Idioma: English Español
Mostrar/Ocultar Blogs / Diarios
Mostrar/Ocultar Fotos / Pics
Blogs 
6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA

6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA ✏️ Blogs de Portugal Portugal

6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA
Autor: Espitoni  Fecha creación:  Puntos: 4.8 (8 Votos)
Etapas 4 a 6,  total 6
anterior anterior  1  2 

DE SAO VICENTE A PONTA DO PARGO, Y LEVADA DAS 25 FONTES

DE SAO VICENTE A PONTA DO PARGO, Y LEVADA DAS 25 FONTES


Localización: Portugal Portugal Fecha creación: 09/02/2012 23:54 Puntos: 0 (0 Votos)
Ese día nos levantamos temprano. A las ocho y medía. Sí, eso es temprano. ¡Qué estamos de vacaciones!. Bajamos a desayunar y nuevamente nos sirvieron lo mismo. Bueno, lo mismo no, que ya nos lo habíamos comido. A pesar de que cada día el desayuno se repetía, no nos cansaba. Y es que cuando una cosa es buena no cansa. Mucho mejor que el típico buffet de hotel.
Ese día teníamos la intención de visitar Funchal. Pero mira tú por donde, salió un día magnífico. Un sol radiante. Ni una nube. Teníamos que aprovecharlo. Así que un nuevo cambio de planes en el último momento. Salimos disparados hacia Rabaçal. Era el día perfecto para visitar la Levada das 25 Fontes.
Subimos por la carretera que va a Sao Vicente, ya que nos pareció mejor que la que usamos la vez anterior que subimos hasta allí. Pasamos por delante de la Encumeada. El día estaba totalmente despejado y la visibilidad era máxima. Eso permitía disfrutar de un magnifico espectáculo con unas vistas que se alargaban hasta el horizonte. A pesar de ello decidimos no parar. En Madeira el tiempo cambia con una rapidez vertiginosa. No queríamos que por ir haciendo paraditas el tiempo se desbaratara y nos volviéramos a quedar con las ganas de hacer la levada.
Volvimos a pasar por Paul do Serra. Esta vez sin niebla. Por fin pudimos verlo. Primero el parque eólico. ¡Mira que son feos esos molinos de viento modernos!. Y a continuación la llanura. Fea, como los molinos. Tan solo hay piedras y matorrales. Un lugar seco, árido. Los contrastes en Madeira son increíbles. En apenas unos kilómetros se pasa de estar rodeado de una vegetación exuberante a la aridez de Paul do Serra.
Esta vez sí. Cuando aparcamos el coche el sol lucía con fuerza. La temperatura había bajado hasta los 10º frente a los 18º que hacía en Funchal. Pero al lucir el sol, la sensación no era de frío. Por cierto había bastantes coches aparcados. No hay parking. Simplemente es una explanada donde la gente va dejando los coches como mejor le parece.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Es fácil saber donde hay que pararse. En Paul do Serra no hay nada. Sólo una carretera recta. Lo único que hay que hacer es seguir la carretera y parar donde se vean coches aparcados. Es allí, seguro. En Paul do Serra no hay nada más.
Desde el aparcamiento una carretera baja hasta el puesto forestal de Rabaçal. El paso está bloqueado por una barrera. Justo allí delante espera la furgoneta que hace el recorrido desde el parking hasta Rabaçal. La furgoneta sale cada 20 minutos, lo que tarda en bajar, descargar, recoger a los que esperan abajo y volver a subir. Sólo caben 8 personas. En temporada alta no debe dar a basto.
Cuando llegamos nosotros la furgoneta estaba a punto de iniciar la bajada. Al ver que nos dirigíamos hacia allí, nos esperó. Mejor, así no tuvimos que esperar. El precio del billete de ida y vuelta es de 5 € por persona. El precio para un solo trayecto es de 3 €. Lógicamente compramos ida y vuelta. Lo contrario hubiera resultado absurdo. Solemos hacer muchas tonterías, pero cuando hay una cuesta de por medio vamos con mucho cuidado. Puedo entender que haya gente que baje a pié y suba en la furgoneta. Pero lo contrario sería absurdo. A quién en su sano juicio se le ocurriría bajar en coche y subir andando. A nosotros no, desde luego.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La bajada de unos 2 km se hace en un momento. La carretera es estrecha. No creo que pasen dos vehículos a la vez. Pero como está cerrada al tráfico no hay problemas. Por allí sólo pasa la furgoneta oficial, y los valientes que hacen la bajada a pié. Muchos más de los que me había imaginado.
La bajada es bonita, con unas agradables vistas del valle. El problema es que la levada es un recorrido de 10 km, cinco de ida y otros tantos de vuelta. Nos pareció un trayecto lo suficientemente largo como para añadirle dos kilómetros más. Además lo realmente interesante de la levada no es ese tramo. Lo mejor empieza en el puesto forestal de Rabaçal.
Una vez allí, empezamos la caminata sin perder ni un segundo. El camino está perfectamente señalizado. No tiene pérdida.
La levada empieza con una bajada. Algo así como un kilómetro en el que se descienden 200 metros. Primero por un camino con una pendiente muy pronunciada. Después por unas escaleras de piedra irregulares de diferentes tamaños. Algo incómodas para bajar. Pero eso no nos preocupaba. Lo peor era que a la vuelta tendríamos que subirlas. A media bajada un desvío a la derecha conduce a la Levada do Risco. Pasamos de largo. Si teníamos tiempo la haríamos a la vuelta.
6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA - Blogs de Portugal - DE SAO VICENTE A PONTA DO PARGO, Y LEVADA DAS 25 FONTES (1)
El resto del camino es totalmente llano. Sólo hay un pequeño tramo en el que se bajan unas escaleras para luego volver a subirlas. Nada preocupante. El camino avanza todo el rato junto a la acequia. A ratos por un pequeño camino de tierra. A ratos sobre el muro de la propia levada. Pero no hay que preocuparse. Casi todo el camino está protegido por un cable de hierro. No presenta peligro alguno. Y resulta un recorrido muy sencillo, que no requiere una preparación especial. Apto para todos los públicos.
Se trata de un paseo maravilloso, precioso. A la ida, la pared de la montaña queda a la derecha. Una pared cubierta de todo tipo de plantas. Del famoso bosque de laurisilva. Numerosos laureles, helechos de todos los tamaños, y musgo. Había muchas más plantas, pero tampoco voy a aburriros con una enumeración exhaustiva. Valé sí, lo reconozco, no tengo ni idea de cómo se llamaban. Pero seguro que vosotros tampoco lo sabéis. A mano izquierda un precipicio. Todo cubierto de vegetación. Las mismas plantas que nadie sabe como se llaman. Pero tantas y tan abundantes que creaban una pared que impedía ver a través de ella. La mayor parte del camino no se tiene la sensación de caminar junto a un acantilado. Más bien parece que se camina por un pasillo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y por si eso fuera poco, de la pared de la derecha nacen árboles que en lugar de crecer hacia arriba lo hacen en horizontal. Se crean unos pasillos naturales de ramas y plantas. Encantadores. Dentro de ellos apenas entra el sol. Y en eso consiste la Levada das 25 Fontes. En ir caminando rodeados de naturaleza atravesando esos pasillos naturales.
