Después del desayuno, tomamos el metro en dirección a Los Inválidos y la iglesia del Dome (www.invalides.org) , donde está la tumba de Napoleón. A la salida del metro, nos encontramos primero con el museo de Roden (acceso gratuito con Museum Pass) donde entre otras muchas esculturas se puede ver “El Pensador” que está en el jardín.
En los Inválidos, aparte de Napoleón podemos encontrar la tumbas de su hermano y de su hijo. Está expuesta una levita y un sombrero de los que utilizaba El Emperador y podemos ver que en verdad no era muy alto. En los Inválidos podemos encontrar también el museo del ejercito, en el que en estos momentos hay varias exposiciones como una de armaduras antiguas y otra de cañones y otras armas de artillería.

Volvimos al metro y nos fuimos a ver la Estatua de la Libertad que hay en el Sena y que está mirando a su hermana mayor de Nueva York. Esta es muchísimo más pequeña que la americana y fue según tengo entendido un regalo del pueblo americano al francés. Siguiendo la orilla del río por una calle que mas bien es una carretera sin nada que ver llegamos a la torre Eiffel. La colas eran tremendas, tanto las que hay para subir en ascensor como las de subir a pie. Al haber subido hace cuatro años, desistimos.
Cruzamos el río y subimos al Trocadero, desde donde se pueden hacer las fotos de la torre entera.
Descanso y metro otra vez para subir al arco de Triunfo ( arc-de-triomphe.monuments-nationaux.fr/ ...ionaux.fr/ ). Nada más salir del metro te lo encuentras. Precioso, grande y como todo en París lleno de gente. Tiendas de lujo como Cartier o Montblanc tienen sus establecimientos a la salida del metro en los Campos Elíseos. Se puede subir arriba, pero lo de los tropecientos escalones como que no, por lo que pensamos ver las vistas de París desde otro sitio.

Nos dirigimos después , tomando el bus 73,hacia el Grande Arche de la Défense (www.grandearche.com) y su zona futurista de rascacielos. Se puede ir en metro, pero en bus vas viendo la calle. El Grande Arche es espectacular, la catedral de Notre Dame se podría ubicar dentro de el. El cubo hueco del Grande Arche tiene 35 plantas. Es un cubo casi perfecto, con 108 metros de ancho, 110 metros de alto y 112 metros de profundidad. Hay un ascensor que sube hasta lo alto y que te promete ver unas vistas fabulosas de París. Es un verdadero timo. Nosotros subimos y lo único espectacular es la ascensión en los ascensores transparentes. Una vez arriba, hay un museo de la informática con cuatro ordenadores que han sacado del chatarrero y un restaurante-cafetería que por cierto eran las dos de la tarde y no había nadie. Sales a la terraza y piensas, bueno vamos a ver la vista. Pues no, se vé que tienen miedo a que alguien se tire y la altura de la valla es muy alta y no estás situado en la orilla, por lo que no ves nada bien. Mi mujer y mi hija vieron la vista por las fotos que saqué elevando la cámara sobre mi cabeza.

Si queréis buenas vistas de París, os puedo decir varios sitios: la terraza de las Galerías Lafayette (gratis), la terraza del Museo de Orsay, la Basílica del Sacré Coeur, la torre Montparnasse (Mide 209 metros de altura y cuenta con 59 pisos. El panorama que se puede ver desde el piso 56 y desde la terraza -hay que pagar entrada, aunque te hacen un 35 % de descuento con la París Visite- hacen de ella una atracción turística que recibe aproximadamente a 600.000 visitantes al año). Como muestra, esta vista del Sagrado Corazón desde el Museo de Orsay.
Luego de bajar del arco, comida en un local italiano de comida rápida en el el centro comercial de la Défense. Tomamos el metro hacia el museo del Louvre para pasar allí la tarde (www.louvre.fr). Escogimos este día pues los miércoles y los viernes el museo cierra más tarde. Si tienes la Museum Pass tienes entrada preferente por el “Passage Richelieu” enfrente de la salida de metro de Palais-Royal o desde la pirámide de cristal. Es como un gigantesco hormiguero. Gente y más gente por todos lados. Hay tantas cosas para ver que no sabes por donde empezar. Nosotros nos centramos en el ala Denon, ya que es imposible verlo todo en una tarde. En este ala puedes visitar por ejemplo La Venus de Milo, La Victoria de Samotracia, La Libertad guiando al pueblo, El Rapto de La Medusa y La Mona Lisa. Para ver la Mona Lisa no hay pérdida. Como veréis en la foto más abajo, el gentío a su alrededor es impresionante.

