![]() ![]() ¡FILIPINAS, TIERRA DE GALLOS! ✏️ Blogs de Filipinas
Un mes por Filipinas, de norte a sur.Autor: Castellnou Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (30 Votos) Índice del Diario: ¡FILIPINAS, TIERRA DE GALLOS!
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Etapas 4 a 6, total 7
OSLOB
Por la noche, a las siete, cogimos el autobús nocturno de regreso a Manila. Aquí nos volvimos a encontrar a Luciano y Mari Carmen, que regresaban en el mismo autobús. Al llegar a Manila nos despedimos por segunda vez. Allí nuestras rutas se separaban. Cogimos un taxi para todos, ya que los respectivos hoteles estaban en calles paralelas. Nosotros fuimos al hotel Bocobo, donde habíamos dejado una maleta, desayunamos e hicimos tiempo para ir al aeropuerto, donde teníamos un vuelo directo al el Nido. A las 8 ya estábamos en el aeropuerto esperando el vuelo del Nido... Pero las cosas a veces se tuercen. Cuando faltaba 15 minutos para despegar, (ya habíamos pesado el equipaje, nos habían pesado a nosotros y habíamos pagado el sobrepeso), aparece una señora con un mapa meteorológico y nos cuenta que sobre el Nido hay un tifón y no se puede despegar. Vuelo cancelado. La previsión era que toda la semana hiciera mal tiempo. Entonces decidimos cambiar de planes. En vez de ir a Palawan, nos vamos al sur de Cebú, a ver si el tiempo pinta mejor. Ya que el tifón se va lentamente hacia el norte. Volvímos a coger una habitación en el hotel Bocobo y volvimos a ponernos en contacto con M Carmen y Luciano, que todavía estaban en Manila. Quedamos con ellos en un mega centro comercial que dice ser el mas grande de Asia. Pero la sorpresa fué que al encontrarnos también estaban con ellos Miquel y Fátima que volaban, el dia siguiente a Japón. Pasamos la tarde y terminamos con una cena con productos españoles. En la cena decidimos que nos iríamos juntos, con Luciano y M. Carmen, a Cebú City y de allí a Oslob, a ver los butadings (tiburones ballena). Preciosos animales Y así fué. Por la mañana cogimos un vuelo a Cebú y de allí nos dirigimos a la terminal sur de autobuses, donde nos metimos en uno hacia Oslob. Hay que decir que este autobús es mucho mejor que el de Banaue. Mas nuevo y mas confortable. El viajecito dura tres horas, porque el trafico es importante, y porque el trazado de la carretera se las trae. La sensación que me ofrece esta isla, es la misma que la de Luzón. Una construcción muy pobre y alineada al lado de la carretera. Y todo el que dispone de un espacio, lo usa para vender algo. Lo que sea. Tanto en Cebú City, como en Manila, hay con seguridad zonas mas ricas, pero no las hemos visto. Llegamos a Oslob de noche y al bajar del autobús preguntamos en el primer puestecito de comida por un alojamiento y la señora en cuestión, después de aclarar si lo queremos con o sin A/A, nos lleva a una casa próxima. La pinta, buena. De no ser porque en la casa de enfrente hay un negocio de venta de ataúdes.... Allí parece lo mas normal del mundo, pero a nosotros nos da un poco de yuyu.. Hablamos con los dueños y acordamos, después de breve regateo, un precio de 900pp., que nos parece estupendo, dado lo nuevo de la estancia y lo grande de la habitación. El sitio es la Malonzo Pensión House. Muy recomendable. Se les puede contactar por facebook. Una vez instalados, empezamos a informarnos del objetivo de la visita. Los butadings. El dueño de la casa se ofrece para llevarnos por la mañana a las 7. Hay unos diez km de distancia. Cenamos en el puestecito de comida cuya Sra. nos había acompañado al alojamiento. Unas brochetitas de cerdo, pollo y otros asados acompañados de arroz y caldo. Los cuatro por 250pp. (5€) En mi vida había comido mas barato... Por la mañana, nos acompaña nuestro anfitrión en un jeepney hasta uno de los negocios montados entorno a los tiburones ballena. Pero después de un rato de observación y de hablar con alguno que salía del agua, decidimos dejarlo para el día siguiente. El mar estaba muy picado y con los que hablamos nos dijeron que la visibilidad era mala. Ya que estábamos allí, decidimos aprovechar el viaje para ver unas cascadas próximas. Cinco minutos en coche y un cuarto de hora andando y llegamos al sitio. Sinceramente, hasta que no estuvimos en el sitio no pensamos que serían tan