![]() ![]() Waffles, Beers, Friteries and Coffee Shops. ✏️ Blogs de Europa Central
Descubriendo el Benelux durante 15 días en tren, interrail agosto 2011.Autor: Garefe9 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (15 Votos) Índice del Diario: Waffles, Beers, Friteries and Coffee Shops.
01: Introducción e itinerario de viaje.
02: Día 1. Vuelo desde Tenerife, llegada a Charleroi y traslado a Mons.
03: Día 1. Segunda parte. Primer contacto con Mons.
04: Día 2. De Mons a Namur pasando por Dinant.
05: Día 2. Namur y noche en Luxemburgo.
06: Día 3. Mañana en Luxemburgo. Visita al Cementerio Americano de Hamm
07: Día 3. En el casco antiguo de la ciudad de Luxemburgo.
08: Día 4. La sorprendente Vianden.
09: Día 5. Maastricht y noche en Amsterdam.
10: Día 6. Primer día en Amsterdam
11: Día 6. Segunda parte del primer día en Amsterdam.
12: Día 7. Amsterdam, museos y más.
13: Día 8. Excursión a Waterland.
14: Día 9. De Haarlem a Leiden con noche en Rotterdam.
15: Día 10. La Haya
16: Día 10. Delf y Rotterdam.
17: Día 11. Dordrecht y llegada a Amberes.
18: Día 11. Amberes y llegada a Brujas.
19: Día 12. Brujas con excursión a Damme en bici.
20: Día 13. Gante y más Gante, la preciosa ciudad medieval.
21: Día 14. Bruselas, la capital de Europa a nuestros pies!
22: Día 14. Segunda Parte. Bruselas, la capital de Europa a nuestros pies!
23: Día 15. Nos despedimos de Bruselas, y de tierras centroeuropeas...
24: Conclusiones del viaje:
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Etapas 19 a 21, total 24
5 de Septiembre 2011:
Brujas, la edad media entre canales Bicis, cultura, risas y una borrachera considerable…
Eran como las 3 de la mañana, y Jaime pensaba que Joshua y yo dormíamos, Joshua pensaba que Jaime y yo dormíamos y yo pensaba que Jaime y Joshua dormían; pero no, estábamos acostados y sin hablar, dormían todos menos nosotros 3… y entonces, ocurrió. Escuchamos unos pasos subiendo la escalera de caracol que ascendía hasta las habitaciones, y unas voces que no se apreciaban bien, más pasos, golpes en la puerta y de pronto, la puerta se abrió… Venga va, no era un jodido fantasma, eran dos cándidas colegialas de no más de 15 o 16 años, una de ellas iba borracha, borrachísima, borrachérrima vamos… y la otra iba también con lo suyo pero no tanto, cuidaba de la colega… entraron dando tumbos y susurrando cosas, apoyándose en las literas y provocando que la mayoría se despertara… claro, a todas estas los tres viajeros canarios estaban mirando a esas dos chicas guapas que habían entrado, y se oye a Jaime de repente: “Niña, te cojo y te parto!!!” y empezamos a reírnos a más no poder, a lo que Jaime dice: “Joder, ¿ustedes estaban despiertos?” y más nos reíamos, y mientras las dos niñas dando tumbos, se paran justo en la litera donde Joshua y yo estábamos y nos dice la que tenía más alcohol en sangre que glóbulos rojos: “I’m so sorry… sorry… I’m… so… sorry…” jajajajajajaja estaba hecha polvo la pobre… y ahí comenzó una conversación de unos 2 minutos donde le pregunté de dónde era, que hacía en la ciudad, y por qué coño estaba tan borracha… A la noche siguiente comprobaríamos el porqué de esa borrachera, en nuestros propios cuerpos… pero antes, ellas se fueron a dormir, vomitada previa incluída y varios quejidos dolorosos por parte de la pobre chiquilla… y nosotros hicimos lo propio… A la mañana siguiente, sobre las 8, estábamos en pie, comienza el dia. Bajamos por la escalera de caracol que conecta la recepción – bar – pub – buffet desayuno – sala de estar… jajajaja es la bomba, el ambiente que hay, la disposición del lugar, el recepcionista – camarero con sus rastas… en fin, lugar perfecto. Snuffel Backpacker Hostel, los precios son muy buenos, bien situado, alquilan bicis baratas, no le falta de nada… La única pega es que para ir a las duchas tienes que bajar la escalera de caracol desde la habitación, cruzar la recepción – bar – pub – buffet desayuno – sala de estar… cruzar la cocina, cruzar un patio y subir unas escaleras. Por cierto, las duchas son mixtas. Terminamos de prepararnos, desayunamos, alquilamos unas bicis y nos disponemos a realizar la visita a la ciudad de Brujas previa excursión al pueblo cercano de Damme. Allí mismo en el hostel tienen mapas de la ciudad con los lugares más importantes, sitios para tomar algo o comer, lavanderías y demás datos curiosos como parques o jardines románticos, etc… estos mapas son comunes en Bélgica y están elaborados por los propios lugareños para que el turista disfrute al máximo de la visita (www.use-it.be). Además al alquilar la bici el recepcionista – camarero te traza una ruta para que no te pierdas al ir a Damme, aunque no presenta dificultad alguna, os dejo unas imágenes de la ruta que hicimos: En la primera podéis ver cómo salir de la ciudad desde el hostal, llegaréis a la zona de las afueras donde se encuentran unos molinos de viento muy bonitos, y a partir de ahí línea recta a través de un canal y unas zonas verdes preciosas, no hay pérdida. Bien merece dedicar la mañana, y si os levantáis tempranito como hicimos nosotros, estaréis en Brujas de vuelta unas 3 