Luego de llenarnos de arte, metro hacia el hotel y un poco de aseo para ir a cenar a un restaurante muy bonito que hay cerca del hotel: el Je The... Me.
Situado en una antigua tienda de comestibles, el local es muy bonito y pequeño (7-8 mesas), y tiene un menú fijo a 35 euros sin bebidas. La carta de vinos está llena de referencias francesas pero a unos precios por las nubes, pues muchos están a más de 150 euros la botella !!!. Total, cerveza y agua para cenar, que ya está bien. Al terminar, a dormir que ya tocaba.
En los Inválidos, aparte de Napoleón podemos encontrar la tumbas de su hermano y de su hijo. Está expuesta una levita y un sombrero de los que utilizaba El Emperador y podemos ver que en verdad no era muy alto. En los Inválidos podemos encontrar también el museo del ejercito, en el que en estos momentos hay varias exposiciones como una de armaduras antiguas y otra de cañones y otras armas de artillería.


Volvimos al metro y nos fuimos a ver la Estatua de la Libertad que hay en el Sena y que está mirando a su hermana mayor de Nueva York. Esta es muchísimo más pequeña que la americana y fue según tengo entendido un regalo del pueblo americano al francés. Siguiendo la orilla del río por una calle que mas bien es una carretera sin nada que ver llegamos a la torre Eiffel. La colas eran tremendas, tanto las que hay para subir en ascensor como las de subir a pie. Al haber subido hace cuatro años, desistimos.

Cruzamos el río y subimos al Trocadero, desde donde se pueden hacer las fotos de la torre entera.

Descanso y metro otra vez para subir al arco de Triunfo ( arc-de-triomphe.monuments-nationaux.fr/ ...ionaux.fr/ ). Nada más salir del metro te lo encuentras. Precioso, grande y como todo en París lleno de gente. Tiendas de lujo como Cartier o Montblanc tienen sus establecimientos a la salida del metro en los Campos Elíseos. Se puede subir arriba, pero lo de los tropecientos escalones como que no, por lo que pensamos ver las vistas de París desde otro sitio.


Nos dirigimos después , tomando el bus 73,hacia el Grande Arche de la Défense (www.grandearche.com) y su zona futurista de rascacielos. Se puede ir en metro, pero en bus vas viendo la calle. El Grande Arche es espectacular, la catedral de Notre Dame se podría ubicar dentro de el. El cubo hueco del Grande Arche tiene 35 plantas. Es un cubo casi perfecto, con 108 metros de ancho, 110 metros de alto y 112 metros de profundidad. Hay un ascensor que sube hasta lo alto y que te promete ver unas vistas fabulosas de París. Es un verdadero timo. Nosotros subimos y lo único espectacular es la ascensión en los ascensores transparentes. Una vez arriba, hay un museo de la informática con cuatro ordenadores que han sacado del chatarrero y un restaurante-cafetería que por cierto eran las dos de la tarde y no había nadie. Sales a la terraza y piensas, bueno vamos a ver la vista. Pues no, se vé que tienen miedo a que alguien se tire y la altura de la valla es muy alta y no estás situado en la orilla, por lo que no ves nada bien. Mi mujer y mi hija vieron la vista por las fotos que saqué elevando la cámara sobre mi cabeza.


Si queréis buenas vistas de París, os puedo decir varios sitios: la terraza de las Galerías Lafayette (gratis), la terraza del Museo de Orsay, la Basílica del Sacré Coeur, la torre Montparnasse (Mide 209 metros de altura y cuenta con 59 pisos. El panorama que se puede ver desde el piso 56 y desde la terraza -hay que pagar entrada, aunque te hacen un 35 % de descuento con la París Visite- hacen de ella una atracción turística que recibe aproximadamente a 600.000 visitantes al año). Como muestra, esta vista del Sagrado Corazón desde el Museo de Orsay.

Luego de bajar del arco, comida en un local italiano de comida rápida en el el centro comercial de la Défense. Tomamos el metro hacia el museo del Louvre para pasar allí la tarde (www.louvre.fr). Escogimos este día pues los miércoles y los viernes el museo cierra más tarde. Si tienes la Museum Pass tienes entrada preferente por el “Passage Richelieu” enfrente de la salida de metro de Palais-Royal o desde la pirámide de cristal. Es como un gigantesco hormiguero. Gente y más gente por todos lados. Hay tantas cosas para ver que no sabes por donde empezar. Nosotros nos centramos en el ala Denon, ya que es imposible verlo todo en una tarde. En este ala puedes visitar por ejemplo La Venus de Milo, La Victoria de Samotracia, La Libertad guiando al pueblo, El Rapto de La Medusa y La Mona Lisa. Para ver la Mona Lisa no hay pérdida. Como veréis en la foto más abajo, el gentío a su alrededor es impresionante.



Luego de llenarnos de arte, metro hacia el hotel y un poco de aseo para ir a cenar a un restaurante muy bonito que hay cerca del hotel: el Je The... Me.