bonitas. Estuvimos, solos, un buen rato disfrutando del agua, del sitio y de las fotos. No es lo que imaginaba como cascada. El agua cae, casi en forma de ducha. Te puedes duchar, a pesar de la altura y la profundidad, como se ve no pasa de las rodillas. Osea que te puedes duchar, pero no te puedes bañar. Después, regresamos donde los tiburones y aprovechamos para comer. Por la tarde visitamos lo que queda de la cultura española en este pueblo. Una iglesia bastante grande y los restos de una fortificación o cuartel. Todo ello construido con piedra de coral. La iglesia está reconstruida y el acuartelamiento, parcialmente. Por la tarde ya vimos que el día siguiente iba a ser mejor. El mar se había calmado mucho. Al día siguiente, volvimos solos a la bahía de los tiburones. Ya no necesitábamos acompañante. La isla de Sumilon, frente a Oslob. La visita a los butanding, desde mi punto de vista, merece mucho la pena. Pero con matices. Es algo parecido a la visita al Tiger Kingdom, en Tailandia. Es algo artificial, pero único en el mundo. Exclusivo y sujeto a un fuerte explotación económica. Han montado una serie de negocios entorno a este tema. Esto está monopolizado por el municipio, que impone los precios. Y a partir de aquí, que cada uno saque, además, lo que quiera o pueda, en un entorno de piratas. Estos animales viven aquí de forma permanente desde hace unos dos años. La motivación, como siempre, es la comida. Han cambiado sus hábitos alimenticios, de forma que unos animales que se alimentan de placton, ahora, cada día, a las seis de la mañana, vienen a recibir su ración de pequeños peces, que les van dando poco a poco hasta las 11 de la mañana, hora en que se acaba en show y se van. Al día siguiente están, otra vez puntuales a la cita. La visita se puede realizar buceando, haciendo snorkel o bien, viendo el espectáculo desde una barca. Mi intención era bucear con ellos, pero el prohibitivo precio de 120€ por dos inmersiones, me hizo cambiar de idea. No hay lugar al regateo ni negociación. A pesar de una vez con conocidas mis intenciones, me persiguieron toda la primera mañana. Siempre ofreciéndome un buen precio, que resultaba ser el mismo de siempre…! Aquello fue una procesión de individuos que me ofrecían sus servicios. Todos el mismo precio. Y yo, que no bajaba del burro. Very expensive.. El individuo dueño del negocio donde recalamos y almorzamos, me pregunto varias veces, si llevaba cámara de fotos. Para cobrarme por ello. No, no llevo cámara. Le repetí varias veces, después de que me hubieran avisado de sus intenciones. Luego resultó que si se podían hacer fotos…sin flash. Que tampoco hace falta. Los del ayuntamiento te lo explican, pero si ya has pagado, es tu problema.. Al final, hay que ir a una especie de recinto municipal que organiza la visita. La tarifa por algo mas de media hora de snorkel es de 1000pp (20€) tiempo mas que suficiente. Y por verlos desde una barca, hay que pagar la mitad. 500pp. Pero a esto no le veo la gracia. El precio, para el país, es caro, aunque creo que los locales pagan mucho menos o nada. Pero para mi, al menos, una vez allí y dispuesto a ver algo exclusivo, creo que es un precio asumible. Antes de entrar en el agua te dan un pequeño briefing. -No se puede tocar a los animales. -No te puedes acercar a menos de cinco metros. -No debes llevar ningún tipo de cremas ni lociones en la piel. -No se pueden hacer fotos con flash. -Hay que llevar chaleco salvavidas, a menos que asegures que saber nadar bien.. Y poco mas. Luego te cobran un plus por gafas, aletas y tubo. Creo que 100pp por elemento. La verdad es que una vez en agua, te puede acercar lo que quieras. Aunque hay un montón de individuos, dentro del agua, controlando que nadie se desmadre, a mi no me pusieron problemas para hacer fotos de primeros planos a escasos 50 cm. No los toqué deliberadamente, aunque ellos si que me tocaron a mi. Es inevitable. Como se puede ver en las fotos, los animales acercan su boca a la barca a la espera del Maná. Y cuando se retira uno, se acerca otro. Es difícil cazarlos enteros. Sencillamente no caben en el encuadre de la máquina. Pero las fotos de detalle no tienen desperdicio. Esta perspectiva me encanta En esta se ve como ensanchan la caja torácica para tragar agua. Esta