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Un día, una ciudad; que pena, pero a veces así es.
Tenemos un viaje programado muy ajustado, una escapada de fin de semana, un viaje de negocios con algo de tiempo libre... y no queda otra que ver la ciudad en un solo día, o 2 a lo sumo.
Nos tendremos que olvidar de museos, degustación de platos o vida contemplativa en un bello parque de la ciudad, pero ya que estamos, por lo menos, aunque es poco tiempo, vamos a intentar sacar el máximo partido al sitio en cuestión.
Con esa finalidad escribo este blog por ciudades, porque ya que tenemos la mala pata de disponer de poco tiempo, por lo menos aprovechémoslo al máximo, estos viajeros que amamos tanto conocer.
Seguramente parecerá un laberinto de calles pero lo voy a escribir con la seguridad de que pronto tendréis un mapa en las manos. El tiempo es crucial.
Mi tercer destino rápido es:
AMSTERDAM
Frente a ella tomamos la calle Damrak, avenida ancha y llena de tiendas y restaurantes. Bajando a la izquierda si veis que teneis tiempo podeis coger un barco para recorrer los canales.
En ella vereis el Koninklijk Palais, la Nieuwekerk, el monumento nacional y el museo de cera Madame Tussaud.
Esta plaza a la izquierda será el punto de partida para una noche de paseo por el barrio rojo.
De momento, visitamos la plaza para después tomar a la derecha la calle Spui y después también a la derecha Raadhuisstraat (straat = calle).
Asi llegamos a ver la Westerkerk (kerk = iglesia) y la casa de Ana Frank.
Al salir recorremos las orillas del Canal Singel por Spuistraat para llegar a Begijnhof.
Si veis que no lo encontrais (es un patio bastante oculto) preguntad en inglés en la plaza del mercado de libros para que os indiquen la pequeña entrada abovedada.
Begijnhof es poco conocido pero una auténtica sorpresa de esas que siempre guarda Amsterdam.
Es un patio verde, sin ruidos, santuario de casas de beginas, mujeres católicas laicas del año 1.300.
Allí tambien encontrareis la casa mas antigua de Amsterdam, de madera.
Terminada la visita a Begijnhof seguimos recto hasta Bloemenmarkt, el famoso mercado flotante de flores, donde poder comprar flores, tulipanes de madera o bulbos para llevarse a casa.
Si seguimos este Canal, el Amstel, llegamos a Waterloplein donde os encontrareis el también famoso mercado de las pulgas de ropa usada y antigüedades, y donde tambien podreis divisar el puente de metal Magere Brug.
De alli por Stadhouderskade llegamos al Rijksmuseum, demasiado grande para entrar (el tiempo vuela!) pero un edificio precioso por fuera.
Este museo marca la llegada a Museumplein, la plaza de los museos repleta de hierba.
Aqui teneis entre otros el Museo de Van Gogh que se recorre muy bien y es de gran importancia.
Despues volvemos al Rijksmuseum para tomar de nuevo la Stadhouderskade y ver más alante el Museo de la cerveza Heineken, muy ameno y con regalito a la salida.
El dia ha cundido mucho en esta bella ciudad de canales, pero la noche en Amsterdam es igual de embriagadora ¡y única!
Por la noche, situados en la Plaza Dam tomamos a la izquierda el famoso Barrio Rojo.
En el Barrio Rojo la seguridad es total, pasean miles de turistas y la presencia policial es perenne.
En este barrio no debeis perderos la Oudekerk, el Nieuwmarkt, las graciosas condonerias, los coffeshops (no sirven alcohol), las tiendas para adultos tan simpaticas y sin complejos, y por supuesto los famosos escaparates, pero eso si, todo con respeto y nada de fotos.
Comprendereis en un dia entero que Amsterdam tiene mucho de especial.
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Amsterdam: Paseo por los canales - Holanda
