Día 7. Shobak, Wadi Ibn Hamman y Mar Muerto ✏️ Diarios de Viajes de Jordania

Nos levantamos con el sol recién salido y tras el desayuno comenzamos a recorrer Jordania con nuestro coche. La primera parada era el Castillo de Shobak, lo elegimos para a ver porque nos habían hablado en Aqaba muy bien de él y lo que había leído me gustaba. Llegamos al castillo a las 7:30 de la mañana, estaba cerrado y nos temimos que no abriese hasta más tarde. Aun así se me ocurrió tocar, cual caballero medieval, la aldaba de la puerta y a los 5 minutos se asomó un jordano medio adormilado por arriba (Cual película de los caballeros de la mesa cuadrada) y bajó a abrirnos la puerta.

El castillo está en ruinas pero conserva bastante, lo mejor es que la visita es libre y puedes visitarlo sin encontrarte puertas cerradas, tal es el caso de que hasta la exposición que tienen de estatuas, frisos y demás que pertenecían al castillo está en un sótano del mismo sin vigilancia vitrinas o elemento alguno de protección. Visitamos el castillo y nos pusimos a la búsqueda del pasadizo. Habíamos leído que existe un pasadizo que se usaba como vía de escape y que baja hasta la falda de la montaña, tras encontrarlo encendimos la linterna y comenzamos a bajarlo. Lo recomiendo ya que es muy autentico, un pasadizo oscuro, por momentos vertical, en donde la única fuente de luz es tu linterna y que poco a poco te conduce hasta una salida donde se va intuyendo una tenue luz al llegar. Al salir del pasadizo te encuentras en medio de la nada con el castillo a tus espaldas por lo que hay que tomar el camino a mano derecha y volver a subir hasta el coche.

TÚNEL ILUMINADO POR LA LINTERNA


De Shobak nos dirigimos a hacer una ruta por un caño que se llama Wadi Ibn Hammad, aquí os dejo un enlace con información sobre el mismo.

walkingjordan.com/ ...alleysId=4

El cañón es un paraje tropical que para nada te esperas encontrar tras atravesar el erial por el que hay que conducir hasta llegar a él. Es una reserva natural para la que hay que pagar 5 JD para entrar. Tuvimos suerte de que la semana anterior había llovido y había mucha agua. Es una ruta sencilla por la que vas andando a través del agua rodeado de un bosque tropical como muchísimas fauna y vegetación típica, vas avanzando hasta legar a una cascada en la que es necesaria una pequeña cuerda para superarla. Si vais allí y no tenéis cuerda no podréis bajar por eso sería recomendable que se lo comentéis al jordano que hay en la entrada que por unos 10 JD os acompañará y os ayudará a bajarla. Nosotros llevábamos cuerda pero cuando estábamos dispuesto a emprender la aventura de bajarla tuvimos la mala suerte de que apareció un grupo de 65 escolares jordanos! Que con toda la mala educación del mundo se pusieron a instalar su cuerda y cuando hubieron terminado se pusieron elos a bajar, vimos que si teníamos que esperar a que bajasen ellos para bajar nosotros nos darían las mil. Decidimos dar media vuelta por tanto. Supuestamente tras esa cascada se anda unos 100 metros y te encuentras una cascada más grande que es el punto donde termina la ruta, desde ahí se da media vuelta y se vuelve por el mismo camino. Nos fastidió un poco no poder llegar hasta la cascada final pero aun así hasta las cascada pequeña la ruta merece la pena al 100%, es de las cosas que más nos gustaron del viaje y no dudéis en plantear hacerla, ya sea esta u otra similar pues es una paraje precioso y totalmente diferente a lo que se ve en Jordania, en total la ruta duró unas 3 horas y media, comimos por allí, hicimos el tonto con el agua y echamos las fotos de rigor. Recordad que si amenaza lluvia o ha llovido mucho los días previos no vayáis porque va a ser imposible realizar la ruta. Nosotros fuimos habiendo llovido una semana antes y había mucha agua, hasta el punto de que en algunos tramos tenías que llevar cuidado porque te llevaba la corriente.

De Wadi Ibn Hammad nos dirigimos al mar muerto. Para vivir el mar muerto alquilamos un chalet en Mujib Chalet. Mujib chalet son unos chalets que pertenecen a la RSCN, hicimos la reserva pagando previamente desde España a través del ingreso del dinero a una cuenta que ellos te proporcionan. Nos costó 75 euros la habitación doble con desayuno. Considero una decisión acertadísima elegir aquel sitio. La ubicación es única, en una especie de golfo en el mar muerto en donde dispones de playa privada, llegamos a media tarde y teníamos el mar muerto enteramente para nosotros. En el video podéis ver un time lapse del atardecer que allí pudimos vivir. Es una experiencia única y lo bueno de Mujib chalet es que te da la privacidad necesaria para disfrutarla a tu aire. El atardecer allí fue precioso y el mar muerto es algo que realmente sorprende por mucho que te digan que flotas. Ni se os ocurra meter la cabeza dentro pues no os podéis imaginar cómo pica el agua a los ojos! Recordad llevar chanclas o escarpines pues el suelo del mar muerto son piedras con sal cristalizada que corta como cuchillas, no os metáis descalzos pues os haréis una sangría.

Si decidís ir a Mujib Chalet recordar dos cosas: Llevar linterna puesto que no hay ninguna luz de noche y sobre todo llevar insecticida pues lo que hay allí es una plaga de mosquitos brutal. Lo de los mosquitos evidentemente es una característica del mar muerto en sí y de que encima había llovido la semana anterior, aun así lo que yo he leído es que en verano el problema en vez de los mosquitos son las moscas. Hacerme caso y llevar insecticida!!

El dueño de Mujib Chalet es un jordano mayor con un toque afeminado que a primeras parece muy seco aun así nosotros estuvimos hablando con él y resulto ser un hombre súper peculiar. Defensor acérrimo de su rey y muy informado de la actualidad política del mundo, hasta el punto de que estaba al tanto de todo lo que pasaba en España el tío.