foto no puede ser mas gráfica. Con la boca abierta esperando que el barquero suelte el pez que lleva en la mano. Es difícil contarlos, pero creo que había 6. Son ejemplares jóvenes, de unos 10 metros de largo, como máximo. Los adultos llegan a medir 18 metros. Y nosotros íbamos moviéndonos libremente entre ellos, a los que parece encantarles la compañía de los pequeños humanos. A pesar de ser algo absolutamente artificial, para mi mereció mucho la pena. Es una ocasión única de ver estos preciosos animales y estar con ellos un rato largo, que en el mar solo se ven en algunos sitios y en algunas épocas. Y siempre de paso. Este es un sitio único en el mundo Para darles la comida hay varias barcas, cuatro o seis y además está la barca que nos transportó. Porque a medida que llega gente, le cobran le embarcan y al agua. Estuvimos mucho mas de media hora. Yo me metí el primero y salí el último, estirando todo lo que pude la visita. Me habría quedado todo el día con ellos. Pero el rato que estuve fue suficiente. Hay que tener en cuenta que como éramos los únicos clientes, no les importaba mucho el rato que estuviéramos. No había nadie esperando… A la salida, el dueño del negocio, nos vino a cobrar 100 pp por cabeza, como derecho de entrada a su recinto. Le dimos en total 150 y cabreados ya no quisimos comer allí. No por el importe, insignificante. Mas bien, por una cuestión de concepto. Si en un sitio hay que pagar, deben anunciarlo o comunicártelo a la entrada. No a la salida, cuando ya no tienes opción a poder decir si o no. En fin, mundo de piratillas. Volvimos a la pensión, liquidamos y nos fuimos a coger el autobús hacia el sur. En Santander, nuestros amigos valencianos, se bajaron para coger un ferry con destino Dumaguete y nosotros cambiamos a otro bus con a Moalboal. Aquí, ya nos despedimos de ellos, por tercera vez. Hasta cuando?... Etapas 4 a 6, total 7
MOALBOAL Llegamos a Moalboal con la misma sensación general de barraquismo, que llevamos todo el viaje. Construcciones de muy baja calidad, en muchos casos de madera, desordenadas y en un entorno muy descuidado. No hay playa, solo pequeños rincones con arena en algún resort, pero en todo caso de muy pocos metros. El litoral es acantilado o una especie de playa con fondo de piedras planas y cubierto de algas. Desde luego poco apto para el baño. Este sitio tiene fama por el muk diving. Este termino, que hace referencia al fondo fangososo, lo que realmente quiere decir es el tipo de vida, que habita en este entorno tan rico en sedimentos. Osea, para entendernos, vida pequeña. Nudibranquios, gambitas, caballitos pigmeos, etc. Pero tan pequeños... que solo se ven en el PC al revelar la foto. Un ejemplo: en esta foto, el Dive master me señala clarísimamente donde debo tirar la foto. La toma no está mal. Esta y otras cuantas mas. A mi compacta no se le puede pedir mucho mas. Y yo tambien tengo mis limitaciones..., pues bien, una vez en casa, ni con zoom ni si zoom he sido capaz de ver nada en el sitio que me señala, aparte del coral. No me digais que no es divertido hacer fotos a la nada, aunque a veces, en casa, veas lo que no has sido capaz de ver en el agua. Es como jugar al poker y perder. Me encanta. Pero ganar debe ser... En definitiva, me gusta mas la vida grande. Hoy, mientras escribo estas líneas, me he encontrado en una web, una prueba acerca de una máquina fotográfica, en la que una de las fotos, es precisamente, el bichito que yo no fuí capaz de ver nauticam.smugmug.com/ ...=1&s=A Si se compara con el coral y este con el dedo del instructor, se puede ver que el tamaño es mínimo. Al bajar del autobús, que nos llevó hasta Moalboal, cogimos un triciclo que nos llevarían al centro de buceo que el que quiero bucear. El Blue Abbys. Y ellos a su vez me recomiendan tres resorts contiguos. Nos vamos al primero, el mas barato, aunque por poca diferencia. El Tipolo. Me aseguran que hay wi- fi en la habitación, que hay aire y ventilador, tele, etc. Me dan la única habitación disponible. La mas fea y peor orientada. Después de descargar compruebo que no hay wi-fi, que la tele no va y el ventilador tampoco. Se lo digo a la recepcionista y pasa bastante de mi. Como diciendo, vaya chorradas.. Pues bien, nos buscamos otro y al día siguiente cambiamos. El