Día 6: 22/08/2011
Amanecimos en Florencia, con muchísimas ganas de hacer la visita de hoy, y es que era uno de los destinos que siempre había visto en postales e imágenes y despertaban mi curiosidad llamativamente.
El hotel de Florencia lo habiamos reservado con el desayuno incluido, así que una vez espabilados después de una buena ducha y preparados totalmente para pasar el día fuera, subimos hasta la última planta del hotel. Como comenté en la etapa anterior, el restaurante del hotel está situado en el ático del edificio. En un primer momento decidimos desayunar en la terraza, pero una incómoda abeja nos hizo decantarnos por desayunar dentro.
El desayuno en el hotel era tipo buffet, aunque no somos personas de comer excesivamente variado en el desayuno, asi que siempre optamos por lo mismo: nuestro café o zumo con tostadas. A destacar dos cosillas del desayuno: en Italia puedes encontrar Nutella allá por donde vayas

Tras desayunar, recogimos la mochila de la habitación y andando llegamos hasta la Estación Central de Trenes de Florencia. El día anterior por la noche habiamos escrito una postal para la familia, igual que habiamos hecho en Venecia días antes, así que aprovechamos para utilizar el buzón situado en la misma estación... ¿Un consejo? Nunca uséis ese buzón! La postal jamás llegó a su destino!!!

Hoy hariamos uso por segunda vez del Interrail Italy Pass, en esta ocasión sin pagar extras ni hacer reservas y en trenes regionales (la verdadera funcionalidad de los pases de Interrail!!). El tren salía a las 8.53 y así fue: puntualmente estábamos de camino a PISA!!!!

Nuestro planning para el día de hoy era bastante ambicioso, y como pudimos comprobar al finalizar el día, es posible realizar aunque acabando muy cansados. La idea era salir de Florencia con dirección a Pisa para ver el conjunto del Campo dei Miracoli, posteriormente coger un tren con dirección a Siena (haciendo transbordo en Empoli para cambiar de tren), visitar la ciudad medieval de Siena, y finalizar el día volviendo a Florencia para dormir... Bastante paliza, la verdad!!
Tras un viaje de una hora aprox. en un tren bastante viejo, sucio y lento, que hacía paradas en bastantes estaciones, llegamos puntuales a Pisa, a una estación de trenes pequeña. Saliendo de la misma, empezamos a buscar el autobús que nos llevara a nuestro objetivo. Sabiamos que podían ser el LAM Rossa o el bus nº4, pero no conseguiamos encontrar la parada concreta. Después de muchas vueltas, vimos que está justo enfrente de la puerta principal de la estación...
Había una gran cola y es que parecía que Pisa fuera una ciudad más de España: cuántos españoles estábamos allí!!! Una vez que vino el autobús y nos subimos, otra cuestión: tampoco pudimos comprar el ticket dentro, de la cantidad tan grande que había de gente!! Pues nada, viajando gratis de nuevo!!

El autobús te deja en la misma puerta de acceso al recinto del Campo dei Miracoli, donde se encuentran Duomo, Baptisterio, Camposanto y, por supuesto, la famosísima Torre de Pisa. Cuando entras por primera te quedas observando todo con mucho detenimiento, y es que el contraste entre el verde del cuidado jardín (al menos, para la época del año en la que estábamos) y la blancura que reflejan los edificios dispuestos ordenadamente es maravilloso.
Fuimos paseando hasta el final del recinto, mirando a izquierda el conjunto monumental, y a derecha, todos los puestos de souvenirs. Cuántos puestos juntos!!! Llegamos hasta el final buscando el lugar donde recoger las entradas que habiamos comprado de manera anticipada por Internet y allí estaba, con una gran cola de personas cuya visita sería, como muy temprano, para las 14h!!!!

Las entradas se pueden comprar por Internet y es recomendable 100%, ya que puedes elegir la hora (cada 20 min.) a la que quieres la visita de la Torre, evitándote todo tipo de colas innecesarias. Nosotros la habiamos cogido para las 11:40h, porque era la mejor hora que nos venía para poder cuadrar los trenes y ver el conjunto sin prisas pero sin pausas.
Así que allí estábamos nosotros, sin apenas tener que esperar, en una fila en la que sólo había una persona delante. Cuando recogimos las entradas reservadas, aprovechamos para comprar ya de paso las entradas para el Duomo, ya que era el otro monumento que queriamos visitar de todo el conjunto.
Tuvimos que esperar un ratito hasta que fuera nuestra hora (porque tienes que estar allí con antelación), por lo que aprovechamos para comprarnos unas granizadas fresquitas y disfrutar de un paseíto junto a semejante panorama cultural...
A mi me pareció precioso todo, y es realmente curioso ver la Torre desde diferentes ángulos, imaginando cómo es que puede no caerse!!