Por desgracia la vegetación es tan abundante que impide disfrutar de las vistas. Hay tantas plantas y árboles que no se puede ver nada a través de ellas Tan sólo de tanto en cuanto la vegetación se abre para dejar al descubierto un precioso valle de color verde, para a los pocos metros volver a cubrirlo todo y cerrar la visión a los caminantes. Las vistas no alcanzan la espectacularidad de las que ofrece la Levada Nova. Pero aún así siguen siendo preciosas.
El delicioso paseo finaliza en las 25 fuentes. Un pequeño rincón con una gran caída de agua y muchas pequeñas. No conté cuantas había, pero me jugaría cualquier cosa a que eran 25. Es una especie de olla abierta por uno de sus lados. Las fuentes manan por toda la pared creando un efecto muy especial. Un buen lugar para sentarse un rato y descansar de la caminata al tiempo que se disfruta de uno de los lugares más encantadores de Madeira.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En teoría la levada termina en este punto. Sin embargo el camino continúa. No me costó mucho convencer a mi mujer. Tras la primera curva, nos cruzamos con una mujer en cuclillas y los pantalones bajados. ¿Qué hacía?. Vosotros mismos.
Tras unos 10 minutos, el camino desapareció. Sólo nos quedaban por recorrer unos 50 metros. Tuvimos que hacerlos sobre la acequia que se había reducido a su más mínima expresión. Un pequeño canalillo de agua que corría entre dos hileras de cemento de no más de 20 centímetros cada una. Recorrimos los 50 metros con un pie a cada lado de la levada, para acabar frente a una pared de la que manaban dos chorros de agua. No es tan espectacular como las 25 fuentes. Pero aún así merece la pena llegar hasta allí.
A la vuelta, justo antes de la última curva antes de llegar a las 25 fuentes, nos encontramos a otra mujer que repetía la misma posición que la que habíamos visto a la ida. Estaba en el mismo lugar y hacía la mismo. Busque el letrero de WC, pero no lo encontré por ningún lado. Pero estaba claro que aquella curva el baño. Como en aquel momento estaba ocupado no pudimos utilizarlo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La vuelta se hace por el mismo camino. Volvimos a disfrutar de un camino precioso, hasta que llegó el temido momento de iniciar la subida al puesto forestal de Rabaçal. Al bajarlo nos había parecido largo y duro. Por eso nos paramos unos segundo respiramos hondo e iniciamos la subida. Sin prisa pero sin pausa. Rápidamente llegamos al desvío que conduce a la Levada do Risco. Mi mujer estaba algo cansada. Y el reloj se había dado mucha prisa. Marcaba la una y media. Dejamos la Levada do Risco a nuestra izquierda y continuamos con la subida. Un nuevo empujón y por fin llegamos al puesto forestal de Rabaçal.
Curiosamente la cuesta y las escaleras nos parecieron mucho más duras a la bajada que durante la subida. A la vuelta nos parecieron más cortas y con menos desnivel. Y eso que ya llevábamos a cuestas la paliza de la caminata. Quien sabe, quizás con un poco más de preparación el año que viene nos vamos a hacer un ochomil.
Esta vez no tuvimos tanta suerte como por la mañana. La furgoneta no estaba esperándonos. Como os podéis imaginar, ni se nos pasó por la cabeza hacer la subida a pié. Más que nada porque ya teníamos pagado el ticket de vuelta, y hubiera sido un lastima desaprovecharlo. Nos sentamos a esperar. Sólo había otra pareja. Al cabo de unos minutos oímos el ruido de la furgoneta que se acercaba. De repente empezó a salir gente de todas partes. Parecía que habían estado escondidas detrás de los árboles. Ya sé que resulta absurdo, pero sino que alguien me explique de donde salió toda esa gente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Inocentemente pensamos que la gente respetaría el orden de llegada. Pero de eso nada. Todos se lanzaron como locos hacia la furgoneta. ¡Pues vais listos si os creéis que os vais a colar. Al ver a tanta gente, el conductor dijo que primero subían los que ya tenían el billete. O sea, los que también habían bajado en furgoneta. Lo dijo en portugués. Fuimos los únicos que lo entendimos. El resto no hablaba portugués. Ni tan siquiera español. Sólo hablaban idiomas raros, inglés, alemán o cosas peores. Idiomas de poca utilidad para ir de viaje.
Reaccionamos con rapidez y aprovechando nuestra ventaja lingüística nos montamos los primeros en la furgoneta. ¡Y ahora los demás os arregláis como podáis!. Poco a poco fue subiendo más gente. Al final, aunque la furgoneta era de 8 plazas, metieron a 9 personas. Cuatro se quedaron fuera. Conclusión, cuidadito con bajar a pié. A la hora de subir podéis encontraros con una sorpresa desagradable y quedaros sin plaza para volver. Porque si en temporada baja ya hay problemas de plazas no me quiero ni imaginar lo que será cuando haya más gente. Y recordad, tienen preferencia los que han comprado ida y vuelta.
Mientras caminábamos por la levada, estábamos extasiados disfrutado de aquella maravilla y no podíamos pensar en nada más: pero cuando se acabó la excursión, volvimos a la realidad y empezamos a preocuparnos por cubrir nuestras necesidades básicas. En este caso, matar el hambre. Era tarde y si intentábamos llegar hasta algún pueblo corríamos el riesgo de morir de inanición. Y no llevábamos ningún tipo de alimento en el coche. Sólo nos quedaba una solución, pararnos en un restaurante que habíamos visto por la mañana cuando veníamos. Estaba a menos de un kilómetro en dirección Sao Vicente.
El restaurante se llamaba Jungle Rain. Es muy curioso y algo kitsch. Está totalmente decorado como si fuera una selva. Con animales pintados en las paredes, y plantas que cuelgan del techo. Ah, y los taburetes del bar representaban a animales, con su cola y todo. Comimos unas almejas en salsa, un plato de bacalao con cebolla, otro de espada encebollada y un agua grande. Nos cobraron 43 €. Fue la comida más cara de todo el viaje. Pero no nos importó, todo estuvo exquisito. Buenísimo. A veces las apariencias engañan, y éste fue un claro ejemplo de ello.
Bajamos por la carretera en dirección a Sao Vicente. Un poco antes de llegar a la Encumeada, nos paramos en una curva. Empezábamos a comportarnos como unos auténticos madeirenses. Acertamos de pleno con el lugar. Las vistas eran fantásticas. Y el sol que brillaba con fuerza y la claridad del día nos permitieron disfrutar de un paisaje de ensueño en toda su amplitud. Pasamos por delante de la Encumeada, pero no nos paramos, ya lo habíamos hecho con anterioridad. Si que volvimos a pararnos un poco más abajo. Esta vez en un mirador. Pero los árboles habían crecido delante y tapaban la vista. Sólo había una pequeña apertura a través de la que se veía el valle con Sao Vicente al fondo y el mar un poco más allá. Lástima que la visibilidad fuera tan limitada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pasamos por Sao Vicente sin pararnos, y nos dirigimos hacia Porto Moniz. Pretendíamos ir por la antigua carretera de los acantilados. Pero estaba cerrada al tráfico. Tuvimos que conformarnos con ir por la carretera nueva. Desde ésta se veían los accesos a la carretera vieja. Todos cerrados. Las vistas desde la carretera nueva no estaban mal. Pero nada que ver con la antigua carretera. Una lástima.
