Paseos y Rutas por Madrid ✏️ Blogs de España

Madrid es una ciudad que ofrece demasiadas cosas que ver y hacer para poder realizarlo todo en solo dos días, pero podemos organizar un recorrido que nos acerque a lo imprescindible y llevarnos una idea generalizada de esta ciudad.

Día de llegada

En este primer día tendremos un rato libre que aprovecharemos para visitar la

Gran Vía

La calle mas castiza de Madrid y, sin embargo una de las más recientes pues su trazado y construcción es de primeros del siglo XX. Toda la calle es una sucesión de edificios singulares, algunos modernistas, otros art decó. Los bajos de todos ellos están ocupados por comercios de todo tipo entre los que abundan las cafeterías y restaurantes. En su día estuvo repleto de cines pero la crisis ha hecho que muchos se hayan reconvertido, unos han desaparecido, otros se han convertido en tiendas de moda y otros ofrezcen espectáculos musicales de gran éxito.



La noche madrileña

Y después nos dirigiremos a cualquiera de las zonas de marcha para vivir la noche madrileña, uno de los mayores alicientes de esta ciudad. Son varias las zonas de marcha nocturna pero, aprovechando que es estamos en la Gran Vía podemos visitar la zona de Chueca, una de las mas famosas de Madrid. Para ellos tomamos la calle Hortaleza que se encuentra situada junto al metro de Gran Vía y en el cruce con la calle Augusto Figueroa está el metro de Chueca. Os pongo un mapa de la zona.


Día 1 Mañana:

Empezamos nuestro recorrido en la Plaza de España a donde podemos llegar en metro, estación Plaza de España.

En este link podéis encontrar información más detallada sobre esta zona

www.losviajeros.com/ ...hp?e=23344

Plaza de España,

Conocida plaza madrileña en la que podemos contemplar una de las imágenes más típicas de Madrid, con el monumento a Cervantes y el Edificio España como fondo. Dos edificios modernistas flanquean la plaza: junto a la calle Bailén, el antiguo edificio de la Real Compañía de Minas Asturiana de ladrillo rojo y la Casa Gallardo ya en la esquina con Ferraz y uno de los edificios modernistas mas bellos de Madrid.


Cruzando la calle Ferraz llegamos al

Parque de la Montaña y el Templo de Debod

En este lugar se produjeron los famosos fusilamientos del 2 de mayo de 1808 que con tanta maestría plasmó Goya en sus cuadros. Actualmente se levanta aquí un parque en el que se ha instalado el Templo de Debod, templo egipcio donado a España por Egipto en agradecimiento a la ayuda prestada para la construcción de la Presa de Asuán.


Si hemos madrugado y disponemos de tiempo, podemos acercarnos a la cercana calle de Ventura Rodríguez que está justo enfrente del parque y visitar el

Museo Cerralbo,

uno de los tesoros desconocidos de Madrid. Palacete del siglo XIX que perteneció al Marqués de Cerralbo, arqueólogo y gran coleccionista, que conserva intacta la lujosa decoración de la época y guarda en su interior una gran variedad de obras de arte, pintura, escultura, artes decorativas, etc.

Más información en este link www.losviajeros.com/ ...hp?e=23151

Volvemos a la Plaza de España y allí tomamos la calle Bailén para llegar hasta el

Palacio Real

Este palacio se levanta sobre el solar que en su día ocupó el antiguo alcázar de origen árabe y medieval y que fue destruido por un incendio. El edificio actual lo mandó edificar el rey Felipe IV en el siglo XVIII, y se debe a la mano del arquitecto real Sabatini. La visita del interior es muy interesante y la recomiendo pues guarda todo su mobiliario original, cuadros de grandes pintores, sedas en las paredes, una de las mejores colecciones de relojes antiguos del mundo, carrozas, armaduras, porcelana, etc.


Jardines de Sabatini

Se encuentran situados junto al Palacio Real y conservan el diseño original. Fueron proyectados por el arquitecto real Sabatini, siguiendo la moda barroca francesa que importaron los Borbones.

Catedral de la Almudena

Desgraciadamente Madrid no puede ofrecer una catedral a la altura de la capital de España. Pero hay que conformarse con lo que hay que es este edificio anodino de estilo ecléctico. Tiene un museo en donde se expone el Tesoro y un recorrido con información sobre La Virgen de la Almudena y San Isidro Labrado, patronos de Madrid.


Restos de la Muralla

Junto a la catedral, en la propia calle Bailén se encuentra uno de los pocos restos de la antigua muralla árabe y pueden verse en el llamado Parque del Emir Mohamed, en un lateral de la catedral.


Plaza de Oriente.

Esta bonita plaza recibe este nombre por estar situada al oriente del Palacio. Aquí podemos admirar la estatua en bronce de Felipe IV que desafía las leyes de la gravedad y cuyo boceto debemos a Velázquez, la ejecución a Montañés y la solución que permite burlar la gravedad a Galileo Galilei.


En esta plaza hay una placa que nos muestra el lugar en donde estuvo el taller de Velázquez.


En el subsuelo, dentro del parking se conservan más restos de la muralla.

Monasterio de la Encarnación

Típico ejemplo del barroco madrileño ofrece todas las características de este estilo: empleo del granito para su construcción, escudos de los reyes en la fachada (escudo real porque fueron ellos los que financiaron la obra), cubierta de pizarra y chapiteles.

Fue mandado levantar por la reina en los terrenos cercanos al alcázar para poder pasear hasta el templo y hacer lo que aquí llamamos “lucir el palmito” (vestirse con las mejores galas y peinarse y pintarse para presumir y que todo el mundo vea lo guapas que eres).


Teatro de la Ópera

Se encuentra situado en la Plaza de Oriente, enfrentado al Palacio Real. Edificio del siglo XIX construido durante el reinado de Isabel II. Se levantó sobre el solar en donde estuvo el antiguo Teatro de los Caños del Peral y del que se conservan algunos restos que se exponen en la estación de metro de Ópera.


En uno de los laterales de la plaza se encuentra el edificio de la Academia de Medicina, que merece una ojeada


Y ya que estamos aquí subimos por la calle Arenal y en la calle Costanilla de los Ángeles encontramos la Taberna de los Angeles, comida asturiana de calidad a base de tapas. Lo que ya no os aseguro es si habrá sitio.

Día 1. Tarde:

Volvemos a la calle del Arenal con sus edificios señoriales entre ellos el Palacio de Gaviria, Edificio del siglo XIX y que en la actualidad alberga diferentes comercios y una discoteca.


Iglesia de San Ginés,

Fundada originalmente en el siglo XII pero este edificio se derrumbó en 1641 por lo que hubo que levantarlo de nuevo y su construcción se demoró mas de 30 años. Posteriormente sufrió varios incendios por lo que gran parte de su interior es posterior, del siglo SVIII. En el interior, en la Capilla Bautismal se encuentra una Anunciación, lienzo de Luca Giordiano y varias capillas interesantes con varias obras de arte, algunas cedidas por el Museo del Prado.

Un poco mas arriba, junto al Pasaje de San Ginés esta la librería San Ginés con su hermosa tienda de madera


Y en este mismo pasadizo la chocolatería mas famosa de Madrid, "Chocolatería San Ginés" abierta al público desde 1894.

Subimos calle Arenal arriba hasta llegar a la

la Puerta del Sol,

visita imprescindible en estos madriles nuestros. Esta famosa plaza es el centro de la ciudad. Aquí hago un inciso para recordaros que Madrid es la ciudad de todo el mundo que conserva un mayor número de comercios centenarios, comercios que siguen abiertos al público y que podemos ver a lo largo de todo nuestro recorrido. En esta plaza podemos ver la "Casa de Diego" , especializada en paraguas, bastones y abanicos abierta en 1858 y en donde podemos aprovechar para comprar algún recuerdo de calidad.


Aquí se encuentra la sede del Gobierno Autónomo de Madrid,


en el edificio que encuentra el famosísimo reloj que marca el fin del Viejo Año y el nacimiento del Nuevo y permite a los españoles tomar “las uvas” tradición navideña muy arraigada.


Desde la Puerta del Sol tomamos la

calle Mayor en donde se encuentran varios edificios modernistas de gran belleza. En el nº 4 podemos entrar dentro y ver el interior, es un edificio comercial y nadie te va a impedir el paso, merece la pena.


Un poco mas adelante, en la acera de la izquierda se encuentra una farmacia que conserva intacta la decoración antigua y merece la pena echarle una ojeada: "Antigua Farmacia de la Reina Madre". Con cuidado, les molesta que se curiosee. Y en la acera de enfrente la pastelería El Riojano, desde 1855, lugar ideal para retomar fuerzas.