horas más tarde, sobre el medio día. Recorrer los 5 km que unen Brujas con Damme es sencillamente perfecto, el paisaje es increíble, pedalear por allí fue de las mejores cosas que he hecho nunca. Damme, según mi Lonely Planet, con unos 10000 habitantes es un pueblo histórico tan bonito que en verano queda abarrotado de coches, ciclistas, barcos… y era cierto, había muy buen ambiente. www.damme-online.com Es pequeño, poco más que una calle con la plaza principal, el ayuntamiento y una estatua de Jacob Van Maerlant, un poeta nacido en Damme, del siglo XIII. Tenéis la oficina de turismo en frente del ayuntamiento (www.toerismedamme.be), además hay un museo y muchas terrazas con restaurantes, cafés o tabernas. Tenéis la posibilidad de ir en barco a vapor en vez de en bici, para ello hay que coger el Lamme Goedzak por unos 7.50 € ida y vuelta y tarda 35 minutos por trayecto. Sale justo de la zona de los molinos en Brujas, pasaréis por allí si vais en bici. También hay una guagua o bus, que os lleva por 1,80 € y sale cada dos horas entre abril y septiembre hasta las 15:30, el nº 43 según la guía, y tarda 20 minutillos. Así que ahí tenéis alternativas por si no os gusta ir en bici, no sabéis montar, o simplemente sois unos auténticos vagos, jajajja. Nosotros disfrutamos un rato del pueblo, lo inspeccionamos de cabo a rabo, fuimos a la iglesia en ruinas al lado del cementerio, y pedaleamos alrededor de las casitas típicas, y luego, hicimos el camino de vuelta. Por el camino de vuelta nos reímos mucho porque cuando venía alguien de frente Jaime les decía: “You say, HELLOOOOO!!!” gritando, y la gente le respondía “HELLOOOOO” jajajajaja. Llegamos a la zona de los molinos, a las afueras de Brujas, y comenzamos nuestra visita a la ciudad. Con casi 120000 habitantes, esta ciudad medieval cautiva a todo aquel que camine entre sus canales y calles empedradas. En el hostel nos dieron una Bruges Card a cada uno con la que te hacen descuentos en monumentos y tiendas (www.brugescard.be). La oficina de turismo se encuentra en la gigantesca plaza T’ Zand que también alberga la estación de autobuses (www.brugge.be) y abre desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Además cuando está cerrada dispone de una pantalla táctil fuera donde podéis mirar alojamientos, lo que es de agradecer si no lleváis reserva hecha. La zona de los molinos es de lo más bonito que podréis ver por la ciudad, y es sencillo: la ciudad está rodeada por un canal grande, en cuya orilla hay un parque continuado que rodea la ciudad, con carriles bici, paseos, bancos, muchos árboles, patos y cisnes… y 4 molinos de viento que coronan 4 colinas, las cuales vas encontrando a medida que vas pedaleando o caminando por el parque, rodeando la ciudad de Brujas. Además hay 2 puertas de las antiguas murallas de la ciudad que son dignas de ver. Todo esto por el lado este de la ciudad. Por la zona oeste aún queda una puerta de entrada de la antigua muralla y es la que cruzamos la noche anterior cuando nos dejó tirados el bus a las afueras. Disfrutamos del paisaje, nos paramos, sacamos fotos, y hasta vimos un puente levadizo levantarse, cortando el tráfico, para que un barco pasara, y volver a bajar para que cruzaran bicicletas, motos y coches… Brujas comenzaba con buen pie, y quedaba lo mejor! Por fin llegamos al Minnewater, justo en el sur de la ciudad, punto de partida de nuestra visita al medievo. Este parque es conocido como el “Lago del amor”, un lugar en el cual una pareja besándose en uno de sus puentes es para enmarcar en una postal: Tras merodear un rato por allí y sacar las fotos de rigor nos dirigimos al siguiente punto del día que se encuentra en la misma zona, el Begijnhof de Brujas, beguinaje en castellano. La entrada al complejo es gratuita y data del siglo XIII, es precioso, un remanso de paz entre tanto turista. Dentro podéis pasear por pequeñas callejuelas empedradas, casitas blancas de época, jardines y una iglesia, además hay un museo que recrea cómo vivían las benedictinas, cuya entrada es de 2 euros, aunque nosotros no entramos, sí en la iglesia que era gratis, en la cual cantaban un grupo de monjas. Salimos de allí por el puente de entrada, que data de 1776, y nos encontramos con una zona rodeada de restaurantes, carros de caballos, tiendas de encaje… todo muy caro en esta zona, que recibe a la manada de turistas. Nosotros proseguimos con la ruta y pillamos la MariaStraat, en busca de la iglesia que alberga a la Madonna de Miguel Angel. La Onze – Lievevrouwekerk, del siglo XIII. La estatua que hace famosa a esta iglesia es la única obra del autor italiano que salió de Italia durante su vida, en 1504. La visita merece la pena a pesar de pagar 1 euro por la visita, y es que la iglesia está considerada museo, pero 1 euro para menores de 26 años está bastante bien, sobre todo por lo que puedes ver en su interior. Un tríptico enorme encabeza la iglesia, y debajo a través de un cristal puedes ver las tumbas en el subsuelo, hay también un gran órgano de tubos y más cosas que merecen una visita. Salimos y cogemos de nuevo las bicis, la ventaja es que