De camino tomamos el desvío a Seixal. Nos paramos en cuanto tuvimos oportunidad, para disfrutar de una vista aérea del pueblo. Muy bonita- Se podía ver una piscina natural junto a la playa. Una vez abajo, aparcamos junto a la playa. No se podía aparcar, pero no había nadie y no molestaba. Además no pensábamos estar mucho tiempo, así que …..
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El pueblo no nos pareció interesante. Lo mejor, la playa de arena negra resguardada detrás de un espigón de cemento. La piscina natural al otro lado del espigón, con su trampolín y su escalera para salir del agua. Y sobre todo, las vistas sobre los acantilados. Espectacular, con las montañas cayendo a plomo sobre los mar. Aunque sólo sea por disfrutar de esas vistas merece la pena hacer una paradita en Seixal.
Volvimos a la carretera. Como la experiencia en Seixal había sido positiva, tomamos el desvió a Ribeira de Janela. Pero al llegar al cruce, el letrero indicaba 5 km. Demasiado lejos y sobre todo demasiadas cuestas. Mejor lo dejamos para otro día. Volvimos a la carretera y el poco rato llegábamos a Porto Moniz.
Paramos junto al fuerte. Pequeño, de piedra, totalmente restaurado. Y que queréis que os diga, a mi ni plin. Había un acuario. No nos llegó a quedar claro si estaba dentro del fuerte, debajo, o en otro edificio que había por allí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Justo al lado había unas piscinas naturales. Nos encantaron. ¡Qué chulas!. Forman una piscina con rocas negras repartidas por su interior, escalones para entrar y salir cómodamente, y un pequeño puente que cruzaba por encima. Tenía de todo. Y el bonito contraste entre el agua en calma de la piscina, y el agua embravecida del mar al otro lado. Golpeando con fuerza la pared de la piscina, y elevándose por encima de la misma para acabar cayendo en su interior.
Era un poco tarde, y hacía fresco. Más bien frío. ¿Será ese el motivo por el que no había nadie nadando?.
Enfrente de la piscina había un islote con unos bonitos tonos marrones. Y mirando hacia la derecha se podrían ver con toda claridad las tres rocas puntiagudas que se encuentran frente a al costa de Ribeira de Janela. Nos enamoramos de ese lugar. Algún día tenemos que volver para tomar un baño en sea piscina.
Cruzamos la calle y nos metimos en un bar donde tomamos un cortado, un trozo de tarta de chocolate y un agua. La tarta estaba buenísima. Ha sido recordarla y hacer una incursión en la despensa. Nos cobraron 5,60 €. Se nota que Porto Moniz es una zona muy turística, y que por eso los precios son un poco más elevados.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A continuación fuimos a ver las otras piscinas naturales. Estas son más conocidas. Al menos fue las que me pareció reconocer en las fotos que se encuentran por internet. También eran muy chulas. Me parecieron más grandes y con más espacio para tumbarse al sol y dejar las toallas. Se acercaban más al concepto tradicional de piscina. Tampoco había nadie nadando. Y esta vez si que tengo claro que no era por el frío. Las piscinas estaban cerradas al público. Bueno, estaban cerradas para nadar, pero se podía pasear por dentro sin problemas. Por cierto la entrada costaba 1,50 €. No os apuréis. Sólo se paga si se va a nadar. Al estar fuera de temporada no había nadie cobrando. Y en plena temporada, si no queréis pagar, no hace falta entrar, se ven perfectamente desde fuera.
Después subimos a la parte superior del pueblo. Aparcamos junto al Ayuntamiento, que por cierto nos pareció horrible. Después fuimos a visitar la iglesia. Otra más. Igual que todas las que ya habíamos visto. ¡Como si pudiera ser de otra manera!. No dimos muchas vueltas porque las cuestas eran de aupa. No se como se las arregla esa gente, pero si alguien tiene que ir a la parte baja del pueblo tiene un problema muy serio. No para ir, sino para volver.
Nuestro siguiente destino era Santa. Pero antes nos paramos en un punto donde la carretera se ensanchaba. Es que a eso de aparcar en cualquier sitio se le coge el gusto enseguida. Desde allí disfrutamos de unas bonitas vistas de Porto Moniz, con sus piscinas naturales, y el islote que hay enfrente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La carretera que sale de Porto Moniz en dirección a Santa es bastante mala. Muy bonita, pero mala. Tuvimos que avanzar bastante despacio. Queríamos llegar a ver la puesta de sol frente al faro de Ponta do Fargo. Y a ese ritmo iba a ser difícil. Por ese motivo no nos paramos ni en Santa ni en Achadas da Cruz. Eso no nos supuso ningún problema. Por lo que vimos de pasada, ninguno de los dos pueblos tenía nada especial.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En Ponta do Fargo nos dirigimos directamente al faro. El sol se acababa de poner, pero todavía quedaban los últimos rayos de luz. Y nos dispusimos a disfrutarlos. Las vistas desde el trozo de tierra que hay delante del faro son muy pero que muy bonitas. Con acantilados a ambos lados, y el cielo teñido de naranjas y amarillos tras el ocaso. Permanecimos allí, disfrutando del espectáculo hasta que oscureció por completo. Ya no quedaba nada más por hacer.
Aquel se convirtió en un momento especial. De esos momentos que en un principio no parecían llamados a destacar. Pero que sin saber bien por qué se convierten en algo mágico. En un recuerdo imborrable a pesar del paso del tiempo. Es uno de los mejores recuerdos que nos llevamos de Maderia
Tal vez alguien que ya haya visitado ese lugar, o los que lo vayan próximamente, no le encuentren ese encanto. Quizás sólo fue el momento el que creó ese ambiente especial. Pero mi consejo es que visitéis ese lugar durante la puesta de sol. Merece la pena.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras un tramo de unos 10 km por carreteras secundarias llegamos a la vía express. En un santiamén nos plantamos en Funchal. Estábamos cansados y no teníamos mucha hambre, así que para cenar decidimos atacar las reservas de alimentos que teníamos en el hotel. Estando de viaje siempre hay que tener algo de comida de reserva. Uno nunca sabe cuando puede estallar una guerra nuclear. Y hay que estar bien aprovisionados por si acaso.
Etapas 4 a 6,  total 6
anterior anterior  1  2 


