DATOS ÚTILES
· Tiempo desde Budapest: 2 horas escasas
· Tiempo de la visita: 1/2 día (excursión de día completo contando el desplazamiento)
· Como llegar: Tren (2.700HUF/1.350 estudiantes -9€/4.5-), bus (2.500HUF -8€-)
· Principales monumentos: Castillo, centro histórico, Minarete, varias iglesias
· Página web: www.ieger.com
· Ubicación: Capital de la provincia Heves, ubicada en la región Norte de Hungría
· Peculiaridades: Aquí nació el sentimiento patriotico húngaro, hace casi 500 años tras derrotar unos pocos soldados junto con los ciudadanos de Eger a un enorme ejército otomano.
LA HISTORIA
Desde la Edad de Piedra vivió gente en esta zona, y hasta que cayó bajo el dominio de los magyares en 896 fue habitada por tribus germanas, avaras y eslavas. Tras la conquista Szént István (el primer rey húngaro) fundó aquí una sede episcopal, iniciando la construcción de una catedral en el recinto del castillo, creciendo Eger en el Medievo alrededor de este recinto. En el Siglo XIV llegó además una época de prosperidad gracias a la industria vitivinícola, y en el siglo XV los obispos lograron la construcción de hermosos edificios bajo el mecenazgo del rey Matías.
Cuando los turcos invadieron Hungría en el siglo XVI, Eger se convirtió en una fortaleza fronteriza donde 2.000 defensores derrotaron a 80.000 turcos en 1552, convirtiéndose esta victoria húngara como un símbolo de defensa nacional y de heroísmo patriótico. Sin embargo, cuatro décadas después, en 1596 volvieron los turcos y asumieron el control de la ciudad tras un breve asedio; iniciándose así un siglo de gobierno otomano, en el que la ciudad fue un vilayet (división administrativa) y en el que las iglesias se convirtieron en mezquitas, se reconstruyó el castillo y se levantaron edificaciones árabes, como baños y minaretes.
Tras el fallido Sitio de Viena los Habsburgo expulsaron a los turcos del país, siendo tomado el Castillo de Eger en 1687, un año después del de Buda. Con el dominio austríaco volvió la prosperidad a la ciudad pese al apoyo de la ciudad al príncipe húngaro en la Guerra de Independencia contra Austria (perdida por Hungría, como todas en las que participaron desde la Edad Media)
El Barroco llegó a Eger precedido por las plagas y el éxodo rural y dejó un sinfín de construcciones en la ciudad: Catedral, Palacio Episcopa, iglesias, liceo… Y así, con una ciudad muy bella y próspera llegó el siglo XIX, en el que un cúmulo de desgracias (incendios, derrumbe del castillo y plagas) restaron mucha importancia a la ciudad, una ciudad controlada por la Iglesia (se convirtió en sede arzobispal en 1804) pese a las protestas ciudadanas. La prosperidad volvió con la fallida revolución de 1848, que aunque no diera la independencia a Hungría supuso el fin del régimen feudal y la liberación del dominio arzobispal. Sin embargo que la línea férrea Miskolc-Budapest no pasara por Eger le restó importancia en la economía húngara.
En el siglo XX se empezó a ganar cierto nombre como destino turístico para alemanes y polacos, logrando escapar de los bombardeos soviéticos en la Segunda Guerra Mundial al retirarse los soldados nazis. Al acabar la guerra se construyeron edificios por todas partes, creándose bloques de pisos por todos los alrededores, aunque por suerte respetando el gobierno socialista el centro barroco, que supieron explotar como destino turístico de primer orden en el plano nacional; como sigue siendo hoy en día.