segundo resort, el Marcosas, tiene cosas mejores, como la habitación mas amplia, mas espaciosa y bien distribuida. Con ducha, lavabo y vestidor, además de ventilador, AA, Wi FI, tv. En fin, completita. Además hay piscina y a su alrededor un espacio muy bien ajardinado para pasar el rato. Pero.. La comida es un desastre. Solución. Nos quedamos aquí y vamos a comer al primero, que está a 200 metros, como el resto de huéspedes. Así es la vida. En el centro de buceo me encuentro con gente amable y muy bien enrollada. Buenos profesionales, que me habían recomendado los de www.Buceomalapascua.com, con los que voy a estar 4 días, la semana siguiente. Pero el estado del mar no es el mejor. Además de estar movidito, la visibilidad es bastante reducida. a pesar de ello, aún se pudieron hacer hacer algunas fotos bonitas, disparando a poca distancia. esto es una especie de estrella de mar, recogida. Aquí tenemos una gambita limpiadora transparente, que convive con la anémona. Es de esas fotos que se ven en casa. Allí, como mucho se intuye. Y aquí tenemos a la estrella, abierta. El primer dia, por la mañana, la visibilidad era de 8 o 10 metros. El segundo no buceamos. Y el tercer día fuimos a isla Pescador y todavía se veía bastante menos. Y así no se disfruta. Las inmersiones en isla Pescador se hacen recorriendo una pared muy profunda, cada uno a la profundidad que crea o deba bajar. Convencionalmente se hace a 30 metros. Estas paredes suelen ser muy ricas en vida, con la posibilidad de que aparezca algo mas grade del azul profundo. En este caso, a 30 metros, había muy poca luz y muy poca visibilidad. Y además una ligera corriente. La foto no vale nada, pero os puede dar una idea de lo que se veía hacia el fondo ... Una esponja El encuentro con una familia de payasos, siempre te alegra la inmersión. Son muy divertidos. Los peces león son otros de los encuentros frecuentes. Muy fotogénicos, se encuentran de muchos colores. En este caso negro. Pero siempre tienen una característica común: ráramente te dan la cara, que debe ser su punto débil. Ofrecen siempre las espinas dorsales y la cola, cargadas de un potente veneno. Por ello es muy entretenido ir dándoles la vuelta, tratando de encontrar el enfoque de frente. O como mínimo de lado. este, rojo. Y este otro, marrón. El día 3 de agosto, amaneció con el mar mas picado todavía, por lo que no hubo buceo. Pasamos el día haciendo el vago y recorriendo el entorno. Me ofrecieron la posibilidad de ir a unas cascadas pero por falta de entendimiento, con los de los triciclos, no las visitamos. Y me arrepiento de ello, porque luego, después de informarme, he visto que son muy interesantes. Y además se puede ir en autobús público. Pero los personajes de los triciclos, que empezaron pidiendo 1500 pp. Llegaron a bajar a 500 y cuando estábamos a punto de decidirnos, salieron con el cuento de que necesitábamos guia y por ello me cobraban 1000 pp adicionales. Vi que me estaban tomando el pelo y desistimos. Para el que esté interesado, son la cataratas de Wantang y están a unos 20 km de Moalboal, siguiendo la carretera en dirección sur. Además, ahora se que se puede ir en autobús. El ultimo día nos planteamos si hacer las cataratas o bucear. Ante la falta de entusiasmo del personal, mi parienta, me decidí por el buceo. En la primera inmersión, isla Pescador, con la poca visibilidad que ya he comentado. En la segunda inmersión la visibilidad había mejorado algo, pero no era para tirar cohetes. Vimos un par de tortugas, que es otro de los animales cuyo encuentro te alegra la inmersión. Siempre tan calmadas, tan amistosas. Al acercarme demasiado, para tomar un primer plano, levantó el vuelo Una preciosa esponja Y un pez león dentro de la esponja... un pez globo, azúl. Lleva una rémora, lo que indica que no era precisamente pequeño. Otra de las estrellas locales, es este pez, pipa fantasma. Es el rey del camuflaje. No se si elige un de su mismo color y forma, ó se vuelve del color del coral. Todo es posible. Pero lo cierto es que me resultó imposible sacarle una foto con un mínimo de calidad. Hay tantos puntos de luz que resulta muy difícil, para la máquina, tomar referencias. Al menos para mi compacta. Os aseguro que es un pez. Con esa forma. Después de un montón de fotos, esto