Desde aquí iniciaremos un recorrido por la parte mas antigua de Madrid, la zona conocida como el Madrid de los Austrias y el Madrid medieval


Plaza de la Villa

nos encontramos en un espacio rectangular con la Casa de la Villa a nuestra derecha, del siglo XVII y hasta hace muy poco tiempo sede del Ayuntamiento de Madrid.
Este edificio es un claro ejemplo del barroco madrileño y se construyó por orden de Felipe IV y tuvo un doble uso: Cárcel de Villa y Ayuntamiento de Madrid, así un solo edificio daba cobijo a diferentes ciudadanos, puede que algunos un poco mas honrados que los otros.


a nuestra izquierda la Casa y Torre de los Lujanes, posiblemente el edificio más antiguo de Madrid, del siglo XIV y de estilo gótico-mudéjar en el que cuenta la tradición que estuvo prisionero Francisco I, rey de Francia.


al frente la Casa de Cisneros llamada así por pertenecer a la familia del famoso cardenal. Data de 1537 y su fachada principal se encuentra en la calle del Sacramento. Originalmente este palacio no tenía fachada a esta plaza y a principios del XX se abrieron los actuales huecos, siguiendo un criterio historicista. Este edificio está unido a la Casa de la Villa por medio de un pasadizo también de principios del XX.

y en el centro de la plaza la estatua del Almirante D. Álvaro de Bazán. Esta escultura es moderna, del siglo XIX, obra del genial Benlliure y glosa la figura del famoso marino cuya pericia puesta al servicio de D. Juan de Austria fue una de las causas de la victoria en la famosa Batalla de Lepanto. Lástima que nuestro insigne consistorio haya tenido a bien trocar los procelosos mares en que tanto se distinguió por un prosaico mar de coles que le sirve en la actualidad de horizonte.

Volvemos a la calle Mayor y pegado al edificio de la Carcel de Villa se encuentra el Palacio de los marqueses de Camarasa


San Nicolás de los Servitas

y en la acera de enfrente encontramos la Calle de San Nicolás en donde se encuentra una de las iglesias mas antiguas de Madrid, San Nicolás de los Servitas,
con una torre mudéjar del siglo XIV


y volvemos a la calle Mayor fijándonos en sus comercios pues esta calle está llena de comercios centenarios, desde farmacias hasta corcherias, pasando por pastelerías y tiendas de ropa para militares, para ver

el Palacio de Uceda, actual sede de Capitanía General, ejemplo típico del barroco madrileño del siglo XVII y un poco mas abajo la Iglesia del Sacramento del mismo siglo y también barroca.



Esta iglesia nos adentra en la Calle Sacramento en donde encontramos el Palacio O’Reilly, sede de la Agencia Tributaria del Ayuntamiento de Madrid, haciendo esquina con este palacio se encuentra la Calle del Rollo y siguiendo esta calle llegamos a la Plaza de la Cruz Verde, en donde antiguamente se celebraban Autos de Fe de la Inquisición motivo por el que hubo una cruz pintada de verde y que da nombre a la plaza, después pasamos a la Plaza del Alamillo y de aquí a la Calle de Caños Viejos que recibe ese nombre porque aquí se instalaron unos caños del siglo XII que antes estuvieron situados cerca de Puerta Cerrada (en España llamamos “caños” a las fuentes de agua potable).

Seguimos nuestro recorrido por la Cuesta de Bailén y llegamos a la Calle Angosta de los Mancebos cuyo nombre nos recuerda un episodio del siglo XIV cuando unos mancebos arrojaron una teja al paso del rey causándole la muerte motivo por el que estuvieron presos en esta misma calle y después fueron ajusticiados, desde aquí seguimos por la Calle Rodondilla y luego por la Plaza de la Paja, plaza que antiguamente estaba situada extramuros de la muralla y, como recuerda su nombre, en donde se comerciaba con la paja.


Proseguimos por la Costanilla de San Andrés hasta la Plaza de los Carros, cuyo nombre nos lleva hasta la Edad Media y nos recuerda que a esta plaza llegaban los labradores de los alrededores con sus carros cargados de verduras y hortalizas y que también alquilaban para hacer todo tipo de transporte.

Llegamos a la Plaza de San Andrés en donde estuvo situada la iglesia del mismo nombre y que ardió durante la guerra civil. De esta iglesia se conservan solo la llamada Capilla del Obispo de estilo gótico y la Capilla de San Isidro que se levanta sobre el lugar en donde estuvo enterrado el santo patrón de Madrid. Al lado se encuentra el Museo de los Orígenes en donde podemos conocer la historia de Madrid desde la prehistoria hasta los austrias y en donde se conserva el pozo en donde el Santo realizó uno de sus milagros más conocidos: como su hijo (un bebé) había caído al pozo y era imposible rescatarlo, San Isidro y su esposa Santa María de la Cabeza rezaron con devoción y las aguas del pozo empezaron a subir hasta traer al niño a la boca del pozo, milagrosamente ileso. Su visita es gratuita y podremos ver restos paleontológicos, arqueológicos y una maqueta del Madrid antiguo con las diferentes murallas y cercas que tuvo la ciudad. Nos llevará menos de 30 minutos.


Costanilla de San Pedro, en donde se encuentra otra de las pocas iglesias medievales de Madrid, la de San Pedro el Viejo que conserva la torre mudéjar aunque el resto del edificio es barroco.


Desde aquí seguimos por la Calle del Cordón y después la Calle de Puñonrostro cuyo original nombre se debe a que aquí estuvo en el siglo XIV el palacio del conde el mismo nombre para llegar a la Plaza del Conde de Miranda en donde se encuentra el Convento del Corpus Christi y su iglesia. Ambas son del siglo XVII y han sufrido pocas reformas posteriores.

Proseguimos nuestro recorrido por la Calle del Conde de Miranda en donde se encuentra el Mercado de San Miguel. Este mercado es uno de los más antiguos de Madrid pues sobre este solar se celebraba en tiempos un mercado al aire libre pero en los primeros años del siglo XX se cubrió con este magnífico edificio, magnífico ejemplo de la arquitectura de hierro y cristal y que se ha convertido en la actualidad en un centro para “gourmet” en donde pueden adquirirse productos de alta calidad a la vez que pueden degustarse en los muchos establecimientos de tapas que allí se encuentran.


Rodeando el mercado llegamos a la Cava de San Miguel en donde podemos admirar dos edificios modernistas muy bien conservados y, en la acera de enfrente, varias casas del siglo XVII y el restaurante mas antiguo del mundo: Botín, abierto ininterrumpidamente desde el siglo XVIII y que figura en el Libro Guinnes. Se puede entrar y fisgar un poco siempre que no se moleste a los clientes.


En esta calle también se sitúa el Arco de Cuchilleros que da acceso a la Plaza Mayor y en donde se encuentra el restaurante Las Cuevas de Luis Candelas que hace referencia a un famoso bandolero del XVIII de quién dice la tradición que se escondía en las cuevas que hay en los sótanos de este restaurante.

Plaza Mayor

En el solar donde se levanta esta plaza había antiguamente otra plaza llamada del Arrabal por estar extramuros y en donde floreció un mercado de todo tipo de productos pues existía un impuesto real para cualquier producto que entrase en la ciudad y, naturalmente, el ciudadano de a pié enseguida encontró el modo de no pagarlo: vender sus mercancías fuera de los muros y así se ahorraban el impuesto. Pero a pillo, pillo y medio y así nuestro rey D. Felipe el Segundo mandó derribar la cerca que daba al Arrabal y de esta forma la plaza pasó a formar parte de la ciudad y ya no hubo modo de evadir el impuesto. Desgraciadamente junto con la cerca se echó abajo la puerta de Guadalajara, una de las más hermosas de la antigua muralla. Y desde entonces este espacio forma parte de nuestros madriles del alma.

La plaza del Arrabal se convirtió en la Plaza Mayor mediante un proyecto diseñado y ejecutado por D. Juan Gómez de Mora y que se terminó en 1619. El aspecto original de la plaza seguía los cánones del barroco madrileño con ladrillo cocido y granito, torres con chapiteles, tejados de pizarra y hermosos escudos en sus muros pero el 16 de agosto de 1790 un enorme incendio acabó con todo ello y hubo que reconstruir la plaza, honor que correspondió a Juan de Villanueva artífice de la actual plaza que hoy podemos admirar, aunque se mantuvo el trazado inicial de Juan Gómez de Mora.


A la mano de Villanueva debemos el cierre de la plaza y el diseño de los accesos en forma de arco de medio punto que hoy vemos, así como la altura uniforme de los edificios circundantes, ya que tomo como referencia la Casa de la Panadería pues ésta sí se salvó del incendio.

La Plaza está porticada en todo su perímetro y tiene forma rectangular y en sus dos lados más largos se encuentran las llamadas Casas de la Panadería (lado norte y con pinturas en la fachada) y de la Carnicería (lado sur).

Las viviendas de la plaza estaban alquiladas pero con una clausula llamada “servidumbre de espectáculo” de tal manera que los días en que había festejos de cualquier tipo el dueño tenía derecho a usar los balcones de la plaza para su uso o para el de aquellos que hubieran comprado “entrada”. No hay que olvidar que durante el reinado de los Austrias la plaza fue ampliamente utilizada para todo tipo de eventos, desde la proclamación como rey de Felipe IV hasta corridas de toros, ejecuciones, autos de fe, etc.