las puedes dejar aparcadas por fuera de cualquier sitio, cierras con tu llave el candado de seguridad y listo, y nadie te la roba ni te dice nada, todo el mundo hace lo mismo y esto es un punto a favor. Pillamos la calle Heilige – GeeStraat que está frente a la iglesia que acabábamos de visitar, y luego a la derecha por la St – Salvatorskerkhof, que nos lleva directamente hasta allí, la St – Salvators Kathedraal, a la cual no pudimos entrar porque estaba en obras, nos quedamos con las ganas porque por fuera era preciosa. Así que subimos de nuevo a las bicis y nos vamos por la SteenStraat, una de las calles principales de Brujas, hacia la Markt, la plaza principal de la ciudad. La Markt está rodeada de edificios medievales, es el centro neurálgico de Brujas. La plaza del mercado es una mezcla de restaurantes y cafés con terrazas, turistas, puestos de comida, carros de caballos, bicis, la Estatua de Pieter De Coninck y Jan Breydel, y la majestuosa Torre Belfort. Todo ello, por supuesto, del siglo XIII. Aquí hicimos parada técnica y nos dirigimos a un Quick, un restaurante de comida rápida tipo McDonalds o Burger King, pero personalmente con mejor sabor que estos dos últimos. Solo se encuentra en Francia y Bélgica su mayoría, salvo alguna excepción. Son muy buenos, no los habíamos probado, pero ya que en Bélgica no hay ni 1 solo Burger King, al no poder beneficiarnos de las ofertas que había en Holanda, nos decantamos por este. Comimos en plena plaza Markt, en una terracita. Jaime fue al baño (qué raro) y cuando llega suelta esto: “Joder, por 40 céntimos que cobran para entrar a mear ya podrían escurrírtela luego” jajajaja nos réimos mucho y planeamos qué ver por la tarde. Decidimos ir a ver el Belfort y nos ponemos en marcha. Llegamos y entramos por la puerta que lleva a un gran patio, en el cual un hombre toca unos instrumentos raros, que supe reconocer, son de percusión pero hacen un ruido como de campana, de origen suizo si no recuerdo mal… estuvimos un rato escuchándolo… os dejo un video: Con 83 metros de altura y 366 escalones, sin ascensor, a pie y en caracol, hay que tener ganas… Con un carrillón de 47 campanas, toca cada cierto tiempo, hay un horario allí, merece mucho la pena subir. Nos costó 4 € la entrada para menores de 25 años, para mayores de esa edad ya sube a 8 €. Subiendo por las escaleras, estrechas, hay incluso una cuerda en algunos tramos por si acaso te caes… Eso sí, si te caes de allí no sales vivo… bajas rodando seguro!! Jajaja pues yo, tras tantos días de caminar y caminar ya tenía mi rodilla un poco maltrecha, y subiendo las escaleras dije en alto: “Joder… tengo la rodilla echando hostias!!!” a lo que se oye unos cuantos metros más arriba: “Pues no te queda nada!!!” y sí… al cabo de un rato bajaba una señora riéndose de mi… si es que hasta en Brujas hay españoles riéndose de las desgracias de otros jajajaja. En la zona de arriba pudimos disfrutar de las campanas en directo, y de unas vistas preciosas: Y yo haciendo mi paso de break dance de Amsterdam jajajaaja Mientras bajábamos sucedió otra cosa curiosa… Jaime nos había contado que junto a sus compañeros de waterpolo cuando pasaba una chica fea decía el que primero la veía “GRANADA” y se alejaban… como si fuera una bomba… vale… bajando del Belfort sube una chica feilla y se oye lo de granada… y yo para hacer la gracia, cuando Joshua me dice se oyen voces de chicas, dije antes de ver a las chicas: “BOMBA NUCLEAR” por decir algo mayor que una granada vamos… podría haber dicho misil… pero dije bomba nuclear… cuando las chicas pasaron a nuestro lado eran japonesas… y lo sé porque hablaban japonés… y se nos quedó póker face… espero que no lo hayan entendido, porque si es así pensarían que nos estábamos burlando… y los chicos se pusieron: “Gabri te pasaste… ahora si que te pasaste…” y yo: “Pero que no lo sabía!!! Lo dije por decir!!!”… ufff… que mal lo pasé… Vamos que nos vamos!!! Salimos y pillamos la bici de nuevo, y nos vamos hasta la zona de la plaza Burg, que se encuentra a la derecha del Belfort según sales, a la izquierda si lo miras de frente. Es la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento de Brujas, que data de 1420, y al cual nosotros entramos para ver la zona gratuita, muy bonito por fuera y por dentro, la zona de pago es la planta superior, a la que se accede por 2 €, nosotros pasamos y salimos a la plaza para dirigirnos a otro de sus edificios. La Basílica de la Santa Sangre. Ésta es de acceso gratuito y en ella se encuentra una ampolla de cristal que contiene sangre de Jesucristo, cada día sobre las 14:00 horas la sacan para que la veneren los devotos, está como una hora fuera. Nosotros pillamos el momento justo y subimos a verla, la curiosidad nos mataba, había que poner un donativo y pusimos 1 € cada uno. Aunque la entrada a la basílica es gratis para ver el tesoro hay que pagar 1’50 €, nosotros no quisimos y tras un ratillo allí salimos de nuevo en busca de nuestros medios de transporte. Lo que hicimos a partir de ahora, fue dar un largo paseo en bici por la ciudad, parando en algunos puntos que consideramos