El día siguiente tengo una ampolla en la planta de cada pie, así que buscamos un plan más o menos relajado. Lo primero, vamos a un bar donde hacen desayunos a tomar el típico desayuno americano: huevos revueltos con bacon.
De ahí nos vamos paseando a Central park, entramos justo por delante del edificio Dakota, donde vivió y fue asesinado John Lennon. Entramos al parque por la entrada de “Strawberry Fields”, donde está la placa de “Imagine”, la zona dedicada a él.


Ya dentro del parque vamos paseando sin mucho rumbo, vemos las tortugas, los patos, nos sentamos a ver un partido de baseball…y por fin llegamos a la estatua de Alicia en el País de las Maravillas. Consigo colarme a los niños de 5 años para hacerme una foto sentada en su regazo. El sombrerero loco está menos solicitado, el pobre.



Salimos del parque por el otro lado y entramos a Bloomingdale’s y en Tiffany’s. Creía que me sentiría como Audrey Hepburn pero me duelen tantos los pies que lo del glamour ha pasado a otro nivel de mi escala de valores.
Comemos en la calle de nuestro hotel, en un irlandés que parece cutre pero que resulta está muy bueno.
Descansamos un poco y vamos hacia Times Square a comprar regalos, que mañana ya nos vamos y todavía no tenemos nada. De paso aprovechamos la Happy hour del bar donde hemos desayunado para tomarnos una cervecita.