COMO LLEGAR
Hay dos maneras de llegar, y tanto el tren como el bus cuestan y tardan parecido. Recomiendo sin embargo ir por vía férrea, y es que es un viaje algo largo y golea en comodidad al antiguo bus húngaro:
· Tren: Tarda algo menos de dos horas y cuesta 2.700HUF (9€), la mitad siendo estudiantes. Sale de Nyugáti y se puede ir de forma directa o haciendo un breve transbordo en Füzesabony, tanto de una forma como otra se tarda lo mismo. Hay trenes cada hora, tenéis aquí los horarios: www.mavcsoport.hu/en
· Bus: Tarda un par de horas (depende la hora a la que se vaya algo más o menos) y tenemos dos líneas para desplazarnos: la 1050, con salida cada media hora o la 1054, con salida cada hora y media
(Chuleta de los símbolos de los horarios de los buses)
LA VISITA
Sábado 5 de diciembre y me voy con mi padre -el forero Vinadas- (aprovechó el puente de la constitución para venir a verme) a Eger, tenía ganas de ver algo más que lo más conocido de Budapest. Así que cogemos prontito el tren directo (a las 9 de la mañana) en la conocida estación de Nyugati (donde se concentraban los refugiados intentando llegar a Austria)
El tren es antiguo, pero encantador, con compartimentos pequeños y muy cómodos y con ventanas con apertura, pudiendo sacar la cabeza por ellas (yo ya había cogido un tren así a la vuelta de Györ, pero mi padre estaba alucinado y encantado.
Bueno, que en algo menos de dos horas llegamos a Eger y caminamos la Déak Ferenc Utca que nos mete en el centro (según salís de la estación seguís recto y cuando lleguéis a esta amplia calle torced a la derecha) No hacía muy buen día, pero para ser diciembre no teníamos queja, ni un frío helador ni lluvia, perfecto para conocer este rincón húngaro.
Pasamos por al lado de la espectacular Egri Bazilika (Catedral de Eger), un templo barroco que visitaríamos a fondo (entrando a su espectacular interior) de retirada ya hacia el tren, un error, y es que era de noche y las vidrieras no lucían lo más mínimo. El exterior impresiona por su tamaño y las estatuas sobre la portada.
Nos vamos a la Oficina de Turismo, que está cerrada (en casi toda Hungría solo abren de lunes a viernes, ningún sentido teniendo en cuenta que la mayoría del turismo es en fin de semana), menos mal que tenemos el capítulo de la Lonely Planet Hungría impreso (en inglés) y que vemos un plano del centro de la ciudad con los principales monumentos resaltados. Os dejo otro también otro tomado de Planetware.com que se ve más claro. El centro es pequeño y muy agradable de pasear.
Y empezamos a patear el centro, vamos por la Szécheny Utca, una de las calles principales de la ciudad y que es verdaderamente agradable de pasear.
Aquí se encuentra el Palacio Arzobispal, de origen medieval, y que acoge una colección de objetos ecclesiásticos de los siglos XVIII y XIX
Las calles perpendiculares son igualmente bonitas, y dan ganas de pasearlas todas (realmente se puede hacer, el centro es pequeño)
Nos encontramos al final de la calle la Iglesia Cisterciense de San Bernardo, que se empezó a construir en 1688 para celebrar la toma de Eger por los Habsburgo (el año anterior); y para demostrar el poderío de los austríacos sobre los otomanos se erigió sobre una mezquita turca. Es un templo barroco al que poco después se le añadió un monasterio cisterciense, pero que no se puede visitar actualmente.
Y nos dirigimos hacia la plaza central por una calle de cuento, la verdad es que nos encantó la ciudad en su conjunto, pero estas calles del centro fueron lo mejor sin ninguna duda.
Y llegamos a la Dobó István tér, la plaza central de Eger, que acogía un mercadillo navideño que daba muchísimo ambiente. Es una preciosidad de sitio.
Acoge la Iglesia de San Antonio de Padua, diseñada en 1771 por el bohemio Kilian Ignaz, y siendo uno de los principales ejemplos del Barroco en Hungría. Una iglesia muy bonita y con una portada muy sencilla.
El interior acoge otra de las joyas del Barroco en el país, "San Antonio de Padua y la Virgen" del checo Johann Kracker; en el retablo
De este mismo autor son los frescos del techo, espectaculares.