interesantes en el mapa, un rodeo que nos llevó por sitios como el Blinde Ezelstraat o “callejón sin salida del burro”, que es el que nos lleva desde la plaza Burg hasta el antiguo mercado de pescado, precioso. Y desde allí sin pérdida hasta el Hof Arents, que es un pequeño parque con mucho encanto que se sitúa detrás de la iglesia que visitamos antes, la de la Madonna de Miguel Angel. Y es que en este parque hay un pequeño puente al que llaman “puente de los amantes” o St – Bonifaciusbrug, porque allí más de un lugareño consigue su primer beso, con unas vistas increíbles. Y de allí callejeamos por toda la ciudad, idas y venidas, disfrutando de las calles empedradas y las casas de cuento, parando en alguna que otra tienda de chocolates o souvenirs, mirando escaparates… Pasamos también por la T’ Zand, esa plaza gigantesca con una fuente en medio, rodeada de hoteles y terrazas y que también alberga la parada de buses, como ya os comenté antes. Al final acabamos en la zona del beaterio o beguinaje, comiendo un gofre, y aunque no es la zona más barata de la ciudad, más bien es carilla, allí que nos sentamos un buen rato, eran las 17:30. Conseguí ir al baño sin pagar los 0,30 € que costaba, porque no había nadie en la puerta recogiéndolos, menos mal! Después de comer el gofre trazamos una ruta para volver al hostal, y a mitad de camino paramos en el parque “Hof Sebrechts”, por la calle Oude Zak, muy tranquilo, nos sentamos y fumamos un cigarrillo hablando de lo que había sucedido durante el día… y pillamos de nuevo las bicis y nos dirigimos al hostel, que no quedaba lejos por suerte. Al llegar dejamos las bicis en su aparcamiento, entregamos las llaves y nos despedimos de ellas con un dolor de culo considerable tras tanto pedaleo jajaja. Nos vamos a un super cercano para comprar salsa para los espaguetis que nos íbamos a preparar, y no sé por qué una cosa llevo a la otra y el indio que llevaba el cotarro dijo algo de que si estábamos locos… y Joshua dijo en alto “Fucking Spanish” y el indio dijo “Yes… I think so…” es decir, que por esos lares no tienen buena imagen nuestra jajajaja. Jaime no tenía dinero, y necesitaba un cajero, y saben dónde estaba el cajero más cercano?? Jajajaja en la plaza Markt… por supuesto ni Joshua ni yo fuimos a acompañarlo… nos quedamos haciendo la comida, pero antes, en la habitación, hablamos con una pareja de argentinos que venían de ver ya Atenas, Praga, varios lugares de Italia, Berlín, Amsterdam… y aún les quedaba ir a parte de Brujas, a Londres y París!!! Qué vida… Cenamos en las mesas de la recepción – bar – buffet desayuno – pub… 2 platos gigantes de espaguetis para cada uno, qué ricos!!! Y luego pillamos unos bonos de 10 euros, por los cuales tienes derecho a 5 cervezas belgas que van en aumento de graduación de alcohol. Está muy bien porque ahorras dinero, son cervezas muy buenas, y sí… desde los 5º hasta los 10º… cuando llegamos a la quinta estábamos muy perjudicados... Hasta el punto de que salimos a fumar un cigarrillo y como no lo conseguía apagar a pisotones, lo apagué meando… Sí, en medio de una calle de Brujas… Ahora comprendemos a las pobres niñitas de la noche anterior!!! Gastos del día: - Alquiler bicicleta: 6 € - Entrada Iglesia: 1 € - Menú Quick: 7’75 € - Entrada al Belfort: 4 € - Donativo Basílica Santa Sangre: 1 € - Gofre: 3 € - Salsa para la cena, carne y pan (tercera parte): 1’85 € - 5 cervezas belgas: 10 € Total del día: 34’60 € Etapas 19 a 21, total 24
6 de Septiembre 2011:
Vientos huracanados y lluvia ácida
Gante, vuelta al medievo, un castillo y tres torres
A pesar del 200% de alcohol en sangre de la noche anterior, Jaime y yo nos levantamos a las 7:30 y bajamos a ducharnos, Joshua se queda durmiendo, cuando salimos de la ducha y viendo que Joshua no bajaba, Jaime subió a la habitación a despertarlo… Mientras la bella durmiente se ducha, nosotros desayunamos, muy poco pues la resaca se hace sentir, pastillita para el dolor de cabeza y subimos a la habitación a recoger los bártulos, para entonces Joshua aún está empezando a desayunar… Hacemos el check – out y salimos, hicimos una ruta para llegar a la estación de trenes por las afueras de la ciudad, pero antes visitamos una iglesia que queda justo frente al hostal, y mereció la pena. Caminamos una media hora y llegamos a la estación, cogemos un tren a Gante a las 09:58 y llegamos a las 10:22. Me encantan los trayectos cortos porque aprovechas mucho el tiempo, además los paisajes son preciosos, increíbles. Salimos de la estación y pillamos el tranvía número 1 que lleva al centro de la ciudad. Podéis ir caminando pero los 40 minutos no os los quita nadie… Paramos en Gravesteen, la parada justo frente al castillo de la ciudad, pues el albergue juvenil queda a la vuelta de la esquina, y allí que nos fuimos. Muy bien el sitio, bien situado en pleno centro, habitaciones muy buenas, con buenas vistas, desayuno buffet incluído, sala de estar grande, mapas gratis… lo cierto es que los albergue u hostales belgas son los mejores en los que he estado nunca, porque aparte de amables son limpios y los desayunos riquísimos, y