FUNCHAL

FUNCHAL


Localización: Portugal Portugal Fecha creación: 10/02/2012 00:13 Puntos: 0 (0 Votos)
Nos levantamos a las 9. Seguimos nuestra rutina habitual en los desayunos. La sensación que teníamos es que en el hotel no había más de dos ó tres habitaciones ocupadas.
Le había llegado el turno a Funchal. Como el día anterior, hacía sol, y no había ni rastro de nubes. Pero ya estaba bien de improvisar. Nos quedábamos en Funchal. Algún día tenía que ser.
Ni nos planteamos la opción de ir andando hasta el centro. ¿Para qué?. Teniendo un coche esperándonos en la puerta hubiera sido una tontería. Más aún, podría ser utilizado como prueba concluyente en nuestra contra a la hora de encerrarnos en un psiquiátrico.
Nuestra primera parada fue el Pico dos Barcelos. Resultó muy fácil llegar hasta él. Había numerosos letreros marrones que indicaban el camino. Y si eso no os basta, los más torpes, como nosotros, podéis recurrir al GPS. Por la zona de Funchal parecía tener las cosas más claras.
Pudimos aparcar delante del mirador, y tras subir por la escalera, Funchal se presentó ante nosotros en todo su esplendor. Todavía no tengo claro como calificar lo que vimos allí. No sé si son unas vistas bonitas de una ciudad o una atrocidad. Lo que si que puedo asegurar es que aquello nos impactó. Que cantidad de cemento y ladrillos juntos. Habíamos disfrutado de ver la Maderira verde en las montañas y en las levadas. De la árida en Paul do Serra y en la Península de Sao Lourenço. Pero aquello, ………. No sé, nos produjo unas sensaciones tan contradictorias, que no sé, noooooo …….
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Por un lado nos parece una barbaridad tanta construcción junta. Pero por el otro, en algún lado tiene que vivir la gente. Y quizás no sea una mala solución concentrar las zonas habitadas para así dejar en su estado natural el resto de la isla.
No me hagáis mucho caso. Ir al mirador y disfrutar de las vistas. Seguro que lo haréis si no os sale la vena ecologista. Funchal queda a la derecha, ocupando todo el valle. A la izquierda, pues también Funchal. Casi nada.
Una vez repuestos del shock nos encaminamos a Monte. En coche. Nada de subir en funicular. ¡Artefactos del demonio!. Vaya subida. Aquello más que cuestas eran paredes. Solo tenía miedo de que al pararme en un semáforo el coche empezara a deslizase hacía atrás. De verdad que las cuestas son tremendas.
Por la mañana queríamos visitar el Jardín Tropical Monte Palace. Está muy cerca de la parada del funicular. Tiene parking propio, unos cien metros más abajo de la entrada superior. ¡Y que cien metros!. Llegué a la entrada sudando y con la lengua fuera. Nunca había hecho cien metros tan agotadores.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La entrada al jardín cuesta 10 € por persona e incluye una degustación de vino de Madeira. El jardín está en la ladera de una colina. Se entra por la parte superior, y la vista se realiza en sentido descendente, para volver a subir una vez finalizada. No nos fijamos en si había alguna puerta en la parte de abajo para salir del recinto. Total, teníamos que salir obligatoriamente por la puerta por la que habíamos entrado. Teníamos el coche arriba.
Muy cerca de la entrada hay un pequeño museo en un edificio de tres plantas de altura. Se trata de un edificio pintado con colores muy llamativos. Pero aún así queda perfectamente integrado dentro del conjunto del jardín.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Las dos plantas superiores exponen una muestra de escultura moderna africana. Caras, figuras, animales. Todas de color negro o marrón. Algo muy raro. A lo mejor los amantes del arte se quedan alucinados, pero a nosotros, simples mortales a los que nos les ha sido concedido al don de apreciar el arte, nos pareció un churro. No entendimos nada. Mirad como os lo digo, no pondría una escultura de esas en mi casa ni aunque me la regalasen. Vaya cosa más fea. Que digo fea, ¡horrorosa!.
En la planta inferior la exposición era de minerales. Tenían expuestos diferentes tipos de minerales. Esta sala nos apreció más interesante. Y no es porque seamos expertos geólogos. Todo lo contrario, nuestros conocimientos de geología son equiparables a los de arte africano (nos da igual si es moderno o antiguo). Tenían expuestas unas rocas partidas por la mitad, dentro de las que se veían las gemas. Y en una pequeña vitrina mostraban una colección de piedras preciosas.
El jardín es bastante grande, mucho más de lo que parece en un principio. La visita consiste en ir caminando por sus caminos, viendo las diferentes especies y disfrutando de los diferentes jardines que han ido creando. También hay fuentes, cascadas, y varios puentes y pasarelas que permiten ir accediendo a los diferentes puntos de interés. Los puentes y las pasarelas están construidos en estilo japonés, lo que le da un toque exótico. Una vez abajo, cuando parece que la visita toca a su fin, el jardín se ensancha a la derecha. Todavía queda un buen tramo por visitar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dentro del recinto, se pueden distinguir diferentes tipos de jardines. Los jardines orientales, el de orquídeas, el de cicadáceas, el de laurisilva. Al menos eso dice el folleto explicativo (en castellano) que nos dieron con la entrada. Si os digo la verdad nosotros no apreciamos la diferencia ente uno y otro. Lo cual tampoco quiere decir nada. Nos cuesta distinguir un árbol de un arbusto. El único jardín que distinguimos con claridad fue el jardín de orquídeas. Había muchas, de varios colores. Pero la mayor parte están un poco chuchurrías
El hotel Monte Palace se encuentra en la parte inferior del jardín. Sólo se puede visitar el exterior, ya que el acceso está al interior no está permitido. Al menos no lo estaba cuando fuimos nosotros. Al lado hay un estanque con varias cascadas, y un puente que permite acceder a una islita que hay en medio. Y algunos patos y cisnes. Están sueltos, y se mueven a sus anchas. Nosotros tuvimos un enfrentamiento con un cisne. Se plantó en medio del camino y cuando nos acercamos en lugar de cedernos el paso gentilmente, se encaró con nosotros. Cada vez que intentábamos acercarnos ahuecaba las alas y estiraba el cuello haciendo ademán de atacarnos. ¡Bicharraco inmundo. Ojalá acabes en la olla!.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras visitar todo el jardín, llegó el momento del relax. Nos dirigimos al bar, que está en la parte más baja del jardín para saborear los famosos vinos medeirenses. No somos muy dados a estas cosas. Pero como la degustación venía incluida en el precio, tampoco íbamos a desaprovecharla. Cogimos uno dulce y otro semi. Aprovechamos y también pedimos un cortado (1,10 €). Nos sentamos en las mesas de la terraza, al sol, con Funchal a nuestros pies. Las vistas de la capital desde ese punto también son muy buenas. Por cierto el vino extraordinario, sobre todo el dulce.
El Jardín Tropical de Monte Palace es un paraíso para los expertos en botánica. Para el resto de visitantes, una gozada para la vista, que no es poco. Nos encantó ese lugar. No visitamos el Jardín Botánico, por lo que no podemos comparar. Pero el Monte Palace es precioso, con una vegetación exuberante y maravillosa. Uno de esos lugares que no hay que dejar de visitar por nada del mundo.
Salimos por la misma puerta por la que habíamos entrado, y nos dirigimos a la Iglesia da Señora do Monte. Aparcamos en una curva y al salir del coche lo primero que vimos fueron los famosos carros de cesta que se dirigían como locos hacia nosotros. Dos turistas sentados y dos conductores detrás dirigiendo el carro. Los turistas con una cara de acojone tremenda. Y eso que se acababan de tirar. Todavía no habían tomado ni la primera curva. Nos quedamos un rato viendo pasar varios carros, riéndonos de los pobres infelices que iban montados en las cestas con cara de susto. Todos ponían cara de ¡¡¡Pero quién me ha mandado a mí subirme en este chisme!!!. Y la verdad es que los entiendo. No sólo la pendiente era muy pronunciada, y los carros cogían velocidad muy fácilmente. Es que además los coches bajaban por la misma calle por donde se tiraban los cestos. Una auténtica locura. No entiendo como no se matan un par de turistas cada día.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos acercamos al punto desde donde empezaban el descenso, y comprobamos los precios. 25 € si se montaba una persona; 30 € si se montaban dos; y 45 si se montaban tres. Un poco caro para dos kilómetros de descenso que se deben hacer en menos de 5 minutos. De todas formas no teníamos intención de probarlos. Lo de bajar los dos kilómetros en el carro podríamos haberlo soportado. Incluso creo que nos hubiéramos divertido. Pero luego tendríamos que volver a subir para buscar el coche. ¡Y eso si que no!. Una subida de dos kilómetros por esas cuestas no la resiste ni Juanito Oiarzabal.
Nos giramos para ver un nuevo carro que iniciaba la bajada. Y a los que les cambió la cara fue a nosotros. Nos acojonamos sin necesidad de subir en las cestas. Nuestro coche estaba aparcado justo enfrente de la primera recta. Si uno de los carros perdía el control, acabaría empotrado en nuestro querido cochecito. Ahora entendía porque sólo quedaba ese sitio libre.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La Iglesia de Monte estaba allí mismo. Subimos la escalinata y entramos en la iglesia. Sin ninguna duda la más bonita de todas las que visitamos. Tanto por fuera como en el interior. La escalera que hay delante ya le da un encanto especial. Y la fachada resulta diferente a todo lo que habíamos visto hasta ese momento. Con dos torres en lugar de una, y con unos adornos de color azul muy llamativos. Y enfrente Funchal. Las vistas de la ciudad tambíén son muy buenas desde ese lugar. No hay que irse de Monte sin hacer una pequeña parada en su iglesia. Deberían incluirla entre los sitios de obligada visita, y multar al turista que no la visite.