Domina la plaza una estatua ecuestre de Felipe III, obra de Juan de Bolonia.

En esta plaza existen dos tiendas centenarias, ambas dedicadas a la venta de sombreros, gorras y demás y otro de los restaurantes con mas solera de lugar: Los Galayos. En los bajos de la cafetería-panadería que hace esquina con la calle de la Sal se pueden ver las cuevas que tienen estos edificios, con bóvedas de ladrillo. Y si nos apetece entramos un poco por esta calle de la Sal y en la calle Postas se conserva la Posada del Peine, hoy convertida en hotel que lleva aquí desde 1610. Por cierto toda la zona está llena de comercios centenarios especialmente los dedicados a artículos religiosos donde podemos comprar los famosos belenes españoles.

Cárcel de la Villa. Actual Ministerio de Asuntos Exteriores.

Saliendo de la Plaza Mayor por la Puerta de Gerona llegamos a la plaza de la Provincia en donde encontramos un hermoso palacio que cumple todos y cada uno de los requisitos del barroco madrileño. Este edificio del XVII fue financiado por la propia corona y por ello preside el mismo un enorme escudo real. Impresionante edificio levantado para albergar a los delincuentes pero no debería extrañarnos si pensamos en la idea predominante en la ciudad: el trabajo es deshonroso y puesto a tener honra hasta el más miserable tenía derecho a ella. Ya sin bromas hay que hacer notar que no había industrias en la ciudad y, por tanto, apenas había trabajo y de algo hay que comer.

Proseguimos nuestro recorrido por la Calle Imperial y la de Latoneros, llenas de tiendas antiguas para llegar a la Plaza de Puerta Cerrada que nos habla de la Cerca de la época de los austrias y que tuvo aquí una puerta de salida que estaba llena de revueltas por lo que era el lugar ideal para que en ella actuaran los ladrones de capas, motivo por el que permaneció mucho tiempo cerrada y conserva este nombre desde el siglo XVII.

1 día. Noche

Y desde la Plaza de Puerta Cerrada entramos en la Cava Baja que vuelve a llevarnos hasta la época medieval y a los distintos asedios que sufrió la ciudad por parte de los musulmanes. Las cavas eran las trincheras de cavaban los sitiadores para guarecerse de los proyectiles que tiraban desde la muralla y han conservado su nombre desde la Edad Media.

Podemos aprovechar para cenar a base de tapas en cualquiera de sus típicos mesones o, mejor todavía, yendo de uno a otro y probando en cada uno sus especialidades.

Aquí, en el número 9, se encuentra la antigua Posada de la Villa que fue posada desde 1642 y que actualmente es un horno de asar después de haber sido restaurado.

Día 2 Mañana

Hoy iniciamos nuestro recorrido en la Plaza de Atocha, metro Atocha.

Atocha

En esta plaza podemos ver la estación de ferrocarril, típico ejemplo de la arquitectura del hierro de finales del siglo XIX y el edificio del Ministerio de Agricultura, edificio del mismo siglo y de clara inspiración francesa,


Pasearemos por el Paseo del Prado en dirección a la Plaza de la Cibeles y en nuestro caminar, siempre a nuestra mano derecha, iremos viendo:

La Cuesta de Claudio Moyano, con sus tenderetes de venta de libros de segunda mano y que perdura desde hace más de un siglo.


El Real Jardín Botánico, fundado por el rey Fernando VI en 1774 y cuyo proyecto y ejecución se debe a dos grandes arquitectos de la época: Sabatini y Juan de Villanueva, artífices también del cercano Museo del Prado,

Museo del Prado.

Este edificio fue diseñado por el arquitecto real Juan de Villanueva, siguiendo los cánones necoclásicos de la época. Se inauguró en 1819 y el germen de la colección actual fueron las colecciones de los distintos reyes de España a lo largo de la historia. Hay mucho más que contar sobre este edificio pero nuestro tiempo es escaso así que pasemos al interior, esta parada bien merece que empleemos un par de horas en visitarlo.

Es un museo enorme lleno de tesoros que no se ven en un día ni en dos, pero para esta visita iremos directamente a la primera planta, dedicada a los pintores de los años 1550 al 1810 y aquí recorreremos las salas

Salas 8B-10B, dedicadas a El Greco
Salas 9A, 10-15, Velázquez
Salas 16-17, Murillo
Salas 32, 34-38, Goya.

En esta misma planta encontraremos obras de Rubens, Rembrandt, Tiziano, Tintoretto y otros.


Una vez vista esta planta podemos dedicar un poco de tiempo a ver alguna de las obras maestras recomendadas por el propio museo, según las ganas que nos queden de seguir viendo cuadros.

Y detrás del Museo del Prado se encuentra uno de los pocos restos góticos que nos quedan en Madrid: el Monasterio de los Jerónimos. De este monasterio solo se conserva la iglesia gótica y un claustro posterior, barroco. Fue mandado edificar por los Reyes Católicos a finales del siglo XV y Felipe II lo convirtió en el centro de la vida de la Corte.


Plaza de Neptuno,

en donde podremos ver la conocida Estatua de Neptuno que está situada en el mismo centro de la plaza y dos edificios de finales del XIX, que nos recuerdan a los edificios parisinos, ambos hoteles de lujo: el Ritz y el Palace. Si vamos con tiempo podemos entrar en la Plaza de la Libertad y un poco más allá del Ritz veremos el Palacio de la Bolsa madrileña.


Cruzando la plaza, junto al hotel Palace, está la Carrera de San Jerónimo y en ella el

Palacio del Congreso, edificio neoclásico, con sus característicos leones de bronce, para cuya elaboración se usó el bronce de los cañones capturados en la Guerra de África de 1866.


Y justo enfrente tenemos el llamado Barrio de las Letras en donde podemos aprovechar para comer y después

2 día Tarde

Volvemos de nuevo al Paseo del Prado y lo recorremos prestando atención a las estatuas y fuentes diseminados por todo el paseo, barrocos de la época borbónica,


hasta llegar a la

Plaza de la Cibeles,

Esta plaza es una de las más monumentales de Madrid pues en ella se encuentran el Palacio de Cibeles, concebido como Palacio de Correos y Telégrafos y actualmente sede del Ayuntamiento de Madrid.


Merece la pena entrar y echar una ojeadita, el edificio por dentro es muy bonito.


Al otro lado del Paseo del Prado el edificio del Banco de España, impresionante edificio de finales del XIX y que cuenta con un hermosa reja. Cruzando la plaza, el Cuartel General del Ejército de Tierra, antiguo Palacio de Buenavista, del siglo XVIII y al otro lado, completando el conjunto La Casa de América, monumental edificio de finales del XIX. Y en el centro de la plaza, presidiendo todo, la madrileña más famosa LA ESTATUA DE CIBELES.


En esta plaza nos vamos hasta el propio Palacio de Cibeles y le rodeamos para llegar a la calle de Alcalá y desde aquí veremos

la Puerta de Alcalá,

que está situada en la plaza de la Independencia y su construcción es obra del arquitecto Sabatini por mandato de Carlos III.


y nos dirigimos a ella para visitar el

Parque del Buen Retiro

y entraremos por la puerta principal del parque y que nos llevará directamente hasta el estanque presidido por un hermoso monumento dedicado al rey Alfonso XII.


Originalmente este parque fue un regalo del Conde Duque de Olivares al rey Felipe IV quién decidió hacer allí una especie de Casa de Verano. Estaba muy cerca de los Jerónimos y no demasiado lejos del alcázar pero era una zona boscosa y, por tanto, fresca e ideal para el caluroso verano madrileño. De esta época se conserva el Casón del Buen Retiro con frescos de Lucas Jordan y que actualmente está fuera de la verja del parque, y el Palacio de Velázquez.

Durante el reinado de Felipe V se diseñó el Parterre, durante el de Carlos III se permitió el acceso a los ciudadanos de a pié (requisito imprescindible ir limpios y aseados), en el de Carlos IV se edificó el Observatorio Astronómico y, mas tarde, las tropas napoleónicas se encargaron de arrasarlo todo.

Aquí podemos dedicarle una horita a pasear agradablemente y descansar viendo alguno de los espectáculos que aquí se ofrecen o dejar que nos den un agradable masaje o, incluso, que nos echen las cartas y conocer nuestro futuro.


Luego ya, volver por

la Calle de Alcalá

paseando relajadamente para contemplar los numerosos edificios de la pueblan: El Círculo de Bellas Artes, el edificio de La Equitativa, las numerosas sedes de diferentes bancos, el Casino de Madrid ya en el número 15 de la calle, el Palacio Goyeneche actualmente sede de la Academia de Bellas Artes de San Fernando y cuya construcción se remonta a 1724 de la mano de José de Churriguera y que está junto al anterior, etc.


Y con esto regresamos de nuevo a la Puerta del Sol, que ya hemos visitado y terminamos nuestro recorrido.

