Son las 6:40 y ya estamos atracando en La Spezia
Ayer estuve mirando horarios de trenes y barcos, a partir del 4 de noviembre ya no hay servicio regular de barcos, sólo uno turístico que te lleva a 3 pueblos con unos horarios marcados, al menos esa es la información en la página del Parque de Cinque Terre, después vimos el barco atracar y desatracar en Vernazza y en Monterosso, así que mejor preguntar en la caseta de información del barco en La Spezia (www.navigazionegolfodeipoeti.it/ ...nque-terre) (www.cinqueterre.eu.com/ ...s-en-barco) En cuanto a trenes, tampoco hay los trenes de Cinque Terre desde La Spezia, sólo quedan los regionales con parada en los pueblos, muchos menos horarios y eso casi nos da un disgusto (www.cinqueterre.eu.com/ ...rario-tren) Tampoco se necesita pagar por caminar por los senderos, pero la Vía del Amore, recién abierta, estaba en mantenimiento, así que tampoco se podía hacer (www.cinqueterre.eu.com/ ...dell-amore) Es lo malo de las temporadas bajas
Hoy me levanto con mucho ánimo y ya decido que vamos ir en tren hasta Monterosso y después caminar hasta Vernazza, si me encuentro bien después de pasear por Monterosso En La Spezia también hay bus gratuito del puerto, que nos lleva hasta la terminal marítima, con todo tipo de puestos de excursiones e información turística, el último bus para el barco será a las 16:00 h.
A las 8:20 ya vamos camino de la estación
Vamos muy despacio, admirando edificios, mirando escaparates, sin ninguna prisa, podríamos haber cogido el tren de las 9:17, pero llegamos tarde, hoy esa va a ser la tónica aún teníamos que coger el billete y no nos dio tiempo, así que nos toca esperar 1 h hasta el siguiente, a las 10:15 Paseamos un rato por la zona e hicimos tiempo sentados en un banco.
El tren llegó en hora y a las 10:40 estamos en Monterosso, decidimos ir hacia la derecha, a la playa del Gigante, que nos gustó mucho la última vez que estuvimos allí
Se encuentra al final de la playa de Fegina. Se trata de una escultura de 1910 en cemento armado y hierro, mide 14 m y es obra de Arrigo Minerbi de Ferrara y del ingeniero Levacher, construido por encargo de Giovanni y Juanita Pastine, dos "monterossini" que regresaron de Argentina tras haber hecho fortuna. El Gigante representa la estatua de Neptuno y decoraba la espléndida Villa Pastine con una gran terraza con forma de concha, fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial y en 1966 una fuerte marejada debilitó la estructura. Hoy en día la estatua no tiene brazos, ni el tridente y le falta una pierna, además de la gran terraza con forma de concha.
Volvimos sobre nuestros pasos y fuimos paseando por el paseo marítimo hasta llegar al cruce que te lleva al pueblo por el túnel, a la izquierda o de frente, hasta la Torre Aurora, situada entre la colina de San Cristoforo y el mar y entre el pueblo viejo y Fegina. Es una de las tres torres de guardia que existían en la Edad Media, junto con el campanario de la iglesia de San Juan Bautista y la torre junto a la estatua del Gigante. El edificio se erigió en el siglo XVI para defender la aldea de las incursiones de los piratas. Hoy es una casa privada con restaurante.
Subimos las escaleras hasta la estatua de San francisco de Asis, las vistas son muy bonitas
Y seguimos subiendo hasta el Convento de los Padres Capuchinos, se encuentran en la colina de San Cristoforo, que divide la parte antigua de Monterosso de la nueva de Fegina. Su construcción empezó en 1619 y sufrió períodos difíciles, como la caza de los frailes con Napoleón en 1810. El edificio fue transformado en un hospital y luego en almacén, hasta que en 1894 Don Giuseppe Policardi, clérigo de Monterosso, compró la estructura, la restauró y la donó a la Frailes Capuchinos. La iglesia dedicada a San Francisco tiene un pasillo rodeado de altares de madera. Dentro nos encontramos con la pintura de la Crucifixión, atribuido a Van Dick.