Con esa isita dimos por terminado nuestro recorrido por Monte, y nos dirigimos a Funchal. Un descenso vertiginoso de 4 km que pone los pelos de punta. Buscamos aparcamiento por el centro, pero no hubo manera. Y cuando nos dimos cuenta ya estábamos frente al parque de Santa Catalina. Nos estábamos alejando del centro, así que nos metimos en el primer parking de pago que vimos. Era un centro comercial; el “Marina Shopping”. Bastante cutre por cierto.
Antes de salir del centro comercial vimos una pizzería que tenía muy buena pinta, la “Pizzería Carbonara”. Nos pareció un buen lugar para comer. Pedimos una pizza de atún, una cuatro estaciones, un bolo do caco y dos aguas. Pagamos 21,30 €. Sin ser las mejores pizzas que hemos probado estaban bastante buenas.
La tarde la dedicamos a recorrer el centro de Funchal. Estábamos al lado del parque de Santa Catalina. Nos pareció un buen lugar para empezar a conocer la ciudad. Nada más entrar, lo primero que nos encontramos fue la Capilla de Santa Catalina. Estaba cerrada por lo que sólo pudimos ver el exterior. Muy sencilla, sin ningún tipo de decoración. Detrás hay una explanada cubierta de césped, y dos pasillos en los laterales por los que dar un pequeño paseo para llegar al estanque que hay al fondo del parque, disfrutando del colorido de las numerosas flores que tienen sembradas. En medio del estanque hay unos surtidores, y varios patos nadando. Además ese día, a pesar de que no había llovido, también se veía el nacimiento de un arco iris. El camino bordea el estanque avanzando entre árboles y otros tipos de plantas. No es muy grande, pero si que resulta muy agradable por lo bien cuidado que está. Un sitio muy romántico. Se merece un paseo sin prisas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A la salida, tras cruzar una bonita rotonda cubierta de flores, entramos en la Avenida Arriaga. Un paseo arbolado muy concurrido. Junto a la avenida, a muy poca distancia, está el Parque Municipal. Es más pequeño que el parque de Santa Catalina, ya que sólo ocupa una manzana. Pero es más frondoso, y cuenta con bastantes bancos en los que sentarse a la sombra. Ninguno de los dos parques justifica por si sólo la visita de la ciudad. Pero hay que reconocer que ayudan mucho a incrementar su encanto.
Lo mejor de ambos parques, no es lo cuidados y limpios que están. Ni la belleza de sus jardines. Lo mejor es que son lugares vivos. Llenos de gente. Unos sentados en la hierba. Otros paseando. Otros leyendo un libro en un banco.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Seguimos paseando por la Avenida Arriaga. Pasamos por delante del palacio del Gobierno y del Banco de Portugal, para acabar topándonos con la Sé. Inconfundible con su fachada marrón y blanca. En esos momentos estaba cerrada por lo que tuvimos que posponer la visita a su interior. Continuamos por la Rua de Aljube, una animada calle comercial. Un poco antes del final de la calle, nos desviamos a la izquierda para acceder a la Praça do Municipio. La plaza más monumental de Funchal. Y desde nuestro punto de vista, la plaza más elegante y hermosa de la ciudad. El suelo está empedrado formando un dibujo geométrico combinando el blanco y el negro. En medio una bonita fuente. Y rodeada por tres de sus lados de la Iglesia del Colegio de los Jesuitas, de la Cámara Municipal, y del Museo de Arte Sacro. Un conjunto realmente espectacular. Sé que me repito, pero es lo mejor de Funchal.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Abandonamos la plaza por la Rua de Carreiras. Sin tanto encanto, pero con bastantes tiendas, para alegría de mi mujer. Y de allí nos desviamos para pasar por delante del Museo Municipal y acercarnos hasta la Iglesia de Santa Clara. Muy sobria en su exterior, lo que contrasta con su interior mucho más decorado. Renunciamos a seguir avanzando en esa dirección ya que a partir de ahí las calles empezaban a subir. Y en esta isla las cuestas no son cosa de broma. Pueden acabar con la resistencia del más pintado.
Tomamos la calle Netos, sin nada interesante, que nos llevó hasta las paralelas 5 de Octubro y 31 de Janeiro. Estas dos calles que en realidad parecen la misma, están separadas por cauce de agua. Pero el agua ni se ve, el cauce está cubierto de flores de vivos colores. Bajamos en dirección al mar, pasando por delante del Museo del Vinho. Un edificio muy llamativo por su color amarillo con rebordes de color rojo. Imposible pasarlo por alto.
A la altura de la Rua do Carmo, volvimos a desviarnos a la izquierda. Al inicio de esa calle, está la iglesia del mismo nombre, sin demasiado interés. Siguiendo esa calle, bastante fea por cierto, llegamos a la Avenida Vizconde do Anadia, que también discurre junto a una cauce seco de agua. Bajando por esta calle en dirección al mar, se encuentra a mano izquierda el Mercado dos Lavradores. Otra de las paradas obligatorias en la visita de la ciudad. Es inconfundible. Por la animación que hay a su alrededor, por un color crema o amarillo (mi mujer y yo no llegamos a ponernos de acuerdo), y sobre todo por las enormes letras en su fachada “Mercado dos Lavradores”. Entramos a dar una vuelta. Es más pequeño de lo que nos habíamos imaginado. Con dos plantas y un pequeño patio central. Los puntos de venta se reparten tanto por el patio central como por el pasillo que lo envuelven. Fruta perfectamente alineada. Flores de todos los colores. Artículos de mimbre. Souvenirs y objetos de regalo. Todo muy coqueto. Y al fondo otra sala en la que se vende el pescado. A esa hora ya habían retirado el género, sólo quedaba un fuerte olor a pescado y dos ó tres personas limpiando. Nos pareció un lugar muy interesante y con mucho encanto.
6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA - Blogs de Portugal - FUNCHAL (1)
Seguimos por la Rua de Santa María que empieza justo al lado. La calle más bonita de la capital. No sólo por su ambiente de barrio marinero, sino por su decoración. Casi todas sus puertas y ventanas están pintadas con vivos colores como si fueran cuadros. Arte en la calle. En esta calle nos paramos en la “Frutería y Bar Citade Velha”. El nombre deja bien claro lo que es, una frutería que también funciona como bar. Nos tomamos dos zumos naturales de naranja por los que pagamos 4 € en total. Un zumo natural siempre es delicioso.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras el impás continuamos el paseo por esa calle hasta que llegamos al Forte de Sao Tiago. Un nuevo edificio amarillo. Esta vez no había discusión, es amarillo. Se pude acceder al patio interior. Y dentro del fuerte hay un museo al que no entramos. El regreso lo hicimos por la Rua Carlos I, similar a la de Santa María, pero con menos encanto. En esta calle se encuentran el Museo de la Electricidad, el Museo de Historia y el funicular para subir a Monte.
Ambas calles están llenas de restaurantes, por lo que cuando el hambre apriete lo mejor es dirigirse hacia esta zona. La Rua Carlos I desemboca en la Praça do Autonomia, abierta al mar por uno de sus lados. En esta plaza se encuentra el edificio de la Alfandega Velha. Aún así no alcanza el nivel de la Praça do Municipio.
Empezamos a caminar haciendo eses. No nosotros, que estábamos sobrios, sino por el recorrido que hicimos. Primero fuimos a la Praça do Colombo. Una plaza con encanto. No sé por qué. No había ningún monumento destacable, pero el conjunto resultaba atractivo. Bajamos a la Avenida do Mar y seguimos por ésta hasta la Asamblea Regional por donde volvimos a adentrarnos en el entramado callejero pasando por la Porta da Cidade. Llegamos hasta la Sé, que ahora si que estaba abierta. Vimos el interior y continuamos caminando. Bajamos por la Avenida Zarco rodeando el Palacio de Sao Lourenço. Con apariencia de castillo, pero totalmente blanco lo que suaviza su aspecto. Muy bonito.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nuestros pies ya empezaban a decir basta. Decidimos hacerles caso y nos sentamos en un banco para descansar. Se nos hizo de noche allí sentados. Volvimos a empezar el recorrido. Pasamos por la mayoría de los puntos que ya habíamos visitado de día. Pero ahora los veíamos iluminados por la luz de las farolas. Una iluminación en tonos amarillentos que la hacía parecer una ciudad distinta.
La ciudad nos pareció encantadora, tanto de día como de noche. Pasear por ella resulta muy agradable. Un conjunto muy homogéneo en el que no hay elementos discordantes ni pegotes de cemento que rompan la unidad de la ciudad. El centro es pequeño por lo que se puede recorrer tranquilamente a pié sin acabar agotados.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Durante el día la animación es tremenda. Hay gente por todas partes. Sin embargo por la noche todo cambia. A las siete, cuando cierran las tiendas y ya se ha puesto el sol, las calles se vacían. Como si hubiera un toque de queda.
Misión cumplida, podíamos volver al hotel. Pero antes cometimos un pecado terrible. Tengo que reconocerlo públicamente, porque los remordimientos no me dejan dormir. Cenamos en una famosa cadena de comida rápida. Lo sé, es horrible. Y no tenemos excusa. No fue un caso de extrema necesidad, fue por puro vicio. Lo único que puedo hacer es pedir disculpas y esperar que algún día podáis perdonarme.
Etapas 4 a 6,  total 6
anterior anterior  1  2 


