Grand Holiday ✏️ Blogs of Mediterranean Sea

Nada más salir del barco vas de frente, esquivando taxistas que no dejan de insistir en que te llevan a Pompeya, a Capri o a donde sea, lo mejor es decirles que te quedas en Nápoles y que vas a ir andando, son bastante pesados.

Cruzas unas carreteras flipando por cómo se cruza la gente en esta ciudad, los semáforos no sé para que están porque no se respetan ni por los coches ni por los peatones, es increíble. Llegas a un kiosco y compras el billete para ir a Pompeya, aquí creemos que nos timaron porque pedimos ida y vuelta y fue bastante más caro que haber pedido solo la ida y después haber comprado la vuelta horas después, no nos habríamos enterado de esto si no hubiésemos hablado con un español en la parada del bus y hubiésemos comparado precios, en fin tener cuidado con esto y enteraros bien…

Después del bus tienes que coger un tren (con el mismo billete, aunque hayas comprado solo la ida ya que te dejan usarlo durante un determinado tiempo) que parece de la guerra y son unas 20 paradas.

Al llegar compras las entradas y entras en las ruinas, nosotros solo compramos la entrada, sin audio guía porque yo me había bajado el audio de internet y la llevábamos en el móvil, lo que no imaginábamos es lo lioso que iba a ser todo, no tenías ni idea de donde estabas salvo zonas como el foro, estaba todo fatal indicado y supongo que era aposta porque lo que si había era números en cada zona para que fueses escuchando su audio guía que no coincidía para nada con la mía. Aún así los que habían alquilado la audio guía tenían el mismo plano que yo y aquello es un laberinto, es complicado no perderse y acabar pasando por el mismo sitio, además del calor que hacía…



Nos costó mucho encontrar zonas como el lupanar o la casa del fauno, todas las calles eran iguales y había sólo una persona en todo el recinto para poder preguntar… Me esperaba que estuviese mejor indicado y poder situarte mejor y no perder tanto tiempo, por ese lado me decepciono un poco, después la parte del foro es muy bonita con el Vesubio de fondo, y es lo que más merece la pena ver; después también vimos el anfiteatro, la casa del fauno, el templo de Apolo, el lupanar y poco más.



Hacía demasiado calor para dar más vueltas por lo que salimos a comer fuera, en el primer lugar que pillamos en frente de la puerta de entrada, en un lugar llamado Porta Marina Fruit Juices (os pongo la foto que aunque parezca que no hay un restaurante detrás con sus mesitas y eso).


El caso es que nos apetecía probar la pizza de allí y por eso nos metimos… Los precios no eran excesivamente caros pero cómo no para que entrásemos a comer allí nos dijeron que no nos cobraban suplemento de servicio en mesa y cuando nos llegó la cuenta ahí estaba el suplemento… no nos apeteció quejarnos y lo pagamos pero vamos que a la mínima te la cuelan por cualquier lado. La pizza muy normalita y lo único diferente que le vimos fue un exceso de albahaca que no nos gustó demasiado, después en Nápoles vimos pizzas con mucha mejor pinta que serán las que tendrán fama.

---

Esta es la excursión que mejor se nos dio y que más nos cundió el tiempo, curiosamente ya que es la que más cosas tiene para ver probablemente.

Nada más bajar del barco (primero coges una lanzadera gratuita que te deja al lado de una fortaleza) caminamos hacia la estación y nos encontramos con el puerto más bonito de todos los que hemos visto hasta ahora: “Civitavecchia” en el que nos encontramos con una escultura que nos encantó.


El beso de Times Square. Nada en ese día consiguió sorprenderme tanto. Después de mil fotos con la escultura de fondo seguimos caminando hacia la estación, compramos el billete BIRG (12€ persona y puedes coger todos los transportes durante todo el día).

Nosotros nos bajamos en San Pietro y comenzamos el recorrido desde allí. Lo primero que vimos fue el Vaticano y la plaza San Pedro, mi hermana y mi madre querían entrar a la basílica pero había muchísima cola.