Merece muchísimo la pena entrar a esta iglesia, y lo mejor es que es gratis. Hasta el más mínimo detalle está decorado.
Información práctica
Acceso: Dobó István tér (centro de Eger)
Horario: 9-17 (martes a domingo)
Precio: Gratis
Web: www.ieger.com/minorite-church.html
Al fondo de la plaza hay una estatua de Dobó István (de quien toma nombre la plaza), es el símbolo de la ciudad, el comandante húngaro que durante el Sitio de Eger (1552) y que logró derrotar al ejército otomano, 40 veces superior a las tropas defensoras.
Salimos de la plaza por el lado opuesto y llegamos a las enormes Murallas del Castillo, pero no subiremos aún.
Y es que antes de ir al Castillo nos dirigimos al Egri Minaret (Minarete), el mejor ejemplo de la ocupación turca en Hungría y uno de los símbolos de la ciudad. Fue construido en 1596 cuando Eger cayó ante el ejército otomano y los ciudadanos lo intentaron derribar en 1689, cuando lograron expulsar a los invasores con ayuda de los austríacos (otros invasores, por cierto) sin éxito. Sus 40 metros de altura hacen que tenga muy buenas vistas. Antes de seguir, y por si alguien no lo sabe, comentar que un minarete es una torre desde la que se llama a la oración en los países musulmanes.
Desde abajo impresiona por su altura y estrechez, y nos decidimos a subir, para lo que tendremos que esperar a que baje el grupo que está arriba (no se cruzan dos personas en las escaleras)
Nos toca el turno y la subida es tremendamente claustrofóbica, apenas cabe una persona de estrecho y de alto, y no hay opción de regresar, incluso una vez arriba (hay gente que se agobia mucho si no puede salir); pero bueno, no fue mi caso que pude disfrutar tranquilamente de las vistas desde lo alto (en la plataforma de arriba apenas se cruzan dos personas, no es una visita para todos los públicos)
Las vistas hacen que merezca, y mucho, la pena por la sensación de agobio; y es que estamos en lo más alto de todo el centro, casi a la altura del castillo erigido en una colina. La plaza central queda a nuestros pies, y es igual de bonita desde el suelo que desde las alturas.
Y tenemos una perspectiva distinta del centro de la ciudad
La vista se nos pierde entre los edificios-caja soviéticos hacia el otro lado
Además, miramos de tú a tú al castillo, nuestro próximo destino. Como veis no es el típico castillo que podemos encontrar en España, si no que es un conjunto de edificios normales dentro de una muralla de piedra.
Información práctica
Acceso: Debajo del castillo (centro de Eger)
Horario: A diario de 10 a 18 (mayo-septiembre), a 17 (resto del año)
Precio: 300HUF (1€)
Web: www.minareteger.hu/
Nos vamos hacia el Castillo, y pasamos por una bella estatua referente al Sitio de Eger
Y por una calle con tiendas de souvenirs (cerradas la mayoría, este pueblo tiene pinta de estar lleno en verano)
Llegamos al Egri Var (Castillo de Eger), desde donde se repelió el ataque turco de 1552 y por lo que es conocido; pero existe desde mucho antes, y es que ya en el siglo X se construyó en este recinto la catedral, en el XIII fue destruído durante la invasión mongola; y a pesar de su grandiosa historia los austríacos volaron la mitad del recinto en 1701 para evitar que los húngaros la tomaran para rebelarse contra ellos (incluyendo esta demolición la catedral).
Pasamos por taquilla para sacar las entradas, os dejo un cartel con los precios, y es que hay varias opciones de visita (hicimos la del museo, y es que ya habíamos visto el vídeo de la Historia de Hungría en Buda)
Las dimensiones de las murallas impresionan, y es que aprovechan muy bien el terreno para mejorar la defensa.
Entramos al recinto amurallado a través de una de sus puertas.
Y nos encontramos muy buenas vistas del centro desde aquí arriba; si bien nos gustaron más desde el Minarete.
