MARTES 7 DE AGOSTO (VIENA)
Después de una noche movida, nos preparamos para iniciar la ruta de hoy aunque tenemos que variarla a la espera de que mi marido mejore y pueda incorporarse. En principio teníamos previsto visitar el Palacio Hofburg, ya que teníamos las entradas, pero decidimos empezar por la Hundertwasserhaus. La verdad es que es un edificio que se puede pasar sin verlo, no es para tanto.
Antes pasamos por el reloj Anker, pero decidimos que volveríamos mas tarde ya que hasta las doce no se mueven los muñecos, así que después de ver el edificio raro volvemos al Anker y esperamos a que empezara el espectáculo. Después de haber visto otros relojes parecidos en ciudades me pareció un poco aburrido y lento
Fuimos a buscar al enfermo al hotel, para irnos todos a comer. Ya que en la plaza del ayuntamiento esta lleno de puestos de comida debido a la feria de cine decidimos comer allí. Si hay una cosa que me gusta del centro de Europa es la facilidad que tienen para instalar puestos de comida por toda la ciudad, me encanta comer en estos sitios. Bueno pues con la barriga llena y muertos de calor nos dirigimos a Hofburg, otro pedazo de palacio que quita el hipo. Las explicaciones muy buenas, pero yo no se si era el calor, el cansancio (por no haber dormido mucho la noche anterior) o que ya estábamos hartos de habitaciones, que ya no nos quedaron ganas de entrar a la Biblioteca. Me dio un poco de rabia pero necesitábamos descansar.
Así que tiramos un poco de transporte publico y nos acercamos a la Opera que ya la habíamos visto varias veces, ya que el tranvía lo cogíamos muchas veces enfrente de ella, por cierto muy bonita, no la visitamos por dentro. Paseamos un poco y realizamos unas fotos al Hotel Sacher.
En uno de los varios intentos por encontrar la estatua de Strauss, nos metimos en una especie de cafetería-pasteleria-charcuteria que es una cadena, y nos dimos un gran homenaje de la buenísima confitería que hay en Viena. Sin palabras.
Como mi marido ya estaba cansando decidió irse al hotel, y como mi hijo se había portado muy bien, nosotros nos fuimos a acabar de pasar el día al Prater. Esta vez si que lo recorrimos todo, y la verdad es que tiene muchas atracciones, aunque a mi me sigue pareciendo un poco caro, debería haber un bono. De vuelta al hotel pasamos por la pizzeria que hay en el metro y nos llevamos un para comerlas en la habitación.