Por el título de la etapa ya veis que el día se presentaba completito.
El jet lag se presentó puntual a las 6.30 de la mañana aunque yo llevaba despierta intermitentemente desde las 3 de la mañana. El ruido del motor del aire acondicionado no ayudaba. Por lo visto nuestra habitación daba a un patio en el que estaba este motor demoníaco que me tuvo en vela toda la noche (y yo soy de las que duerme hasta de pie así que imaginaos!)
Así que empezamos la mañana con una amable pero intensa queja en recepción. Inmediatamente nos cambiaron de habitación a una mucho más silenciosa y además más grande. Por si fuera poco, nos compensaron las molestias causadas invitándonos a desayunar, así que un 10 por la atención recibida!
A eso de las 8.30 de la mañana ya estábamos en marcha. El plan era andar hasta el Rockefeller Center para dejar compradas las entradas para subir al Top of the Rock esa tarde. Llevábamos unos cupones de 2€ de descuento por cada entrada que había impreso de la página web de destinationcoupons . El paseo hasta el TOR estuvo fenomenal porque además coincidió que ese domingo había una especie de maratón de bici y la calle estaba super animada, la 6º avenida cortada al tráfico para que pasaran las bicis y todos los peatones animándoles.
Una vez compradas las entradas (muy recomendable ir prontito porque no hicimos nada de cola) cogimos el metro hasta la calle 125, Harlem. Una vez allí, como era todavía muy pronto para la misa, paseamos por sus calles y aprovechamos el wifi gratuito de Starbucks para ponernos al día. A eso de las 10.30 nos fuimos para la iglesia que habíamos escogido, Greater Refuge Temple donde la misa era a las 11. Gran recomendación del foro!
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Para las misas góspel hay que tener varias premisas en cuenta. Harlem ya no es lo que era hace 15 años (la última vez que yo había estado en NY). Es más seguro y por lo tanto mucho más turístico y ahora es casi imposible encontrar una iglesia góspel en la que no haya turistas. Dicho esto, lo ideal es investigar un poco para salirse del circuito de iglesias de los mayoristas y además, lo ideal es hablar con los locales, interesarse por sus costumbres y de esa forma vivir de una forma menos turística una experiencia como es el góspel. Nosotros fuimos antes a la iglesia para hablar un rato con las hermanas que estaban organizando todo y de esa forma, en vez de estar en el piso superior con el resto de turistas, estuvimos sentados entre ellos, con un par de viejecitas encantadoras a cada lado y con una familia completa justo delante. El resultado fue vivir de una forma super emocionante la misa, compartir esa fe y esa alegría con ellos, la música pero también las palabras del pastor… simplemente genial.
Estuvimos cerca de dos horas y nos fuimos cuando la misa casi había finalizado (empezaban a hablar de cosas de la iglesia, las actividades que organizan mensualmente, etc.).
Fue entonces cuando empezó realmente el palizón de día (paliza pero mereció la pena!). Empezamos a pasear encaminándonos hacia Morningside Park para llegar a Columbia University. De ahí a St.John Divine y desde allí, a la entrada noroeste del parque, por la calle 116.
Recorrimos Central Park de norte a sur, perdiéndonos por sus caminos y disfrutando de un día fantástico con una temperatura ideal. Salimos por el Oeste, por Strawberry Fields para comer. Encontramos un sitio muy mono donde comimos unas porciones de pizza y de vuelta al parque. Volvimos a entrar al parque por Columbus Circle y aprovechamos el buen tiempo para tumbarnos al sol en Sheep Medaws, donde estaba todo Manhattan disfrutando del sol!
Después de una horita y media salimos del parque por la 5ª avenida, justo en el hotel Plaza. Y desde allí bajamos por la 5ª hasta la calle 50, al Rokefeller Centre disfrutando del paseo por la 5ª. Por la mañana habíamos comprado las entradas para subir al TOR a las 7 de la tarde así que con las entradas en la mano no tuvimos cola para subir.
En principio anochecía sobre las 8 así que quizá subimos demasiado temprano. Estuvimos finalmente una hora y media y al irnos (ya estábamos agotados del día) todavía no era de noche cerrada. Así que mi recomendación es subir al poco de que anochezca porque se ve bien Central Park al ser aún de día y así es más fácil aguantar hasta que se hace de noche cerrada. Pensad que desde que empieza a anochecer y encienden algunas luces hasta que es oscuro y se ve bien todos los edificios iluminados, pasa casi una hora.
Esa noche estábamos agotados y la caminata del día hacía ya mella en nosotros, así que cenamos pronto en un Friday’s cercano al hotel y nos acostamos.