lo mejor que pude hacer. Otro ejemplo de muk dive. Esto es un caparazón de un erizo. Y esa mancha oscura, en la canal azul, es una gambita. Hay que creérselo. Estas preciosas gorgonias, a veces guardan sorpresas. En esta, el dive marter, se empeñó en que hiciera fotos. Había un caballito pigmeo. Os aseguro que yo no lo vi. Y llevo la mácara graduada para vista cansada. Estos dos, también buscan el caballito... En esta se ven dos caballitos pigmeos.. Este pececito, quería posar. Un bonito nudibranquio. y por último, os dejo unas fotos de este lion fihs, que encantado con mi visita, se dedicó a regalarme las mas variadas poses. Para contradecirme en todo lo que he escrito antes... Etapas 4 a 6, total 7
MALAPASCUA
El día cinco estaba programado el traslado a Malapascua. Nos levantamos a las 6 de la mañana. Ya habíamos dejado pagada la factura del centro de buceo y habíamos hecho el chek out en el resort, la tarde anterior. Después de desayunar nos pusimos en marcha, cogimos un triciclo hasta la parada de los autobuses y esperamos al primero que pasara. Aquí, los autobuses, son como en el resto del país. Los hay de dos tipos: - con aire - con aire acondicionado. Los primeros llevan todas las ventanas abiertas y el aire asegurado. Mucho aire. Los segundos son neveras con ruedas. En este caso nos subimos al primero que pasó, porque necesitábamos estar en Maya, en el extremo norte de la isla de Cebú, antes de las cuatro de la tarde. A esa hora sale la última barca para Malapascua. El viajecito, con aire, duró desde la 7:20 hasta las 11 de la mañana. Estos buses son mucho mas cutres que los que llevan a/a. También son mas baratos, céntimos de euro, pero eso es determinante para que mucha gente se decida por uno o por otro. Este trayecto nos costó 64 pp. Algo así cómo 1,07€. Al llegar a Cebú, cogimos un taxi para ir de la terminal sur a la norte y allí estaba el autobús a Maya listo para salir. Necesitaba cambiar dinero y le pregunté al conductor donde podía hacerlo. Me dijo que había un sitio a cinco minutos andando y que además faltaban 20 minutos para salir el autobús, vamos, que me daba tiempo. Dejé a Rosalía en el autobús, para que no se fueran sin mi. Al salir a la calle cogí un taxi. No me fiaba de conductor del bus. El taxista me llevó al sitio, que se trataba de un enorme centro comercial SM. Tardamos 10 minutos ...en taxi. Le dije al taxista que me acompañara, cosa que hizo encantado y empezamos a buscar.. corriendo por el centro comercial. Cuando encontramos la oficina de cambio había cola. Pedí a la gente que me dejaran colarme, y amablemente me dejaron pasar, pero la empleada de turno intuyó que tenia prisa y decidió complicarme la vida. Me hizo rellenar al menos 3 papeles y cuando ya los tenía, ... Me hizo poner el numero de serie de todos los billetes. Nunca me había pasado. Cuando llegamos a la estación de autobús había pasado media hora. Y veo a Rosalia a lo lejos, en la acera, con cara desencajada. Le habían sacado las maletas, sin previo aviso, y se habían largado dejándola en tierra. Pasado el mal trago, cogimos el siguiente y llegamos a Maya a las cuatro. Un cuarto de hora antes de salir la barca. Estos viajes por carretera, tan largos, te dan la oportunidad de observar el pais y son muchas las cosas que llaman la atención: tienen una curiosa forma de hacer obras en la calzada. Por tramos de pocos metros.. Las contundentes líneas de la carretera. No perdonan. Cualquier sitio es bueno, para poner un negocio. Gallos atados, por todo el pais. Es increible la cantidad de gallos, siempre atados, que he visto en este pais. Un entierro. El coche fúnebre y el ataud son blancos, al contrario que aquí. La presencia de manglares, indica que estamos en el extremo norte de la isla de Cebú. Una vez en Maya, en la barca con destino a Malapascua, descansamos tranquilos. Parece ser, que si hay gente suficiente, sale otra barca a las seis de la tarde. Pero eso ya es una lotería. La barca cuesta 80 pp., pero al llegar a Malapascua, te dejan a 20 metros de la orilla... Para que tengas que coger otra barquita que hace los últimos metros por otros 20 pp por cabeza. En fin, una tomadura de pelo en toda regla. No es el importe, que al final, entre las dos barcas, es de 2 euros, es el hecho de que siempre