Plato fuerte para ir terminando el viaje. Hacemos un poco trampa y nos desplazamos hasta el vecino departamento de Lot, son solo unos 50 km y nos salimos solo un poquito del Perigord. No somos de ir dando tumbos, y nos gusta centrarnos en la comarca que visitamos, y esta excursión está en el límite de lo admisible.
Salimos temprano, porque queremos llegar a las 10h a Rocamadour, pero no para ver el pueblo, sino para visitar un parque de monos, macacos de origen marroquí concretamente: La foret des singes Vamos a primera hora porque presumiblemente estarán más despiertos y les podremos dar de comer. Además cierran a las 12h.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos puntuales. Casi somos los primeros. Nos explican las estrictas normas del parque en inglés y entramos. Los macacos dentro de los límites del parque gozan de libertad absoluta. Nunca les tocan. Nos tiramos una hora larga entre ellos, disfrutando como locos. Las monitoras del parque son muy amables, y se deshacen en explicaciones. También hay una pequeña charla explicativa en francés, que una de ellas nos va traduciendo resumiendo lo importante. La experiencia es enriquecedora. Volvería a entrar sin pensarlo. Es para todas las edades.
Todavía entusiasmados con lo que hemos visto, de la misma nos vamos a la oficina de turismo que está en L’Hospitalet a que nos expliquen como visitar Rocamadour. La cosa tiene su guasa, pero otra vez la persona que atiende la oficina se deshace en explicaciones.
Como tenemos reservada la visita al Gouffre de Padirac a las 15h, optamos por ver todo el conjunto en dos tandas. Antes de ir, vamos andando hasta el mirador de L’Hospitalet. Las vistas son perfectas, y tras reventar la cámara nos trasladamos en coche hasta la zona del castillo, y bajamos a patita el por el camino del vía crucis hasta la zona de los 7 santuarios.
Aunque estamos lejos de sentir ningún fervor religioso, la zona de los 7 santuarios es impagable. Entramos en la capilla de Notre-Dame a ver la Virgen Negra y coincide que en el santuario adyacente alguien se pone a tocar un piano de cola. Momento.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos vamos, con las ganas de tirar de la espada de Roldán, un símbolo más en la zona, como si hubiera pocos. Subimos al parking por el supermoderno funicular de pago, más que por cansancio por gula (lo reconozco, son mi debilidad). También se puede rodear el vía crucis y subir con facilidad. Se nos hace tarde y ponemos rumo a Padirac.
El Gouffre está a 15 Km. Hay mucha gente en la zona, pero los parking son gigantescos. El agujero no se ve hasta que estás a 1 metro. Guauuuu!! Pero….¿que es esto?...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Hay una taquilla especial para grupos y reservas por Internet, como era nuestro caso, que no tiene cola. Sacar los tickets arriba porque solo con la reserva no te dejan pasar cuando estás abajo. Lo digo por experiencia

Nosotros optamos por bajar a patita hasta la entrada inferior, aunque se puede ir en ascensor, mejor dicho en ascensores, hasta 3 se tienen que coger. Hasta aquí puede hablar….Creo que el Gouffre es como una atracción de EuroDisney pero en real. Salimos entusiasmados. Pasen y vean…pero pasen.
A la salida, y tras una buena ración de escaleras, estamos molidos. Nos sentamos en una cafetería y nos metemos unas Crepes con un cafelito que nos deja niquelados. Mejor no hablar demasiado del café. El crepe, perfecto.
Volvemos a la carga con Rocamadour. Ahora aparcamos abajo, hay un par de parkings bastante grandes, no sin antes ver el conjunto desde una carretera que sale del parking monte arriba justo enfrente del pueblo. Desde esta carretera, a mi juicio, es desde donde mejor se aprecia, la arquitectura descomunal del lugar.
Subimos a la única calle y nos dejamos llevar hasta que atardece. Aprovechamos para hacer algunas compras, y para oir el repiqueo descomunal de campanas. No se explica uno como algunos edificios se sostienen.
El día ha sido largo y enfilamos Sarlat por Souillac, pasando por Lacave, donde no paramos. El rio Dordogne nos acompaña, además de algún ciervo, correteando por las praderas. No me acuerdo donde exactamente, pero cruzamos un puente bastante largo, y estrecho que impone.
Es mejor camino que en la ida, que fuimos por Gordon, y donde tras pasar la autopista que viene del norte, la carretera se retuerce en los últimos 20 Km. También es verdad que el paisaje en ambos casos es precioso.
Merecido descanso en nuestra cabañita…esto se acaba.