BRISAS DEL MEDITERRÁNEO- Sovereign- Pullmantur ✏️ Blogs de Mediterráneo

La noche se paso en un abrir y cerrar de ojos, y cuando desperté, abrí la cortina para ver como navegábamos... mmm lo mejor al despertar era contemplar ese espectáculo natural

Nos vestimos y nos fuimos a desayunar. Es el día que más tarde llega el barco al puerto(11:30) junto con Túnez, por lo tanto unos de los días que te puedes tomar con más calma. Nosotros nos fuimos a desayunar a la carta. Churritos con chocolate.

Para desembarcar, ese día tienes que coger una lancha (es un servicio gratuito). Esto ocurre porque es el único puerto donde el Sovereign ancla. Y será el único donde podréis conseguir una foto del barco como ésta:

Para el desembarque, agrupan a la gente. Los que tienen contratadas excursiones van a los salones a la hora que le indique su ticket de excursión. El resto tiene que ir a la discoteca, donde te darán un número para desembarcar (al igual que ocurrió con el embarque el primer día). Nosotros decidimos esperar a que la gente con más prisa desembarcara y a los quince minutos más o menos, anunciaron por megafonía que ya se podía desembarcar sin pasar por la discoteca. Así que nos dirigimos a la cubierta indicada y cogimos la lancha. La lancha sí que se mueve y hasta te moja los pies ejejeje. Pero miras al frente y te encuentras Villefranche, qué bonita la costa azul francesa:

Una vez allí, hay que buscar la estación de tren. Está muy cerca y se ve desde allí. Hay que ir caminando hacia la derecha, dejando el mar a la derecha hasta donde comienza la playa. Y cuando estás en la playa, a la izquierda tienes que coger unas escaleras que van a la estación de tren.
Hay muchos trenes hasta Mónaco, suelen tener una frecuencia de 30 minutos. El precio del billete por persona es de 5.20€ ida y vuelta . Y no se tarda más de 15 minutos en llegar a Mónaco.
Una cosa importante: hay que validar los billetes. Esto se hace en una máquina amarilla que te encontrarás en el andén. Hay que meter los billetes en la ranura y ya quedan validados.
El recorrido del tren hasta Mónaco es el siguiente: Villefranche- Beaulieu- D'Eze- Cap D'Ail- Mónaco.

Cuando llegamos a Mónaco, teníamos una ruta a seguir:
ESTADIO LUIS II- PALACIO DEL PRÍNCIPE- CATEDRAL- OCEANOGRÁFICO- CASINO- JARDÍN JAPONÉS.

Los estadios son algo obligatorio de cada sitio al que voy, ya que mi marido es fanático del fútbol. Y el jardín japonés fue un capricho mío personal.
Lo cierto es que acabamos modificando un poco la ruta ejejeje en principio, porque fuimos hasta Mónaco con más gente del mismo barco (de la que al final acabamos descolgándonos, porque cada uno quiere ver sus cosas) y también porque Mónaco nos resultó una ciudad difícil... Todavía no sabemos cómo llegamos al Palacio del príncipe, Mónaco está en una colina y hay que subir y bajar... no nos explicamos cómo encontramos las escaleras jejeje.

Al final, la ruta que hicimos fue la siguiente: CASINO- JARDÍN JAPONÉS- ESTADIO LUIS II- PALACIO DEL PRÍNCIPE- CATEDRAL- OCEANOGRÁFICO (todo a pie, sin descanso )

- CASINO: llegar al Casino desde la estación es bastante fácil. Sólo hay que ir siguiendo los indicadores hacia Montecarlo (que es el barrio "rico" de Mónaco- si es que allí hay barrios pobres, jejeje). Mientras caminas podrás ir viendo los lujosos yates y asombrosos coches. Pasarás por el túnel donde pasan los coches de F1 (todo un acontecimiento para mi marido: " ¡Mira los bordes de la carretera, qué gastados están! ¡Por aquí pasa Alonso!" ) Y finalmente te encontrarás el Casino y el famoso hotel París. ¡Cuánto lujo! ¡Qué cochazos!:

Se puede realizar una visita al casino por 10€, eso sí, se exige etiqueta. Y si andas un poco corto de dinero y te entra sed, mejor alejarse de la plaza. Yo no os puedo confirmar esto, pero dicen las malas lenguas que una coca-cola en la plaza del Casino te puede salir por más de 15€...