En el adarve, amén de las torretas defensivas hay cañones, está bastante cuidado el castillo la verdad, es uno de los monumentos más visitados de Hungría (fuera de Budapest, claro)
El punto de información del castillo está también cerrado, pero bueno, no tiene mucha pérdida con el planito que nos dieron en taquilla. Lo único bueno un mapa de los castillos húngaros, hay alguno que impresiona.
Tras el punto de información está la plaza central del Castillo, habiendo en los edificios diferentes museos y exposiciones; alguna buena, otra por rellenar.
Entramos primero a una de la historia de Hungría bastante interesante
La enlazamos con una del Sitio de Eger que estaba chula (la mayoría de carteles están traducidos al inglés, menos mal)
Y abajo había una de las guerras mundiales, con enseres varios, un poco de relleno, pero bueno, nos dimos un garbeo.
De ahí nos fuimos al hueco que ocupaba la antigua catedral gótica derribada en 1701 como respuesta a la rebelión de Racókzi, de la que hoy solo están marcados donde estaban los muros (la tercera foto es una reproducción de la página de Turismo de como lucía el castillo en 1552)
Nos vamos a la torre, donde hay una exposición subterránea sobre la historia húngara, desde los pueblos prehistóricos que vivieron aquí hasta la invasión turca.
Y ya acabamos la visita del castillo, bastante interesante, pero sin duda lo mejor de Eger es su cuidado centro histórico.
Información práctica
Acceso: Colina sobre Eger
Horario: A diario de 10 a 20 (mayo-agosto), a 19 (abril y septiembre), a 18 (marzo y octubre) y a 17 (noviembre-febrero)
Precio: Ver cuadro arriba
Web: www.ieger.com/eger-castle.html
Son las 2 de la tarde y nos vamos a comer, bajamos al centro y entramos al Cherry Cafe, pagamos 4.000HUF cada uno (13€, caro para lo que es Hungría), pero fue una comida memorable, de la mejor que probamos. A día de hoy siempre que sale el tema Hungría en una conversación aparece esa comida. Increíble es poco. De primero un goulash buenísimo metido en pan, de segundo buey con croquetas de patatas y una salsa local deliciosa, y de postre helados, mejores que cualquier gelato que haya probado. Espectacular. Os lo recomiendo muy encarecidamente si pasáis por Eger.
Y todo con vistas a la calle principal (Széchenyi)
Salimos de comer ya anocheciendo (y no eran ni las 3 y media), y es que el invierno húngaro es duro. Dimos un último paseo por el centro antes de ir a la estación de tren, y ahora con las luces encendidas la ciudad tenía otro color, tenía mucho encanto.
Y antes de volver paramos de nuevo en la Egri Bazilika, esta vez para verla por dentro. Fue construida en la década de 1830, pero en estilo barroco en vez de el neoclasicismo imperante, si bien tiene muchos elementos de este estilo decimonónico, como la fachada.
El interior es grandioso, pero pierde mucho por ser de noche y no haber luz iluminando su increíble decoración, nos equivocamos al dejar la visita para el final. Esta es la parte barroca del templo.
Tanto el órgano como las vidrieras están muy ricamente trabajados.
Y tras abandonar la catedral de Eger nos vamos hacia el tren despidiéndonos de esta pequeña ciudad húngara que tanto nos gustó.
Para volver lo haremos con transbordo en Füzesabony, tomando un tren regional hasta este nudo ferroviario
Una vez en esta localidad debemos esperar 10 minutos en la estación para tomar el InterCity (un tren rápido y moderno) que nos lleva casi directamente a Budapest mucho más rápido que el regional de la ida (en tiempo total se tardan 5 minutos menos con transbordo que sin él, es una locura)
Y ya sin más llegamos a Budapest reventados después de un muy buen día conociendo esta esquinita de Hungría, un día perfecto entre padre e hijo.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de Hungría: www.losviajeros.com/ ...hp?e=48070
· Tiempo desde Budapest: 2 horas escasas
· Tiempo de la visita: 1/2 día (excursión de día completo contando el desplazamiento)
· Como llegar: Tren (2.700HUF/1.350 estudiantes -9€/4.5-), bus (2.500HUF -8€-)
· Principales monumentos: Castillo, centro histórico, Minarete, varias iglesias
· Página web: www.ieger.com
· Ubicación: Capital de la provincia Heves, ubicada en la región Norte de Hungría
· Peculiaridades: Aquí nació el sentimiento patriotico húngaro, hace casi 500 años tras derrotar unos pocos soldados junto con los ciudadanos de Eger a un enorme ejército otomano.