LEVADA DOS BALCOES Y LEVADA DO CALDEIRAO VERDE

LEVADA DOS BALCOES Y LEVADA DO CALDEIRAO VERDE


Localización: Portugal Portugal Fecha creación: 10/02/2012 00:28 Puntos: 0 (0 Votos)
Nuestro último día real en Madeira. No nos íbamos hasta el día siguiente, pero saliamos por la mañana temprano, por lo que ese día no contaba. A esas alturas del viaje ya no valía la pena cambiar nuestras costumbres. Nos levantamos a las nueve menos cuarto. Un apetitoso desayuno y a la carretera.
Nuestra intención era empezar el día subiendo hasta el Pico do Areeiro. Para ello cogimos la carretera que se dirige al norte en dirección a Faial. Una carretera tortuosa, y con una pendiente muy pronunciada, pero con unas bonitas vistas para compensar las incomodidades. Nada más salir de Funchal el tiempo empezó a desbaratarse. Aparecieron unos nubarrones negros con muy mala pinta. Pero no podíamos pararnos, era hoy o nunca. No tardó mucho en empezar a llover. Mala cosa. Y un poco más arriba apareció una niebla tan espesa que podía cortarse. No se veía más allá de un par de metros de distancia. Cuando llegamos al desvío del Pico Aeeiro el tiempo seguía siendo horrible. No merecía la pena seguir subiendo hasta allí arriba. En esas circunstancias la subida se hubiera convertido en una tortura. Y total para no ver nada. Con esa niebla tan cerrada no hubiéramos visto nada. Era imposible que se levantara durante la subida al pico.
Pasamos de largo y continuamos en dirección a Ribeiro Frío. El día empezaba mal. Pero la experiencia nos había demostrado que si seguíamos avanzando acabaríamos por encontrar algo interesante que visitar.
La carretera inició el descenso. Al rato la niebla desapareció. Más exactamente las nubes se quedaron colgadas sobre nuestras cabezas. Habíamos subido hasta el nivel de las nubes, y ahora al descender, las dejábamos allí arriba. Y al mismo tiempo dejó de llover. ¿Un milagro?. No, para nada. Era nuestro amigo el tiempo, que estaba empeñado en marcarnos el recorrido. Y como último día, no quería dejarnos marchar sin despedirse de nosotros.
No tardamos mucho en llegar a Ribeiro Frío. Las nubes no estaban muy lejos, pero parecía que nos daban un respiro. Aparcamos junto a la carretera; arte en el que ya éramos todos unos expertos. La idea era hacer una levada. Desde Ribeiro Frío salen dos levadas, la Levada de os Balcoes de 3 km ida y vuelta, y la Levada del Camino de Portela de 17 km sólo ida. Las dos están perfectamente señalizadas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La elección estaba clara. Nos abrigamos, ya que aunque no llovía, hacía frío, 8º, e iniciamos el paseo. La Levada de os Balcoes es un breve paseo de tan sólo 3 km entre la ida y la vuelta. Totalmente llano, por lo que no presenta dificultad alguna. Y ancho, con un cordón metálico de protección en las zonas abiertas al valle. En el camino hay varios cruces. Pero todos están bien indicados. Hay que ser muy torpe para perderse. Tardamos 45 minutos en hacer todo el recorrido. Nos cruzamos con varias personas; no demasiadas. Sin agobios.
El camino avanza a través de un espeso bosque de laurisilva. Bonito, eso es innegable. Pero no tanto como el de las 25 Fontes. El camino es más ancho y no se crean pasillos vegetales. No tiene tanto encanto. El hecho de que el día estuviera nublado no ayudó mucho. Aún así no admiten comparación.
Las vistas tampoco resultan tan espectaculares. No se ven unos parajes naturales únicos, unos paisajes de ensueño. Se ve la carretera que cruza por el valle. Además hay un bar a medio camino. No vimos la necesidad. En un paseo de 3 km no creo que nadie se vea en la necesidad de recurrir a sus servicios. Pero si está allí, será porque el negocio funciona.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El premio aparece al final del camino. Como el nombre de la levada indica, al final hay un precioso balcón sobre un valle. Aquí las vistas si que son espectaculares. Quitan el hipo. Merece la pena hacer todo el camino aunque sólo sea por llegar al balcón y disfrutar del paisaje. El balcón se asoma a un acantilado de vértigo. Pero no hay que preocuparse, está protegido con una barandilla metálica.
No me malinterpretéis, la levada no es fea, ni mucho menos. Es muy agradable, un bonito paseo. Pero no tiene el nivel de las levadas que habíamos hecho en días anteriores. Y a pesar de ello creo que merece la pena perder un rato y recorrerla. Y no sólo por las vistas que se disfrutan desde el balcón que hay al final del recorrido, sino por la levada en sí. Una buena idea sería hacerla de las primeras, antes que de visitar las más espectaculares. Con esto se evitarían comparaciones y se podría disfrutar mucho más de su encanto.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De nuevo en Riberiro Frío, no nos quisimos ir de allí sin dar una vuelta. Había dos autocares aparcados casi en medio de la carretera. Curiosamente la gente que habían traído no se había movido de allí. Estaban todos en la tienda de regalos y en el restaurante. Ninguno se había decidido a hacer la levada. No sé si por falta de tiempo, por falta de información o por vaguería. Nos pareció una pérdida de tiempo llegar hasta allí y no hacer por lo menos la Levada dos Balcoes. Cada vez lo tengo más claro, hay que huir de las excursiones organizadas. Son un quiero y no puedo que siempre te dejan a medias. Al menos a nosotros.
En Ribeiro Frío no hay casi nada. Una tienda, un restaurante, un puesto forestal y un criadero de truchas. Nos fuimos directamente a éste último. Tres piscinas ovaladas de piedra con truchas. Pocos peces para ser un criadero. Y un conjunto de piscinas de forma alargada en las que tenían truchas de diferentes tamaños. Así se podía ver a los peces en las diferentes fases de su crecimiento. Y todo rodeado de unos bonitos jardines. Un rinconcito encantador. Pero tan pequeño que en menos de diez minutos ya estábamos de vuelta en el coche.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Apenas nos quedaba gasolina. Teníamos que repostar con urgencia. Bajamos, bajamos y bajamos, pero por allí no había ninguna gasolinera. Y así hasta Santana. Justo a la entrada había una gasolinera. Salvados por los pelos. O no. Los surtidores estaban precintados. La cosa estaba clara. Pero no nos quisimos dar por enterados y entramos a preguntar en la tienda. Al dependiente solamente le faltó decirnos ¡pero es que sois tontos, no veis que los surtidores están precintados!. Pero se comportó, y amablemente nos envió a la otra punta del pueblo. Por lo menos no tuvimos que dar muchas vueltas, encontramos otra gasolinera rápidamente. Y esta vez si que pudimos repostar. Llenamos el depósito, 70 €. Menudo depósito que tenía el chiquitín. El precio de la gasolina era un poco más caro que en España. Si al final va a resultar que en España nos la están regalando.
Resuelto el problema del combustible, ahora nos tocaba repostar a nosotros. Bajamos al centro del pueblo y aparcamos junto a los palheiros. Pero ese no era nuestro destino. Buscábamos algún sitio donde comer algo ligero. Por la tarde queríamos hacer otra levada, ésta un poco más larga, y no era cuestión de pegarse un atracón.
Los dos autocares que habíamos encontrado en Ribeiro Frío volvían a estar aparcados allí mismo. Entramos en un bar que había junto a la plaza. Estaba lleno a reventar. Los de los autocares se habían metido allí dentro para comer. Nos iban a dar las uvas esperando que nos atendieran. Por eso salimos de nuevo a la calle y nos metimos en otro bar que estaba un poco más escondido. Había menos gente. Perfecto. Además estaba en la primera planta de un edificio, por lo que desde los ventanales se tenían vistas directas sobre los palheiros. Nos tomamos una sopa de verduras, dos sándwich de queso, un cortado, un bollo de crema y dos aguas. Nos cobraron 11 €. Un regalo. La sopa estaba muy buena. Y los sándwich, pues eso, sándwich. Ah, y el bollo de crema, mmmmmmmm. Y las vistas iban incluidas en el precio. Los palherios se veían perfectamente desde allí, casi mejor que de cerca.
No podíamos perder mucho tiempo. La levada que queríamos hacer esa tarde era un poco larga. La Levada do Caldeirao Verde. Para llegar tuvimos que volver a la entrada de Santana, y allí seguir un camino señalizado con un letrero amarillo que ponía “Queimadas”. Desde allí una carretera muy estrecha nos condujo hasta el inicio de la levada. Hay un pequeño parking, y dos casas con el techo de paja y listones de madera en la fachada. Junto a las casas había dos pequeñas charcas con patos en las que habían construido dos palheiros diminutos como refugio para los animales. Original.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Junto al parking empieza otra levada, la del Pico das Pedras, de 5 km entre ida y vuelta. Otra posibilidad es aparcar en la otra punta de la Levada del Pico das Pedras y hacer las dos levadas de un tirón. Pero eso supone un recorrido de 17 km. Y no teníamos tiempo para eso. Ni fuerzas tampoco
