Antes de comenzar con la narración de este maravilloso viaje quiero daros las gracias a todos los foreros por la ayuda prestada.
Partimos de Sevilla con vuelo de Ryanair a las 6:50 a.m. destino a Treviso. El vuelo sin problemas aunque me llamó la atención como intentan venderte lo que sea durante el trayecto ( hasta un sorteo ), en fin esto de los vuelos baratos tiene que tener algo en contra, por lo demás muy bien.
Llegamos al aeropuerto a la hora prevista 9:25 a.m., tras recoger la maleta facturada salimos a la zona habilitada al público y a la derecha estaba el stand de ATVO (de color azul y amarillo). Como tenímos comprados los billetes del bus a Venecia por internet le di el justificante de pago y nos proporcionaron los billetes de ida y vuelta (8,50 € / persona). Nada más salir al exterior había varios autobuses de esta compañía y sin ningún problema nos montamos y llegamos a Venecia en unos 35 minutos.
Nada más llegar a Plaza de Roma se te caen dos lagrimones
estamos en Venecia !!!!, cruzamos el puente de Calatrava (por cierto no sé por qué lo critican pues toda la zona del puerto es muy moderna y esto está pegado) y nos dirigimos a Cannaregio 127/128 - Lista Di Spagna, al Hotel Belle Epoque ***, que a la postre resultó ser un descubrimiento, pues llegamos andando en 5 minutos y está situado en un lugar con mucha vida y con acceso directo a los vaporettos. El lugar resultó ser limpio, bien decorado (decoración típica veneciana) y el desayuno correcto en relación calidad-precio. Dejamos las maletas en consigna, pues eran las 11:15 a.m. y hasta las dos de la tarde no te dan la habitación, y nos fuimos a descubrir Venecia.

Partimos de Sevilla con vuelo de Ryanair a las 6:50 a.m. destino a Treviso. El vuelo sin problemas aunque me llamó la atención como intentan venderte lo que sea durante el trayecto ( hasta un sorteo ), en fin esto de los vuelos baratos tiene que tener algo en contra, por lo demás muy bien.
Llegamos al aeropuerto a la hora prevista 9:25 a.m., tras recoger la maleta facturada salimos a la zona habilitada al público y a la derecha estaba el stand de ATVO (de color azul y amarillo). Como tenímos comprados los billetes del bus a Venecia por internet le di el justificante de pago y nos proporcionaron los billetes de ida y vuelta (8,50 € / persona). Nada más salir al exterior había varios autobuses de esta compañía y sin ningún problema nos montamos y llegamos a Venecia en unos 35 minutos.
Nada más llegar a Plaza de Roma se te caen dos lagrimones

Como el tiempo era primaveral, decidimos comenzar nuestra singladura a pie por la calles de la ciudad y tras cruzar el puente de Scalzi nos dirigimos al sestiere de San Polo y Santa Croce dirección al Campo de San Rocco donde vimos la Iglesia de San Rocco y la Scuola Grande de San Rocco, para mí de lo mejor de Venecia y todo un espéctáculo creado por Tintoretto (la entrada 7,00 € / persona), lugo entramos en la Basílica de Santa María Gloriosa dei Frari (compramos el Choruss Pass 10,00 € / persona) que por supuesto hay que ver.
Luego bajamos andando hacia el sestiere de Dorsoduro al Campo de San Barnaba y pasamos por un sin fin de calles estrechas y muy bonitas, en una de ellas nos encontramos una tienda de máscaras (de verdad) unos de los Ca´Macana (Calle de le Botteghe, 3172) donde nos dejaron hacer fotos. Pasamos por el Puente de Pugni (el de las peleas de la época) con sus curiosas huellas de pie y vimos por primera vez como era la vida del veneciano. Desde el pequeño canal y sobre una barcaza repleta de verduras un señor vendía sus mercancías mientras las lugareñas se acercaban con sus carritos, algo que nos llamó mucho la atención. Vimos la portada de Santa Barnaba (la biblioteca de Indiana Jones) porque en su interior había una exposición y continuamos hacia el Campo de San Trovaso donde encontramos un bar y nos tomamos un vinito blanco afrutado con una tapita de pan con una especie de crema de mero que estaba muy rico.
Como eran las 13:00 p.m. y el día era precioso nos fuimos dando un paseo por el Zattere, viendo los veladores de los restaurantes sobre el mar. Entramos en la Iglesia de Gesuiti, preciosa y continuamos hacia la Punta della Dogana, donde nos hicimos unas fotos junto al Il Ragazzo con la Rana, que estaba muy vigilado, vamos ni se te ocurra tocarlo
. Este es un lugar perfecto para sacar unas buenas fotos panorámicas del entorno tiene unas vistas preciosas a la Plaza de San Marcos y a la Isla de San Giorgio Maggiore. Bordeamos la punta y nos desplazamos hasta Santa Maria della Salute, majestuosa por el exterior, pero al llegar estaba cerrada. Así que decidimos tomar algo rápido para volver a visitar la basílica. Fuimos por el lateral de la iglesia donde hay tres puentecidos sobre un canal, dos de madera y uno de piedra, cruzamos por este último y a unos 50 metros hay una plazita con un pequeño bar donde ponen bocadillos típicos y pizzas (Rio Tero dei Catecumeni). Nos decidimos por este lugar pues tenía servicio (algo necesario) y te podías sentar en unas mesitas muy agradables al sol, nos costó tomar dos bocadillos con cerveza y agua (18,00 euros).
Como eran las 13:00 p.m. y el día era precioso nos fuimos dando un paseo por el Zattere, viendo los veladores de los restaurantes sobre el mar. Entramos en la Iglesia de Gesuiti, preciosa y continuamos hacia la Punta della Dogana, donde nos hicimos unas fotos junto al Il Ragazzo con la Rana, que estaba muy vigilado, vamos ni se te ocurra tocarlo