LA HISTORIA
Desde la Edad de Piedra vivió gente en esta zona, y hasta que cayó bajo el dominio de los magyares en 896 fue habitada por tribus germanas, avaras y eslavas. Tras la conquista Szént István (el primer rey húngaro) fundó aquí una sede episcopal, iniciando la construcción de una catedral en el recinto del castillo, creciendo Eger en el Medievo alrededor de este recinto. En el Siglo XIV llegó además una época de prosperidad gracias a la industria vitivinícola, y en el siglo XV los obispos lograron la construcción de hermosos edificios bajo el mecenazgo del rey Matías.
Cuando los turcos invadieron Hungría en el siglo XVI, Eger se convirtió en una fortaleza fronteriza donde 2.000 defensores derrotaron a 80.000 turcos en 1552, convirtiéndose esta victoria húngara como un símbolo de defensa nacional y de heroísmo patriótico. Sin embargo, cuatro décadas después, en 1596 volvieron los turcos y asumieron el control de la ciudad tras un breve asedio; iniciándose así un siglo de gobierno otomano, en el que la ciudad fue un vilayet (división administrativa) y en el que las iglesias se convirtieron en mezquitas, se reconstruyó el castillo y se levantaron edificaciones árabes, como baños y minaretes.
Tras el fallido Sitio de Viena los Habsburgo expulsaron a los turcos del país, siendo tomado el Castillo de Eger en 1687, un año después del de Buda. Con el dominio austríaco volvió la prosperidad a la ciudad pese al apoyo de la ciudad al príncipe húngaro en la Guerra de Independencia contra Austria (perdida por Hungría, como todas en las que participaron desde la Edad Media)
El Barroco llegó a Eger precedido por las plagas y el éxodo rural y dejó un sinfín de construcciones en la ciudad: Catedral, Palacio Episcopa, iglesias, liceo… Y así, con una ciudad muy bella y próspera llegó el siglo XIX, en el que un cúmulo de desgracias (incendios, derrumbe del castillo y plagas) restaron mucha importancia a la ciudad, una ciudad controlada por la Iglesia (se convirtió en sede arzobispal en 1804) pese a las protestas ciudadanas. La prosperidad volvió con la fallida revolución de 1848, que aunque no diera la independencia a Hungría supuso el fin del régimen feudal y la liberación del dominio arzobispal. Sin embargo que la línea férrea Miskolc-Budapest no pasara por Eger le restó importancia en la economía húngara.
En el siglo XX se empezó a ganar cierto nombre como destino turístico para alemanes y polacos, logrando escapar de los bombardeos soviéticos en la Segunda Guerra Mundial al retirarse los soldados nazis. Al acabar la guerra se construyeron edificios por todas partes, creándose bloques de pisos por todos los alrededores, aunque por suerte respetando el gobierno socialista el centro barroco, que supieron explotar como destino turístico de primer orden en el plano nacional; como sigue siendo hoy en día.