te tengan reservada una sorpresa. De que te tomen por tonto. Una vez en tierra, preguntas por tu destino, el resort Exótic, y te dicen que está aquí al lado. Y se ofrecen a acompañarte... Cobrando, claro está. Le digo al individuo que si hay algún transporte motorizado, para llevar el equipaje e insiste en que esta muy cerca.. Pero vamos cargados con dos maletas y dos mochilas. Y el suelo es de arena, no hay nada pavimentado en la isla... Como las maletas no ruedan por la arena, hay que llevarlas arrestrando. El viajecito hasta el resort se hace penoso, tardamos bastante mas previsto y llegamos agotados, después de 10 horas de viaje para 180 km. Y el cuarto de hora por la isla, arrastrando dos maletas y dos mochilas... uffff. LLegué empapado. Pero es que lo bueno se hace de rogar. Porque el sitio al que llegamos, es lo mas próximo al paraíso que conozco. El resort, una maravilla. Habitación mas que decente por 1000pp al día. Las paredes exteriores están tapizadas con esta solución tan típica filipina. Es una especie de entramado de tiras de caña de bambú, de dos colores, haciendo dibujos geométricos. Se ven por todo el pais. Pero normalmente en un estado mas lastimoso. Aquí, las paredes, están preciosas. La habitación, encima del restaurante, delante del mar. Con wi fi, con a/a, con tv. En la playa. Pero sin desayuno. Las comidas, que son buenas y bien presentadas, son un poco mas caras, así como las inmersiones. La política es cobrar barato el alojamiento y mas caros los servicios, como la comida o el buceo. A pesar de ello, tengo que decir que la valoración global del sitio es altísima. El sitio es magnífico. La isla es magnífica. A mi me ha robado el corazón. Es uno de los sitios donde deben de buscarme, si algún día me pierdo. Una gente mas que amable. Sin carreteras, sin calles, sin coches. Solo caminos de arena por los que puedes andar descalzo, un paisaje idílico, unos chiringuitos locales donde puedes comer por poco mas de un euro. Y si quieres mas lujo, también lo hay. Y asequible. Quiero hacer una mención especial para Rubí e Irati. Son una pareja, el catalán y ella vasca, que viven en la isla. Son instructores de buceo. Contacté con ellos hace meses, cuando hacia los preparativos del viaje y me lo debieron presentar tan fácil, que desde entonces, Malapascua ha estado entre los objetivos fijos del viaje. Mas tarde, volví a contactar con ellos y se han encargado de hacerme la reserva en el Exótic y de planificarme las inmersiones, además de enseñarnos los rincones y chiringuitos de la isla. Sencillamente encantadores. También hay que decir, que no nos han dedicado la atención que, sin duda, hubieran querido ellos, sencillamente porque estaban desbordados de visitas y amigos. Y es que, es imposible multiplicarse. Pero con todos ellos hemos pasado los mejores días de Filipinas. Su contacto lo tenéis en su web, www.buceomalapascua.com En esta preciosa isla hemos pasado 6 días, buceando y esperando a que viniera el barco Ona, con el que queríamos hacer una semana de vida a bordo, buceando en busca de nuevos puntos de buceo. En el resort Exótic, he hecho 8 inmersiones. Rubí me hizo un programa de inmersiones, diferente para cada día, que me ha permitido disfrutar mucho de las aguas de esta isla. Para el primer día hicimos una toma de contacto en las inmersiones que hay delante del resort. Una zona de arena con poco interés, pero que les sirve para evaluar al cliente. Todos los centros lo hacen. A pesar del poco atractivo, la fauna que te encuentras, al ser diferente a la nuestra, siempre es una novedad. Estos peces, graciosos y torpes, se llaman pegasos. Viven en la arena. Unos payasos negros, siempre son motivo de alegría. pez pipa que imita a una posidonia En esta zona abundan los erizos. Estos de larguísimas púas. Estos otros, con luz propia. Hay estrellas de lo mas variado Actinia Para el segundo día, fuimos a ver los famosísimos tiburones zorro. Los tiburones zorro tienen poco mas de dos metros de largo y una cola mas larga que el cuerpo. Lo que hacen unos cinco metros de animal. Emplean esta larguísima cola para entrar en los bancos de peces pequeños y a latigazos, aturdirlos, para después alimentarse con ellos. El carácter, con respecto a nosotros, es tímido e inofensivo. Estos animales