Opción sin Museo del Prado

Si no fuera de nuestro gusto visitar el Prado y este segundo día fuese domingo, podemos realizar una visita al famoso Rastro madrileño, empleando el tiempo programado para la visita del Museo del Prado.

El Rastro

www.elrastro.org/domingos-7.htm

Este famoso mercado se encuentra situado en el barrio de La Latina, se celebra los domingos de 9 a 15 horas y se puede acceder en Metro y en bus.

Línea 5 ……. Latina y Puerta de Toledo
Línea 3…….. Embajadores
Línea 1 ……. Tirso de Molina

En este caso, para poder hacer el resto del recorrido, recomiendo acceder a este mercado por la estación de metro de Puerta de Toledo y recorrer la Ribera de Curtidores hacia la Plaza de Cascorro para allí tomar el metro en Tirso de Molina para ir hasta Atocha o llegar a Atocha andando.

Este mercado está lleno de puestos callejeros situados en la Ribera de Curtidores y calles adyacentes pero también hay tiendas estables situadas en los locales comerciales de la zona. Es el sitio ideal para comprar objetos que no pueden encontrarse en otros lugares, adquirir antigüedades o encontrar objetos de chamarileros. También se pueden encontrar libros de segunda mano o material para pintores, etc.

La zona está llena de bares y tascas donde hacer un alto en el camino.

Una vez que llegamos a la Plaza de Cascorro subimos hasta la calle del Duque de Alba que nos lleva a la plaza de Tirso de Molina en donde podemos coger el metro, línea 1 que nos conduce directamente hasta la Puerta de Atocha.

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Un poco de historia

Aunque haya quién quiere remontar la fundación de esta nuestra villa hasta los tiempos de los griegos, la primera constancia firme de su fundación nos lleva hasta el emir omeya Muhammad I quien buscaba un lugar donde asentar una fortaleza defensiva que asegurase el camino hacia Toledo. El actual emplazamiento del palacio real cumplía todos los requisitos necesarios: altura y suministro constante de agua. Y aquí levantó su alcázar, fundó una medina, la rodeó de una muralla y le dio el nombre de Mayrit. Estamos en el siglo IX y acabamos de presenciar la fundación de la que, con el tiempo, llegará a ser la capital de España.

La antigua muralla árabe abarcaría el terreno situado alrededor del Palacio Real, con la puerta de Alvega en lo que hoy es la Cuesta de la Vega, llegaría hasta la actual calle del Factor que hace esquina con la calle Mayor y en donde estaría la mezquita (posteriormente iglesia de Santa María) y la consiguiente puerta (Valnadu), para desde allí volver de nuevo a la zona del Palacio Real dando un rodeo amplio. Por último, y dando hacia la zona norte, estaría la puerta de la Sagra.

A finales del siglo XI, Alfonso VI conquista definitivamente la ciudad y se inicia la construcción de una segunda muralla que acogiese a los arrabales cristianos que habían crecido extramuros de la antigua. Esta segunda muralla abarcaba una territorio mucho más amplio, casi cuadruplicaba la superficie de la anterior, y se accedía a ella por las puertas de la Vega, de Moros, Cerrada, de Guadalajara, y la de Valnadú.

¿Porqué los madrileños son gatos?

Hay varias opiniones al respecto pero a mí me gusta la que cuenta que durante el asedio cristiano de las tropas de Alfonso VI a la ciudad hubo un madrileño cristiano que se encaramó a las murallas trepando por ellas con tan agilidad que parecía un gato. Asombrado el rey de tal hazaña otorgó el título de “gato” a los nacidos en este lugar recién conquistado

El trajín de los perros, cristianos y moros

Como podéis imaginar los moros no dieron la plaza por perdida así como así e intentaron su reconquista de forma tenaz y constante durante todo el siglo XII. La primera fue en el 1090 y resultó infructuosa, la segunda tuvo lugar en el año 1109 y las tropas sitiadoras se asentaron en lo que hoy llamamos El Campo del Moro y con esto queda claro el porqué de nombre tan particular. Esta segunda intentona tuvo mayor éxito pues los musulmanes llegaron a conquistar el alcázar y a tomar posesión de él pero duró poco pues una epidemia de cólera les hizo desistir. En los años posteriores hubo otros intentos que tuvieron un mayor o menor éxito.

¿Y qué tiene esto que ver con los perros? Pues muy sencillo, cada vez que las tropas cristianas o moras conquistaban el enclave, asentaban sus reales en el alcázar y la zona aledaña del Cerro de la Vega y expulsaba a los perros cristianos o moros, según fuese el caso, al cerro de las Vistillas, perros que cambiaban de nombre y ubicación con la siguiente conquista.

El milagro del Alholí musulmán

Durante el asedio que sufrió la ciudad en el año 1197 por parte de Almanzor, la ciudad estuvo a punto de ser rendida por hambre. Ante la inminente hambruna la población se dirigió a la antigua mezquita, ahora convertida en Iglesia de Santa María para rezarle a la Virgen y que esta les sacase del apuro. Mucho y con grande devoción debieron rezar los madrileños de entonces pues apareció un antiguo Alholí repleto de trigo que espantó el fantasma del hambre. Gentes incrédulas dicen que se debió a la industria de algunos que recordaban la antigua ubicación del granero pero los madrileños bien nacidos saben que fueron unos ángeles bajados del cielo los que encontraron el trigo y, naturalmente obra milagrosa de la Virgen de la Almudena.

Recorrido


Poco, muy poco queda de la época medieval, tanto de la musulmana como de la cristiana. Apenas algunos restos de muralla, alguna iglesia, un palacio y los nombres de las calles que han perdurado hasta nuestros días. Intentaré visitar los pocos lugares en los que se conserva algún vestigio a la vez que recorremos las calles y daré alguna referencia sobre su pasado medieval, con independencia de que estos lugares hayan tenido también importancia en otras épocas, principalmente en la de los Austrias, pero esto queda para otro recorrido diferente, aquí me ceñiré a esta etapa histórica.

Importante detenernos junto a las placas explicativas que ha puesto el Ayuntamiento de Madrid pues hacen referencia a acontecimientos históricos que pueden ilustrarnos sobre este recorrido. Placas amarillas con forma de rombo.


Empezamos nuestro recorrido en la Plaza de Isabel II, metro Ópera para así poder visitar los restos árabes que se conservan en el subsuelo y nos ahorramos el billete.

Plaza de Isabel II

En esta plaza se han encontrado restos de las canalizaciones de agua de la época musulmana (viajes de agua) del siglo XII junto con la fuente de los Caños del Peral, bastante posterior, ya del siglo XVI, y que se puede visitar en el llamado museo de los Caños del Peral que tiene su acceso por la estación del metro.


Para ver este museo es necesario entrar en la red de metro y pagar el billete. Podéis encontrar más información sobre este museo en este enlace.

www.losviajeros.com/Tips.php?p=892

Una vez visto salimos a la plaza y dando la vuelta al Teatro de la Ópera, por la calle Carlos III llegamos a la

Plaza de Oriente

Iniciamos nuestro recorrido en este punto ya que en su subsuelo, con motivo de la construcción de un aparcamiento subterráneo, aparecieron restos de la antigua muralla árabe. Para ser más exactos son los restos de una de las atalayas de la muralla, es del siglo XI y está construida con piedra caliza y silex.

Recorremos la calle Bailén en dirección a la catedral de la Almudena y a su lateral encontramos la Cuesta de la Vega y

La Puerta de la Vega

Aquí, en este lugar estuvo situada la Puerta de la Vega de la que se conservan algunos restos de la muralla árabe del siglo IX. Estos restos fueron descubiertos en 1953 durante la demolición del palacio de Malpica y son los restos más antiguos que se conservan en nuestra ciudad. Una de estas placas amarillas ofrece un recuerdo del fundador de la ciudad, el ya mentado emir Mohamed I.


Enfrente de estos restos se encuentra la Cripta de la Almudena y en cuyo interior se guarda una pintura del siglo XIII conocida como la Virgen de la Flor de Lis y que, originalmente, estuvo en la iglesia de Nuestra Señora de la Almudena.

La Virgen de la Almudena

Regresando a nuestro recorrido cruzamos la calle Bailén y entre esta calle y la calle Mayor se encuentra otra mucho más corta y estrecha: la calle de la Almudena. Pues bien, en esta calle estuvo situado el primer templo que se levantó en el siglo XII en honor de la Virgen de la Almudena y que tuvo por nombre Santa María de la Almudena y del que quedan apenas unos restos protegidos por una verja.

Cuentan las crónicas que los cristianos de la zona al ver que la conquista por los musulmanes era ineludible, decidieron esconder una imagen de la virgen en un lugar inaccesible para los conquistadores y lo hicieron en la muralla. Cuando Alfonso VI reconquistó la ciudad la imagen apareció milagrosamente y le dieron el nombre de Almudaina, nombre en árabe de la muralla. Para mí que existe un inconveniente y es que la muralla la levantaron los árabes así que digo yo que como pudieron esconderla en la muralla si todavía no existía.