COMO LLEGAR
Hay dos maneras de llegar, y tanto el tren como el bus cuestan y tardan parecido. Recomiendo sin embargo ir por vía férrea, y es que es un viaje algo largo y golea en comodidad al antiguo bus húngaro:
· Tren: Tarda algo menos de dos horas y cuesta 2.700HUF (9€), la mitad siendo estudiantes. Sale de Nyugáti y se puede ir de forma directa o haciendo un breve transbordo en Füzesabony, tanto de una forma como otra se tarda lo mismo. Hay trenes cada hora, tenéis aquí los horarios: www.mavcsoport.hu/en
· Bus: Tarda un par de horas (depende la hora a la que se vaya algo más o menos) y tenemos dos líneas para desplazarnos: la 1050, con salida cada media hora o la 1054, con salida cada hora y media
(Chuleta de los símbolos de los horarios de los buses)
LA VISITA
Sábado 5 de diciembre y me voy con mi padre -el forero Vinadas- (aprovechó el puente de la constitución para venir a verme) a Eger, tenía ganas de ver algo más que lo más conocido de Budapest. Así que cogemos prontito el tren directo (a las 9 de la mañana) en la conocida estación de Nyugati (donde se concentraban los refugiados intentando llegar a Austria)
El tren es antiguo, pero encantador, con compartimentos pequeños y muy cómodos y con ventanas con apertura, pudiendo sacar la cabeza por ellas (yo ya había cogido un tren así a la vuelta de Györ, pero mi padre estaba alucinado y encantado.
Bueno, que en algo menos de dos horas llegamos a Eger y caminamos la Déak Ferenc Utca que nos mete en el centro (según salís de la estación seguís recto y cuando lleguéis a esta amplia calle torced a la derecha) No hacía muy buen día, pero para ser diciembre no teníamos queja, ni un frío helador ni lluvia, perfecto para conocer este rincón húngaro.
Pasamos por al lado de la espectacular Egri Bazilika (Catedral de Eger), un templo barroco que visitaríamos a fondo (entrando a su espectacular interior) de retirada ya hacia el tren, un error, y es que era de noche y las vidrieras no lucían lo más mínimo. El exterior impresiona por su tamaño y las estatuas sobre la portada.
Nos vamos a la Oficina de Turismo, que está cerrada (en casi toda Hungría solo abren de lunes a viernes, ningún sentido teniendo en cuenta que la mayoría del turismo es en fin de semana), menos mal que tenemos el capítulo de la Lonely Planet Hungría impreso (en inglés) y que vemos un plano del centro de la ciudad con los principales monumentos resaltados. Os dejo otro también otro tomado de Planetware.com que se ve más claro. El centro es pequeño y muy agradable de pasear.
Y empezamos a patear el centro, vamos por la Szécheny Utca, una de las calles principales de la ciudad y que es verdaderamente agradable de pasear.
Aquí se encuentra el Palacio Arzobispal, de origen medieval, y que acoge una colección de objetos ecclesiásticos de los siglos XVIII y XIX
Las calles perpendiculares son igualmente bonitas, y dan ganas de pasearlas todas (realmente se puede hacer, el centro es pequeño)
Nos encontramos al final de la calle la Iglesia Cisterciense de San Bernardo, que se empezó a construir en 1688 para celebrar la toma de Eger por los Habsburgo (el año anterior); y para demostrar el poderío de los austríacos sobre los otomanos se erigió sobre una mezquita turca. Es un templo barroco al que poco después se le añadió un monasterio cisterciense, pero que no se puede visitar actualmente.
Y nos dirigimos hacia la plaza central por una calle de cuento, la verdad es que nos encantó la ciudad en su conjunto, pero estas calles del centro fueron lo mejor sin ninguna duda.
Y llegamos a la Dobó István tér, la plaza central de Eger, que acogía un mercadillo navideño que daba muchísimo ambiente. Es una preciosidad de sitio.
Acoge la Iglesia de San Antonio de Padua, diseñada en 1771 por el bohemio Kilian Ignaz, y siendo uno de los principales ejemplos del Barroco en Hungría. Una iglesia muy bonita y con una portada muy sencilla.
El interior acoge otra de las joyas del Barroco en el país, "San Antonio de Padua y la Virgen" del checo Johann Kracker; en el retablo
De este mismo autor son los frescos del techo, espectaculares.
Merece muchísimo la pena entrar a esta iglesia, y lo mejor es que es gratis. Hasta el más mínimo detalle está decorado.
