Parque natural de Mala Fatra- Terchová
05: Día 4. Martes 17. Vlkolinec- Podbiel- Castillo de Orava - Kezmarov (dormir en Ce
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Etapas 1 a 3, total 9
Salimos de Palma, el día 13 por la tarde (16:00). Vuelo directo a Bratislava con Ryanair (es lo bueno de vivir en un sitio tan turístico para todo centro y norte de Europa).
Llegamos a Bratislava y cogimos el coche que teníamos alquilado desde el aeropuerto. Llegamos a Bratislava, al apartamento que teníamos alquilado para las dos primeras noches en pleno centro (en el Historical Center apartment), pero finalmente nos ubicaron en otro (según decían porque el baños se había estropeado, ¡vete tú a saber!), el Presidential Palace apartment, que según las fotos era igual en calidad pero un poco menos céntrico. Como no teníamos elección pues pagamos (110 euros/2 personas 2 noches + tasas municipales, en Bratislava altas: 1,7 euros por persona/noche). Salimos a pasear por Bratislava, ya era de noche, era viernes, había mucho ambiente, las calles del casco antiguo son todas peatonales, así que es muy agradable pasear por ellas, que están llenas de terracitas para cenar, tomar una cerveza, etc. Cenamos en una de estas terrazas después del paseo (por unos 20 euros los dos). Empezó a diluviar mientras terminábamos (son terrazas cubiertas con supertoldo), esperando por si escampaba. Finalmente volvimos al apartamento calados, como sopas, ya que siguió diluviando. Duchita y a la cama. Etapas 1 a 3, total 9
Este día lo dedicamos a Bratislava. Antes de empezar compramos algo para desayunar en el apartamento y para picar después.
Antes de todo fuimos al Castillo de Devin, a unos 10 km de la ciudad. Desgraciadamente no pudimos entrar, estaba cerrado porque estaban preparando el recinto para un concierto de Sidney O’connor. Dimos un paseo por la zona, la verdad es que nos quedamos con las ganas de alquilar unas bicis en la caseta de información turística (que no recuerdo el precio, pero era muy barato) y hacer una excursión por la zona, ya que hay un carril bici chulísimo bordeando el río afluente del Danubio: se puede llegar, a un lado, hasta Austria y hacia el otro, a Chequia. Se podía haber pasado la mañana allí tan a gusto. Volvimos a Bratislava y pasamos lo que quedaba de mañana paseando por las calles, plazas, parándonos en las fachadas del palacio Primacial, en la plaza del ayuntamiento y haciendo algunas fotos a las famosas estatuas que “decoran” las calles de la ciudad: el obrero que sale de una alcantarilla (en eslovaco Cûmil o el observador), el paparazzi que sale de detrás de una esquina, el vagabundo vestido de dandy (Schöner Náci, que fue una persona real) y el soldado francés en la plaza principal apoyado en un banco. No son grandes obras de arte, pero tienen su gracia y hacen algún guiño a algún episodio de la historia. También paramos en el teatro nacional y su plaza. Comimos en otra de las terrazas, por unos 15 euros los dos. Continuamos haciendo una visita a la catedral y después fuimos al castillo. Es un edificio totalmente reformado con poco interés, pero la vista desde arriba está bien. Se ve por un lado el casco antiguo, y al otro lado del río Danubio los barrios nuevos, con los horribles edificios de bloques altos del antiguo comunismo. Se ve también el famoso puente nuevo que une ambos lados. Arriba en la zona del castillo hay zonas verdes bastante agradables y hacía buen día, como era sábado había gente paseando, familias, etc. En el castillos también hay museos pero estaban de obras y reformas, así que no vimos ninguno. Al bajar fuimos a la iglesia azul, una iglesia ya fuera de la zona central de la ciudad de estilo modernista, bastante curiosa. Volvimos paseando junto al Danubio. Tras descansar un rato en el hotel salimos a cenar de nuevo en alguna de las terracitas (esta vez, el sitio bastante mal, muy para timo de guiris, así que hay que mirar los precios antes de sentarse, donde peor hemos comido y más caro, aún así 23 euros los dos). Resumiendo Bratislava es una ciudad pequeña, sin grandes pretensiones, que se puede ver en un día, o incluso apurando algo menos, pero muy agradable, con calles llenas de terrazas, animadas y muy agradables si hace buen tiempo (como nos pasó a nosotros, salvo la noche en que nos mojamos tanto). Etapas 1 a 3, total 9
Al día siguiente nos pusimos en camino para hacer nuestra ruta por Eslovaquia.