son los que le dan exclusividad a la isla. Los que le dan el atractivo turístico que le hace ser única en el mundo. Los zorros tienen su hábitat en aguas profundas. Y aquí, en Malapascua, hay una estación de limpieza, de estos tiburones. Te trata de una gran terraza, sumergida a unos 25 metros de profundidad y rodeada de fondos de mas de 200 metros. A esta terraza, suben los tiburones zorro, con las primeras horas del día, a buscar los lábridos. Estos son pececitos que viven en los corales de la plataforma, que les limpian los parásitos. No suben antes porque los lábridos, de noche, están inactivos, durmiendo. Y en cuando levanta el sol, y la luz tenue del alba deja paso a la luz del día, los tiburones desaparecen. Los zorros tienen unos ojos muy grandes, adaptados a vivir en profundidad, con poca luz. Y el sol, la luz fuerte, les molesta y se van. Por ello, para verlos, hay que levantarse a las 4, 30h. para estar en el centro de buceo a las 5. La salida del sol se ve navegando hacia el punto de inmersión, cosa que le da un plus de atractivo a la actividad. LLegando al punto de observación, en una foto que me hizo un compañero de Bilbao. Llegados al sitio bajamos a la plataforma y nos situamos en unos terracitas salientes, mas bajas que la terraza principal. A 30 metros de prof. aprox. Completamente tumbados sobre el fondo, mirando al azul profundo. Como asomados al borde de un acantilado. A los pocos minutos apareció el primero, cinco metros por encima nuestro. En la terraza principal. Y unos minutos mas tarde, apareció otro dando vueltas a nuestro alrededor. Y luego otros. En algún momento hubieron dos o tres. Pero tuvimos mucha suerte, tanto porque vimos muchos, como por que se acercaron bastante y además, por que los vimos durante mucho rato. No siempre es así. Las fotos son gentileza de Rubi, que este día se encargó de la cámara. Y ya como guinda, os dejo este vídeo, también obra de Rubi. Un artista. Este día le hicimos trabajar de lo lindo. www.flickr.com/ ...819799164/ Luego completamos esa inmersión con otra, en una zona de coral. Muy bonita. coral, by Rubi Pez hoja by Rubi Nudibranquio by Rubi Serpiente marina, by Rubi Amphiprion ocellaris. Pez payaso En los mares tropicales es frecuente encontrar al pez payaso, de los que hay muchas variedades. Pero este, el ocelaris, que pasa por ser el autentico payaso, es la primera vez que lo veía. Es precioso y poco frecuente. Este otro payaso, también precioso, es mucho mas abundante. Esta foto, tambien es de Rubi El siguiente día, nos fuimos Gato island. Es un peñasco, como a una hora de barca, que también tiene muchos atractivos. Tienen una fauna y una flora abundante y variada. Unos de los puntos fuertes de Gato es que tiene una gruta, de unos 30 metros de larga, poco profunda, como mucho 15 metros. Esta gruta, con linternas, no es nada claustrofóbica. De hecho nosotros tardamos mucho en recorrerla porque nos recreamos hasta el aburrimiento. A la salida es frecuente encontrarse tiburones puntas blancas. Nosotros los vimos un poco después, debajo de una piedra. Habían dos reposando y mas tarde vimos otro, también reposando, al que levantamos y se dio un montón de vueltas, delante de nosotros, dentro de su cueva particular. Nos alegraron el día. Aunque la foto no sea mía, son los mismos puntas blancas que vimos nosotros. Y en el mismo sitio. Esta foto la he tomado de la web del Exótic. Yo ese día, no llevé cámara de fotos. Llevé la Go Pro. Pero hoy ya tengo muy claro, que debajo del agua, da mucho mas juego la cámara de fotos, que el video. ![]() El cuarto dia de inmersión, con los del Exótic, hicimos una de las zonas de jardín de coral, por la mañana y por la tarde nos fuimos a ver los mandarines en una inmersión nocturna. Este es otro espectáculo de los que no se olvidan fácilmente. Los mandarines son unos pececillos fuertemente coloreados, yo diría que son del Barça, que viven ocultos en el coral, durante el dia. Pero a la puesta del sol salen para hacer una espectacular danza nupcial. Cuando se pone el sol y se hace de noche, vuelven a su refugio en el coral. O sea, que el espectáculo se limita al crepúsculo. Luego se continua la inmersión con abundancia de caballitos de mar, siempre en pareja y de diferente color. También se ve mucho marisco