Jornada 3: Stirling, Dunblane, St Andrews, Perth, Dunkeld y Pitlochry. 260 Kilometros
Comenzaba ya la ruta por escocia, como norma general nos despertábamos a las seis y nos acostábamos a las 10, hay que decir que a partir de las cinco no hay nada abierto ni para visitar ni para comprar. Bueno, pues recién despertados y desayunados nos pusimos rumbo a Stirling, se tarda aproximadamente una hora, a las 7 y media llegamos allí y empezamos a conocer una realidad de escocia (Los pueblos son muy pequeños) comenzamos a ver el pueblecito por la iglesia Holy Rude, tiene un cementerio que a mi sinceramente me encanto, es precioso, además coincidió que durante la visita nos acompaño un arcoiris y junto con la vista que hay del castillo parecía de cuento.
Cementerio de Holy Rude Pinchar en la foto para ver tamaño original
Seguidamente fuimos al castillo para descubrir que valía otras 15 Libras y lamentablemente no estoy dispuesto a pagar 20 euros por otro castillo que seguramente sea similar al de Edimburgo, dimos un paseo por alrededor y de ahí bajamos a dar una vuelta por el pueblo (Vuelta corta ya que las calles no dan para más y hacia un tiempo de perros). De Stirling fuimos a Dunblane, en detrimento del monumento a William Wallace y creo que fue un gran acierto visitar el pueblecito. El pueblo son literalmente dos calles, pero es una pueblo muy sugerente, pasamos por una carnicería y nos pedimos un pastel escocés típico y la verdad es que sabía a gloria, visitamos la catedral que me pareció magnífica, con un cementerio que la rodea y detrás de ella un camino que baja hasta un río, al bajar al río descubrimos una cosa muy curiosa que se repetiría en casi todos los ríos que vimos, ¡el agua es del color de Whisky! Será por el tipo de sedimento o lo que sea pero es algo muy curioso. De ahí pusimos rumbo a St Andrews que se tarda poco más de 1 hora.
St Andrews me pareció un pueblo entrañable, me recordó en cierta parte a Oxford por el ambiente universitario y esas residencias universitarias tan majestuosas, así como las calles comerciales asfaltadas. La verdad es que en St Andrews nos pilló una lluvia muy incomoda por el viento, vimos el castillo (O lo que queda de el) es bastante imponente sobre todo por el entorno con el mar y las ruinas de la catedral a lo lejos, además tiene una cosa muy curiosa que es un pasadizo subterráneo que no recuerdo para que se utilizaba, y en el cual tienes que ir todo el rato agachado para recorrerlo, fue muy gracioso y de paso descansamos del viento. Al salir fuimos por el camino de la costa hasta la catedral y estuvimos un rato merodeando por las ruinas, las cuales hay que decir que no me decepcionaron para nada, me encantaron. Dimos una vuelta por el pueblo hasta que caímos en la cuenta de que se nos había pasado el ticket del parking casi una hora, así que volvimos corriendo al coche y descubrimos otra cosa de Escocia, ¡La policía no existe! yo creo que como la gente es tan buena el sistema policial queda reducido a la buena fe de las personas, así que sin multa y sin nada pusimos camino para Perth mientras nos hacíamos unos sándwiches en el coche.
Lo que queda de la catedral de St Andrews Pinchar en la foto para ver tamaño original
La llegada Perth fue, la verdad, decepcionante. Una ciudad muy nueva, cuadriculada y comercial, a lo que le sumas que llovía una barbaridad y que nuevamente se nos olvidó el ticket del parking, dimos una vuelta por el puente y nos fuimos (tras 40 minutos o así con el coche sin pagar parking allí no había multa ni nada). Decidimos visitar más tranquilamente un pueblecete que no lo teníamos en los planes que estaba entre Perth y Pitlochry y en la Guía Azul ponía que merecía la pena visitar. En pueblo se llama Dunkeld, y nuevamente son dos calles. Llegamos al pueblo sobre las cinco de la tarde y estaba todo cerrado, tanto que aquello parecía un pueblo desierto. Hay que reconocer que al final estos pueblos que se salen de los planes previos y que descubres casi por casualidad resultan siendo de lo más bonito. El pueblo tiene una placita y una calle que desemboca en una iglesia rodeada por un parque preciso a orillas del río Tay. La iglesia en si tampoco es gran cosa, resulta curiosa la iglesia en ruinas anexa a está pero lo realmente chulo es el ambiente dentro del parque con el río, la verdad es que merece la pena hacer una parada para verlo.
A 25 Kilómetros estaba el punto final de día, Pitlochry, llegamos allí sobre las 6 o así de la tarde, nos quedamos a dormir en un hostal que se llamaba Pitlochry Backpackers y estaba genial, nos costo 22 euros a cada uno, habitación doble, con baño y todo.
El pueblo la verdad es que es una maravilla, fuimos andando hasta la presa que hay para verla desde el puente colgante, pasas por una zona de chalés que parecen de mentira. De vuelta en el pueblo cenamos unos Fish & Chips (es curioso cómo en Escocia en general han hecho de los Fish & Chips una comida tradicional cuando no deja de ser pescado rebozado y patatas fritas hipergrasienta…) Dimos una vuelta por el pueblo (Nuevamente es un pueblecito muy pequeño) vimos la iglesia, el ayuntamiento y paseamos tranquilamente. Ese día nos acostamos temprano ya que al día siguiente tocaba el viaje largo y queríamos hacerlo temprano para aprovechar el día.