Por lo que proseguimos nuestro camino hacía el Castillo de San Angelo.


Después Piazza Navona, Panteon, Fontana di Trevi, Plaza de España, Vittorio Emanuele II, Plaza de Popolo.




Por último cogimos el metro hasta Coliseo.


Después volvimos al metro hasta Termini y tren de vuelta.

Nos sobro hasta tiempo para comer en Civitavecchia en un Subway que habíamos visto a la que íbamos y que a pesar de tener muchas franquicias en España no habíamos probado nunca… Comimos bien y tuvimos un rato wifi gratuito, no pudimos pedir más…

---

Y llegó la odisea de Livorno... nada más bajar del barco nos dicen que hay una huelga de transportes en toda la zona y que los transportes funcionarán todo el día con los servicios mínimos.

Casualmente están esperándonos un montón de gente con coches de alquiler, con furgonetas de alquiler con conductor, autobuses tanto de Iberocruceros como de Tuitalia y demás...

Y por último la opción que cogimos y que no cogió casi nadie ya que te quitaban las ganas diciéndote que si no estaban asegurados los trenes de vuelta que si tal… fue coger la lanzadera de pago (5€ ida y vuelta) y en el centro de Livorno coger el bus hasta la estación de tren de Livorno.

Cómo nos dijeron que no estaban asegurados los trenes quisimos preguntar un poco por Livorno antes de coger el bus cómo estaba el tema de los transportes.

Primero nos metimos en un bar, nadie entendía la palabra huelga. Nos mandaron a un sitio donde vendían los billetes de autobús y dimos con el más rancio de todo el viaje que paso literalmente de nosotros.

Proseguimos en nuestra búsqueda y dimos con la oficina de turismo, en la que nos confirmaron la huelga y nos intentaron vender unos billetes de autobús con precio muy desorbitado que lo ponían ellos todos los días pero hoy casualmente tenían más demanda, (yo no vi a nadie) le dijimos que hasta luego y nos resignamos a dar una vuelta por Livorno (bastante feo por cierto).

De casualidad mi madre vio una falda que le gustó en una tienda y entramos a preguntar. Una de las dependientas hablaba español y la contamos nuestro problema, nos dijo que ella no había escuchado nada de que hubiese huelga y que aunque la hubiese los trenes solían funcionar con relativa frecuencia porque ella estudiaba en Florencia y le había pillado más de una, por lo que nos animaba a visitar aunque fuese Pisa que estaba más cerca.

Le comentamos el precio que nos dio el de la oficina de turismo por el autobús y dijo que no podía ser que fuese tan caro… que nos estaba tangando vaya.

Bueno pues gracias a esa chica nos animamos y cogimos el bus 1 y el tren hasta Pisa, curiosamente yo llevaba apuntado los horarios de los trenes sacados de la web días antes y coincidían con los que había en la pantalla, ¿dónde estaba la huelga?

Llegamos a Pisa y decidimos ir a la Piazza Manacoli andando que tampoco estaba tan lejos y así veíamos la ciudad (que realmente tiene poco que ver salvo la maravillosa plaza), si vais a ir a Pisa y Florencia mejor que cojáis el autobús Lam Rossa para no perder tiempo.

Andando no tiene pérdida es todo recto pasas un puente, sigues recto y por fin la encuentras, verla de repente impresiona, es muy bonita con el Duomo, el Baptisterio y la famosa torre. Todo tan blanco y rodeado de césped, nos encantó.




Después de mil fotos y videos volvimos a la estación y cogimos el tren sin ningún retraso…

Por lo que nos enteramos después esto de la huelga es una argucia para que la gente con tal de no perder la oportunidad de visitar las ciudades paguen un precio desorbitado por un coche de alquiler, una furgoneta con conductor o un autobús que extrañamente tiene un precio elevadísimo por haber “huelga”.

Por lo visto lo hacen a veces así que mucho cuidado con esto porque mucha gente se volvió al barco o pago lo que le dijeron con tal de no perderse la excursión…

---