Como aún quedaba un ratito pues a hacer lo típico: fotos y más fotos sujetando la Torre!!!

Tras alguna compra en los puestos de recuerdos y dejar la mochila en la consigna (sólo te permiten dejar la mochila durante el tiempo que dura tu visita, no antes), nos fuimos a la base de la Torre ya que estaba a punto de empezar nuestra visita. A cualquier persona que vaya a Pisa le recomiendo que suba a la Torre, y es que aunque es algo caro, merece la pena experimentar cómo es subir andando una torre inclinada, viendo el desgaste de los escalones en función de la zona de la torre en la que estés... Realmente curioso!!
Desde arriba se puede observar una panorámica del conjunto del Campo dei Miracoli, pero también de la ciudad de Pisa y los alrededores; y aunque se tienen 20 minutos para poder ver la torre, os aseguro que es tiempo más que suficiente para subir, bajar y hacer cuantas fotos desees desde arriba.
Una vez abajo, recogimos la mochila y de camino a ver el Duomo por dentro! También recomendable, y es que es una catedral muy elegante en su interior!! Una pena que todo el protagonismo, por otra parte merecido, se lo lleve su campanario.
Volvimos a coger el autobús donde mismo lo habiamos dejado, esta vez en dirección hacia la estación de trenes de Pisa. Por 5 minutos no llegamos a una tren que nos llevaría a Siena, asi que tuvimos que esperar al siguiente unos veinte minutos... Era algo premonitorio de lo que sería el día!!!

En esta ocasión nos tocó un tren similar al que habiamos cogido para llegar Pisa, así que ya nos estábamos dando cuenta de lo que eran los trenes regionales en Italia, nada que ver con los de alta velocidad. Aunque lo peor estaba por llegar...
Para ir desde Pisa a Siena hay que hacer un cambio de tren en Empoli; según la web de los trenes italianos tienes unos 5 minutos aprox. para hacer el cambio, así que sin problemas puesto que la estación debía ser muy pequeñita.
Justo cuando llegamos a Empoli, cuya estación (como imaginábamos) no deja de ser una sala bastante pequeña y desprovista de servicios, nos fuimos corriendo a ver cuál era la vía del tren que teniamos que coger con destino a Siena. Nada más ver la vía, miramos hacia los andenes y... no!!! Ya estaba allí el tren!!! Empezamos a bajar corriendo los escalones para llegar al andén que nos correspondía y justo cuando íbamos a llegar, pitó el cierre de puertas y empezó a andar el tren!!! :x
Nos habiamos quedado en Empoli tirados!!!

Cuando llegó la hora, ésta vez sí nos fuimos al andén con suficiente antelación y nos montamos en el tren. Ahora parecía que sí, seguiamos con nuestro viaje y el próximo destino sería SIENA!!!!

Cuando nos montamos en el tren, ilusionados por ir a Siena, cansados por la espera en la estación de Empoli, y sudados a causa del tremendo calor que hacía a esas horas del mediodía, nos sentamos y... sorpresa!!! El tren no tenía aire acondicionado!!!

Nos sentamos en un vagón, cuyos únicos acompañantes era otra pareja que pasó todo el viaje captando imágenes con su cámara a través de las ventanas, que iban abiertas con la pretensión de que entrara algo de aire (evidentemente, aire tremendamente caliente...). Cuando Mª José y yo ya no podiamos más con el calor que hacía en el vagón, y aturdidos por el ruidoso aire que entraba, me fuí a recorrer el tren... dos vagones más allá funcionaba, ligeramente eso sí, el aire acondicionado!! Os aseguro que ha sido de los peores viajes en tren de toda mi vida!!

Acabamos llegando cerca de las 14:40h a Siena. La propia estación comunica con un pequeño centro comercial, así que debido a la hora que era, optamos por almorzar allí mismo un par de pizzas rápidas y hacer algunas compras en un supermercado: esa noche cenariamos en la habitación del hotel para descansar!
Cogimos el transporte urbano allí mismo y nos dejó en la Piazza del Sale, sitio neurálgico de las paradas de autobuses.
El centro de Siena es bastante pequeñito y muy asequible para recorrerlo a pie, asi que callejeando, pronto fuimos pasando por los sitios más emblemáticos de la ciudad.
Pasamos por delante de la Piazza Salimbeni, majestuosa plaza con su estatua en el centro, inmóvil, sin dejar de ver el pasar del tiempo. Si una palabra define a Siena esa es medieval. Todo allí respira un aire a antiguo, nos lleva a aquella época.
Al poco tiempo, entre calles, llegamos a un arco que hace las veces de presentación de una de las maravillas de Siena: la Piazza del Campo.
Esta plaza semicircular es, sencillamente, especial. Te quedas embobado mirando los edificios de alrededor, la Fonte Gaia y, por supuesto, el Palazzo Pubblico con su estupenda Torre del Mangia. Estuvimos un buen rato sentados junto a la Fonte Gaia, en el suelo simulando a los habitantes de la ciudad, mirando hacia la majestuosa torre y observando el ir y venir de turistas y palomas.
Habiamos dicho en esta ocasión no subir a la Torre del Mangia; por hoy era suficiente con una torre!!

