Bien pronto nos fuimos de OBAN, disfrutando antes de las vistas que nos daba nuestro B&B del puerto de la ciudad. Nuestro objetivo del día era STIRLING. Para llegar fuimos circulando tranquilamente por el LAGO LOMOND, lugar tradicional donde pasan el fin de semana tanto los de GLASGOW como los de EDIMBURGO. Como era sábado esto se notaba porque la circulación fue aumentando conforme íbamos bajando hacía el sur. Antes de llegar nos paramos en DOUNE para poder ver el Castillo donde rodaron los CABALLEROS DE LA TABLA CUADRADA de los MONTY PYTHON, un poco friky la visita pero mereció la pena.
Cuando llegamos a STIRLING fuimos directamente al MONUMENTO NACIONAL DE WILLIAM WALLACE. Está a la afueras de la ciudad pero es fácil llegar y está indicado. 8.25 libras nos costó la entrada.
Decidimos subir andando y disfrutar de la naturaleza. Una vez arriba, cogimos fuerzas viendo un actor interpretando escenas medievales. Con fuerzas decidimos subir los 4 pisos de la torre, descansado en cada uno de ellos y aprendiendo un poco más de la historia de Escocia.
Una vez arriba y con un viento que te dejaba sordo disfrutamos de las vista y nos imaginamos las grandes batallas que tuvieron que suceder en los prados de STIRLING.
Después de eso nos fuimos a ciudad a comer una buena sopa caliente que nos pedía nuestro cuerpo. La tarde la dedicamos a pasear por ciudad a comprar, a visitar el castillo de la ciudad ( por fuera) y una pequeña iglesia que está justo de bajo.
Con la noche acechándonos nos fuimos a nuestro alojamiento que estaba en FALKIRK un pueblo situado a 15 de minutos de STIRLING y a 30 del aeropuerto de EDIMBURGO ya que al día siguiente sólo teníamos tiempo para darnos un buen desayuno y coger nuestro y así decir adios a otro viaje de descubrimiento del mundo.