Alguna vez habéis conocido a alguien que se haya tomado un año sabático. Pues yo no seré ese, pero tengo un amigo que si, y durante noviembre estaba por centro Europa así que decidí cogerme un lunes, sumarlo al fin de semana y pasar 3 noches visitando Praga.
El vuelo me salio un poco caro pero el fin de semana mereció la pena.
Cogí el vuelo de las 16h del viernes y me planté a las 7 en el aeropuerto de Praga, cogí un abono de 24 horas para no estar pensando en pagar a cada viaje y con un bus que te llevaba a la ciudad y 4 paradas de metro me planté en el Prague Hostel Dowtown. El hostal está genial, eramos 2 y nos dieron una habitación para 4, pedazo de baño, y la calefacción que solo funcionaba a unas horas determinadas era más que suficiente para mantener la temperatura de al habitación, la sala común es bastante grande y el wifi funciona bien. Además los empleados son bastante majos. En general se notó que eramos pocos huéspedes y por tanto muy bien tratados.
La primera noche no cuenta, nos dimos un paseo hasta el puente de Carlos pero nos volvimos rápido a tomar fuerzas para el primer día completo de turista.
No madrugamos mucho para evitar encontrar nada cerrado y caminamos de nuevo hacia el puente de Carlos.
El puente Carlos es un monumento digno de ver en si mismo a parte de que sirva de nexo entre el castillo y el centro de la ciudad. Con el rió moldava pasando por debajo, las estatuas que lo adornan, la catedral y el castillo esperándote al otro lado... he pasado por muchos sitios pero tengo que reconocer que me he enamorado de ese paseo.
Desayunamos en un Starbucks y subimos al castillo.
El castillo de Praga más que un castillo es un recinto amurallado, con palacios, catedral, iglesias... se puede comprar entrada a cosas por separado, a todo... lo que más merece la pena es la catedral y la torre de la catedral que permite unas fotos preciosas (del puente de Carlos XD).
Era ya casi la hora de comer pero decidimos darnos un paseo más. Empezamos por ir a ver la estatua de los Chorrillos, del escultor checo Cerny.
Y vuelta al centro de la ciudad, pero por otro puente que nos permitió hacer fotos del puente de Carlos desde otra posición.
Acabamos comiendo un poco tarde, lo que fue un pequeño error porque se hacía de noche a las 16:30,apenas nos dio tiempo a llegar al cementerio judío para darnos cuenta que era Sábado y los judíos descansan y cierran todo ese día, así que nuestro gozo en un pozo, dejamos los bártulos de turista en el hostal y nos fuimos a pasear por el centro, cenamos unas pizzas y fuimos a un local de jazz, que hay unos cuantos, aunque más que jazz escuchamos funky.
El domingo lo hicimos al revés, fuimos disparados a la plaza mayor y vimos en funcionamiento el reloj astronómico:
La iglesia de nuestra señora de ante Tyn, cuya fachada está literalmente pegada a los edificios que hay delante suya!!!
Desde ahí caminamos hasta la plaza de Wenceslao, pasando antes por la farola cubista, que deja bastante que desear pero al menos otorga una bonita fotografía:
Vimos otra estatua de Cerny, Wencesalo sobre el caballo muerto:
Una vez andamos de arriba abajo la plaza de Wenceslao partimos hacia el sur a lugares menos transitados. Pasando por ejemplo por la edificio adelgazado:
Cruzamos el río para comer a un restaurante llamado Radnicni que nos había recomendado un amigo. Solo hay una palabra, legendario, comimos hasta reventar y muy barato, eso si, llevar metálico que el plástico no lo admite... menudo plato de codillo por 7 euros:
Pesando un quintal menos subimos paseando la colina Petrín hasta la torre observatorio desde donde una vez observamos la ciudad en todo su esplandor:
Bajamos por el monasterio de Strahov pero sin entrar en el por la hora, ya anochecía.
Andamos hasta el hostal y tras cenar un kebab andamos la ciudad nuevamente de noche, y descubrimos un montón de pubs en las callejuelas entorno a la plaza Mayor, sobre todo de camino al río, donde terminamos con la reflex a cuestas:
El lunes por desgracia mi vuelo salia a la hora de comer así que no dio para más.
Espero que mi experiencia por allí os sirva y os anime a visitar esta preciosa ciudad hecha para ser caminada de arriba a abajo disfrutando de cada recoveco. Solo una cosa, en invierno anochece muy pronto y varios jardines cierran por temporada... ir en verano o primavera, pero si no puede ser, cualqueir época es buena para disfrutar de las calles estrechas que componen esta ciudad.