Subimos por las escaleras que hay en el atrio de la Iglesia y vemos las ruinas del antiguo castillo y más arriba un bonito cementerio, donde estuvimos bastante tiempo paseando
Volvemos sobre nuestros pasos y ya bajamos a la izquierda al pueblo viejo de Monterosso.
Hasta llegar a la Iglesia de San Juan Bautista, edificada entre los siglos XIII y XIV y reestructurada en época barroca. La fachada de 1307 es bicolor, blanco y serpentino oscuro, tiene un amplio rosetón de mármol blanco, bajo el cual se encuentra el portal principal con una luneta que muestra un fresco del Bautismo de Cristo del siglo XVIII. Su interior es de planta basilical y con una división de tres naves en estilo gótico genovés. El campanario, que fue en origen una torre de guardia que formaba parte de las fortificaciones construidas por la República de Génova en el siglo XIII, se encuentra en el lateral de la zona del ábside y englobado en una construcción porticada de época posterior. La torre fue hecha de nuevo en el siglo XV y reconstruida parcialmente en el siglo XVIII, después de un terremoto que la dañó.
Al lado se encuentra el Oratorio Mortis et Orationis-Confraternita dei Neri, de estilo barroco, conserva una estatua de San Antón Abad, procedentes del desaparecido convento de San Antón, originalmente ubicado en Punta Mesco. Se remonta al siglo XVI, cuando durante la Contrarreforma, se desarrollaron muchas asociaciones religiosas, las "Confraternite".
Callejeamos un poco hasta llegar al paseo marítimo y seguimos hacia la izquierda, donde ya encontraremos el inicio del camino a Vernazza
A partir de aquí queda disfrutar de un precioso sendero, con unas vistas muy bonitas, pero bastante duro, con unas pendientes pronunciadas y que nos obligan a parar muy a menudo a tomar resuello En estos momentos deberíamos haber visto la hora, 12:45, el tren que teníamos que coger era el de las 14:30, por lo que deberíamos estar en Vernazza sobre las 14:15 para coger el billete con tiempo, pero…. Cuando se disfruta, se pierde la noción del tiempo y, entre paradas de descanso y fotos, nos llevó mucho más tiempo del que pensábamos y lo peor es que ni cuenta nos dimos
Pero ahora toca disfrutar del sendero
A las 14:10 iniciamos la bajada a Vernazza
Cuando estamos llegando a la estación me doy cuenta de la hora al ver partir el tren, son las 14:32 Subimos a la estación para sacar el billete que nos lleve de vuelta a La Spezia, con la vana esperanza de que haya otro tren antes de las 15:30 pero no hay ningún milagro, es el primer tren que hay y llegaremos a La Spezia a las 15:48 A las 16:00 horas sale el último bus para el barco desde la terminal marítima, la única solución es encontrar un taxi al salir de la estación y que no se entretenga mucho en llegar Mi marido está de los nervios y yo creo que lo conseguiremos, claro que sí, nada puede salir mal en este día
Damos un paseíto y comemos algo rápido, un cucurucho de fritura de calamar, que nos mata el gusanillo
La estación estaba a rebosar de gente y cuando llegó el tren nos metimos como pudimos, fuimos sentados, pero cada uno en un lado Al llegar a La Spezia salimos rápido, lo más rápido que yo puedo, claro y delante de la estación hay unos cuantos taxis, cogemos el primero y le explicamos, como podemos, que tenemos que llegar a la terminal marítima antes de las cuatro, que no podemos perder el bus al barco El señor se puso a hablar por teléfono y preguntó si el bus salía a las 4, le dice a alguien que espere que lleva a dos personas Después nos explica que tiene una amiga que hoy está de vigilante de seguridad en la terminal y que no nos preocupemos que el bus no saldrá hasta que lleguemos Llegamos bien a la terminal, aún faltan 4 min para las 4, le pagamos con tarjeta, le damos mil gracias y él saluda a la chica que está en la puerta y ésta le responde de manera cariñosa, nos sonríe al pasar y que estemos tranquilos, qué gente más maja nos encontramos Al subir al bus faltan 2 min para las 4 y detrás aún sube más gente Así termina la aventura de este día, un maravilloso día en Cinque Terre
Mañana llegamos a Marsella, nuestra última escala, ya han pasado 9 días como un suspiro