Domingo. Andamos hacia el Coliseo y los Foros. Un día de sol y calor con mas de 30 grados. Largísima cola para entrar el Coliseo (pasamos). Lo vimos por fuera y nos dedicamos a pasear por los foros donde entre otras cosas ves la columna de Trajano (en restauración su base). Había una fiesta por el compromiso de Kioto y mucha gente en bicicleta.
Antes de irnos, le tomé una foto a los actores que pululan por el coliseo para poder hacerte una foto con ellos a cambio de dinero.
Después vimos la Iglesia de San Clemente, donde hay tres iglesias en estratos arqueológicos superpuestos (muy curioso de ver) y comida por la zona donde hay varios restaurantes. Comimos en La Naumanchie que la verdad, no le vimos nada del otro mundo a su cocina.
Metro hacia San Pedro a ver si hay suerte y bueno, en veinte minutos estábamos dentro. Hay que pasar arco de seguridad y eso ralentiza mucho la entrada. Solo hay una palabra para definir San Pedro GRANDIOSA. No podemos la tumba de Juan pablo II pues no permitian la entrada ese día, pero al menos si pudimos ver a La Piedad.
Metro otra vez hacia Piazza del Polopo, muy animada, con el obelisco y las iglesias que llaman las gemelas. Visitamos la iglesia de Nuestra señora del Popolo, con sus cuadros de Rafael y frescos de Pinturicchio.
Luego de esto, tomamos el tranvía nº 2 para ir al puente Milvio. En este puente las parejas de enamorados ponen candados representando su amor y tiran la llave al Tiber. Llegó a haber tantos, que las farolas caían por el peso. Los retiraron y ahora hay muy pocos. De todas formas, si sobra un poco de tiempo es curioso de ver y romántico si vas en pareja. Vuelta con el tranvía 2 hacia Piazza del Popolo (por supuesto, sin pagar) y metro hacia el hotel. Cena en el sitio del día anterior, y a dormir.
Antes de irnos, le tomé una foto a los actores que pululan por el coliseo para poder hacerte una foto con ellos a cambio de dinero.
Después vimos la Iglesia de San Clemente, donde hay tres iglesias en estratos arqueológicos superpuestos (muy curioso de ver) y comida por la zona donde hay varios restaurantes. Comimos en La Naumanchie que la verdad, no le vimos nada del otro mundo a su cocina.
Metro hacia San Pedro a ver si hay suerte y bueno, en veinte minutos estábamos dentro. Hay que pasar arco de seguridad y eso ralentiza mucho la entrada. Solo hay una palabra para definir San Pedro GRANDIOSA. No podemos la tumba de Juan pablo II pues no permitian la entrada ese día, pero al menos si pudimos ver a La Piedad.
Metro otra vez hacia Piazza del Polopo, muy animada, con el obelisco y las iglesias que llaman las gemelas. Visitamos la iglesia de Nuestra señora del Popolo, con sus cuadros de Rafael y frescos de Pinturicchio.
Luego de esto, tomamos el tranvía nº 2 para ir al puente Milvio. En este puente las parejas de enamorados ponen candados representando su amor y tiran la llave al Tiber. Llegó a haber tantos, que las farolas caían por el peso. Los retiraron y ahora hay muy pocos. De todas formas, si sobra un poco de tiempo es curioso de ver y romántico si vas en pareja. Vuelta con el tranvía 2 hacia Piazza del Popolo (por supuesto, sin pagar) y metro hacia el hotel. Cena en el sitio del día anterior, y a dormir.