SPLENDIDA MSC CRUCERO DE INVIERNO ✏️ Blogs de Mediterráneo

Ya llegó el día... Por fín las soñadas vacaciones...
Mi pareja, Yerko y yo, Carmen, somos de esos "viajeros" que, cuando el tiempo y el dinero nos lo permiten, aprovechamos alguno de esos "chollos" que de vez en cuando se encuentran con un poco de paciencia, y este ha sido uno de ellos.
Gracias a este foro llevamos información muy útil para nuestro viaje y por eso queremos corresponder en la medida que podamos, aportando algún dato nuevo que a los proximos viajeros les sea de utilidad. Ya hay mucha información en el foro sobre packs de bebidas, organización del barco, etc... Por eso trataremos de no ser repetitivos y esperamos que nuestra experiencia os pueda ayudar.
Quiza pueda ser útil resaltar los datos más prácticos en color rojo, así lo haremos.
Llegamos a Barcelona después de un largo viaje desde Valladolid y por recomendación de nuestra Agencia de Viajes nos dirigimos al Parking "Las 3 chimeneas", Av. Paralelo a la altura aproximada del nº 100 (teatro "Molino Rojo"), si miras para arriba verás las chimeneas, son de una antigua fábrica, la entrada se encuentra en la calle paralela que se llama Vilá- Vilá. Tiene un concierto con MSC y enseñando el billete sale aproximadamente 7 euros/ dia.
Hay una parada de taxi en la puerta y el viaje al puerto cuesta aprox. 13 euros, 9 eur la carrera, 1 eur por maleta y el acceso al puerto 2,50. Desde el monumento a Colón se ve el barco que está amarrado en el " muelle adosado", paralelo a la av. costanera. Se puede acceder a la terminal de MSC a pie cruzando el puente, aproximadamente 10 minutos andando.
El taxi te deja frente a la puerta de entrada donde se encuentra un stand de la compañía que recoge tus maletas para posteriormente dejártelas en la puerta de tu camarote.
El tramite siguiente es similar a un aeropuerto, mostrador, documentación, te hacen una foto y te entregan una tarjeta personalizada que sirve para todo, para entrar y salir del barco, cualquier gasto que realices en sus instalaciones y donde tambien figura el punto de encuentro para emergencias, el número de mesa, el turno y el nombre del comedor.
Y ya estás casi dentro, después de hacerte la foto de rigor amarrados al timón (15 euros si te animas a comprarla) trás un breve paseo, apareces en la recepción del barco, donde un camarero te acompaña muy amablemente al camarote.
Nos dirigimos al bufet "Bora Bora", piso 14, el cual siempre se encuentra abierto y tienes agua, zumos, hielo, infusiones y cafe gratis. La calidad es bastante aceptable. Comimos y el resto de la tarde lo dedicamos a conocer el barco, con un inciso para el simulacro en el enorme teatro.
Las instalaciones son fabulosas, las fotos y videos no le hacen justicia, no dan idea de las dimensiones, la verdad es que la experiencia de estar ahí es especial, las fabulosas escaleras de swarosvski no lucen tanto en las fotos, y aunque la decoración de los espacios es muy ostentosa, parece que en un barco es lo que procede.
Por la noche cenamos en el restaurante. La atención muy esmerada. El menú es variado y las raciones es verdad que son justas, pero puedes pedir los platos que quieras, con lo que no hay riesgo de quedarte con hambre. La calidad de la cocina es simplemente adecuada.

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Después de un segundo chute de Biodramina (no he sentido mareo pero sí una ligera sensación de inestabilidad y no pienso arriesgarme!!) hoy es el día ideal para explorar todos los espacios que el Spléndida te ofrece, que son muchos y muy variados. El buque es inmenso y te ofrece multitud de lugares donde sentarte a tomar algo, con diferentes ambientes. En el diario de abordo te informan de los bares que van a tener música en directo. En el Hall central, decorado con motivos navideños, hay un magnífico piano de cola que con frecuencia está sonando en diferentes y variadas actuaciones musicales.
Hay actividades organizadas para todos los gustos, para niños y mayores pero como hacía muy buena temperatura y el día era soleado optamos por disfrutar del anchísimo mar y de una buena lectura tumbados en una hamaca en cubierta.
Por la tarde asistimos a uno de los espectáculos que a diario te ofrecen, generalmente musicales, ballet, contorsionismo, magia, etc... no están del todo mal. Les daremos una nota de... "6", es difícil contentar a gente variopinta, de muchas nacionalidades distintas y con muy diferentes edades. Creo que viéndolo así, demasiado bien lo hacen.
Un día muy agradable para disfrutar del barco, el resto de los días no vamos a tener tanto tiempo, así que... hemos aprovechado a tope.
Mañana toca Tunez, no hemos contactado con nadie para hacer la excursión, mañana veremos.