de buen tamaño. Es una nocturna muy entretenida. A muy poca profundidad, max. 10 metros, por lo que se puede alargar 70 minutos. Tengo que decir, que en cada una de las inmersiones con el Exótic, dispuse de un dive master para mi, que me acompañaba y me indicaba la presencia de puntos o animales de interés. Esto es un autentico lujo, que no creo que lo hagan con todo el mundo. Además, estos Dive Master locales del Exotic, o sea nativos filipinos, conocen al dedillo la zona de inmersión. Y no es lo mismo ir en un grupo numeroso, que tener un guia para ti solo. Gracias Rubi. El último día no buceé, porque ya habían llegado algunos de los que iban a compartir el crucero con nosotros. Y traían noticias. La primera es que el barco Ona se iba a retrasar un dia, porque habían encontrado mal tiempo. Otra era que íbamos a estar algún día en Malapascua, para hacer las inmersiones de la zona. Querían ver los zorros. Por ello, decidí no bucear mas con el resort, porque después lo podría volver a hacer desde el barco. Me quedaban dos inmersiones importantes: Una era en el barco hundido Doña Marilyn Otra era en la isla de Kalanggaman Confiaba en que se harían desde el barco. En la primera me quedé con las ganas. La segunda si que la hicimos y fué la mas bonita de las del barco. Entonces, además de holgazanear, me dediqué a hacer fotos. En Malapascua, desde que sale el sol a las 5h.15, es un placer hacer fotos. Una salida o una puesta de sol, se pueden convertir en todo un espectáculo. El día 10 me levanté a esta hora, para ver la salida del sol. A la puerta del resort me encontré un perro, que hubiera jurado que me estaba esperando. Me acompañó durante mas de hora y media, la mar de alegre. Si se encontraba con otros perros, de los muchos que hay en la isla, su intención era la de ir a jugar, pero si la respuesta era agresiva, se defendía. Y en el caso de que el contrario fuera mas grande, sin dudarlo, venia corriendo a mi lado, buscando protección. Increible el animal. En Malapascua hay una pequeña representación española formada, además de Rubi e Irati, de los que ya he hablado, por otros como Harry, un navarro que se mueve en el mundo del video submarino y otros que pasan una temporada sacando algún título como Kimetz, otro navarro que vivía con Harry. Pero que buena gente! Además hay una nada despreciable cantidad de españoles que visitan la isla en estancias cortas de 4 a 6 días. Esto hace que en esos días nos juntáramos un nutrido grupito de unos 20 o 30 españoles. Y una vez juntos, compartiendo ratos de cháchara y cerveza, surgió la idea de asar un lechón. Harry, activo donde los haya, se encargó de todo. De localizar el animal, de comprarlo, de buscar al que lo matara, guisara y donde comerlo. Harry es un artista. Por la noche me enteré, de que el perro que me había acompañado, era el perro de Harry. Yo no lo conocía, pero parece ser que el me conocía a mi... Como son los animales! Y hablando de animales... Si la victima no fue esta, fue un primo suyo. El mismo día del lechón, estábamos viendo fotos, por la mañana, con unos de Bilbao, cuando me dicen al ver una foto: - a estos los conozco. Refiriéndose a Luciano y Mari Carmen. - Han desayunado con nosotros esta mañana… - Imposible. Están en Siquijor - Seguro.. llevaban la misma ropa que en la foto.. Al cabo de un rato, nos volvimos a encontrar por cuarta vez con ellos. Habían recibido un correo mio, en el que les decía que estábamos muy a gusto en la isla y no se lo pensaron dos veces. ...A Malapascua. Total que esa noche nos juntamos, en principio 20, luego se añadieron mas, para cenar un lechón…de 35 kilos. 300pp por cabeza.. En Salamanca, mi tierra, esto es una barbaridad (por el tamaño), pero en Filipinas, es lo típico. Pasamos muy buenos ratos con toda esta gente. El día 11 de agosto tampoco buceamos. Hicimos el check out en el Exótic y nos pasamos el dia, con las maletas en la recepción, esperando la llegada del Ona. LLegó al anochecer. Al fondo el Ona con las luces encendidas. Por ello, pasamos el dia haciendo..nada. O sea, fotos. La puesta de sol fue mas que bonita. Extraordinaria. Ya lo he dicho anteriormente. No me importa repetirme.. Este sitio es muy bonito.!!! Etapas 4 a 6, total 7
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