los precios aceptables, no suelen subir de los 15 – 18 euros noche. Hacemos el check – in pero no podemos subir a la habitación aún, así que esperamos en la sala común hasta que podamos subir a dejar las cosas y mientras trazamos en el mapa la ruta que haremos por la ciudad. Sobre las 12:50 subimos a la habitación, una de 4 para nosotros 3 con buenas vistas y baño dentro de la habitación. Dejamos las cosas y salimos a turistear. Gante tiene 230000 habitantes, y es una mezcla entre un centro histórico medieval increíble y una ciudad gigantesca que se extiende alrededor. Muchas tiendas, mucho ambiente, mucho restaurante… Tenéis la oficina de turismo justo en frente del castillo: www.visitgent.be Pillamos la Lievestraat que es justo la calle que sale del albergue, y tras caminar unos 3 minutos llegamos a la zona del Patershol (www.patershol.be). Es un magnífico entramado de callejuelas empedradas con casitas medievales y restaurantes escondidos. Nosotros no nos adentramos mucho en sus callejones, más bien dimos un pequeño rodeo por fuera porque llovía y hacía viento, y andábamos un tanto perdidos. Teníamos hambre y lo que hicimos fue irnos hasta la cercana zona del castillo Gravesteen a comer, otra vez en un Quick. Con los mapas Use – It (www.use-it.be) que os recomendé en el post de Brujas se hace mucho más fácil la visita a la ciudad, todo perfectamente indicado. Salimos del restaurante con ganas de conocer la ciudad, aunque el tiempo no acompañara, realmente era el peor día de todo el viaje. Lo primero que hicimos fue ir a visitar el Castillo Gravesteen. Es una de las cosas más famosas de la ciudad, data del siglo XII y pertenecía a los Condes de Flandes. Tiene su foso, torretas, rendijas para los arqueros… Tenéis armaduras, armas, sala de torturas, una guillotina… La visita es larga y entretenida, merece mucho la pena la verdad. Además desde arriba tenéis unas vistas muy buenas de la ciudad. La entrada para mayores de 19 y menores de 26 años sale 4 €. Si solo queréis ver el castillo por fuera, hay bonitas vistas desde la zona de nuestro alojamiento, el Hostel De Draecke. Cuando salimos continuamos con nuestro itinerario. Llegamos a la Groenten Markt, una cuadrilátero en torno al cual se agrupan terrazas y restaurantes, además del antiguo mercado de carne y la antigua lonja de pescado. Allí torcemos a la izquierda por la calle Langemunt, que nos va a llevar directamente a la gigantesca Vrijdag Markt. Esta plaza en su tiempo era lugar de reuniones y ejecuciones, a su alrededor hay cafés y pubs, y los viernes acoge un gran mercado. Esta zona es característica por un gran cañón rojo que se llama Dulle Griet, del siglo XV, es uno de los cinco mayores de toda la edad media. ¡Y disparaba balas de 250 kg! En la plaza hay una cervecería con su mismo nombre a la cual no debéis dejar de ir a tomar una cervecita, nosotros con el tiempo que hacía no entramos, pero me quité la espinita unos meses después. Además en el centro de la plaza hay una estatua dedicada a Jacob Van Artevelde, un gran héroe que puedes ver en todas las postales, pero del cual nadie sabe nada. De allí nos fuimos a visitar la cercana St – Jacobskerk, que estaba cerrada por obras, y tras pasar por la pequeña Vlas Markt tomamos la Belfortstraat y giramos a la derecha por la Onderstraat. Allí podemos ver varias cosas, el Claustro que oculta en el patio del número 22 y el callejón Werregaresteeg en el cual el arte grafitero brilla entre el ambiente medieval. Al salir del callejón te encuentras de frente con el Ayuntamiento de Gante, gigantesco, es de tipo gótico – renacentista, podéis ver el cambio de estilo arquitectónico entre la parte más vieja y la más nueva del edificio, y por 4 € hay visitas guiadas. Nosotros seguimos con nuestro recorrido. La calle del ayuntamiento es enorme, la Nederpolder, la cual caminamos hasta su fin en un canal y torcemos a la derecha encontrándonos con el Duivelsteen, una casa – castillo muy bonita. Y llegaba el plato fuerte del día, la visita a las 3 torres más famosas de la ciudad, imagen de millones de postales y fotos de turistas. La primera que te encuentras es la catedral de la ciudad, y sinceramente, la más grande que he visto en mi vida, enorme no, lo siguiente! La St – Baafskathedraal o Catedral de San Bavón, patrón de Gante, se esconde tras una gran mole de piedra, y aunque por fuera no llame demasiado la atención os recomiendo encarecidamente que la visitéis, porque es gratis y es sublime. Por 0’20 € hay folleto en castellano que os guía y os explica las innumerables cosas que alberga su interior. Desde vidrieras increíbles hasta cuadros de Rubens, incluso la entrada a las bóvedas del tesoro es gratis. Lo más famoso de su interior es la obra de Jan Van Eyck “La adoración del cordero”, y esa sí que cuesta unos 3 €. Nosotros pasamos de pagar, porque hay una copia en una de las bóvedas de la catedral y porque cerraba a las 17:00 y eran las 17:03 jajajaja. Al salir de la catedral el tiempo había empeorado aún más si cabe… vientos huracanados y lluvia ácida nos recibían cuando tras pocos pasos llegamos al Belfort de