Volvimos a madrugar, puesto que el día prometía. Nuestras próximas paradas serían Rocamadour, Moissac (únicamente su abadía) y Carcassonne donde pasaríamos un par de noches.
Al levantarnos subimos a la cocina, donde había dos parejas belgas, (por supuesto de mas de 50 años, ya os he comentado que apenas coíncidimos con personas de nuestra edad en el viaje) desayunando.
Gabrielle había traído unas napolitanas, baguetes, mermeladas caseras... Todo muy bueno. A continuación nos pusimos rumbo a la Roca de Amador ( que ese es el origen del nombre del pueblo).
La distancia respecto a Sarlat es aproximadamente de 55 minutos, a pesar de que son pocos los kilómetros que las separan. La carretera está llena de curvas y además sueles encontrarte con varios turistas que no pasan de 40 kms/h por lo que te ralentizan aun más. Del recorrido a parte del paisaje destaca el Chateau de la Treyne, situado sobre un acantilado. Se trata de una imagen impresionante.
Hacia las 10:30 llegamos a Rocamadour (
www.rocamadour.com/). Y ya a esa hora hacía un calor importante. ¡Vaya día nos esperaba! Nos acercamos primero a L´Hospitalet donde hay un mirador de Rocamadour. Es increible lo que el hombre puede hacer con tan pocos recursos, y digo esto, porque esta ciudad está construida sobre un acantilado, en 3 pisos claramente diferenciados (desde este mirador se aprecia a la perfección).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Según algunas webs, Rocamadour es la 2ª población más visitada de Francia, en otras la sitúan en 3 o 4º puesto. Yo si os digo la verdad no sabía siquiera de su existencia y si decidimos visitarla fue por los comentarios que leí en el foro, y eso fue lo que me convenció. Y merece la pena.
Después de acercarnos al mirador (situado junto al hotel Logis Belvedere) cogimos el coche y nos dirigimos hacia el Chateau (situado en el tercer piso de la cité) donde se encuentra el parking. Luego tienes dos opciones, bien bajar a los otros pisos a pie (merece la pena) o mediante el ascensor. Nosotros decidimos bajar a pie y subir por el ascensor.
La bajada se hace por un camino estrecho que pasa junto a numerosas cuevas. La zona está llena de árboles y plantas lo que permite realizarlo tranquilamente, a la sombra. Después de 10 minutos paseando y disfrutando del paisaje, llegamos al piso intermedio, donde se sitúan los santuarios.
Estos estaban llenos de turistas, muchos de ellos españoles. Rocamadour es uno de los principales centros de peregrinación (sobre todo en la Edad Media) puesto que se venera por un lado los restos de San Amador (eremita del siglo XI que murió y años después apareció su cuerpo incorrupto, iniciándose las primeras peregrinaciones) y por otro a la Virgen negra de Rocamadour a la que se venera desde el siglo XII.
De todos los santuarios, el de la Virgen negra es el que más nos gustó, el resto no tenía nada que mereciera la pena. Junto a los santuarios hay una tienda de recuerdos, por si se quiere comprar una virgencita.
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A continuación seguimos bajando hacia el primer piso esta vez a través de escaleras, que en la edad Media subían los peregrinos de rodillas.
En el primer piso se encuentra la ciudad que tiene un encanto especial, a pesar de estar compuesta por una calle repleta eso si, de tiendas. Os recomiendo que probéis y compréis el Foie de la zona (en Sarlat no pudimos comprarlo porque llegamos tarde). Está realmente bueno aunque el precio es algo caro, merece la pena.
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Después de pasear por la ciudad, (es muy pequeña) y con un calor asfixiante, decidimos coger el ascensor para subir al parking (3 euros el asecensor). Y de esa manera poner rumbo a nuestro siguiente destino Moissac.
A las 12:30 salimos y hacia las 14:15 llegamos a Moissac (
es.tourisme-moissac.com/ ...-abbey.php). Los últimos 50 kms del trayecto se realizaban por una carretera local, un paisaje muy bonito.
Lo primero que hicimos al llegar a Moissac fue buscar un restaurante porque ya era tarde. Nos dirigimos hacia la plaza de la abadía ya que imaginábamos que allí se concentrarían casi todos. Y así era, el problema era que solo en uno se servía aún. El restaurante se llama Le Florentin y realmente mereció la pena comer allí. En su terraza contemplando el famoso tímpano románico de Moissac. Fue espectacular. Además la calidad y el precio de la comida estaban ajustados, por 50 euros un solomillo de buey a la brasa, otro en mignon, agua, postres y cafés.
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A continuación iniciamos la visita de la abadía. La iglesia de la misma no es nada del otro mundo (o al menos a mi no me gustó demasiado) pero el claustro es magnífico. Quizá este un peldaño por debajo del de Silos, pero también hay que tener en cuenta que el de Moissac es mas antiguo, por lo que sus esculturas son de un románico más arcaico. Una curiosidad a menos de 50 metros del claustro pasa una vía de tren. Increíble que no encontraran un lugar alternativo para situar las vías de ferrocarril.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Tras la visita de Moissac nos dirigimos hacia Carcassonne (
www.carcassonne.org/ ...troVisiter) 1 hora y 20 minutos por autovía, de manera que a las 19:30 llegamos a nuestro Bed&Breakfast La Ville (
www.lavillaflo.com/).
Este tiene 5 habitaciones, alguna de ellas con vistas a la Cité, nosotros elegimos la habitación Chocolat. Este bed&breakfast es totalmente recomendable. Andando estás en 10 minutos de la Cité y en dirección contraria de la Carcassone moderna. Tiene piscina, un jardín muy bien decorado, y te ofrecen un desayuno magnifíco.
Los dueños son encantadores, y ella (Florence) habla español, por lo que ¡menuda alegría! El precio de la habitación 110 euros con desayuno incluido. Lo recomiendo a todos 100%
Tras ducharnos marchamos a la cité, que estaba prácticamente desierta a pesar de ser poco mas de las 21:15. Es muy especial pasear por esas calles en las que se respira un ambiente medieval (tiendas cerradas) impresionante, a pesar de que la Cité fue reconstruida en el siglo XIX.
Para cenar nos quedamos en la terraza de una pizzería. Las pizzas muy ricas, con ensalada, agua y cafés. Todo por 30 euros. El ambiente me recordaba mucho al de los chiringuitos de playa. Camareros en pantalón corto y camiseta, musiquita de fondo, aire fresquito…
Tras la cena, cansados del día ajetreado que habíamos tenido decidimos volvernos al hotel, para así estar descansados al día siguiente.
Había sido un día magnifico!!