Hemos dormido muy bien. Aunque el hotel se encuentra en la calle principal, está alejado unos 100m del meollo de restaurantes y agencias, por lo que por las noches no molesta el ruido.
Vamos a desayunar a uno de los restaurantes de la calle principal, al estilo occidental: tostadas, zumo, bacon, huevos revueltos.. y al terminar vamos a buscar un local de alquiler de motos.
Hemos pensado en alquilar una para ir a pasar el día a las cataratas de Kuang Si, aunos 25km. Las agencias ofrecen muchas excursiones a buen precio, pero decidimos ir a nuestro aire.
Acudimos a un local cercano al hotel donde alquilan motos y bicis. Cogemos una Honda Wave 100cc manual (la que allí lleva todo el mundo), 4 marchas sin embrague. 15$ el día, las automáticas (scooter) valen 25$. Aunque no he llevado nunca una moto de marchas, me voy por lo barato.. Firmamos el contrato de alquiler (se quedan el pasaporte como garantía), hacemos una parada en el hotel para coger mochila, bañador.. y empezamos la ruta.
El camino se hace corto, tenemos unas vistas estupendas y no me importaría conducir otros 25km más..



En un rato llegamos a nuestro destino. Dejamos la moto en el parking y sacamos la entrada.

Nada más pasar al recinto, se encuentra un refugio dedicado a la protección del oso negro asiático y el oso de la luna. Creado por una australiana, se pueden ver los osos desde la alambrada, también tiene camisetas y otros productos para quien quiera colaborar.
Andamos un poco más por el sendero que conduce al río, y llegamos a una piscina natural. Nos dan unas ganas enormes de probarla, así que nos ponemos el bañador (hay unas casetas donde puedes cambiarte) y al agua. El agua está especial.

Después del baño seguimos sendero arriba, hacia la cascada principal. El sitio es espectacular, hay agua por todas partes y a medida que vamos avanzando aparecen nuevos saltos de agua:


Llegamos al principal y nos sentamos en un banco a tomar un refresco:

Pensamos en que la vista desde lo alto de la cascada tiene que ser espectacular, así que decidimos subir. Es un trayecto por el medio de la selva, sin sendero pero muy intuitivo, no recomiendo subirlo en chanclas, mejor sandalias con cierre, se puede resbalar fácilmente.
Llegamos y disfrutamos del entorno:

Subimos por la parte derecha y bajamos por la izquierda. Para bajar no hay tanta pendiente, incluso hay tramos con escaleras. Una vez abajo volvemos por donde vinimos y llegamos a otro estanque donde hay gente bañándose. Después del pequeño trekking, nos damos otro baño para refrescarnos:

Cuando nos damos cuenta son casi las 14h, nos volvemos a Luang Prabang a comer.
Llegamos y dejamos ya la moto, podríamos usarla durante el resto del día pero la ciudad es pequeña y preferimos recorrerla a pie.
Después de comer vamos a dar un paseo bordeando el río Mekong, es una ciudad tranquila, ideal para descansar unos días.
Así pasamos la tarde, y cuando anochece nos damos una vuelta por el mercado nocturno. Hacemos unas compras, vamos perfeccionando el arte de la negociación o regateo.
Después de cenar volvemos al hotel a descansar. Después de una semana de viaje, nos hemos acostumbrado a que nuestros días empiecen a las 6am y acaben a las 22h, a estas horas ya ataca el sueño.