Hicimos una primera parada en el castillos de Cerveni Kamen, un castillo un poco perdido en medio del campo, cuando llegamos empezamos a darnos cuenta lo complicado que iba a ser entendernos, la mayoría de la gente no habla inglés o muy poco, algunos un poquito de alemán (y ya del español, ni hablamos)…pero la verdad es que por ejemplo en este caso el taquillero llamó a otra chica que hablaba inglés, y nos explicó como iba la visita. Sólo podía ser guiada, y en eslovaco, y encima no había hasta dentro de una hora (solo había dos horas, a las 12 y a las 17h) y por 7 euros, eso sí con una especie de performance a lo largo de las habitaciones del castillo con gente disfrazada contándote la historia, etc, que tenía buena pinta. Sobre todo por no esperar decidimos coger la otra entrada que solo daba acceso a los sótanos, yo al principio pensé que “vaya cosa cutre”, pero la verdad es algo único en los castillos europeos, se trata de unos pasadizos, con pasillos enormes y anchísimos hasta tres pisos por debajo del piso principal del castillo, todo de piedra, la verdad que muy chulo. La visita también era guiada en eslovaco, aunque por suerte nos dieron un panfleto en español para leer lo más importante. Ya digo que no sé como sería el resto de la visita al castillo pero posiblemente estaría bastante bien, aunque claro, mejor si fuera en algún otro idioma a parte del eslovaco. Después nos pusimos en ruta de nuevo hasta Trnava, una ciudad que da para poco, tiene como importante la iglesia de San Juan Bautista en estilo barroco-rococó y una pequeña plaza, tomamos un café en una terracita y seguimos. La verdad es que es un lugar prescindible. Nuestra siguiente parada fue Piestany, una ciudad balneario del siglo XVIII. Lo ideal sería pararse para hacerse alguno de los tratamientos: baños de barro, masajes, etc, pero nosotros acabábamos de empezar el viaje así que aún no nos lo pedía el cuerpo. Aún así es un sitio agradable para hacer una parada, la zona del balneario está en una isla en medio del río Vah, todo muy cuidado con jardines, algún estanque y luego los edificios del balneario del s XVIII. Comimos un kebap rapidito porque queríamos llegar al castillo de Trencin, y que estuviera abierto (todos cierran entre las 5 y las 6). Continuamos y llegamos a nuestra última visita del día: Trencin, famosa sobre todo por su castillo. Lo primero fuimos a éste para que no nos cerraran. Cometimos el error de empeñarnos en comprar la entrada del tour largo o completo, a pesar de que nos aconsejaron que cogiéramos el corto, ya que de nuevo era guiado en eslovaco y no íbamos a entender nada… En fin, por dentro el castillo estaba reformado entero, lo habían convertido en una especie de pinacoteca de cuadros de los reyes y dueños del castillo…y ninguno parecía que mereciera la pena (y ojo que soy una enamorada de la pintura, la buena, claro), resumiendo, un rollo, no había nada que recordara por dentro a cómo había sido el castillo, muebles, estancias etc. Otras salas estaban llenas de monedas, vasijas y cosas que habían encontrado en las excavaciones…más coñazo. Y por supuesto en eslovaco (aunque nos dieron también en papel una explicación de los cuadros etc, esta vez en inglés, pero aún así era infumable). Así que vimos todo aquello aguantando como pudimos. Al salir el tiempo había mejorado (se había puesto de tormenta de nuevo, super-oscuro, pero finalmente no llovió), así que aprovechamos para pasear por la calle principal, bastante bonita y tomarnos una supercopa de helado en otra terracita (2 eu). A partir de ahora nos íbamos a dar cuenta que si los precios nos habían parecido baratos en Bratislava en el resto del país mucho más… Después de saborear el heladito continuamos, teníamos intención de llegar en coche hasta Zilina, una ciudad más o menos grande y universitaria, que ya es la puerta a los parques naturales del norte, Mala Fatra, Altos Tatras… A Zilina llegamos ya casi de noche (20h). Supuestamente es una ciudad con bastante ambiente, pero claro, a costa de los universitarios y al estar en agosto, aquello estaba tan muerto que no invitaba nada a quedarse en el centro como pensamos en principio, además los hoteles del centro tenían regular pinta, viejos y hasta cutres, y encima caros. Así que nos fuimos a las afueras a uno que vimos por Internet (en el bar de Trencin donde comimos el helado había wifi…bueno en realidad en casi todos los restaurantes, bares y hoteles que hemos visitado). El hotel se llamaba Galileo, por 41 eu la hab doble. Un típico hotel para congresos y convenciones, la habitación estaba muy bien, y todo nuevo. Como el GPS se quedó sin batería, para llegar al hotel nos perdimos, pero nos salió bien, paramos en una cervecería para preguntar y decidimos quedarnos a cenar. Cenamos por 10-11 eu los dos. Aprovecho para decir que la cerveza (en todo el país) está casi tan barata como el agua (supongo ,porque realmente no tomamos agua ningún día con la comida, jeje). Un vaso de 0,5 l cuesta entre 0,9 a 1.3 eu… Después desde allí nos indicaron para llegar al hotel. Llegamos finalmente!!A descansar!! Etapas 1 a 3, total 9
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