Comenzaba ya la ruta por escocia, como norma general nos despertábamos a las seis y nos acostábamos a las 10, hay que decir que a partir de las cinco no hay nada abierto ni para visitar ni para comprar. Bueno, pues recién despertados y desayunados nos pusimos rumbo a Stirling, se tarda aproximadamente una hora, a las 7 y media llegamos allí y empezamos a conocer una realidad de escocia (Los pueblos son muy pequeños) comenzamos a ver el pueblecito por la iglesia Holy Rude, tiene un cementerio que a mi sinceramente me encanto, es precioso, además coincidió que durante la visita nos acompaño un arcoiris y junto con la vista que hay del castillo parecía de cuento.
Cementerio de Holy Rude Pinchar en la foto para ver tamaño original
Seguidamente fuimos al castillo para descubrir que valía otras 15 Libras y lamentablemente no estoy dispuesto a pagar 20 euros por otro castillo que seguramente sea similar al de Edimburgo, dimos un paseo por alrededor y de ahí bajamos a dar una vuelta por el pueblo (Vuelta corta ya que las calles no dan para más y hacia un tiempo de perros). De Stirling fuimos a Dunblane, en detrimento del monumento a William Wallace y creo que fue un gran acierto visitar el pueblecito. El pueblo son literalmente dos calles, pero es una pueblo muy sugerente, pasamos por una carnicería y nos pedimos un pastel escocés típico y la verdad es que sabía a gloria, visitamos la catedral que me pareció magnífica, con un cementerio que la rodea y detrás de ella un camino que baja hasta un río, al bajar al río descubrimos una cosa muy curiosa que se repetiría en casi todos los ríos que vimos, ¡el agua es del color de Whisky! Será por el tipo de sedimento o lo que sea pero es algo muy curioso. De ahí pusimos rumbo a St Andrews que se tarda poco más de 1 hora.
St Andrews me pareció un pueblo entrañable, me recordó en cierta parte a Oxford por el ambiente universitario y esas residencias universitarias tan majestuosas, así como las calles comerciales asfaltadas. La verdad es que en St Andrews nos pilló una lluvia muy incomoda por el viento, vimos el castillo (O lo que queda de el) es bastante imponente sobre todo por el entorno con el mar y las ruinas de la catedral a lo lejos, además tiene una cosa muy curiosa que es un pasadizo subterráneo que no recuerdo para que se utilizaba, y en el cual tienes que ir todo el rato agachado para recorrerlo, fue muy gracioso y de paso descansamos del viento. Al salir fuimos por el camino de la costa hasta la catedral y estuvimos un rato merodeando por las ruinas, las cuales hay que decir que no me decepcionaron para nada, me encantaron. Dimos una vuelta por el pueblo hasta que caímos en la cuenta de que se nos había pasado el ticket del parking casi una hora, así que volvimos corriendo al coche y descubrimos otra cosa de Escocia, ¡La policía no existe! yo creo que como la gente es tan buena el sistema policial queda reducido a la buena fe de las personas, así que sin multa y sin nada pusimos camino para Perth mientras nos hacíamos unos sándwiches en el coche.
Lo que queda de la catedral de St Andrews Pinchar en la foto para ver tamaño original
La llegada Perth fue, la verdad, decepcionante. Una ciudad muy nueva, cuadriculada y comercial, a lo que le sumas que llovía una barbaridad y que nuevamente se nos olvidó el ticket del parking, dimos una vuelta por el puente y nos fuimos (tras 40 minutos o así con el coche sin pagar parking allí no había multa ni nada). Decidimos visitar más tranquilamente un pueblecete que no lo teníamos en los planes que estaba entre Perth y Pitlochry y en la Guía Azul ponía que merecía la pena visitar. En pueblo se llama Dunkeld, y nuevamente son dos calles. Llegamos al pueblo sobre las cinco de la tarde y estaba todo cerrado, tanto que aquello parecía un pueblo desierto. Hay que reconocer que al final estos pueblos que se salen de los planes previos y que descubres casi por casualidad resultan siendo de lo más bonito. El pueblo tiene una placita y una calle que desemboca en una iglesia rodeada por un parque preciso a orillas del río Tay. La iglesia en si tampoco es gran cosa, resulta curiosa la iglesia en ruinas anexa a está pero lo realmente chulo es el ambiente dentro del parque con el río, la verdad es que merece la pena hacer una parada para verlo.
A 25 Kilómetros estaba el punto final de día, Pitlochry, llegamos allí sobre las 6 o así de la tarde, nos quedamos a dormir en un hostal que se llamaba Pitlochry Backpackers y estaba genial, nos costo 22 euros a cada uno, habitación doble, con baño y todo.
El pueblo la verdad es que es una maravilla, fuimos andando hasta la presa que hay para verla desde el puente colgante, pasas por una zona de chalés que parecen de mentira. De vuelta en el pueblo cenamos unos Fish & Chips (es curioso cómo en Escocia en general han hecho de los Fish & Chips una comida tradicional cuando no deja de ser pescado rebozado y patatas fritas hipergrasienta…) Dimos una vuelta por el pueblo (Nuevamente es un pueblecito muy pequeño) vimos la iglesia, el ayuntamiento y paseamos tranquilamente. Ese día nos acostamos temprano ya que al día siguiente tocaba el viaje largo y queríamos hacerlo temprano para aprovechar el día.