Gante. Este campanario del siglo XIV es Patrimonio Mundial de la Unesco. En lo alto hay un dragón en forma de veleta que se ha convertido en la mascota o emblema de la ciudad. En esta ocasión había ascensor para subir parte del trayecto, pero los 4 € que costaba y el peligro de que el viento nos llevara al asomarnos a ver las vistas de la ciudad hizo que nos decantáramos por continuar el camino, y es que un tiempo tan feo te hace perder las ganas de turistear. Seguimos caminando un poco y ya vemos la St – Niklaaskerk, pero la vemos solo por fuera porque como de costumbre durante nuestro viaje estaba en obras. Nos vamos hasta el puente de San Miguel, desde el cual se puede sacar la bonita estampa de las 3 torres de Gante a la vez, y tras una sesión de fotos pasada por agua bajamos por las escaleras laterales del puente hasta la ribera del río. Estas orillas del río se llaman Graslei y Korenlei, en ellas se sitúan unas casas preciosas de los antiguos gremios de la ciudad, algunas terrazas de restaurantes y cafés, que le dan un toque muy bonito a la zona. Cruzamos toda esta calle con mucho viento y lluvia y ascendemos por el siguiente puente, para volver al hostal a descansar y esperar que el tiempo mejorara, porque ya era insufrible, ni fotos se podían sacar, eso sí, pasamos por lugares tan bonitos como este: Eran las 18:00 y la mayoría de puntos interesantes del mapa estaban vistos, aunque pasados por agua. Descansamos un poco que el cuerpo estaba ya resentido tras tantos días, y acordamos volver a salir más tarde a cenar y ver la ciudad de noche, que es famosa por su iluminación. A eso de las 20:30 nos despertamos y vimos que el tiempo no había mejorado, pero da igual, salimos de nuevo porque hay que aprovechar los viajes y nada nos impediría disfrutar de un par de horas más en Gante. Está todo cerrado y solo encontramos abierto un Mcdonalds… Íbamos hablando de dónde cenar, ya que nada había abierto, y de repente Jaime dice: “Vamos a ese de la M que yo nunca he ido…” Nótese el modo ironic - on jajajaja. Comemos y luego damos un rodeo por la ciudad viendo la iluminación, entre viento y lluvia, cómo no! Y de vuelta al hostel… Y sí, la ciudad es preciosa, y la iluminación nocturna aún más, pero la cámara no sacaba buenas fotos ni a tiros… y con ese tiempo… Acababa así nuestra visita a Gante, y al día siguiente nos esperaba nuestro último destino, la capital de Europa, Bruselas! Os quiero hablar sobre una cosilla que compré allí, unas golosinas típicas de Gante llamadas Cuberdons, hasta los MCflurry los hacen con eso!!! Jajajaja, son unas chuches hechas con frambuesas o frutas del bosque, muy ricas la verdad, las venden en muchos sitios pero yo las pillé en un puestecito callejero la mar de mono, mirad!!! Y os dejo una última foto, para que veáis a la mismísima Marilyn Monroe jajajajaja Y ya está, este día no dio más de sí, nos fuimos a dormir con ganas de conocer una nueva ciudad, aun sabiendo que sería la última de nuestro viaje. Gastos del día: - Tranvía Gante: 1’20 € - 15 gominolas típicas de Gante: 4 € - Menú en Quick: 7’95 € - Castillo Gravesteen: 4 € - Menú McDonalds: 6’70 € Total del día: 23’85 € Etapas 19 a 21, total 24
7 de Septiembre 2011:
Bruselas, la capital de Europa Un niño meón, un elefante rosa y caminar hasta morir. Parte 1
N[size=15]os levantamos a eso de las 7:30 y nos duchamos, el día amanecía diferente, qué pena que no pudiéramos darle otro día a Gante para verla con otros ojos. Desayunamos y hacemos el check – out, y sobre las 9:00 pillamos el tranvía hasta la estación de tren, que para quien no lo sepa se llama Gent St Pieters. El tren que nos llevó hasta Bruselas Central salió a las 9:24, lo cierto es que durante todo el viaje tuvimos muchísima suerte, pues era llegar a la estación, ver el panel de salidas, y a los 2 o 3 minutos salir un tren, tener que ir corriendo con los mochilones por los pasillos y escaleras y cogerlo casi cuando salía. Era muy divertido, por la tontería una vez nos confundimos de tren, os acordáis, entre Luxemburgo y Maastricht… ![]() Bueno, llegamos a la gran Bruselas a las 10:00, salimos de la estación central y nos vamos al metro donde compramos un ticket para grupos de 1 día, cuesta 10 € y sirve para ser utilizado hasta por 5 personas viajando todas las veces que quieras en metro, tranvía o bus. Cogemos el metro dirección Botanique para ir al hostal, haciendo previamente transbordo en Arts – Loi. El metro de Bruselas es fácil de utilizar, tiene pocas líneas y el mapa es muy claro, al poco tiempo de estar allí prácticamente te sabrás de memoria las paradas. Estas eran las vistas desde la puerta de nuestro hostel, que se encontraba en una zona de grandes edificios. Se llama Jacques Brel y pertenece a la red de albergues internacionales, y vuelvo a repetir, son muy, muy buenos. Hicimos el check – in y rápidamente comenzamos nuestra visita a la ciudad, volvimos a la parada Botanique y tras realizar de nuevo transbordo en Arts – Loi paramos en la Gare Centraal o estación central y salimos a la superficie. Bruselas, capital de Europa, o te enamoras de ella o la odias, y yo