Torre de Narigues

Volvemos a la calle Bailen y yendo en dirección al Viaducto encontramos la Cuesta de Ramón, paralela a la calle de Segovia y que nos lleva hasta los restos de la llamada Torre de Narigues, resto de la antigua muralla pero los estudiosos no se ponen de acuerdo si es de origen árabe o cristiano. También podemos llegar siguiendo la calle de Segovia abajo y a la mano izquierda tenemos las ruinas.

Volvemos de nuevo por la calle Bailén y cruzando el viaducto llegamos al

Barrio de la Morería.

Este barrio estuvo situado extramuros de la muralla, como uno de los muchos arrabales que se crearon con el crecimiento de la ciudad y que, en un principio era un arrabal cristiano (aquí nació San Isidro) pero con la conquista cristiana se convirtió en un arrabal moro (por aquello del trajín de los perros moros y los perros cristianos) y con el nombre de barrio de la morería se quedó.

Del antiguo barrio solo nos queda el trazado: callejuelas estrechas y retorcidas, típicas de la construcción árabe que facilitaban la sombra y las corrientes de aire.Nombres evocadores que nos hablan de otros tiempos y costumbres:

Calle de la Morería

Esta calle estaba extramuros, pegada a la muralla y era el inicio del barrio de la Morería.

Calle de los Mancebos

Llamada así porque aquí estuvieron presos dos mancebos que atentaron contra la vida del rey Enrique I de Castilla, arrojándole una teja cuando pasaba por debajo del Palacio Episcopal de Palencia. En el nº 3 de esta calle se puede ver un trozo de la muralla original medieval. Sobre ella se ha levanta un edificio de pisos.


Plaza de los Carros

Antiguamente formaba parte de la Puerta de Moros y en esta zona se colocaban los villanos que alquilaban sus carros para todo tipo de transportes, de ahí su nombre.

Plaza Puerta de Moros

Esta plaza está situada sobre el solar que ocupó en su día la Puerta de Moros de la muralla medieval.

Estas dos últimas plazas forman un espacio único por lo que es difícil distinguir dónde empieza una y dónde termina la otra.

Plaza del Humilladero

Situada junto a la Plaza de Puerta de Moros formando casi un único espacio. Recibe este nombre por una antigua ermita o humilladero que hubo en el lugar.

Cava Baja

Las Cavas, tanto la alta como la baja eran las antiguas minas que tenían los árabes para entrar y salir de la ciudad en tiempo de guerra y también el nombre “cava” se refiere a los fosos que se cavaban cerca de los muros de la muralla para ofrecer mayor protección frente a los proyectiles lanzados desde la muralla.

Durante el siglo XIV estuvo en esta calle el Pósito de la Villa, así como el “peso de la harina” hasta el siglo XVII. Este pósito se convirtió luego en una de las más famosas posadas de la ciudad: la Posada del Dragón. Toda la calle estaba llena de posadas y paradores pues de esta calle partían y llegaban las diligencias para El Escorial, Segovia, Illescas, Navalcarnero y otros muchos destinos. Así que no debe extrañarnos la cantidad de mesones que hoy podemos ver en este lugar, la tradición viene de antiguo. Actualmente se conserva la Posada de la Villa que, aunque data de 1642, sigue en funcionamiento como restaurante.

Puerta Cerrada

El nombre se conserva desde el siglo XVI y proviene de una puerta de la muralla que estuvo cerrada durante mucho tiempo ya que tenía varias vueltas y, por tanto, facilitaba que en ella se escondiesen los rateros para capear (quitar la capa) a los que por ella entraban o salían.

A propósito de esto hay unos versos de Tirso de Molina que dicen

“Como Madrí está sin cerca -A todos gustos da entrada;
Nombre hay de Puerta Cerrada-Mas pásala quién se acerca”

Desde aquí tomamos la calle del Nuncio hasta la Travesía del Almendro y entramos en esta calle para llegar a la

Calle del Almendro

En el número 15-17 de esta calle hay una reja que protege uno de los trozos de la muralla que todavía se conservan, aunque en muy mal estado de conservación.

Justo en la esquina con la Plaza de San Andrés nos adentramos en la

Costanilla de San Pedro

Recibe el nombre de la iglesia de San Pedro el Viejo que podemos contemplar al final de la cuesta y que es uno de los pocos ejemplos de mudéjar que tenemos en Madrid y, junto con la cercana de San Nicolás de los Servitas, una de las iglesias más antiguas de la capital.


Volvemos sobre nuestros pasos para llegar a la

Plaza de San Andrés

Recibe este nombre por la Parroquia de San Andrés que estuvo en su día en este lugar y era una de las iglesias más antiguas de Madrid, fundada en 1202, y en cuyo cementerio fue enterrado el santo patrón de esta villa: San Isidro Labrador. Posteriormente, durante la Guerra Civil, la iglesia fue destruida totalmente y solo se mantuvieron en pie la Capilla del Obispo gótica del siglo XVI y la de San Isidro del siglo XVII y en cuyo interior una reja nos recuerda el lugar exacto de este enterramiento.


San Isidro Labrador

San Isidro nació en Madrid durante la ocupación árabe por lo que nos encontramos ante un santo mozárabe o converso. De una familia muy humilde se ganó la vida como pocero y labrador, al servicio de la familia Vargas. Esta familia tenía su casa junto a la iglesia de San Andrés y en ella vivió el santo y tuvo lugar uno de sus mas conocidos milagros, cuando su hijo, el futuro San Millán, siendo un bebé se cayó al pozo. El santo y su esposa, Santa María de la Cabeza, rezaron en unión junto al pozo y el agua creció y creció hasta desbordar y sobre ellas, milagrosamente vivo, se encontraba el niño.


El Museo de los Orígenes o de San Isidro.

Sobre el solar que ocupó la casa de la familia Vargas, se levantó en el siglo XVII otra, esta vez por la familia de los lujanes, y en ella se conserva el pozo milagroso. Es museo está situado en esta casa y la entrada es gratuita y ofrece una visión por la historia de a ciudad, desde sus primeros habitantes hasta el establecimiento de la Corte. A penas nos llevará media hora su visita y bien merece ese ratito. Para más información sobre este museo podéis leer este artículo.

www.losviajeros.com/Tips.php?p=893

Llegamos de nuevo a la Plaza de los Carros y desde aquí seguimos por la

Costanilla de San Andrés

Se llama así por ser una calle estrecha y estar situada al costado de la Iglesia de San Andrés. En esta calle hay una placa que nos recuerda que aquí vivió Ruy González de Clavijo quién viajó hasta la lejana Samarkanda como embajador de su rey Enrique III, viaje que le llevo 3 años, desde 1403 hasta 1406 para encontrarse con que el Kan había muerto y su viaje no sirvió para nada, bueno para recorrer mundo.

Plaza de la Paja

Antiguamente formaba parte de la Costanilla de San Andrés y en esta zona se celebraba el mercado de la paja, precisamente por ser la parte más ancha de este calle, debido a esta actividad el pueblo dio en llamarla Plaza de la Paja.


Calle Redondilla y Calle del Granado

Al parecer el nombre de ambos proviene de unos jardines que hubo en época medieval en los que había una pequeña plaza o “Redondilla” y un hermoso granado.

Cuesta de los Caños Viejos

En esta calle estuvo situada, en su día, la fuente conocida como de San Pedro, los “caños viejos” pues su antigüedad se remontaba al siglo XI, siglo en el que dichos caños estuvieron situados en Puerta Cerrada y fueron trasladados, posteriormente, a esta calle.

Plaza del Alamillo y Calle del Alamillo

Su nombre proviene de cierto álamo que estuvo situado en esta zona.

Plaza Cruz Verde

Esta plaza era en otro tiempo un descampado y se utilizaba para celebrar alguno de los autos de fe de la Inquisición precisamente los llamados “autillos”, autos menores. Al parecer en algún momento se levantó allí una cruz pintada de color verde y con el nombre se quedó.

Calle del Rollo

Estrecha calle, típica de este barrio que guarda un pequeño y tranquilo jardín, escondido tras la entrada a la Agencia Tributaria.


Desde aquí accedemos a la Calle del Sacramento y tomamos la

Calle del Puñonrostro

Recibe este nombre porque aquí estuvo el palacio del conde de Puñonrostro, cronista que fue de los Reyes Católicos, D. Fernando del Pulgar. Es una de las calles madrileñas que mas me gusta, estrecha y con un nombre evocador.

