Carcassonne-Alsacia-Selva Negra-Cataratas del Rhin-Chamonix-Narbonne
Por fin llegó el esperado 28 de junio. Salimos de vacaciones! Qué ganas!
Bueno, aunque me encanta investigar y empaparme de la cultura, historias y costumbres de los sitios a los que voy, yo os lo voy a contar todo en plan bastante light, puesto que no me apetece aburrir al aburrimiento (lo que a mí puede parecerme interesante, para otros puede ser un latazo del quince). No obstante, si alguien me lee (no sé yo…) y quiere saber algo, que no dude en preguntarme, que si puedo le contestaré lo más detalladamente posible.
Ahí voy:
Día 1: Mi casa – Andorra: Salimos desde casa para hacer noche en Andorra. Nos pilla de camino a Carcassonne y nos viene bien dormir allí. No me extiendo más, no por menospreciar el sitio ni mucho menos, sino porque no era uno de los “destinos” (por llamarlo de alguna manera), sino un lugar de paso.
Día 2: Andorra-Carcassonne: Llegamos a Carcassonne sobre el mediodía. Calor sofocante y más gente que en la guerra, pero las vistas de La Cité desde fuera son impresionantes. Madre mía, estos cátaros, cómo se las gastan! Nos buscamos alojamiento y, tras comer, yo no puedo esperar más para adentrarme en La Cité. Hay muchos turistas/viajeros (por lo que no voy a quejarme, ¿acaso no soy yo una más?). La Cité es mucho más espectacular por fuera que por dentro, pero por dentro también tiene su encanto: casas con piedra y entramados de madera, adoquín…Nos damos un paseo muy rico y nos acercamos a ver el castillo.

Día 3: Carcassonne-Carcassonne: Por la mañana vamos a ver la zona de La Bastida, también en Carcassonne pero fuera de La Cité. Realmente es una zona bonita que si estuviera bien conservada y cuidada, podría dar mucho de sí. Pero, bajo mi punto de vista, está sucia y descuidada. Me decepcionó un poco en ese sentido, no sé.
Como estábamos al lado, también nos acercamos a ver El Canal du Midi, que fue nombrado patrimonio y no me extraña, porque leyendo un poco sobre la construcción del canal… en fin, pedazo de obra de ingeniería.
Por la tarde- noche, paseamos por La Cité. Qué bonita está iluminada de noche. Realmente espectacular. Aprovechando que La Basílica estaba abierta, entramos y la vemos, que bien merece una visita.
Día 4: Carcassone-La Alsacia: Este día estuvimos tooooodo el día en el coche. Íbamos a hacer noche en Lyon, pero creo que Lyon merece una visita más profunda que no sólo una noche y de pasada, así que nos lanzamos y ¡hasta arriba!. Realmente llegamos sobre las ocho de la tarde, así que poco pudimos ver excepto Riquewihr, que era donde dormimos. Qué decir de Riquewihr… es un pueblo precioso que no puede decepcionar a nadie. Realmente es muy medieval, pero de una manera distinta a lo medieval que podamos llevar en mente por lo visto aquí en España (que siempre es más austero.) En fin, nos sentíamos como Hansel y Gretel dentro de un cuento: casas de colores y entramados de madera, adoquines, mil rincones floridos y preciosos, los torreones o portales de entradas al pueblecito… madre mía, qué sitio más bonito. 100% recomendable.

Bueno, también nos acercamos a ver el Castillo Haut-Koenigsbourg. Había mucha gente, pero el castillo, en verdad, bien merece un paseo. Realmente la reconstrucción del mismo fue una obra bestial, que te la hacen ver en todo el recorrido. Muy recomendable.




Día 7: Alsacia: Seguimos en la Alsacia. Yo no quisiera irme de aquí, me parece todo tan bonito… Bueno, aquí dedicamos la mañana entera a ver Colmar. Qué bonito es! Paseamos laaaargo rato por todo el casco histórico, y como no, por el barrio de La Petit Venice, con canales y casas alsacianas a los lados. Muy bonito, aunque no mas que todo el casco antigüo, que realmente es una delicia.
Aprovechando la tarde, vamos a ver Eguisheim, otro pueblo alsaciano la mar de chulo. Colores, maderas, flores… Es un pueblo circular en el que las propias casas hacían las veces de muralla.
Día 8: Alsacia-Titisee (Selva Negra): Bueno, pues para Alemania que nos vamos. Queríamos dormir en Titisee, y de camino estaba Freiburg. Paramos a hacer una visita. Me encantó el centro. Paseamos por sus calles y visitamos la catedral. Había un mercado muy majete alrededor de la catedral, muy variado él, desde flores y verduras, hasta juguetes y chiringos de perritos calientes. Me quedó buen sabor de boca de esta ciudad. De hecho, no descarto ir allí a pasar un fin de semana y conocerla un poco más en profundidad.
De Freiburg a Titisee llegas en un santiamén. Titisee es un sitio turístico a tope, pero realmente es bonito, sobre todo por su lago. Hacía sol y donde terminaba el verde del bosque, empezaba el azul del lago.

También visitamos Triberg. Aquí todo gira en torno a los relojes de cuco, en todas las tiendas se venden y de hecho, aquí está el más grande del mundo. Estuvimos viendo un vídeo de la fabricación de los relojes: realmente muy trabajoso. No me extraña que sean caros!.
Estando aquí, nos acercamos a ver Schiltach, precioso pueblo con gran tradición maderera. De hecho, hay un museo (gratuito, por cierto), donde te explican un poco el tema. Muy recomendable, también, un paseíto por este lugar.

Día 10: Titisee-Cataratas del Rhin-Chamonix: Bueno, pues nos vamos hacia Chamonix, y ya que pasamos por Suiza, pues vemos las cataratas del Rhin. Madre mía, qué grandes! Bueno, sobre todo, qué anchas! Está chulo este espectáculo natural.


Día 11: Chamonix-Chamonix: Nos apetece tener una vista más cercana del Montblanc. Aunque nos guste más la montaña que a un tonto un lápiz, este viaje no ha sido en ese plan, así que simplemente nos montamos en el teleférico que nos sube hasta el Aiguille du Midi. Desde ahí, vistas de impresión, no sólo las del Montblanc, sino de todos los picos hacia la parte italiana y suiza. Qué maravilla. Qué gozada para la vista.


Día 13: Saint Nazaire en Royans-Narbonne: Bueno, pues ya estamos en Narbonne. La ciudad y alrededores, ya sabeis, país cátaro cien por cien. Dedicamos una tarde a Narbonne. La plaza estaba muy animada, bandas tocando por las calles y mucho ambiente. Tiene callejuelas también muy medievales y cuenta con dos canales, el mencionado anteriormente (du Midi) y el canal de la Robinne.
Día 14: Narbonne-Narbonne: Nos acercamos a ver la abadía de Fontfroide Esta abadía fue fundada como benedictina, pero posteriormente fue acontecida cisterciense.
Es enorme, pero a pesar de su magnitud, está completamente escondida y no la ves hasta que no estás en ella.