soy de los primeros. Sinceramente Bruselas es mucho más que los 3 lugares típicos, llámense Grand Place, Manneken Pis o Atomium. Tiene mucho encanto en sus diferentes barrios, parques, etc. En este diario lo vais a descubrir, y lo que falte lo veréis en el siguiente diario que haré, el del viaje que hice con mi novia. Así que no os podréis quejar, y no me vale que le dediquéis menos de 2 días a la ciudad!!! ![]() Con más de 1 millón de habitantes es una ciudad cosmopolita, encontraréis gente de todo tipo, y aquí se juntan los idiomas de las dos regiones de Bélgica, Flandes (Neerlandés) y Valonia (Francés), aunque con el inglés os vale de sobra, y en ocasiones algo de español. www.brusselsinternational.be (Oficina de turismo de la ciudad, situada en el Ayuntamiento en la Grand Place) www.belgique-tourisme.net www.visitflanders.com www.use-it.be Pues comenzamos como os dije en la Estación Central de Trenes, que lo cierto es que está un poco descuidada si tenemos en cuenta que es una de las principales estaciones europeas, aunque la verdadera estación internacional en la ciudad es Bruselas Midi. Para nuestras rutas por Bruselas nos sirvió de mucha ayuda el diario de Fran17 sobre esta ciudad, increíble. Tenemos que irnos hasta el siguiente punto del día, que es el Mont des Arts, así que cogemos por la Cantersteen y torcemos a la izquierda por una calle en cuesta, ya estamos en nuestro destino, a escasos 2 minutos. Esta plaza del Mont des Arts está dispuesta en una serie de explanadas conectadas por escaleras y jardines que acceden a la zona alta de la ciudad desde donde hay unas vistas maravillosas. Desde aquí no hay más que subir caminando unos metros para encontrarte con un magnífico museo, el MIM, el cual vale la pena solo verlo por fuera, pero entrar es una delicia, y nosotros lo hicimos. El Old England Building es el edificio que alberga este museo, y que antes conformaba unas galerías comerciales, allá por 1899. Es un ejemplo perfecto del art nouveau. MIM significa Museo de Instrumentos Musicales, y para todos aquellos que no vayan a museos porque eso de ver cuadros les aburre, aconsejo que entren a este porque es interactivo (te dan unos cascos con los que puedes escuchar el sonido de cada instrumento) y muy bonito porque hay instrumentos de todas las culturas y todas las épocas. www.mim.fgov.be 4 € nos costó la entrada para menores de 26. Merece la pena, incluso disfrutamos de un concierto en directo, estupendo. Tras pasar allí un buen rato, más de una hora, salimos con ganas de seguir conociendo la ciudad. Tras subir caminando 1 minuto o menos, llegamos al final de la colina que desemboca en una plaza, la Place Royale, que es el centro del corazón de la ciudad alta, alrededor de la cual hay varios museos como el Museo Real de Bellas Artes o el Museo Magritte, nosotros no entramos a ninguno de ellos, aunque los vimos por fuera. También está en su centro una estatua dedicada a Godofredo de Bouillon, un caballero que se convirtió en el primer rey europeo de Jerusalén en 1099. Por último justo de frente hay una especie de palacio con una fachada blanca, que esconde en su interior una iglesia, la de Coudenberg, estaba cerrada, con unos andamios como preparando algo y no pudimos entrar. Rodeamos la plaza hacia la izquierda y llegamos al Palacio Royale o Palacio Real en castellano. Hay una anécdota curiosa y es que cuando el rey no se encuentra en Bélgica no hay bandera del país en la fachada, y cuando sí está la podréis ver bien colocada ondeando al viento. Se puede visitar en verano y la entrada es gratis según la Lonely Planet, pero nosotros queríamos ver muchas cosas y continuamos el camino. Por fuera la verdad es que es precioso, del siglo XIX y aunque oficialmente es la residencia de la familia real belga no viven aquí, sino en otro punto de la ciudad, como en España vamos. Estamos justo frente al Parque de Bruselas, es enorme, el mayor del centro, y constituye un pulmón de árboles y zonas verdes en medio de la gran ciudad, es precioso. Tiene estatuas entre la vegetación y una gran fuente circular que escupe un chorro hacia arriba. Tras cruzar el parque de una punta a otra nos encontramos delante del Parlamento Belga y aquí nos vamos hacia la izquierda para luego torcer en la primera calle a la derecha. Llegaremos a una intersección de varias calles, lo que hay que hacer es bajar por la primera que hay a la izquierda, y tras una curva os toparéis con la majestuosa Catedral de San Miguel y Santa Gúdula, que os recordará mucho a la Notre Damme de París en su fachada. Es el escenario de bodas y coronaciones reales y se empezó a construir en 1226 y siguió erigiéndose durante 300 años más. Acoge a los dos patronos de la ciudad y tiene dentro unas vidrieras del siglo XVI y unos órganos de tubos fantásticos. La entrada a todas las iglesias de Bruselas es gratis así que no tenéis excusa para entrar y descansar un poco. Un enorme púlpito que representa a Adán y Eva expulsados del paraíso tallado en madera es una de las principales atracciones en su interior, hecho por el artista de Amberes Hendrik Verbruggen en el