Calle del Codo

Otra típica calle estrecha y retorcida que nos lleva directamente a la

Plaza de la Villa

Accedemos a esta plaza de enorme sabor desde la calle Mayor y nos encontramos con un espacio rectangular con la Casa de la Villa a nuestra derecha, del siglo XVII y hasta hace muy poco tiempo sede del Ayuntamiento de Madrid.
Este edificio es un claro ejemplo del barroco madrileño y se construyó por orden de Felipe IV como indican los escudos que adornan la fachada. Y esta misma fachada nos dice que su coste fue muy elevado por la gran cantidad de granito empleado en su construcción. Tanto fue su coste que hubo que aprovecharlo y darle un doble uso: Cárcel de Villa y Ayuntamiento de Madrid, así un solo edificio daba cobijo a diferentes ciudadanos, puede que algunos un poco mas honrados que los otros. Como testimonio quedan las dos puertas de entrada que ostenta ese edificio. De todas formas esta situación duró poco pues la delincuencia en el Madrid del XVII estaba tan extendida que pronto se quedó pequeño el edificio y hubo que levantar otro, del que hemos hablado más arriba.


a nuestra izquierda la Casa y Torre de los Lujanes, posiblemente el edificio más antiguo de Madrid, del siglo XIV y de estilo gótico-mudéjar en el que cuenta la tradición que estuvo prisionero Francisco I, rey de Francia.


al frente la Casa de Cisneros llamada así por pertenecer a la familia del famoso cardenal Data de 1537 y su fachada principal se encuentra en la calle del Sacramento. Originalmente este palacio no tenía fachada a esta plaza y a principios del XX se abrieron los actuales huecos, siguiendo un criterio historicista. Este edificio está unido a la Casa de la Villa por medio de un pasadizo también de principios del XX.

Calle Mayor

Esta calle tiene un origen incierto, al menos no hay anécdotas especiales referidas a la época medieval pero si puedo contaros que terminaba en la antigua Puerta de Guadalajara, la más hermosa de todas las puertas de la ciudad y que miraba hacia la ciudad vecina del mismo nombre. Fue derruida por orden de Felipe II para evitar la picaresca que permitía a los madrileños evadir impuestos, pues vendían las mercancías en la vecina Plaza del Arrabal (hoy Plaza Mayor) y así evitaban el pago del portazgo.

Y como ya llevamos mucho recorrido y estaremos cansados, podemos acercarnos a la esquina de esta calle con la del Sacramento en donde encontraremos una cervecería que ofrece un amplio surtido de cervezas de importación, entre ellas belgas que me vuelven loca. Un alto en el camino regado con buena cerveza, que nos lo hemos ganado.

Calle de San Nicolás

Recibe este nombre por la iglesia de San Nicolás de los Servitas, la iglesia mas antigua de Madrid pues su torre-campanario data del siglo XII. Esta torre es de estilo mudéjar y consta de 3 cuerpos aunque sólo dos de ellos son visibles desde la calle. Apenas puede verse con amplitud pues está rodeada por callejuelas estrechas y típicas, uno de los rincones menos conocidos de este Madrid nuestro.


Desde este punto nos vamos por la calle del Factor para dirigirnos hacia la

Calle Rebeque

Aquí, en esta calle de Rebeque volvemos a encontrar otra placa que nos indica dónde estuvo la puerta de la Xagra que daba acceso a la zona musulmana de la ciudad y que fue demolida en el siglo XIV cuando ambas zonas pasaron a convertirse en una sola.

Muy cerca están los Altos de Rebeque en donde se conservan restos de la muralla y que se sitúan bajo una elevación del terreno.


Continuamos por la Calle Noblejas y la plaza de Ramales para llegar a la

Calle Vergara

En la esquina de esta calle con la calle de la Unión encontramos una de esas placas amarillas que nos dice que aquí estuvo la puerta de Valnadú o puerta de las Atalayas, puerta de la muralla cristiana y derribada a mediados del XVI.


Y volvemos de nuevo a la Plaza de Isabel II en donde se encuentra la

Calle de la Escalinata

En esta calle, entre los números 13 y 21 pueden verse restos de la muralla.



Y con esto hemos llegado al final de nuestro paseo.

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Este pequeño recorrido no pretende ser una enumeración exhaustiva de los fantasmas que pululan por estos madriles nuestros sino tan solo ser una disculpa para un paseo relajado por el centro de Madrid y conocer alguna de las anécdotas fantasmales más conocidas de este lugar.

En primer lugar pondré una relación de los lugares que visitaremos y luego un plano con indicación del recorrido que, a mi parecer, es el más cómodo para visitarlos todos ellos.

Itinerario

1.- Palacio de Linares
2.- Iglesia de San José
3.- Casa de las 7 Chimeneas.
4.- Calle del Desengaño.
5.- Iglesia de San Ginés.
6.- Palacio de Cañete.
7.- Palacete calle Cañizares. Hoy Hostal Cat’s
8.- Calle de la Cabeza


1.- PALACIO DE LINARES

Calle Alcalá esquina con el Paseo del Prado,


En esta zona de Madrid se ubicaba antiguamente un Pósito municipal o almacén de trigo utilizado por el consistorio como retén para los tiempos de escasez y que se situaba en las afueras de la ciudad. Con el ensanche nuevo, el del barrio de Salamanca, este pósito quedó dentro del casco urbano y en una de las zonas de más empaque de la capital, así que se trasladó el almacén a otro lugar y el solar se vendió en lotes

La familia Murga era una de las más ricas del momento, debido a sus negocios de azúcar proveniente de Cuba, entre otros, tuvieron dos hijos y su palacio se encontraba enfrente del edifico conocido como Casa de las 7 Chimeneas. Muy cerca vivía la srta. Raimunda de Osorio y Ortega, hija de madre soltera y antigua trabajadora de la fábrica de Tabacos de la calle Embajadores quien entablo relación de amistad, cada vez más estrecha, con el hijo segundo de la familia y que, al no ser el heredero, teóricamente podía casarse por amor y no por razón de negocios.
Sin embargo este noviazgo se encontró con la oposición frontal del padre de la familia, D. Mateo Murga, que llegó, incluso, a enviar a su hijo al extranjero con el pretexto de ocuparse de los negocios familiares.

En 1857 mueren los marqueses de Linares, D. Mateo de Murga y Dª Margarita Reolid y al año siguiente, en 1858, mueren los dos hermanos de D. José de Murga. Entre medias, en junio de 1858 D. José se casa con la srta. Raimunda de Osorio y se traslada a vivir a la vivienda familiar, la situada frente a la Casa de las 7 chimeneas en donde viven hasta 1873 en que adquieren los terrenos para levantar el conocido Palacio de Linares. No tuvieron hijos y su riqueza fue heredada por su ahijada, hija del abogado de la familia, y que también se llamaba Raimunda.

Hasta aquí la historia comprobable y demostrable en libros y asientos.

Ahora viene la leyenda. Esta parece ser que fue propagada por los criados de la casa, basándose en que los señores marqueses hacían vidas totalmente separadas, ocupando cada uno una planta del palacio. Como pasa con los rumores, estos se fueron ampliando más y más hasta llegar a formar una historia bien urdida, más o menos creíble.

Dice la leyenda que los jóvenes esposos encontraron poco después de su matrimonio una carta escrita por el padre, D. Mateo, en que confesaba ser el padre de Raimunda y ser esa la razón de su oposición a dicho matrimonio. Los bien pensantes encontraron este hecho como la razón de esas vidas separadas, hablando de la bondad de ambos y su sacrificio después de una bula papal que les permitía vivir juntos pero sin hacer vida marital.

Los otros, la mayoría, hablaron de un embarazo en marcha y de un asesinato posterior de la criatura a la que enterraron en el jardín del palacio, o bien la niña vivió pero la tuvieron encerrada en palacio hasta que falleció y también la enterraron en el jardín.

Durante muchos años los rumores se sucedieron pero no ocurrió nada especial hasta que se iniciaron las obras de remodelación para levantar allí la Casa de América.

Después llegaron los acontecimientos paranormales.

En 1990, en una época en que la sociedad española desarrolló una morbosa curiosidad sobre este tipo de asuntos, la televisión dio gran notoriedad a unas grabaciones “sicofonías” realizadas por la doctora Carmen Sánchez de Castro. En estas grabaciones aparecían voces de ultratumba, varias para ser exactos, en las que podían distinguirse con claridad una voz masculina que, entre otras cosas, decía

“Fuera, no, …………..aquí no!”

Otra voz parecía corresponder a una vez de mujer que con voz lastimera comentaba

¡”Mi hija Raimunda, …., nunca oyó decir mamá!”

Y una voz de niña se quejaba con su vocecita infantil.

“Mamá, …, yo no tengo mamá”.

Como os podéis imaginar el follón mediático fue monumental. La Televisión, la radio, los periódicos y revistas, todos se hicieron eco de estas sicofonías y hubo comentarios de supuestos especialistas que explicaban el porqué de estas voces, otros las tachaban de fábulas e invenciones. Muchos fueron los que decidieron pasar la noche en el palacio para verificar la veracidad de estas grabaciones.

Resumiendo, se demostró que todo había sido una invención de esta doctora para promocionar uno de sus libros pero con esto se volvió a poner en circulación la triste historia ocurrida bajo sus muros.

Pero esto no termina aquí. Los guardias de seguridad del edificio se negaban a hacer el turno de noche pues, fábula o no, ellos se quejaban de que se seguían produciendo extraños acontecimientos en el lugar. Hasta el punto de que un afamado estudioso de este tipo de acontecimientos, jesuita para más señas, decidió hacer una investigación exhaustiva para comprobar porqué se quejaban los trabajadores. El resultado fue bastante inquietante: habitaciones extrañamente gélidas, notas de órgano que sonaban aquí y allá sin que dicho instrumento estuviera en el palacio, extraños sonidos, llantos y el fantasma de una niña que bailaba en el salón de baile.