Nosotros, precavidos, decidimos empezar junto a las Queimadas. Desde allí, entre ida y vuelta teníamos que hacer un recorrido de 12 km. Empezamos a caminar a las 14:10 y estábamos de vuelta en el coche a las 17:50. Más de tres horas y media. Si por la mañana el tiempo nos hubiera permitido subir al Pico Arriero, ahora por la tarde no nos hubiera dado tiempo de hacer la levada. Así que al final volvimos a tener suerte con el tiempo. Se preocupó de que pudiéramos hacer nuestra última levada. La última y la más espectacular.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La levada es prácticamente llana en todo su recorrido. Tan sólo hay dos puntos en lo que el camino se separa de la acequia y desciende ligeramente para volver a subir y continuar de nuevo junto a la levada. En la primera de esas bajadas hicimos una pequeña locura. En vez de bajar por el camino, decidimos seguir sobre el muro de la levada. Estrecho, de no más de 30 centímetros de ancho, y en bastante mal estado. Además no había ningún tipo de protección. Para qué, si por allí no tenía que pasar nadie. Y para rematar la jugada, una pequeña cascada caía directamente sobre el muro. Tan divertido como peligroso. Una caída desde allí hubiera sido bastante delicada. Paseábamos a varios metros de altura, y abajo no había precisamente un colchón.
El inicio de la levada es un camino bastante ancho, flanqueado de árboles. Algunos de un grosor considerable. No tarda mucho en estrecharse de manera que solo permite el paso de una persona a la vez. Para acabar quedando reducido al muro de la levada. Pero no hay que preocuparse, todas las zonas peligrosas están protegidas por un cable metálico. El camino recuerda mucho a la Levada das 25 Fontes. Agua corriendo por la acequia. La pared de la montaña, cubierta de helechos, musgo, y agua resbalando por todas partes. El precipicio al otro lado, con tal cantidad de árboles y plantas que parecían formar una pared protectora. Y numerosos árboles creciendo en horizontal desde la pared lateral, formando pasillos naturales donde no penetra el sol. Sí, muy parecida, pero a la vez diferente. Esta levada es más verde, la vegetación es todavía más exuberante. Es más impactante.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Durante el recorrido se pueden ver varias cascadas encantadoras. No hay que preocuparse mucho por el agua. Os vais a mojar sí o sí. En varios lugares el agua cae directamente sobre el camino y hay que pasar por debajo. Así que es muy importante agenciarse un chubasquero. De todas formas, al llegar a las cascadas de mayor volumen, el camino se separa de la levada para evitar tener que pasar por debajo del agua. Además al distanciarse unos metros de la cascada, se puede apreciar mucho mejor la cascada, su altura y todo lo que la rodea. Recuerdo especialmente una cascada que se dividía en dos saltos. Preciosa.
Otra cosa que es indispensable en esta excursión es una linterna. O mejor dos, por si una no funciona. Hay que atravesar cuatro túneles. El primero y el último no son muy largos, podrían cruzarse a pelo. Pero el segundo, y sobre todo el tercero son bastante largos. El suelo está lleno de charcos y en algunos puntos el techo baja tanto que hay que agacharse para no golpearse la cabeza. A mitad del tercer túnel hay una especie de ventana por la que entra la luz.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En la Levada Nova sólo conseguimos que funcionase una de las dos linternas que llevábamos. Habíamos estado buscando la manera de hacerla funcionar. Y lo conseguimos usando un sistema tradicional, pero muy eficaz. ¿Cómo se han arreglado estas cosas toda la vida? ¡¡¡A golpes!!!. Y si no, que se hacía con las teles viejas hace unos años cuando no aparecía la imagen. Pues un buen golpe en un lateral y a funcionar sin problemas. Tecnología punta aplicada. Y aunque no lo os creáis, conseguimos que la linterna funcionase. Le tuvimos que dar varios golpes, pero al final conseguimos que se pusiera en marcha.
Al salir del último túnel tuvimos que pasar por debajo de una de esas cascadas que caían sobre el camino. Y a partir de allí, la decoración cambió totalmente. La pared de la montaña que teníamos a nuestra izquierda, seguía estando totalmente cubierta de plantas y árboles. Pero a la derecha desaparecieron los árboles y se abrió ante nosotros un precioso valle totalmente verde. Un paisaje realmente maravilloso. A partir de ese momento ese fue nuestro compañero. Todo el camino pudímos disfrutar de unas vistas esplendidas. A medida que íbamos avanzando cambiaba la perspectiva que teníamos del valle. Era el mismo valle, pero parecía otro diferente. Las vistas, espectaculares, y el camino precioso. Qué más podíamos pedir. Aquello es el paraíso.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El camino termina en el Caldeirao Verde. Un nombre muy acertado, ya que parece una caldera enorme. Enorme y verde por la espesa vegetación que recubre sus paredes. Para acceder al interior de la caldera hay que caminar por encima de las rocas, intentando no resbalar ni meter un pie en un charco. Son apenas cien metros, pero resultan complicados. Al fondo de la caldera hay una enorme cascada que cae sobre una pequeña poza. Para poder verla es necesario adentrarse dentro de la caldera. Un bonito colofón a la que sin ninguna duda fue la levada más bonita y espectacular de las seis que pudimos conocer durante nuestra estancia en Madeira.
La Levada del Caldeirao Verde finaliza en ese punto. Pero si se quiere, se puede continuar. En ese mismo lugar empieza la Levada del Caldeirao do Inferno. Nosotros no la hicimos, no teníamos tiempo. Por lo que había leído resulta igual de espectacular, y mucho menos transitada. Pero está en peor estado. Y la seguridad es mucho menor. Hasta había un letrero al inicio de la levada que dejaba claro que aquel camino era peligroso.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La levada del Caldeirao Verde está muy preparada para que la caminata resulte sencilla y cómoda. Por eso no nos extrañó cruzarnos con varias personas. Incluso nos encontramos con dos grupos bastante numerosos, de más de veinte personas. Parecían excursiones organizadas, con su guía y todo. La verdad es que no creo que sea necesario un guía para hacer esta levada. La levada no tiene pérdida y no presenta grandes dificultades. Creedme, no tenemos costumbre de pasear por la montaña, somos carne de ciudad, y aún así no tuvimos ningún problema para hacer todo el recorrido.
Está levada nos enamoró. No os la perdáis por nada del mundo, no os defraudará.
Volvimos por el mismo camino por el que habíamos llegado al Caldeirao Verde. Primero volvimos a disfrutar de los maravillosos paisajes, para después adentrarnos en un mágico camino rodeado de naturaleza. Fuimos los últimos en hacer la levada ese día. Durante todo el camino de vuelta no nos cruzamos con nadie. Y en las Casas de las Queimadas no quedaba ningún coche.
Volvimos al hotel por la vía express. Eso supuso hacer unos cuantos kilómetros de más. Pero aún así creo que tardamos mucho menos que si hubiéramos ido por el camino más corto, lleno de curvas y con pendientes muy pronunciadas.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquella era nuestra última noche en Madeíra, y queríamos darnos un pequeño homenaje. Era la ocasión perfecta para volver a ir a Ponta do Sol, al restaurante “Mare Alta”. Volvimos a pedir una mariscada, con su pulpo con cebolla frita, mejillones en salsa, almejas en salsa y gambas a la planta. En esta ocasión lo acompañamos de una bandeja de patatas fritas, un poco de queso fresco como entrante y dos botellas de agua. Pagamos 38 €. Buenísimo. Un poco más y nos comemos hasta las conchas de los mejillones.
Al día siguiente nos levantamos a las siete y media. Eso si que tendría que estar prohibido. Sobre todo en vacaciones. La verdad es que no lo hicimos por gusto. Ese día volvíamos a casa y teníamos que estar en el aeropuerto a las nueve.
Tomamos nuestro último desayuno, y salimos hacia el aeropuerto. Pero antes me dio tiempo a hacer el ridículo una vez más. Paramos en una gasolinera para llenar el depósito. Desde que lo habíamos llenado el día anterior habíamos hecho unos cuantos kilómetros, y teníamos que reponerlos antes de devolver el coche. Entraron nada más y nada menos que 1,50 €. ¡¡¡Qué vergüenza a la hora de pagar!!!
A las nueve en punto estábamos en el aeropuerto. Devolvimos el coche, y a facturar. El vuelo de Easyjet salió puntual a las 10:40, y aterrizo en Lisboa a las 12:15. Cuatro interminables horas de espera en el aeropuerto de Lisboa y de nuevo subimos al avión. El vuelo hasta Palma lo hicimos con Air Berlín. Salimos a las 16:20, para aterrizar en Palma a las 19:00 (no os olvidéis de que hay una hora de diferencia horaria)