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Desembarcamos en La Goulette, el control policial es muy "light", simplemente te ponen un sello en las tarjetas que te dejan el día anterior en el camarote junto al diario de abordo.
Llevábamos la intención de coger un taxi oficial después de leer las experiencias del foro, pero estábamos lamentando no haber contactado con nadie para compartir y abaratar la excursión cuando frente al mostrador aparece una pareja que por la cara, estaban en nuestra misma tesitura. Ah!!! Genial!!! Pep y Carme, una pareja de estupendos catalanes con los que tuvimos la gran suerte de compartir el resto de excursiones. Ibamos con las mismas inquietudes y el mismo estilo de viaje, así que congeniamos a las mil maravillas.
El mostrador para contratar los taxis está junto al control policial y el precio para visitar la Medina, Cartago y Sidi Bou Said es de 60 euros (5 horas) que se pagan cuando finaliza la carrera. Nuestro chofer nos ofreció dar una vuelta adicional por el nuevo Tunez por 5 euros, lo que aceptamos con acierto, pues se estableció una buena conexión, él se sacó su extra y nosotros tan contentos porque nos paseó por rincones que de otra forma no hubiésemos visitado.
La medina hay que visitarla aunque no es gran cosa y hay que tener mucho cuidado con las ofertas de guías espontáneos que cuando te quieres dar cuenta te están llevando a los sitios donde les dan comisión contándote mil y una historias para no dormir. A nosotros, a pesar de ir con la "escopeta cargada", casi nos la da con queso uno que nos contaba que nos había visto en la recepción del barco, que trabajaba en la sala de máquinas, que su padre fabricaba perfumes, que... en fin... hay que andar con mil ojos.
No teníamos intención de entrar a ver las ruinas de Cartago dado el poco tiempo con el que contábamos, pero el chofer nos llevó a varios rincones desde donde se podía acceder a las ruinas para hacernos una idea y tirar alguna foto.
Hay puestos ambulantes en todos los sitios, donde te ofrecen toda suerte de objetos. Esa ley que llevamos "los guiris" en la cabeza de ofrecer la mitad del precio que te piden es una soberana tontería. Ellos saben de esa premisa y entonces te piden cuatro veces más o las que haga falta. Por poner un ejemplo, nuestro amigo Pep, interesado en un caballo de bronce, símbolo de cartago, por el que en un principio le pidieron 150 eur, después de mucho pelear y con tal de no llevarnos al vendedor colgado de la puerta del taxi, terminó llevándose el caballo por 15 euros. En definitiva, pagues lo que pagues por tu compra, siempre tendrás la sensación de que te han timado, y de seguro que lo han hecho.
Sidi Bou Said Es un pueblo encantador con las casas blancas y la forja y madera de las puertas pintada en azulón, calles empinadas, bonitos rincones y bastante cuidado para lo que son los países árabes. Nuestro chofer ejerció de guía y mostrándonos muchas callejuelas interesantes nos guió hasta un café llamado "Des Délices", en lo alto del pueblo, con la arquitectura típica y distribuído en terrazas con unas vistas espectaculares de la bahía. Tomamos un té de menta y piñones, que estaba buenísimo por el que nos calcaron 3,50 eur cada uno, pero la verdad es que el sitio lo merecía.
Vuelta al barco con la sensación de haber aprovechado bien el día y con satisfacción por haber conocido a Pep y Carme.
Yerko a disfrutar del jacuzzi, yo a ver partir el barco, después ambos al espectáculo y a cenar!! Nuestra compañera de mesa nos contó lo que le había costado esa misma excursión con el barco y casi nos da algo.
Nos fuimos felices a descansar.

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