Y todo ello avalado por un hombre con una sólida reputación de investigador ecuánime y veraz.

Por otro lado hay que hacerse la siguiente pregunta. Si el palacio de Linares se levantó hacia 1875 y los marqueses se casaron en 1858, ¿cómo pudieron enterrar a la criatura en un jardín que todavía no existía?

2.- LA IGLESIA DE SAN JOSE

C/ Alcalá 41.


Lo que hoy vemos no es más que una mínima parte del antiguo convento carmelita de San Hermenegildo que ocupaba toda la manzana y mucho más. De todo este convento no queda nada, gracias a la desamortización, excepto la iglesia, en donde cantó su primera misa Lope de Vega.

Pues de aquí, de este mismo lugar, y en plena época romántica, 1850, data una de las leyendas más bonitas de aparecidos.

Cuenta la leyenda que en plena época de carnavales, en un palacio situado muy cerca de este convento, hubo una gran fiesta de disfraces a la que acudió un joven extranjero, diplomático por más señas, y que dicho joven se aburrió en extremo pues estaba recién llegado, no conocía a nadie y, además, apenas hablaba español. A las 8 de la tarde decidió abandonar la fiesta, pues consideró que había estado un tiempo prudencial en la misma y fue entonces cuando se fijó en una hermosa dama vestida de blanco que también estaba sola en un rincón de la sala. Era tan hermosa que se dirigió a ella y entabló una conversación tan fluida y agradable que el tiempo transcurrió sin darse cuenta y cuando la noche estaba ya muy avanzada, la dama le pidió que le acompañara hasta su casa, lo que hizo el galán.

Grande fue su sorpresa y desconcierto cuando vio que la dama se dirigía hasta el convento de San Hermenegildo y, sacando una enorme llave de entre sus ropas, abrió la cancela de hierro y accedió al nártex de la iglesia y, después, sacó otra nueva llave con la que abrió las puertas de madera que dan acceso al templo. El joven, perdidamente enamorado, le preguntó ¿Cuándo volveremos a vernos? A lo que ella respondió que nunca.

Al día siguiente nuestro joven diplomático, se acercó hasta la iglesia para ver si podía obtener algún dato sobre la identidad de la bella joven y se encontró con que, a las puertas de la misma, había una gran cantidad de gente, toda vestida de luto y dando muestra de gran dolor. Intrigado se adentró en el templo y poco a poco se fue acercando hasta el féretro que presidía el funeral de cuerpo presente. ¡Cual no sería su sorpresa al comprobar que la joven que ocupaba el ataúd era la misma con la que él había bailado la noche anterior! Tan grande fue que le temblaron las piernas y perdió el sentido. Cuando lo recobró y explicó que había conocido a la joven le dijeron que eso era imposible pues él había llegado el día anterior a Madrid y ella había fallecido ese mismo día a las 8 de la tarde.

Bueno, tengo que decir que esta es una de las historias románticas más extendidas y que leyendas como esta se cuentan en muchas ciudades y países y que muchos escritores han dado forma a esta leyenda.

3.- LA CASA DE LAS SIETE CHIMENEAS

Plaza del Rey


Nos encontramos ante uno de los pocos edificios civiles del siglo XVI que se conservan en Madrid. Se levantó por orden de D. Pedro de Ledesma, que fuera secretario de Antonio Pérez, a su vez secretario del rey Felipe II y se construyó entre los años 1574 y 1577. Años más tarde, en 1583 fue comprado por un comerciante genovés que hizo las primeras reformas en el edificio, levantando el tejado a dos aguas en el que se pusieron las 7 chimeneas que la dan su nombre.

Poco tiempo duró la casa en manos de este genovés, pues la vendió en 1590 a la familia de los Colmenares en cuyas manos permaneció hasta 1881.

En pleno siglo XVIII se amplió el edificio original añadiendo un ala transversal de forma que la planta se modificó y ahora tiene forma de L. También durante este siglo sirvió como vivienda al Marqués de Esquilache, famoso por prohibir a la población llevar capa larga y chambergo lo que acabó en el espectacular Motín de Esquilache durante el cual la casa fue asaltada por el populacho y quemada, muriendo en el incendio uno de los mayordomos de la casa.

En 1881 la casa es comprada para servir de sede al Banco de Castilla y de nuevo se vuelve a llenar de andamios, esta vez para una restauración que procuró devolver el edificio a su antiguo aspecto, manteniendo las diversas obras (chimeneas y nueva ala) que se levantaron a lo largo de los siglos.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue la sede del Lyceum Club Femenino, que defendía la plena igualdad de la mujeres así como su plena integración al mundo laboral y de la cultura, en 1948 se declaró el edificio Monumento Histórico Nacional, en 1956 fue, de nuevo, restaurada y, desde 1980 es la Sede del Ministerio de Cultura.

Y hasta aquí lo que nos dice la historia, los hechos probados e indiscutibles.

Pero en esta casa han sucedido otros muchos acontecimientos, mucho más inquietantes y todavía más difíciles de probar.

Dice la leyenda que, en tiempos de Rey Nuestro Señor, el Segundo Felipe, a quien Dios guarde muchos años, vivió aquí una bella dama, de nombre Elena, casada con un capitán de la Armada Española. Cuenta la misma leyenda que a pocas semanas de la boda el capitán tuvo que incorporarse a su destino y tuvo la mala fortuna de que su barco participara en la Batalla de San Quintín, y que esta mala fortuna hiciera que el capitán falleciera en esta misma batalla

También cuentan las crónicas que la joven viuda vagó por la vivienda enloquecida por la pena sin que las palabras de familiares, ni los cuidados de los criados, ni los consejos de los sacerdotes fueran suficientes para calmar su pena y su dolor. Todo terminó dos días más tarde, cuando los criados hallaron a su ama muerta sobre su cama, vestida tan sólo con un camisón blanco y con una extraña sonrisa en su cara. También cuentan las crónicas que los criados murmuraron aduciendo que el cadáver de su ama tenía claros signos de violencia.

Tantas fueron las murmuraciones que hasta en los mentideros de la Villa se habló de su extraña muerte y tan alto llegaron las murmuraciones que hasta al mismo rey consiguieron llegar y así, nuestro amado rey Felipe, ordenó una investigación y comandó a varios nobles de su confianza para que se desplazaran hasta la casa e indagaran lo que allí había sucedido. Pero esta comanda no consiguió acallar los rumores sino que estos aumentaron al saberse que los nobles no pudieron encontrar el cadáver de Doña Elena, desaparecido misteriosamente. Por más que indagaron, preguntaron e investigaron nunca se halló el cadáver y tampoco se encontró a nadie que hubiera visto nada fuera de lo normal.

A partir de este momento, muchos fueron los que juraron haber visto a una bella dama vestida de blanco que se pasea por las noches con una antorcha en la mano, al borde del mismo tejado y que, con su mano, señalaba hacia el Alcázar, como si quisiera acusar a alguien, pero ¿de qué?

Con el tiempo dejaron de producirse las apariciones o, al menos, nadie dio cuenta de ellas y, así, poco a poco, la leyenda cayó en el olvido. Hasta que, en el siglo XIX, durante las obras de reforma de la vivienda, unos obreros encuentran en el sótano una habitación secreta, completamente tapiada, y, en ella, el cuerpo de una mujer vestida de blanco que guarda en sus manos un puñado de monedas de oro, del tiempo de Felipe II.

Aunque sea echar un jarro de agua fría a los creyentes, hay que tener en cuenta que si Doña Elena se suicidó es lógico que fuera enterrada en el sótano de la vivienda pues en aquella época los suicidas no podían ser enterrados en sagrado.

4.- CALLE DESENGAÑO

¿Qué nombre tan extraño para una calle, verdad? Pues ahora os contaré la razón de nombre tan peculiar.

Cuenta Mesonero Romanos que allá por los tiempos en que reinaba nuestro rey Felipe el Segundo, cierto caballero de nombre Jacobo Grattis rondaba cierta noche a una bella dama que moraba por los contornos y sucedió que estando en esta espera se encontró con el príncipe Vespasiano de Gonzaga que se dedicaba al mismo menester. Así que ambos cruzaron unas palabras y de las palabras pasaron a los aceros y dicen que en ese momento pasó por delante de ellos una sombra cubierta por un velo y seguida por un zorro. Movidos por la curiosidad, envainaron los aceros y siguieron a la sombra hasta que ésta paró junto a una tapia. Entonces descubrieron que la sombra no era una bella dama como ellos suponían sino una momia muy bien conservada ante lo que ambos exclamaron “Qué desengaño”. Y con Desengaño se quedó la calle hasta nuestros días.

En esta calle el Ayuntamiento ha colocado un azulejo que conmemora este suceso.