Nada más terminar volvimos a ver la famosa Basílica de Santa Maria della Salute, me gustaron mucho los pavimentos, tiene una preciosa cúpula, y como no obras de Tiziano y Tintoretto. decidimos tomar por primera vez el vaporetto, la parada estaba justo en la puerta de la Basílica, validamos los pasajes de 72 horas y nos dirigimos a San Marcos. Un inciso, la promera vez que tomas el vaporetto te quedas un poco parado per es muy fácil todos tienen un embarcadero con dos puertas, cada una de las puertas indica la dirección hacia la que va, así que nada más sencillo que mirar antes de entrar y a disfrutar de sus paseitos. Al llegar a la parada de San Marcos "te tiemblan las piernas", de pronto de encuentras que el entorno más privilegiado que jamás he visto en el que no falta de nada, mucha gente por todos sitios, los gondolers, las tiendas de recuerdos, ... y el propio encanto del lugar. Mos hicimos algunos fotos de rigor pero esta zona la teníamos prevista para el segundo día, así que nos fuimos a coger el vaporetto nº2 dirección Isla de San Giorgio Maggiore.
Al llegar visitamos la Basílica y subimos al campanile (3,00 €/persona), no os lo perdais la vista es impresionante
. Al bajar volvimos a tomar el vaporetto nº2 dirección Zattere para continuar nuestra visita al sestiere de Dorsoduro, nos dirigimos a ver la Collecione Peggy Guggenheim, pasamos por unas calles muy bonitas repletas de tiendas de recuerdos y sobre todo pequeñas galerías de arte, pero como eran las 16:00 p.m. decidimos no entrar. Volvimos sobre nuestros pasos hacia el Puente de la Academia, muy bonito, allí mismo nos cruzamos con un gondolero muy amable, Roberto, con el que quedamos para el día siguinete pues estaba levantando una rasca que no apetecía meterse en el agua para nada. Entramos a visitar la Galería de la Academia (6,50 €/persona), fue una vista rápida en la que vimos las obras más importantes. No obstante si vas con poco tiempo no pasa nada por no entrar porque las propias iglesias y palacios son una muestra majestuasa de las obras de Tiziano y Tintoreto.

Nada más salir tomamos en vaporetto dirección Ca´Rezzonico, pero al llegar estaba cerrado eran las 17:30 p.m. Como aun era de día nos fuimos dando un paseo hacia el Campo de Santa Margherita, una plaza mua animada en la que había un mercadillo de mujeres vendiendo objetos antiguos, aquí está la famosa pizzería Al Volo, pero a la hora que era lo que hicimos fue tomarnos un helado de caramelo que estaba riquísimo (es de las cosas más baratas que puedes tomar). También pasamos por el Campo de San Pantelon para visitar su bonita iglesia pero la encontramos cerrada.
Como ya eran las 18:00 p.m. más o menos optamos por ir al hotel, pues no habíamos visto la habitación, y descansar un poco antes de salir a cenar. Como el hotel lo teníamos junto a la estación de ferrocaril, decidimos ir paseando siguiendo las indicaciones hacai la estación, fuimos un rato sin pensar tan solo admirando cada rincón, puente, calle, balcón y todos los detalles curiosos que encontrabamos.
Como ya eran las 18:00 p.m. más o menos optamos por ir al hotel, pues no habíamos visto la habitación, y descansar un poco antes de salir a cenar. Como el hotel lo teníamos junto a la estación de ferrocaril, decidimos ir paseando siguiendo las indicaciones hacai la estación, fuimos un rato sin pensar tan solo admirando cada rincón, puente, calle, balcón y todos los detalles curiosos que encontrabamos.
Al llegar al hotel recogimos las maletas, que ls dejamos bajo el hueco de una escalera abierto (aunque escomdido) y las maletas estaban en perfecto estado. Fuimos a la habitación, que mejoró nuestras expectativas (es como en su página web) y tras una buena ducha descansamos tras la larga jornada. Cuando eran las 20:00 p.m. salimos a cenar, no teníamos una idea preconcebida pero preguntamos en recepción por un restaurante donde suelan ir los lugareños y no un típico restaurante turístico, y así fue el señor del hotel con mucha amabilidad nos indicó un lugar donde ir a unos 15 minutos andando. Ristorante Casa Bonita (Cannaregio, 492 - 30121 Venezia, puedes reservar en casabonita492@yahoo.it o el el Tel. 0415246164)
Ya era noche cerrada y fuimos andando por la ribera de un canal que daba un poco de miedo, aunque la ciudad es muy segura, y de pronto vimos unas luces y ese era el sitio. Muy pequeñito, coqueto, con las adornadas con petalos de rosas y con una cristalera que te permitia ver el canal. Vamos que más romantico casi imposible porque en el exterior hacía frio. La cena fue magnífica, unos entrantes de varios mariscos, con pulpo y una especie de paté de bacalao, de segundo unos deliciosos espaguetis con almejas y unos postres caseros muy ricos, todo esto regado con un buen vino blanco de Sauvignon (afrutado) y un limoncello para terminar (80,00 €).
Cuando terminamos de cenar no podíamos con nuestro cuerpo, más si cabe despues de tomar una botella de vino, vamos que dormimos como angelitos
.....hasta mañana...
Cuando terminamos de cenar no podíamos con nuestro cuerpo, más si cabe despues de tomar una botella de vino, vamos que dormimos como angelitos