Y colorín colorado este viaje se ha acabado.
Etapas 4 a 6,  total 6
anterior anterior  1  2 


📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (8 Votos)
  Puntos Votos Media Visitas
Actual 0 0 Media 30
Anterior 0 0 Media 36
Total 38 8 Media 34509

05 Puntos
04 Puntos
03 Puntos
02 Puntos
01 Puntos
Para votar necesitas conectarte como usuario registrado.
Te puedes registrar gratis haciendo click aquí

comment_icon  Últimos comentarios al diario 6 DÍAS DE ENERO DE 2012 POR MADEIRA
Total comentarios: 3  Visualizar todos los comentarios
Gulpiyuri  Gulpiyuri  20/08/2012 13:56   📚 Diarios de Gulpiyuri
Muchas gracias por tu diario, me ha encantado.
Es un destino pendiente.
Te dejo las estrellas.
Alejandria  alejandria  25/01/2013 00:51   📚 Diarios de alejandria
Me ha parecido un diario estupendo, ameno, fácil de leer. Y lo que es más importante, de utilidad para los que, como yo, estamos preparando un viaje a Madeira básicamente para andar por sus levadas. Gracias por compartirlo. Te he dejado mis estrellas
Marimerpa  marimerpa  19/10/2014 16:27   📚 Diarios de marimerpa
Gracias por el diario, me ha gustado mucho. Y me viene muy bien, que la semana que viene me voy a Madeira. 5 estrellas.
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO


👉 Registrate AQUÍ

Diarios relacionados
Escapada de Semana Santa por Oporto y alrededoresEscapada de Semana Santa por Oporto y alrededores La Semana Santa de 2022 hicimos una escapada a Oporto y alrededores tras... ⭐ Puntos 5.00 (5 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 321
SÃO MIGUEL (AZORES): ESTA ISLA ES LA LECHESÃO MIGUEL (AZORES): ESTA ISLA ES LA LECHE Una semana en São Miguel, la mayor de las islas del archipiélago de las Azores... ⭐ Puntos 4.94 (49 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 318
Vacaciones en las Islas Azores: Sao Miguel y Terceira.Vacaciones en las Islas Azores: Sao Miguel y Terceira. Relato de diez días de vacaciones en julio en las Islas Azores, seis días... ⭐ Puntos 5.00 (18 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 261
Una semana de mayo por el Algarve (Portugal) en nuestro coche.Una semana de mayo por el Algarve (Portugal) en nuestro coche. Recorrido de una semana por el Algarve portugués. Fuimos en... ⭐ Puntos 4.62 (13 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 224
Por las diferentes islas de Azores: Terceira, San Jorge,Faial,Flores,San MiguelPor las diferentes islas de Azores: Terceira, San Jorge,Faial,Flores,San Miguel Cada isla de las Azores tiene su encanto, son... ⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 207

forum_icon Foros de Viajes
Pais Tema: Viaje a Portugal: Consejos
Foro Portugal Foro Portugal: Foro de viajes por Portugal: Lisboa, Oporto, Evora, Braganza, Faro, Estoril, Sintra, Coimbra, Algarbe, Alentejo, Madeira...
Ir a tema del foro Ir a tema del foro
Últimos 5 Mensajes de 1334
866680 Lecturas
AutorMensaje
Choyosmaria
Choyosmaria
New Traveller
New Traveller
22-11-2023
Mensajes: 2

Fecha: Mie Nov 22, 2023 11:00 am    Título: Re: Viaje a Portugal: Consejos

"Choyosmaria" Escribió:
Hola soy nueva aquí y no me aclaro mucho 😅 yo quería ver si puedo encontrar algún teléfono de alguna fábrica de estas de imitación o algún almacén que las tenga pues los estoy comprando a reventas de Portugal por whatsapp y ya casi están a precios de unidad ,alguien me puede decir ..Viana do Castelo e leído mucho en los seguimientos,gracias.

Si no consigo volver a entrar aquí ..ya que no se cómo e venido a parar por estos foros😅😅 mi tlf es 642627903 agradecería cualquier información gracias
maris1978
Maris1978
New Traveller
New Traveller
30-01-2024
Mensajes: 1

Fecha: Mar Ene 30, 2024 04:30 pm    Título: Re: Viaje a Portugal: Consejos

Hola !!!
Viajo a Portugal por cinco días en mayo de 2024, voy con mi hija de una año y 6 meses. Mi idea es ir a LIsboa y Oporto.Tenen idea de alojamientos econ+omicos que acepten niños y en que zona me conviene alojarme ya sea en Lisboa y Oporto.Muchas Gracias.Bienvenda cualquier otra recomendación.

- Mensaje escrito desde PORTUGAL, ¡QUÉ BONITO ES Y QUÉ CERCA ESTÁ! -
Salodari
Salodari
Moderador de Diarios
Moderador de Diarios
03-04-2009
Mensajes: 18740

Fecha: Mar Ene 30, 2024 05:10 pm    Título: Re: Viaje a Portugal: Consejos

@maris1978, lo ideal es que consultes los hilos específicos:

Foro de Hoteles En Lisboa

Foro de Hoteles En Oporto

Tb te puede interesar:

Portugal con niños

Saludos Amistad
manodeoro
Manodeoro
Silver Traveller
Silver Traveller
20-06-2023
Mensajes: 10

Fecha: Mar Mar 19, 2024 12:12 am    Título: Re: Viaje a Portugal: Consejos

Buenas noches. A ver si me podéis orientar para organizar el viaje del miércoles 29 de mayo a domingo 1 de junio. Opción A: Tenía ya pensado dedicarle a Oporto desde el miércoles hasta el sábado mañana, y luego sábado tarde y domingo mañana a Aveiro pernoctando allí. Viaje más tranquilo y detenido para disfrutar Oporto. Opción B: Pero pensando en abarcar un poco más y leyendo que Aveiro en una mañana se ve, he pensado entonces en dedicar el miércoles en ver Braga y pernoctar allí. Y el jueves ver Guimaraes y pernoctar en Oporto, y dedicarle viernes y sábado. Y el domingo por la mañana...  Leer más ...
luis_francis
Luis_francis
Experto
Experto
16-09-2007
Mensajes: 230

Fecha: Dom Mar 31, 2024 10:18 pm    Título: Viaje a Portugal: Consejos

Buenas vamos a Portugal desde Madrid y en principio tenemos intención de ir a la zona de la costa de Aveiro (Costa Nova) y de ahí bajar hacia el sur haciendo noches en Coímbra, Nazaré, Peniche y Sintra. La duda es si al ir por Salamanca, donde hariamos noche ya que vamos con niños o si merece la pena visitar alguna ciudad o zona interesante para hacer noche en la zona ya de Portugal, aunque haya que desviarse un poco. Oporto y Aveiro ya lo conocemos y Lisboa queremos dejarlo para otra ocasión. Serian 7 noches. La idea es ir poco en plan tranquilo sin hacer trayectos demasiado largos. Como...  Leer más ...
Respuesta Rápida en el Foro

¡Regístrate Aquí para escribir en el Foro!


Mostrar/Ocultar Galería de Fotos
Portugal
Balanza
Thekat
Portugal
Casa Tipica
Thekat
Portugal
levada 25 fontes
Chungking
Portugal
Praia do Camilo
Silvi_1982
All the content and photo-galleries in this Portal are property of LosViajeros.com or our Users. Aviso Legal - Privacidad - Publicidad
Nosotros en Redes Sociales: Pag. de Facebook Twitter instagram Canal de Youtube