- JARDÍN JAPONÉS: : este jardín está construido sobre del techo de un parking de buses. Todos los edificios, tejas, linternas...fueron realizadas en Japón. Abre todos los días de 9 a 18 y la entrada es gratuita.
Para llegar desde el casino al jardín, veréis la famosa curva de la F1 (más marcas de ruedas en el asfalto). El jardín se encuentra a 1 km aproximadamente del casino y la zona cambia totalmente. Mucho más tranquila, nada de turistas. Por esta zona compré mi boli en Mónaco (precios mucho más razonables que en la plaza del Casino).
La visita al jardín está indicada si te gusta la naturaleza o incluso la fotografía. Creo que traímos las fotos más bonitas del viaje de allí.

- ESTADIO LUIS II: ufff... nos encontrábamos en la otra punta de Mónaco. Es cierto que no es muy grande ejjeej y que se puede hacer a pie, pero bien, no como nosotros... Palizón hasta encontrar el estadio. Por el camino paramos a tomar algo. Dos coca-colas, un sandwich de pollo y un pregnate (bocadillo de verduras) por 14€ (mito destruido...algo sí se puede comer en Mónaco). Seguimos caminando y llegamos hasta el estadio de Luis II. No es un campo de fútbol normal. Se encuentra dentro de un edificio y para los que queráis ir a verlo, deciros que os informéis bien de cuando abren jejeej porque el día que yo fui estaba cerrado. Mi marido se tuvo que conformar con saber que estaba ahí (ni siquiera se veían los famosos arcos desde abajo) y ojear el escaparate de la tienda (también cerrada). Tras la decepción, decidí invitar a mi marido a un café en el McDonald's y seguir mi ruta...

- PALACIO DEL PRÍNCIPE: : llegar hasta La Roca (lugar donde se encuentra el Palacio) fue la hazaña del día... no sabemos todavía cómo lo encontramos... Empezamos a subir una cuesta buscando una foto del puerto de Mónaco y nos encontramos con una escalera por donde subía mucha gente... subimos y allí estaba jeejeje
No pudimos ver el cambio de guardia, pero sí a uno de ellos:

- CATEDRAL: y después fue todo mucho más intuitivo. Sólo hay que ir bajando y ya te encuentras la catedral y el oceanográfico. En la catedral están enterrados algunos miembros de la monarquía, entre los que se encuentran la princesa Grace Kelly y Rainiero III.
La entrada a la catedral es gratuita.

- OCEANOGRÁFICO: lo más sorprendente de este museo es que se encuentra situado justo encima del mar. Se pueden ver más de 4000 especies de peces, invertebrados y algunas plantas marinas. El precio de la entrada ronda los 14€. Nosotros no entramos porque ya íbamos un poco justitos de tiempo.
[img]ttp://img69.imageshack.us/img69/7649/crucerolunademiel147.jpg[/img]

Y de allí, vuelta a la estación, a coger el tren hacia Villefranche. Ahí también tuvimos mucha suerte... no sabíamos en qué andén teníamos que coger el tren... Si no se sabe francés ni se ha estado nunca en Mónaco, recomiendo ir con bastante tiempo de sobra por si te ocurre cualquier incidencia. Nosotros siempre volvíamos un par de horas antes del "¡Todos a bordo!" (última hora para llegar al barco, en este caso las 20.30h). Además, ese día nos aconsejaron que volvieramos pronto ya que se esperaban rachas de viento y no sabían hasta que hora iban a poder ofrecer los servicios de las lanchas. Afortunadamente, todo nos salió bien... a pesar de la enorme caminata que nos dimos (para la siguiente vez, el autobús turístico en Mónaco jejeje). Eso sí, por unos 35€ los dos, completamos nuestra excursión.

En el barco, un poquito de relax, duchita, espectáculo y cena. Esta noche de entrante hay salmón marinado:

Esa noche no teníamos ganas de discoteca jeejej así que a camita, que mañana hay que madrugar... rumbo a Livorno, primer puerto italiano.