siglo XVIII. Allí aproveché para comprar unas medallitas de San Miguel de recuerdo, para la madre y la abuela que siempre lo agradecen. ![]() www.cathedralestmichel.be Y a partir de aquí comienza la segunda parte del recorrido que hicimos, la que nos llevó por el centro de la ciudad. Salimos de la catedral y bajamos justo de frente por la Arenbergstraat, tras poco más de 3 minutos te encuentras con las Galeries Saint Hubert delante de tus narices, pero nosotros hacemos una paradita previa en la acera de enfrente para hacernos una fotito con la gatita del cómic. Las Galeries St – Hubert fueron inauguradas por Leopold I, allá por 1847, siendo estas las primeras galerías comerciales cubiertas de Europa. Dentro, la decoración en mármol blanco de las prestigiosas tiendas hace juego con el techo de cristal que recorrer todo el pasaje. Son tres galerías las que forman el entramado de tiendas, la del Rey, la de la Reina, y una pequeña en una zona lateral que es la de la Princesa. Podrás encontrarte con chocolaterías, cafés y tiendas de ropa o antigüedades, eso sí, todo muy cool y muy pijo, no apto para bolsillos interraileros. www.galeries-saint-hubert.com/ ...ex_fr.html www.360cities.net/ ...iew=simple En esta web podéis ver panorámicas de 360 grados de diferentes zonas de Bruselas, en este enlace, concretamente veréis las galerías St – Hubert. Al salir de las galerías te encuentras con la Grasmarkt, y empiezas a vislumbrar la cercana Grand Place que queda a solo 1 minuto. Pero hay que aguantar la tentación de ir corriendo a verla, porque el hambre aprieta y esta plaza está llena de sitios ricos y baratos para comer. Nosotros nos fuimos a una friterie de dos pisos, en la cual comimos unas metrailletes riquísimas con sus respectivas papas fritas y refresco por un precio de risa para estar situada en la zona que está. Es una bonita plaza donde suele haber un mercadillo y mucho ambiente en las terrazas de los bares. Después de comer no hay nada mejor que dar un corto paseo desde la Grasmarkt hasta la plaza más famosa del país, la Grand Place de Bruxelles, por el pequeño callejón Rue de la Colline Heuvelstraat. Entrar a la Gran Plaza y encontrarte con las maravillosas vistas de todos los edificios que la rodean es simplemente increíble, una experiencia de la cual no me cansaría nunca. La Grand Place es sublime, la plaza adoquinada rodeada de edificios históricos, es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1998. Es de las más bonitas de Europa, eso nadie lo puede negar, nos quedamos un buen rato mirando de un lado para otro, porque realmente no sabíamos qué mirar de todo lo que hay allí. Lo más famoso de la plaza es el Ayuntamiento, que data del s. XV, aunque alrededor de la plaza están los antiguos gremios que también tienen un gran encanto. Tiene muchos cafés con terracita donde seguro que se pasa un buen rato tomando algo con esas vistas, pero también es seguro que la cartera lo va a notar, y mucho. ![]() A nosotros nos pilló un mercado de flores en la plaza, que se suele instalar allí los lunes miércoles y viernes. Además cada dos años se celebra una fiesta donde se cubre el suelo de la plaza con una gran alfombra de flores, en el mes de agosto. Tocó en 2012, así que no pudimos verlo los que fuimos en 2011, ni lo verán los que vayan en 2013. El Hotel de Ville, el ayuntamiento, está coronado por una torre de 96 metros de altura, con una estatua dorada de San Miguel en la punta, ofrece visitas guiadas previo pago sobre las 3 de la tarde, preguntad en la oficina de turismo que se encuentra justo en frente. También en frente está la Maison du Roi, o Casa del Rey, también precioso, alberga en su interior el Museo de la Ciudad de Bruselas, donde podréis ver, aquellos interesados, todos los trajes del Manneken Pis o niño meón. No os explico nada más, id y comprobadlo, hay buenas guías como la LP que nosotros utilizamos que te explican la historia de cada edificio de la plaza, totalmente recomendable. www.360cities.net/ ...12.60,70.0 www.brussels.be/artdet.cfm/4664 Aquí os dejo dos enlaces donde podéis ver una panorámica de la plaza magnífica en 360 grados y una cámara web instalada en la plaza, veréis día y noche lo que allí ocurre. Merece la pena. Salimos de la plaza por la calle que se encuentra a la izquierda del ayuntamiento, la Rue Charles Buls, una calle dedicada totalmente al turismo puro y duro, llena de chocolaterías y tiendas de souvenirs. Nada más salir de la plaza, casi en ella, encuentras en la pared una figura acostada, como muerta o dormida, de un hombre en bronce. Se trata de Everard’t Serclaes, un héroe de la ciudad. Se dice que da buena suerte si frotas la figura, y por ello está tan desgastada. Nosotros, por supuesto, la frotamos bien frotada y nos sacamos unas fotillos. Eso sí, por toda esta zona hay millones de turistas, sobre todo asiáticos, que tardan mil años en sacar las fotos desde todos los ángulos. Echadle morro y colaos entre la gente para fotografiaros si no queréis esperar una eternidad.[size] [center] ![]() Etapas 19 a 21, total 24
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