15-8-13
Después de una noche muy la larga donde hemos dormido poco nos levantamos a las 7 y 20 y nos arreglamos para ir a desayunar. Desayunamos y nos montamos en le autocar, hago todo el trayecto con los ojos cerrados aunque no llego a dormirme.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al llegar a Wadi Rum el guía nos da una pequeña explicación y montamos en los jeeps. En los jeeps van grupos de 6 personas. Vamos los tres Antonios, Ingrid, Teresa y yo. Vamos haciendo una excursión por el desierto que es muy diferente al Sahara ya que este no tiene dunas sino que hay montañas de piedra y arena rojiza y blanca consecuencia del desgaste de la roca por el viento.
Hemos hecho tres paradas: una en una fuente llamada de Lawrence de Arabia donde había una piedra con inscripciones, y la siguiente en un cañón que había un desfiladero también con unas inscripciones. Por último hemos hecho otra parada en una duna muy grande. En las dos primeras paradas había tiendecitas donde te ofrecían un té buenísimo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después autocar hasta el campamento donde nos hemos puesto a comer. Había pinchos de pollo y cordero a la brasa. Estaban buenos y unas barritas de ternera que recordaban a las hamburguesas. De las mejores comidas del viaje. De todas formas no como mucho porque me siento la tripa rara.
Nos despedimos de Antonio y Teresa, ya que ellos no dormirán en el campamento. Después de comer buscamos las maletas y nos dan las habitaciones. Son tiendas de campaña con una cama enorme que ocupa todo el espacio y un pasillito estrechito para dejar las maletas cerradas. Están a pleno sol, así que al medio día son un infierno.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dejamos las maletas y nos vamos a hacer un par de fotos. El calor es infernal así que abandonamos y nos vamos a una de las jaimas del campamento a descansar y esperar que baje un poco el sol. Allí estuvimos tumbados y hablando con otra pareja sobre EE.UU, ellos habían hecho varios viajes allí y también a Indonesia. La mujer también participaba en los viajeros y compartimos anécdotas y aventuras
Estuvimos allí hasta que nos vinieron a buscar para ir a la excursión de los camellos. Pequeña excursión opcional que cuesta 12 d por persona y a la que Ingrid y Antonio nos convencieron de ir. La verdad es que fue todo un acierto, la excursión fue muy divertida. Lo más difícil fue subir y bajar del camello. Parece que te vas a ir de boca pero luego el movimiento es divertido y fue más cómodo que el caballo de Petra.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de un rato bajamos del camello y subimos a una montaña de piedras para ver la puesta de sol. La puesta nos encanto fue preciosa. Y al finalizar vuelta al campamento en camello.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estuvimos charlando un rato hasta que llego la hora de cenar. Los cuatro nos sentamos con Davinia y su pareja y acabamos formando un grupo de ocho muy agradable. Terminando la cena que estaba muy buena (pollo o cordero ambos “cocidos” en la arena del desierto, hacen un hoyo y con unas ollas especiales meten la comida que se cocina con el calor que desprende la tierra, y de postre bizcocho de frutos secos) seguimos de tertulia.
Finalmente decidimos salir del campamento para ver las estrellas. El cielo se veía bonito pero el guía exagero bastante (Nos lo había descrito como el cielo más hermoso que podríamos ver en la tierra), vimos unas cuantas estrellas fugaces y volvimos al campamento. Los compañeros se pidieron una pipa y el camarero que iba un poco puesto se puso muy pesado. Nosotros y Antonio e Ingrid decidimos acostarnos.
La noche fue regular, por un lado tener que aguantar ya que los lavabos estaban lejos y que no había más luz que la de la linterna, por otro lado se oía todo, y hasta el viento hacía muchísimo ruido… Además la cama era durísima. En conclusión dormimos poco, pero la experiencia del desierto nos encantó.
Después de una noche muy la larga donde hemos dormido poco nos levantamos a las 7 y 20 y nos arreglamos para ir a desayunar. Desayunamos y nos montamos en le autocar, hago todo el trayecto con los ojos cerrados aunque no llego a dormirme.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al llegar a Wadi Rum el guía nos da una pequeña explicación y montamos en los jeeps. En los jeeps van grupos de 6 personas. Vamos los tres Antonios, Ingrid, Teresa y yo. Vamos haciendo una excursión por el desierto que es muy diferente al Sahara ya que este no tiene dunas sino que hay montañas de piedra y arena rojiza y blanca consecuencia del desgaste de la roca por el viento.
Hemos hecho tres paradas: una en una fuente llamada de Lawrence de Arabia donde había una piedra con inscripciones, y la siguiente en un cañón que había un desfiladero también con unas inscripciones. Por último hemos hecho otra parada en una duna muy grande. En las dos primeras paradas había tiendecitas donde te ofrecían un té buenísimo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después autocar hasta el campamento donde nos hemos puesto a comer. Había pinchos de pollo y cordero a la brasa. Estaban buenos y unas barritas de ternera que recordaban a las hamburguesas. De las mejores comidas del viaje. De todas formas no como mucho porque me siento la tripa rara.
Nos despedimos de Antonio y Teresa, ya que ellos no dormirán en el campamento. Después de comer buscamos las maletas y nos dan las habitaciones. Son tiendas de campaña con una cama enorme que ocupa todo el espacio y un pasillito estrechito para dejar las maletas cerradas. Están a pleno sol, así que al medio día son un infierno.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dejamos las maletas y nos vamos a hacer un par de fotos. El calor es infernal así que abandonamos y nos vamos a una de las jaimas del campamento a descansar y esperar que baje un poco el sol. Allí estuvimos tumbados y hablando con otra pareja sobre EE.UU, ellos habían hecho varios viajes allí y también a Indonesia. La mujer también participaba en los viajeros y compartimos anécdotas y aventuras
Estuvimos allí hasta que nos vinieron a buscar para ir a la excursión de los camellos. Pequeña excursión opcional que cuesta 12 d por persona y a la que Ingrid y Antonio nos convencieron de ir. La verdad es que fue todo un acierto, la excursión fue muy divertida. Lo más difícil fue subir y bajar del camello. Parece que te vas a ir de boca pero luego el movimiento es divertido y fue más cómodo que el caballo de Petra.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de un rato bajamos del camello y subimos a una montaña de piedras para ver la puesta de sol. La puesta nos encanto fue preciosa. Y al finalizar vuelta al campamento en camello.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Estuvimos charlando un rato hasta que llego la hora de cenar. Los cuatro nos sentamos con Davinia y su pareja y acabamos formando un grupo de ocho muy agradable. Terminando la cena que estaba muy buena (pollo o cordero ambos “cocidos” en la arena del desierto, hacen un hoyo y con unas ollas especiales meten la comida que se cocina con el calor que desprende la tierra, y de postre bizcocho de frutos secos) seguimos de tertulia.
Finalmente decidimos salir del campamento para ver las estrellas. El cielo se veía bonito pero el guía exagero bastante (Nos lo había descrito como el cielo más hermoso que podríamos ver en la tierra), vimos unas cuantas estrellas fugaces y volvimos al campamento. Los compañeros se pidieron una pipa y el camarero que iba un poco puesto se puso muy pesado. Nosotros y Antonio e Ingrid decidimos acostarnos.
La noche fue regular, por un lado tener que aguantar ya que los lavabos estaban lejos y que no había más luz que la de la linterna, por otro lado se oía todo, y hasta el viento hacía muchísimo ruido… Además la cama era durísima. En conclusión dormimos poco, pero la experiencia del desierto nos encantó.