Duomo, Teatro Scala, Galerías Vittorio Emanuele, Castillo Sforzesco y Navigli.
Este día tocaba pegarnos una buena pateada a la ciudad asi que nos levantamos sobre las 8, nos duchamos, y bajamos a desayunar. El desayuno estaba bien, aunque yo eché en falta alguna que otra cosa.
Cuando salimos del hotel estaba lloviendo un poco, aunque en seguida despejó y hacía un calor horroroso. Nos dirigimos andando hacia el Duomo. El camino se nos hizo corto, íbamos mirando los escaparates de las tiendas de lujo de la Via Alessandro Manzoni y flipando con los precios. Increible la cantidad de tiendas y coches de lujo que había.
Con lo primero que nos encontramos fue con el Teatro Scala, y en frente la Galería Vittorio Emanuele. El teatro por fuera no era gran cosa, me le imaginaba de otra manera. Decidimos dejarlo para más tarde y ver lo primero el Duomo, y así evitar las colas de entrada.
Nada más cruzar las Galerías te encuentras con el Duomo delante. Es impresionante, y enorme. La plaza del Duomo está llena de gente vendiéndote pulseras y maíz para dar a las palomas (que las hay por miles), y son muy muy pesados. Tienes que estar quitándotelos de encima constatemente. Después de quedarnos impresionados de como era por fuera, y sacar fotos, entramos dentro. Y dentro es más impresionante todavía. No me extraña que tardaran tanto en construirlo. La entrada es gratuita. Lo que no es gratis es subir al tejado. Se puede elegir subir por las escaleras o en ascensor. Subimos por las escaleras, unos 170 peldaños, y por una escalera muy estrecha.Nos costó 6€ cada uno. merece la pena pagarlos. No solo por ver el tejado de la catedral, también por sus vistas de la plaza, las Galerías y de toda la ciudad, con los rascacielos al fondo.
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El Duomo desde la entrada de la Galería Vittorio Emanuele. Plaza del Duomo
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Interior del Duomo. Tejado del Duomo.
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Entrada Galerías desde el tejado del Duomo. Milán desde el tejado del Duomo.
Después de ver el Duomo, entramos en la Galeria Vittorio Emanuele. Están pegadas al Duomo, a un costado de la plaza. Por dentro son preciosas, de un color dorado y con una gran cúpula en el centro. Está llena de tiendas de lujo (Gucci, Prada, Louis Vuitton..) alguna terraza para tomar algo y un McDonalds. Las tiendas estaban llenas de asiáticos comprando como locos. Nos sentamos a tomar un café en una terraza cerca de la plaza del Duomo y nos cobraron 4€ el café. Pero bueno, ya contábamos con que nos cobraran eso. A medida que avanzaba la mañana se iba llenando todo de turistas.
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Entrada a Galería Vittorio Emanuele y Duomo. Galería Vittorio Emanuele.
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Galería Vittorio Emanuele. Tienda en la Galería Vittorio Emanuele.
Después de estar toda la mañana andando, fuimos a comer. Nos dirigimos a una pizzería que habíamos leido por estos foros que hacían unas pizzas gigantes y muy buenas. se llama Pizzería Flash, está detrás del Duomo, en una calle a unos 50 metros. No la recomiendo para nada, las pizzas si que eran grandes y a buen precio. Pero la calidad dejaba mucho que desear.
Después de relajarnos un rato, nos dirigimos a ver el Teatro Scala. Nos cobraron 7€ la entrada. La visita, para lo que cuesta la entrada no es para gran cosa. Te dejan andar a tus anchas. Según entras vas a dar a un gran salón, y desde él accedes a los palcos del teatro. Solo te dejan ver el interior del teatro desde un palco. También tienes acceso al museo, con instrumentos y vestimentas que se han utilizado allí. En el museo no se puede hacer fotos, en el resto si.
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Teatro Scala. Interior Teatro Scala.
Para terminar las visitas, fuimos al Castillo Sforzesco. El castillo es enorme, la pena que la entrada estaba cubierta con un gran andamio. Dentro se encuentran diferentes museos de la ciudad (prehistoria, Egipcio, pinacoteca..), había alguna cosa interesante. Además de 16:30 a 17:30 la entrada es gratuita, asi que no pagamos nada. La entrada normal son 3€. Después de acabar las visitas, y como era pronto todavía, no podíamos irnos de Milán sin ir de compras. Fuimos por la calle que está entre las Galerías y un costado del Duomo, aunque allí cualquier calle estaba llena de tiendas de moda. Había cientos de tiendas, y muchísima gente. Allí no existía la crisis, la gente compraba y compraba.. Después de comprar algo nos fuimos al hotel a descansar.
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Puerta del castillo en obras. Interior del castillo.
En la calle que va del Duomo al Castillo Sforzesco había varios musicos cantando en la calle que eran bastante buenos, y cada uno congregaba a un grupo de gente escuchándolo. La calle estaba también llena de tiendas y restaurantes con terrazas.
Para cenar elegimos la zona de los Navigli. Fuimos en metro, y sin ningún problema. Todos los que estábamos en el vagón nos apeamos allí. Los navigli son unos canales que estás llenos de restaurantes y bares por todos lados. Una zona muy bonita para cenar y pasear con tu pareja. Para cenar nos decidimos por la Pizzería Premiata. Más que decidir, era la opción que teníamos, ya que todos los demás estaban llenos. Ese día no estábamos de suerte con los restaurantes. Era bastante grande, pero había varios grupos de mesas que chillaban y cantaban todo el rato, y tardaron bastante en servirnos. Cuando intenté ir al baño me tuve que dar la vuelta de lo sucio que estaba. De precio era normal. No lo recomiendo para nada.
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Canales navigli.
Después de cenar dimos un paseo por los canales y los puestos que había alrededor. La intención era tomar un cóctel o una copa, pero el cansancio nos vencía y decidimos ir al hotel. Fuimos en taxi y nos costó 9€ hasta el hotel.