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Son las siete de la mañana y empieza a amanecer cerca de Livorno. Miramos por la ventana y vemos que el día se presenta con bastantes nubes. Habrá que llevar paraguas y chubasqueros .

Hoy vamos a visitar Pisa. Después, nos hemos arrepentido de no haber ido a Florencia. Pero este crucero era la primera vez que salíamos de España y no nos atrevíamos a movernos demasiado y veíamos que era demasiado jaleo visitar dos ciudades en tan poquitas horas. Además, así ya tenemos la primera excusa para volver a Italia: visitar Florencia.

Nos levantamos y desayunamos en el buffet. El Sovereign llegó a las 8 al puerto. Hoy sí nos interesa desembarcar rápido e intentamos llegar prontito a la discoteca. Lo conseguimos y somos del primer grupo por libre en bajar del barco. La verdad es que el desembarco, aunque sea por libre, es siempre muy rápido. No debéis preocuparos de que os robe demasiado tiempo.

Cuando te bajas del barco tienes que coger un autobús, el “Shuttle bus”. Se coge al lado del barco y te deja en el centro de la ciudad. Tiene un precio de 5€ por persona, pero lo puedes usar las veces que quieras. Al principio, confundimos un autobús de excursiones con el shuttle, jejeje, nosotros dispuestos a entrar pero no nos dejaron, claro . Esperamos unos 15 minutos y ya sí cogimos el shuttle. Mientras esperábamos, nos entretuvimos mirando los tanques que había en el puerto (¿por qué estarían allí?).

El shuttle te deja en la Piazza Municipio de Livorno. Desde allí hay que buscar la Piazza Grande (que está prácticamente al lado de la otra). Allí hay que coger el autobús número uno hasta la estación de tren Livorno Centrale. El precio es de 0.80€ en el quiosco (que allí mismo hay uno) y 1€ en el bus. Se tarda alrededor de 20 minutos en llegar a Livorno Centrale. Desde este momento hay que validar todos los billetes.

Una vez en la estación, compramos los billetes de tren hasta Pisa, 3.80€ por persona, ida y vuelta, tren con una frecuencia de 15-30 minutos. En esta estación no tuvimos ningún tipo de problema jejeje. Sabíamos en qué andén paraba el tren… El italiano es mucho más fácil de entender para los españoles que el francés. Tardamos unos quince minutos en llegar a Pisa, pero eso sí, desde que salimos del barco habían pasado casi dos horas.

La ruta que habíamos planeado para Pisa era la siguiente: PIAZZA DEL DUOMO- IGLESIA DE ESTÉFANO DE CAVALIERI- MURALLAS- IGLESIA DE SANTA MARÍA DELLA SPINA- CORSO ITALIA- PASEO POR EL ARNO.
Como nos pasó en todas las escalas, al final no hicimos la ruta que llevábamos planeada jejeje. El tiempo no nos acompañó, cuando estábamos en la piazza del Duomo, empezó a llover y tuvimos que meternos debajo de la puerta de una tienda mientras un vendedor de los muchos puestecillos que allí había, nos decía: “Il tempo è brutto”. Además, conseguimos despistarnos atravesando los puentes del Arno (jejeje cruzamos al menos dos puentes, qué lío nos formamos). De manera, que al final lo que acabamos haciendo fue lo siguiente: PIAZZA DEL DUOMO- MURALLAS- CORSO ITALIA.

- PIAZZA DEL DUOMO: para llegar a la plaza del Duomo se tiene que coger en la misma estación de tren el autobús A (Lam Rossa). El precio del autobús es el mismo que el de Livorno: 0.80€ en el kiosco, 1€ en el mismo bus. El autobús se reconoce muy fácil: siempre va cargado de gente jejeje.
Cuando llegas a la Piazza del Duomo no ves fuera nada, más que unas murallas. Necesitábamos hacer pis , así que decidimos tomarnos un café en el McDonalds que hay antes de entrar en la plaza. De todas formas, en Italia te cobran en todas partes por hacer pis, así al menos nos tomaríamos el café y tendríamos derecho al servicio jejeje. Yo ya nerviosa, deseando cruzar la puerta de la muralla, no nos habíamos asomado, porque queríamos esperar un poco para ese momento… Cuando las cruzas ya puedes observar la gran maravilla de Pisa. ¡Qué bonito me pareció todo!¡Qué blanquito!