El Duomo es una maravilla en todo: su exterior es increible, pero su interior lo supera con creces. Estuvimos un rato sentados en la sombra, viendo cómo un grupo de jóvenes practicaban con sus tambores. Hicimos algunas fotos y tras comprar las entradas visitamos entonces el interior de la catedral... ¿Qué decir de ésta? Pues que si váis algún día a Siena tenéis que visitarla sí o sí!! Además tuvimos muchísima suerte y estaban al descubierto sus famosos mosaicos!!! 8)
Fue entonces cuando fuimos a subir a lo que se conoce como el Facciatone. Esto no es más que lo que se supone iba a ser la fachada principal del Duomo, dejando la actual catedral como nave transversal. Como no se llegó a hacer, hoy se puede visitar esa parte de la Catedral (reconvertida en museo) y subir hasta lo alto del muro, mostrando unas vistas de la ciudad maravillosas y calurosas...

Tras esperar un buen rato para poder subir, finalmente nos tocó reencontrarnos con nuestros amigos, los escalones!!

Tras volver a bajar todas las escaleras subidas, decidimos volver a la Piazza del Campo y relajarnos tomándonos un buen refrigerio hasta que fuera la hora de volver a la estación. Estar allí, en total tranquilidad, viendo cómo el sol dibujaba sombras sobre los medievales muros de la ciudad, es una experiencia imprescindible.
Volvimos sobre nuestros pasos de nuevo hasta la Piazza del Sale y esperamos al autobús que nos llevara a la estación de trenes. Cuando llegó, el conductor nos dijo con bastante mal carácter que él no vendía los billetes, que los compráramos en una tienda a la vuelta de la esquina. En esto fuimos corriendo para comprarlos, pensando que los 2 minutos que tardamos en comprarlos el conductor nos estaría esperando... ilusos!!!

Ya estábamos algo nerviosos, deseando que llegara cualquiera de los autobuses que nos podían llevar!! Por fin llegó uno... pero sólo quedaban 7 u 8 minutos para que saliera el tren!! Y si lo perdiamos, teniamos que esperar al siguiente (y último del día) durante ni más ni menos que una hora!! Parecía que éramos nosotros los que conduciamos, pensando: "no hagas ese stop!!" Jajaja.
Llegamos a la estación, y mientras se abrían las puertas del bus yo ya estaba mirando las pantallas para ver el andén (sí, había aprendido rápido de nuestra peripecia en Empoli

Empezamos a correr y, para nuestra suerte, el andén 1 estaba justo el primero de todos, asi que corriendo sin parar nos metimos en el tren... Fue meternos y cerrar éste las puertas!! Increible!!! Después de haber vuelto a correr en el día de hoy, esta vez sí que habiamos llegado justo a tiempo!!!
Una vez que empezó a andar el tren me surgieron las dudas: ¿Nos habriamos metido en el tren correcto o con las prisas me habría equivocado? Menos mal! En unos segundos apareció en las típicas pantallas el destino final del recorrido: Stazione Centrale Santa Maria Novella. Ya estábamos de vuelta a Florencia.

En ese momento me percaté: por primera vez en el día, y os aseguro que lo necesitábamos, estábamos de nuevo en uno de los trenes modernos!!! A pesar de hacer una ruta regional, el tren era de primera, con asientos comodísimos y chorros de aire acondicionado dirigidos directamente a la cara!

A las 21:50h aprox. llegamos a la estación de Florencia. Estaba claro nuestro camino: hoy nos íbamos directos al hotel. Estábamos muy cansados después de un día tan largo, ajetreado y caluroso, pero también tan completo...
Después de la ducha de rigor y una cenita tranquilamente en la habitación, caimos rendidos en la cama. Hoy había sido un día muy largo, pero el día de mañana nos tocaba seguir viendo Florencia y teniamos que descansar.
A dormir!!
