La noche que nadie duerme ✏️ Diarios de Viajes de Guatemala

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[size=18] Cuando concluyendo la noche del Jueves Santos se habían recogido las procesiones, las calles de Antigua se veían solitarias y silenciosa. Todos los portones estaban cerrados, tenue la iluminación publica y acostados los habitantes y turistas.

Eso al menos pensaba yo.

Nada mas comenzar la madrugada del Viernes Santos, de forma casi imperceptible, comenzaron a salir personas de los portalones, garajes y cualquier puerta que diera de forma directa a la calle. Todos portaban algún material necesario para la gigantesca construcción efímera, que en breve comenzaría. Las aceras se llenaron de sacos del que emanaban mil y un olores. Maderas húmedas, frutas tropicales, flores.

Algunos sigilosos, sin apenas hablar, comenzaron con la importante tarea de alisar el insufrible pavimento, una vez conseguido. Otros colocaban unos tablones que servirían de alas a los diestros decoradores, que mediante plantillas de cartón o madera, y con el uso de serrín coloreado y un pequeño tamiz, conseguían los mas dispares dibujos de inigualable belleza.







Otros empleaban materiales mas exóticos, agujas de pinos como base y flores, frutas y hortalizas, con la que conseguían sorprender a los pocos espectadores, que debían ser los vecinos. Por que los guiris como nosotros de seguro, estábamos soñando y escuchando los leves murmullos, que según avanzaba la -MADRUGA- iba en aumento.

Las calles de Antigua, por donde debía pasar los Cristos y Vírgenes esperados, se llenaban de alfombras, que de laboriosa construcción se transformarían en breve tapiz multicolor, para engrandecimiento de su Semana Santa y de su ciudad.

No hay concurso, no hay competencia, cada cual hace lo que su ingenio o facultades puede. Todas son validas.

Inclusos las que muestran sutilmente ese -SINCRETISMO-, que apreciamos entre dos religiones. La ancestral y la impuesta.

Dibujos de Cristos, que mas parecía al Che Guevara, rodeados de libros marxistas.





Siguiendo el certero consejo de nuestra amable hospedera, nos levantamos a las 4 de la madrugada, para comprobar como ya casi la mayoría de las alfombras, se encontraban en avanzado estado.

Nuestras cámaras no pararon, ni nuestros pies. En 3 horas vimos no se cuantas obras de arte y recorrido la mayoría de los lugares donde se laboraba.

El día antes un extrovertido guía nos propuso este recorrido, pero comenzando a la 1 de la madrugada.






Nuestra decisión por libre y a nuestra hora fue mas certera.

Nos movimos a nuestro aire, salimos en el oportuno momento y en silencio disfrutamos con la contemplación.

Pensaba como este pueblo, puede emplear tanto dinero y esfuerzo sin la competencia que por ejemplo se da en Andalucía, con el fenómeno de las Cruces de Mayo.

No puedo explicarlo, solo te aconsejo [

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