En este viaje deseamos embarcanos mi madre y yo.
Salimos del aeropuerto de Son San Joan (Palma de Mallorca), hacia el aeropuerto de Gatwick. Es lo bueno que tiene vivir en una isla tan turística, sobre todo de anglosajones.
Ya en el avión, que pertenecía a la compañía Easyjet compramos los billetes de ida y vuelta del Gatwick Express. Ya se que hay medios de transporte más baratos para ir al centro de Londres, pero la verdad no quería perder ni un minuto en ese maravilloso país.
Gatwick Express nos dejó en la estación de Victoria y desde allí tomamos el metro hasta nuestra parada Gloucester Road (en el barrio de Kensington), donde teniamos que encontrar el hotel Ambassadors en Collingham Road. Entre que llegamos y no llegamos nos dieron las 19:00 de la tarde, y claro ya no eran horas de ir a según donde. Y lo que decidimos fue ir a dar una vuelta por el barrio y ver lo que nos podía ofrecer. La verdad es que al estar cerca de Cromwell Road sus posibilidades eran múltiples, y que decir que encontramos un Sainsbury justa a menos de 100 metros del hotel, de donde pillabamos la cena todas las noches, para degustar todo tipo de cosas.
Salimos del aeropuerto de Son San Joan (Palma de Mallorca), hacia el aeropuerto de Gatwick. Es lo bueno que tiene vivir en una isla tan turística, sobre todo de anglosajones.
Ya en el avión, que pertenecía a la compañía Easyjet compramos los billetes de ida y vuelta del Gatwick Express. Ya se que hay medios de transporte más baratos para ir al centro de Londres, pero la verdad no quería perder ni un minuto en ese maravilloso país.
Gatwick Express nos dejó en la estación de Victoria y desde allí tomamos el metro hasta nuestra parada Gloucester Road (en el barrio de Kensington), donde teniamos que encontrar el hotel Ambassadors en Collingham Road. Entre que llegamos y no llegamos nos dieron las 19:00 de la tarde, y claro ya no eran horas de ir a según donde. Y lo que decidimos fue ir a dar una vuelta por el barrio y ver lo que nos podía ofrecer. La verdad es que al estar cerca de Cromwell Road sus posibilidades eran múltiples, y que decir que encontramos un Sainsbury justa a menos de 100 metros del hotel, de donde pillabamos la cena todas las noches, para degustar todo tipo de cosas.