¡Y qué pena de día!
Nos encontramos a estos pobres perritos empapados en la puerta de la Catedral .

A medida que te vas acercando a la torre te das cuenta de cuán inclinada está. Y todos nos hacemos la misma pregunta en este punto: “¿Cómo es posible que no se caiga?” jejeje En realidad está mucho más inclinada que en las fotos. Y también me pareció mucho más alta de lo que esperaba.

Se puede subir a la torre por 15€. Y los demás monumentos también se pueden visitar:
• Catedral: 2€
• Camposanto: 3€/5€
• Baptisterio: 3€/5€
El precio oscila porque se puede comprar una especie de bono para ver 1 o más monumentos (a elegir entre Baptisterio, Camposanto monumental, museo de la Ópera, museo de las Sinopias, pero nunca incluye la torre):
• 1 monumento: 5€
• 2 monumentos: 6€
• 4 monumentos: 8€

Nosotros no entramos a ver nada porque queríamos ver el resto de Pisa. Mi consejo personal es que si decides ir sólo a Pisa entres a ver algún monumento. El resto de la ciudad no tiene mucho valor turístico, no merece la pena.

Otro consejillo es que compréis allí los recuerdos. La Piazza del Duomo es donde vi los souvenirs más baratos en Italia. Y por souvenirs me refiero a souvenirs legales jejeje También os encontraréis a gente intentando venderos imitaciones de relojes, gafas…¡Mucho cuidado! Si la policía os pilla comprando algo de esto os pueden multar con hasta 3.000€ ¡Glup! Y lo sé de primera mano, porque cuando se acercó uno de estos vendedores ambulantes, una policía se acercó a nosotros y nos explicó esto. Y lo que más me llamó la atención fue que a ellos no los perseguían, se quedaban allí tan tranquilitos jejeje. Nada de imitaciones, ya sabéis.

Y antes de marcharnos de esta bonita plaza, y también mientras esperábamos que dejase de llover, probamos nuestra primera pizza italiana. Realmente, una porción de pizza, que allí es muy frecuente comprar la pizza por peso.

Cuando paró de llover, dimos una última ojeada a la plaza para despedirnos y nos pusimos a caminar hasta las controvertidas murallas jejeje.

- MURALLAS: controvertidas porque fue algo que a mí se me antojó ejjeej y yo pensaba que estaban mejor conservadas o que tenían algún interés turístico…Mi gozo en un pozo. Esto fue, después de mucho andar, el trozo de murallas que encontramos.

Ya tuve cachondeo de mi marido durante todo el viaje…” Las maravillosas murallas de Pisa jejejeje” (y yo creo que ya va a tener cachondeo para toda la vida ).
De aquí ya nos dirigimos hacia Corso Italia y vimos el río Arno y el barco que hace el recorrido por el Arno (que en principio nosotros queríamos hacer). Pero cuando vimos lo sucio que estaba el río se nos quitaron las ganas. Las aguas eran verdes .

- CORSO ITALIA: después de cruzar dos puentes por fin encontramos la calle Corso Italia. Es una calle comercial y sin interés turístico, pero perfecta para cotillear cosillas jejejeje. Y al final de la calle ya está la estación de tren para ir a Livorno. Visita completada por unos 35€ los dos.

La vuelta a Pisa fue más rápida que la ida. En una horita estábamos en el barco, disfrutando de un buen cóctel .
Y ese día fue el primero que nos saltamos el espectáculo. Estábamos cansadísimos, no teníamos ganas de más estrés. Así que la hora del espectáculo era la que aprovechábamos para la duchita y así disfrutábamos un poquito más del barco a la llegada de las excursiones. Así, pudimos ver cada tarde como el barco abandonaba los puertos, esta vez eran las 19.30 cuando dijimos adiós a Livorno.
En la cena, esta noche de entrante crema de aguacate con pan de pita:

Y a dormir, que nos duelen un montonazo los pies (a mi no me cabían más tiritas en ellos). Mañana será el gran día, la escala estrella del crucero: mañana conoceremos Roma.