Información práctica
Acceso: Dobó István tér (centro de Eger)
Horario: 9-17 (martes a domingo)
Precio: Gratis
Web: www.ieger.com/minorite-church.html
Al fondo de la plaza hay una estatua de Dobó István (de quien toma nombre la plaza), es el símbolo de la ciudad, el comandante húngaro que durante el Sitio de Eger (1552) y que logró derrotar al ejército otomano, 40 veces superior a las tropas defensoras.
Salimos de la plaza por el lado opuesto y llegamos a las enormes Murallas del Castillo, pero no subiremos aún.
Y es que antes de ir al Castillo nos dirigimos al Egri Minaret (Minarete), el mejor ejemplo de la ocupación turca en Hungría y uno de los símbolos de la ciudad. Fue construido en 1596 cuando Eger cayó ante el ejército otomano y los ciudadanos lo intentaron derribar en 1689, cuando lograron expulsar a los invasores con ayuda de los austríacos (otros invasores, por cierto) sin éxito. Sus 40 metros de altura hacen que tenga muy buenas vistas. Antes de seguir, y por si alguien no lo sabe, comentar que un minarete es una torre desde la que se llama a la oración en los países musulmanes.
Desde abajo impresiona por su altura y estrechez, y nos decidimos a subir, para lo que tendremos que esperar a que baje el grupo que está arriba (no se cruzan dos personas en las escaleras)
Nos toca el turno y la subida es tremendamente claustrofóbica, apenas cabe una persona de estrecho y de alto, y no hay opción de regresar, incluso una vez arriba (hay gente que se agobia mucho si no puede salir); pero bueno, no fue mi caso que pude disfrutar tranquilamente de las vistas desde lo alto (en la plataforma de arriba apenas se cruzan dos personas, no es una visita para todos los públicos)
Las vistas hacen que merezca, y mucho, la pena por la sensación de agobio; y es que estamos en lo más alto de todo el centro, casi a la altura del castillo erigido en una colina. La plaza central queda a nuestros pies, y es igual de bonita desde el suelo que desde las alturas.
Y tenemos una perspectiva distinta del centro de la ciudad
La vista se nos pierde entre los edificios-caja soviéticos hacia el otro lado
Además, miramos de tú a tú al castillo, nuestro próximo destino. Como veis no es el típico castillo que podemos encontrar en España, si no que es un conjunto de edificios normales dentro de una muralla de piedra.
Información práctica
Acceso: Debajo del castillo (centro de Eger)
Horario: A diario de 10 a 18 (mayo-septiembre), a 17 (resto del año)
Precio: 300HUF (1€)
Web: www.minareteger.hu/
Nos vamos hacia el Castillo, y pasamos por una bella estatua referente al Sitio de Eger
Y por una calle con tiendas de souvenirs (cerradas la mayoría, este pueblo tiene pinta de estar lleno en verano)
Llegamos al Egri Var (Castillo de Eger), desde donde se repelió el ataque turco de 1552 y por lo que es conocido; pero existe desde mucho antes, y es que ya en el siglo X se construyó en este recinto la catedral, en el XIII fue destruído durante la invasión mongola; y a pesar de su grandiosa historia los austríacos volaron la mitad del recinto en 1701 para evitar que los húngaros la tomaran para rebelarse contra ellos (incluyendo esta demolición la catedral).
Pasamos por taquilla para sacar las entradas, os dejo un cartel con los precios, y es que hay varias opciones de visita (hicimos la del museo, y es que ya habíamos visto el vídeo de la Historia de Hungría en Buda)
Las dimensiones de las murallas impresionan, y es que aprovechan muy bien el terreno para mejorar la defensa.
Entramos al recinto amurallado a través de una de sus puertas.
Y nos encontramos muy buenas vistas del centro desde aquí arriba; si bien nos gustaron más desde el Minarete.