5.-IGLESIA DE SAN GINÉS

C/ Arenal 13

Cuentan qua unos ladrones entraron en la iglesia con la intención de robar todas sus riquezas y que se encontraron allí con un anciano sacerdote que rezaba arrodillado ante el altar. Y dicen también que los mismos ladrones le cortaron la cabeza al sacerdote para así poder saquear tranquilamente y sin dejar testigos.


Lógicamente este asesinato causó gran conmoción entre la población y los corchetes iniciaron las pesquisas para dar con los asesinos. Y esta conmoción se convirtió en terror pocos días más tarde pues una sombra fantasmagórica empezó a observarse por el atrio de la iglesia y esta sombra se aparecía día tras día, sin faltar ni uno sólo a su cita hasta que dieron con los ladrones que fueron condenados a muerte y sus cuerpos arrojados a un muladar. Nunca más volvió a verse al fantasma ante la puerta de San Ginés.

6.-PALACIO DE CAÑETE

C/ Mayor 69


En el año 1654, el propietario de este palacio, marqués de Cañete, aparece muerto, atravesado de parte a parte por una espada. Como poco antes se había reunido con el clérigo D. Antonio Amado, éste fue acusado del crimen y condenado a muerte y su mano colgada delante de la puerta del palacio, costumbre común en aquella época.

Lejos de tranquilizar este hecho al espíritu del marqués, desde ese momento empiezan a ocurrir extraños sucesos en el edificio: velas que se encienden solas, muebles arrastrados por manos invisibles, alaridos que salen de habitaciones vacías, etc. Poco después empiezan las primeras apariciones: El clérigo ajusticiado se aparece y cuenta que su estancia en el Purgatorio ha sido muy breve y también se aparece el asesinado amenazando con que nadie podrá descansar en ese palacio mientras no se encuentre a su asesino. Las apariciones se suceden durante años hasta que, mucho tiempo después, un antiguo criado del marqués confiesa en su lecho de muerte que fue él quien en verdad mató a su señor pues el marqués pretendía seducir a su mujer.

Una vez aclarado el asesinato, la justicia mandó retirar la mano del clérigo condenado y desde ese mismo momento cesaron las apariciones.


7.-PALACETE DE LA CALLE CAÑIZARES. HOSTAL CAT’S

C/ Cañizares 6


El edificio que hoy se levanta en el número 6 de la calle Cañizares se asienta sobre el solar que el que, en su día, hubo un edificio utilizado por los milicianos durante la Guerra Civil y que lindaba con una iglesia en la que fueron asesinados 7 monjes. El edificio actual data de los años 50 (el antiguo fue devorado por el fuego) y se edificó por mandato de la familia Benedicto que hicieron de él su vivienda habitual, lo construyeron con todo lujo, imitando un palacete de finales del XIX y lo llenaron de muebles de gran calidad, muchos de ellos antigüedades de gran valor y decoraron sus paredes con cuadros de artistas famosos y otros objetos de arte de alto valor.
La estructura de la casa era tal que se subdividía en dos partes diferentes: la principal, la que se ve cuando se entra, y la posterior, a la que se accedía a través de angostos pasillos.

En el 2001 el palacete fue vendido a la familia Abellán (periodista él) que querían reformarla y hacer de ella su hogar. Al parecer los Benedicto siempre encontraba una excusa para no enseñarles la parte posterior de la casa, unas veces era que la parte más hermosa estaba en las estancias principales, otras, ¡cualquier cosa!.

Como les interesaba mucho el lugar la compraron sin haberla visto completamente y, además, como quieren reformar la vivienda, se niegan a comprar los muebles y enseres que en ella hay, pagando sólo por algunos muebles concretos que les parecieron de su gusto.

Cuando por fin acceden a la vivienda lo primero que les llama la atención es que los anteriores propietarios han dejado allí todos TODOS los muebles y enseres y eso que se trataba de antigüedades de gran valor y alto precio y por los que ellos no habían pagado nada. Lo segundo es que al fondo de la vivienda, en la planta baja, existe una capilla y en ella un enorme cuchillo de cazador manchado de sangre.

Las sorpresas no terminan allí. En los sótanos encuentran 3 bodegas y una de ellas tiene una parte tapiada. Además, en el sótano había una parte separada, junto a la calle Cáñizares en la que había un cuarto de estar, un dormitorio y un aseo y que tenía una puerta blindada.

Pero lo más inquietante es que los Benedicto se han dejado TODO, PERO CUANDO DIGO TODO ES TODO incluso la vajilla, los cubiertos, las cacerolas, la ropa blanca y, lo más alucinante: su ropa personal. NO SE HAN LLEVADO NADA, como si hubieran partido llevando al diablo en los talones.

En cuanto empiezan las obras, comienzan las cosas raras: Mara, la dueña, se reserva un espacio abajo para su uso personal y las obras comienzan en la planta alta. Mara siempre encuentra sus cosas revueltas, a pesar de que ella deja su habitación cerrada con llave. Se queja al constructor (un pariente) y este jura y perjura que allí no entra nadie. Pero el hecho es que las grandes rejas que cierran la zona aparecen abiertas todos los días y un sillón enorme del siglo XVIII (uno de los pocos muebles que sí compro) está siempre en diferente lugar.

Cuando acaba la obra, Mara cambia la cerradura y no hace copia, sólo ella tiene la llave y, aún así, la puerta siempre aparece abierta hasta que un buen día el sillón desaparece sin dejar rastro.

De igual manera sucede con el ascensor interior, cuando todos se iban de la casa él parecía tener vida propia y aparecía en cualquier piso, con independencia de dónde le hubieras dejado al irte.

La gota que colmó el vaso fue un día en que estando sola en la casa, pues esperaba a su hermano, sintió unos pasos de hombre que daba pasos firmes y seguros por el piso de arriba. En ese momento decide vender la casa.

Se vendió primero a un empresario que pensaba poner una tienda de muebles antiguos, pero nunca llegó a hacerlo y éste lo vendió a su vez a una empresa que puso aquí un hotel: “Hostel Cat’S”.

Los dueños realizaron una reforma a fondo, manteniendo la estructura de la parte delantera pero alterando profundamente todo el fondo del lugar. A pesar de todo ha habido quejas de los clientes que oyen ruidos extraños, voces, pasos, etc. Los empleados se quejan de que los teléfonos suenan por las noches sin que haya nadie que pueda marcarlos, etc.

Naturalmente que todo esto es la información que ha aparecido en la prensa y no podemos deslindar dónde empieza la verdad y dónde la publicidad.

8.- CALLE DE LA CABEZA

Esta calle comienza en la calle Jesús y María y termina en la calle Ave María y en su recorrido podemos encontrar un azulejo colocado por el Ayuntamiento en donde puede verse una cabeza de persona, otra de carnero y una daga.


¿Y qué pinta ese azulejo en medio de la calle?

Pues si nos remitimos de nuevo al libro “Noticias, tradiciones y curiosidades de las calles de Madrid” podremos enterarnos de ello.

Dicen que reinando Felipe III, esta calle se llamaba entonces calle del Carnero pues aquí había un mercado en donde se vendía carne de carnero y, por lo tanto, también sus cabezas. Y cuentan que un buen día, un caballero pasó por aquí y compró una de estas cabezas pero como este manjar era propio de villanos, pidió que se lo envolviesen bien en trapos para que nadie viera qué es lo que llevaba. Y, una vez hecho esto, el caballero se marchó dispuesto a darse un banquete con semejante manjar sin percatarse del reguero de sangre que iba dejando a su paso.

Pero los corchetes si que se fijaron y siguiendo este reguero llegaron hasta el caballero al que dieron el alto y preguntaron qué estaba sucediendo. El caballero, explicó que llevaba una cabeza de carnero que acababa de comprar y para demostrarlo desenvolvió el paquete y todos quedaron consternados pues lo que apareció fue la cabeza cortada de un hombre.

Ante esta aparición el caballero se derrumbó y confesó que, en realidad, no era un caballero sino villano y que hace muchos años había matado a su señor para robarle sus riquezas. Así se supo que este criado felón asesinó a su amo, le robó sus riquezas y huyó con ellas hasta la vecina Portugal en donde consiguió acrecentar estas riquezas y, pasados los años, decidió regresar a Madrid pensando que nadie le reconocería y reconvertido en caballero.

Naturalmente que fue detenido, enjuiciado y condenado a muerte, muerte de horca pues era un villano y fue ahorcado en la Plaza Mayor. Y el rey, nuestro señor, el tercer Felipe ordenó clavar la cabeza en una pica, justo delante del cadalso para que fuera testigo de cómo obtenía justicia. Grande fue la consternación de todos cuando, justo después de la muerte del asesino, la cabeza volvió a convertirse en cabeza de carnero.

Este suceso asombró y aterrorizó tanto a los mercaderes que desde entonces se negaron a vender sus carneros en su anterior calle y hubo que trasladar este mercado a la calle que actualmente conocemos como calle del Carnero y la antigua pasó a denominarse calle de la cabeza.

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