Dado que nos habíamos quedado sin alternativa viajera al fastidiarse la primitiva idea de visitar Irlanda ,nos decidimos tras unos pacharanes y licores varios por dirigirnos al antiguo emporio mercantil de Andorra "el país de los Pirineos" donde ya habíamos estado en otras ocasiones. Para hacer el viaje un poco diferente, nos decidimos por unas rutas senderistas sencillas y aprovechar la coincidencia de nuestra estancia con las fiestas locales de la capital, Andorra la Vella con el fin de que las niñas tuvieran otras actividades. Desde luego, palabrita del niño Jesús , no pensábamos en comprar nada. Andorra no es lo que era pero tentaciones, haberlas, haylas.
Nos levantamos a las cinco menos cuarto y a las cinco de la mañana iniciamos el viaje. Paramos a las 7:20 en el área de Benicarló donde pensamos desayunar. Esta área es horrible. Los servicios están para limpiar y desprenden un tufillo que no es a victoria precisamente.
A las 7:45 reiniciamos la marcha pero el sol está muy bajo y nos molesta mucho por lo que nos vemos obligados a parar en Hospitalet del Infant a las 8:15 otra vez y esperamos a que el sol suba un poco más. A las 10:30 paramos en Ponts y almorzamos unos pastelillos caseros. A las 12 llegamos a la frontera por la Farga de Moles pero al pasarla,la cola ya es tan larga que no llegamos al hotel Marfany en Les Escaldes hasta la una y pico .Sin problemas. Tenemos la habitación 31. Está bastante bien, tiene tres camas individuales de colchones más buenos y otra cama plegable. La habitación se llena casi completamente con las camas, también hay un armario empotrado, una sola mesilla de noche, una mesa y una silla. El mobiliario es muy escaso para cuatro personas, no obstante el baño es ancho y nos apañamos bien.
El coche lo hemos dejado en un parking de pago muy cerca del hotel porque eso sí,el aparcamiento continúa igual de fatal que hace siete años y el hotel no tiene parking propio. Ningún día hemos tenido problemas, siempre estaba libre: la primera media hora era gratis y después cada cuarto de hora 0’25 céntimos de euro –de 8 por la mañana a 9 de la noche- y 1 € toda la noche. Los sábados y domingos las fracciones de cuarto eran de 0’35 céntimos.
Un amiguete que nos encontramos en Les Escaldes
En el "rec de solà"
Muchos animales sueltos en Les Escaldes
Después nos vamos a pie bajando por Av Carlemany y siguiendo por Av. Meritxell hasta Información y Turismo para pedir unos mapas de rutas senderistas y después de soportar la mirada compasiva de la informanta como diciendo:”¿dónde vas a hacer senderismo, tú,rechonchillo?” nos vamos a pasear por el llamado Rec de Solà que es una acequia acondicionada como sendero-paseo y que corre paralela a Andorra/Les Escaldes por la ladera de la montaña. Accedemos a ella por la Av Príncipe Benlloch y cerca de la Residencia Clara Rabassa,en concreto por el camino de Curruba,empinadito él(no sabía lo que nos esperaba mañana ). Ya he dicho que era una acequia y por tanto, nos damos el pequeño placer de bañarnos los pies en la gélida agua. Llegamos hasta el final cerca del colegio San Ermengol donde bajamos por una urbanización de lo más chic(nos adelantan dos ferrari rojo-rojo)hasta les Escaldes donde echamos un vistazo y pronto nos vamos al hotel dado que debemos descansar para nuestra primera ruta mañana;el circo de Tristaina.
Nos levantamos a las cinco menos cuarto y a las cinco de la mañana iniciamos el viaje. Paramos a las 7:20 en el área de Benicarló donde pensamos desayunar. Esta área es horrible. Los servicios están para limpiar y desprenden un tufillo que no es a victoria precisamente.
A las 7:45 reiniciamos la marcha pero el sol está muy bajo y nos molesta mucho por lo que nos vemos obligados a parar en Hospitalet del Infant a las 8:15 otra vez y esperamos a que el sol suba un poco más. A las 10:30 paramos en Ponts y almorzamos unos pastelillos caseros. A las 12 llegamos a la frontera por la Farga de Moles pero al pasarla,la cola ya es tan larga que no llegamos al hotel Marfany en Les Escaldes hasta la una y pico .Sin problemas. Tenemos la habitación 31. Está bastante bien, tiene tres camas individuales de colchones más buenos y otra cama plegable. La habitación se llena casi completamente con las camas, también hay un armario empotrado, una sola mesilla de noche, una mesa y una silla. El mobiliario es muy escaso para cuatro personas, no obstante el baño es ancho y nos apañamos bien.
El coche lo hemos dejado en un parking de pago muy cerca del hotel porque eso sí,el aparcamiento continúa igual de fatal que hace siete años y el hotel no tiene parking propio. Ningún día hemos tenido problemas, siempre estaba libre: la primera media hora era gratis y después cada cuarto de hora 0’25 céntimos de euro –de 8 por la mañana a 9 de la noche- y 1 € toda la noche. Los sábados y domingos las fracciones de cuarto eran de 0’35 céntimos.
Un amiguete que nos encontramos en Les Escaldes
En el "rec de solà"
Muchos animales sueltos en Les Escaldes
Después nos vamos a pie bajando por Av Carlemany y siguiendo por Av. Meritxell hasta Información y Turismo para pedir unos mapas de rutas senderistas y después de soportar la mirada compasiva de la informanta como diciendo:”¿dónde vas a hacer senderismo, tú,rechonchillo?” nos vamos a pasear por el llamado Rec de Solà que es una acequia acondicionada como sendero-paseo y que corre paralela a Andorra/Les Escaldes por la ladera de la montaña. Accedemos a ella por la Av Príncipe Benlloch y cerca de la Residencia Clara Rabassa,en concreto por el camino de Curruba,empinadito él(no sabía lo que nos esperaba mañana ). Ya he dicho que era una acequia y por tanto, nos damos el pequeño placer de bañarnos los pies en la gélida agua. Llegamos hasta el final cerca del colegio San Ermengol donde bajamos por una urbanización de lo más chic(nos adelantan dos ferrari rojo-rojo)hasta les Escaldes donde echamos un vistazo y pronto nos vamos al hotel dado que debemos descansar para nuestra primera ruta mañana;el circo de Tristaina.