En el adarve, amén de las torretas defensivas hay cañones, está bastante cuidado el castillo la verdad, es uno de los monumentos más visitados de Hungría (fuera de Budapest, claro)
El punto de información del castillo está también cerrado, pero bueno, no tiene mucha pérdida con el planito que nos dieron en taquilla. Lo único bueno un mapa de los castillos húngaros, hay alguno que impresiona.
Tras el punto de información está la plaza central del Castillo, habiendo en los edificios diferentes museos y exposiciones; alguna buena, otra por rellenar.
Entramos primero a una de la historia de Hungría bastante interesante
La enlazamos con una del Sitio de Eger que estaba chula (la mayoría de carteles están traducidos al inglés, menos mal)
Y abajo había una de las guerras mundiales, con enseres varios, un poco de relleno, pero bueno, nos dimos un garbeo.
De ahí nos fuimos al hueco que ocupaba la antigua catedral gótica derribada en 1701 como respuesta a la rebelión de Racókzi, de la que hoy solo están marcados donde estaban los muros (la tercera foto es una reproducción de la página de Turismo de como lucía el castillo en 1552)
Nos vamos a la torre, donde hay una exposición subterránea sobre la historia húngara, desde los pueblos prehistóricos que vivieron aquí hasta la invasión turca.
Y ya acabamos la visita del castillo, bastante interesante, pero sin duda lo mejor de Eger es su cuidado centro histórico.
Información práctica
Acceso: Colina sobre Eger
Horario: A diario de 10 a 20 (mayo-agosto), a 19 (abril y septiembre), a 18 (marzo y octubre) y a 17 (noviembre-febrero)
Precio: Ver cuadro arriba
Web: www.ieger.com/eger-castle.html
Son las 2 de la tarde y nos vamos a comer, bajamos al centro y entramos al Cherry Cafe, pagamos 4.000HUF cada uno (13€, caro para lo que es Hungría), pero fue una comida memorable, de la mejor que probamos. A día de hoy siempre que sale el tema Hungría en una conversación aparece esa comida. Increíble es poco. De primero un goulash buenísimo metido en pan, de segundo buey con croquetas de patatas y una salsa local deliciosa, y de postre helados, mejores que cualquier gelato que haya probado. Espectacular. Os lo recomiendo muy encarecidamente si pasáis por Eger.
Y todo con vistas a la calle principal (Széchenyi)
Salimos de comer ya anocheciendo (y no eran ni las 3 y media), y es que el invierno húngaro es duro. Dimos un último paseo por el centro antes de ir a la estación de tren, y ahora con las luces encendidas la ciudad tenía otro color, tenía mucho encanto.
Y antes de volver paramos de nuevo en la Egri Bazilika, esta vez para verla por dentro. Fue construida en la década de 1830, pero en estilo barroco en vez de el neoclasicismo imperante, si bien tiene muchos elementos de este estilo decimonónico, como la fachada.
El interior es grandioso, pero pierde mucho por ser de noche y no haber luz iluminando su increíble decoración, nos equivocamos al dejar la visita para el final. Esta es la parte barroca del templo.
Tanto el órgano como las vidrieras están muy ricamente trabajados.
Y tras abandonar la catedral de Eger nos vamos hacia el tren despidiéndonos de esta pequeña ciudad húngara que tanto nos gustó.
Para volver lo haremos con transbordo en Füzesabony, tomando un tren regional hasta este nudo ferroviario
Una vez en esta localidad debemos esperar 10 minutos en la estación para tomar el InterCity (un tren rápido y moderno) que nos lleva casi directamente a Budapest mucho más rápido que el regional de la ida (en tiempo total se tardan 5 minutos menos con transbordo que sin él, es una locura)
Y ya sin más llegamos a Budapest reventados después de un muy buen día conociendo esta esquinita de Hungría, un día perfecto entre padre e hijo.
Y ya sabeis, si os gustó dejar los puntinos, y si quereis sugerir o aconsejarnos alguna ruta o lugar que ver, no dudeis en hacerlo.
Un saludo viajeros!
Volver al índice de Hungría: www.losviajeros.com/ ...hp?e=48070