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Esta noche sí se ha movido el barco. Nada del otro mundo, no hemos necesitado las biodraminas. Sólo fue un anticipo de lo que nos encontramos a las 7.15 de la mañana, cuando atracamos en el puerto de Civitavecchia: una gran tormenta que amenazaba el desembarco este día.

Caras largas por los pasillos, todas las personas que íbamos por libre en la discoteca esperando que nos dijeran que podíamos desembarcar. Más de una hora pasamos allí sin saber si íbamos o no poder salir del barco ese día.

Finalmente, la tormenta amainó y desembarcamos con el segundo grupo. Ese día estábamos preocupados, no nos iba a dar tiempo a ver nada, ya que Roma está a una hora del puerto. Teníamos pensado coger un autobús turístico en Roma y ya está.
Pero de pronto nos encontramos con tres autobuses que iban llenos de gente del barco. Se trataba de las excursiones que realizan agencias. Preguntamos a la encargada si había alguna plaza libre y nos dijo que teníamos que esperar un poco. A los quince minutos aproximadamente nos dijeron que sí, que podíamos subir al autobús. ¡BIENNNNNNNNNNN! ¡Excursión a Roma con guía! ¡Y por 24€ por persona!

Y esta fue la ruta que hicimos con la excursión: VATICANO- FONTANA DI TREVI- PANTEÓN DE AGRIPA- COLISEO.

- VATICANO: en una hora más o menos nos vimos entrando en la maravillosa ciudad del Vaticano. Es algo grandioso. No se puede describir con palabras las sensaciones que despertó en mí la sola vista de la plaza (y soy atea, eh, ni católica, ni apostólica, ni romana).

Vimos por dentro la Basílica de San Pedro (entrada gratuita). Es increíble, te sientes tan, tan pequeño…

En el interior se pueden hacer fotos con flash ya que todo lo que hay son mosaicos…¡increíble!.

- FONTANA DI TREVI: después de la visita al Vaticano, nos llevaron hasta la fuente más famosa del mundo. ¡Es enorme!¡Y preciosa!

La guía nos aconsejo dejar cosas en el coche, porque según nos dijo, la zona estaba llena de carteristas. Yo allí no percibí sensación de peligro…pero por si acaso, sólo llevamos lo justito en los bolsillos. Las dos monedas para tirar a la fuente (y asegurarnos el regreso a Roma) y algo más suelto para probar los helados italianos .

- PANTEÓN DE AGRIPA: en su interior se puede ver la tumba del gran maestro renacentista Miguel Ángel.

La cúpula del panteón es la de mayor diámetro de toda Italia y ¡está abierta! De modo que cuando llueve, cae el agua dentro del Panteón

- COLISEO: camino al Coliseo pudimos contemplar los maravillosos foros romanos (otra excusa para volver a Italia):

Por fin vimos el esplendor del gran Coliseo romano… viajas por tu mente y te imaginas a los romanos entrando y saliendo, preparándose para ver el gran espectáculo de gladiadores
No pudimos verlo por dentro, porque no teníamos las entradas sacadas y había muchísima cola para sacarlas.
Así que nos quedamos andando por ahí, comiéndonos un bocata e intentando sacar una buena foto del gigante romano:

Llegó la hora de abandonar Roma y mientras nos alejábamos sentíamos como un trocito de nuestros corazones se había quedado allí. “¡Volveremos!”- repetíamos una y otra vez (¡tiene que funcionar la moneda que arrojamos en la Fontana !

Y de vuelta al barco, a prepararse, que después de la cena tenemos fiesta tropical. Tienes la sensación de que el cuerpo no te va a dar para más… pero te da jejejeje.
Esta noche, de entrante, salmorejo:

La verdad es que más que salmorejo parecía gazpacho…ya nos lo decían nuestros compañeros de mesa…¡Mira que pedir salmorejo en un barco con cocineros de todas las nacionalidades menos la española! Jejeje.
Y después de la cena, a disfrutar el buffet y la fiesta tropical. Los cocineros son unos auténticos artistas… lo que son capaces de hacer con una sandía:


Después de la fiesta, camita que mañana toca disfrutar de la última ciudad italiana: la bella Nápoles.

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