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Dia 4: Las Basilicas
Resumen
- Piazza del Quirinale
- Quattro Fontane
- Piazza della Republica
- Termas Diocleziano
- Santa Maria degli Angeli
- Santa Maria Maggiore
- San Juan de Letran
- San Pablo Extramuros
- Circo Maximo
- Bocca della Verita
- Santa Maria in Cosmedin
Era nuestro último día de visita a Roma así que, aunque estábamos ya con las piernas muy cansadas, lo afrontábamos con la misma ilusión que el primero. A las 8,30h. de la mañana ya estábamos plantados delante de la Fontana di Trevi para intentar hacer algunas fotos (este es mi principal hobbie) sin gente. Creíamos que íbamos a estar solos ¡¡que ilusos!! ya estaba a medio llenar la plaza. En fin, se hizo lo que se pudo y nos dirigimos a la Piazza del Quirinale donde vimos por fuera el Palacio del Quirinale, residencia oficial del Presidente de la República Italiana, con más de 1200 habitaciones ….
Y desde aquí pusimos rumbo a la Via delle Quattro Fontane, que es una peculiar calle en la que en el cruce con Via Quirinale, en las 4 esquinas de las calles se encuentran 4 fuentes. Desde aquí buscamos la Via Nazionale para desembocar en la Piazza della Repubblica,
donde se encuentran las ruinas de las Termas de Diocleziano y en sus entrañas una de las iglesias que más me han gustado en Roma, Santa Maria degli Angeli (Sta. Maria de los Ángeles), aunque es de las pocas que no está entera llena de frescos en las paredes y techos. Fue diseñada por Miguel Ángel y en su interior, además de innumerables maravillas como las 8 impresionantes columnas romanas (el resto son de estuco), se encuentra la gran meridiana solar de Francesco Bianchini cuyo fin era demostrar la exactitud del calendario gregoriano y determinar la fecha de la Pascua del modo más coherente posible con los movimientos del sol y la luna. En el techo hay un pequeño agujero por el cual la luz solar, al cénit, cae en un punto variable y medido por la línea de bronce de cerca de 45 metros de largo trazada en el suelo. En fin, no os voy a contar aquí toda la película si os interesa buscarlo en internet y luego lo visitáis; a nosotros nos impresionó.
Una vez vista esa maravilla, nos dispusimos a visitar la segunda de las cuatro Basílicas principales de Roma (San Pedro, San Pablo extramuros, San Juan Letrán) Santa Maria Maggiore, la primera y más grande iglesia en Roma dedicada a la Virgen Maria, tanto por dentro como por fuera, espectacular.
Incluso la parte trasera de la misma tiene una plaza y unas escalinatas que parecen la entrada principal, no siendo así.
A continuación fuimos a visitar la Archibasílica de San Giovanni in Laterano (San Juan de Letrán) que tiene el honor de ser la primera iglesia cristiana de la historia y donde, en la antigüedad en el palacio anexo, estaba la residencia del papa.
Una vez hubimos disfrutado de las maravillas que ofrece esta iglesia y de los innumerables pasajes de su historia, nos dirigimos a coger la línea B del metro que, como habréis observado, prácticamente no hemos pisado porque nos hemos dedicado a patearnos la ciudad de cabo a rabo, excepto las grandes distancias. A lo que íbamos, tiramos dirección a la ultima Basílica mayor que nos quedaba por visitar, la de San Pablo Extramuros. Está en una zona alejada del centro de Roma y es enorme (la segunda mayor después de San Pedro), con unos bonitos jardines delante del pórtico una puerta de acceso al interior característica, con una gran cruz tallada, una impresionante planta flanqueada por dos interminables hileras de columnas de grandes dimensiones y algo también característico es que toda la basílica está rodeada por los retratos de todos los papas de la historia, estando iluminado con una luz fija sólo el actual.
Una vez finalizamos la visita, volvimos a coger el metro con la clara intención de volver a intentar meter la mano en la Bocca della Verita así que hacia allí nos dirigimos y, como nos cogía de camino, pasamos por el Circo Máximo que, a día de hoy, es sólo un descampado sin ningún interés, cuando en su época fue el mayor de la humanidad capaz de albergar hasta 300.000 personas 150.000 sentadas. Cuando llegamos a la famosa Bocca, había una cola de, al menos, media hora así que, nos pusimos en la fila y a esperar. Nos hicimos la foto y, gracias a Dios, no perdimos ninguno de los dos la mano y visitamos la iglesia de Santa Maria in Cosmedin, nuestra última etapa en Roma.
Desde aquí nos fuimos dando un tranquilo paseo hacia el apartamento; dejamos la mochila, cámara y demás y a cenar al restaurante La Focaccia, en una de las calles colindantes a Piazza Navona. Tomamos tabla de quesos italianos, ensalada, pasta y jarra de vino (43€) y después nos tomamos un gelato para despedirnos de Roma con buen sabor de boca.
Bueno Viajer@s, espero que os hayan servido de ayuda nuestras experiencias. Hasta la próxima ...
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