Nos levantamos del camping y hace sol, así que aprovechamos para desayunar con vistas al mar y dar un paseo por la playa de Horgabost. Es tan bonito este lugar! Cómo me gustaría volver.

Después cogemos el coche para ir hacia el norte, hacia Lewis, allí queríamos visitar las playas situadas al oeste de "Great Berneda". Después de unos quilómetros por el interior casi desierto de la isla llegamos hasta Bhaltos (Bhaltus). Por el camino sólo se ven lagos, algo de hierba entre verde y marrón, y como han salidos algunas nubes el panorama es algo desolador.
Cerca de Bhaltos el paisaje cambia radicalmente, allí disfrutamos de unas maravillosas playas, éstas están rodeadas de hierba por todas partes. Primero vemos la playa de Clibhe (“Cliff beach”), situada al oeste del pueblo, preciosa

Después subimos por la montanya hasta llegar al otro lado del pueblo (al este) donde hay otras dos maravillosas playas, desde allí se ven algunas islas entre ellas la de Pabaigh, además parece que tiene un camping o zona de acampada justo en el otro extremo. Vuelve a hacer sol, así que aprovechamos para darnos un bañito en esta maravillosa playa, primero somos un poco tímidos, pero al comprobar que el mar no esta tan frio, nos quedamos finalmente en bañador, muy refrescante! Los colores del mar indescriptibles



Después del baño vamos hacia el norte, hasta las piedras de Callanish, un pequeño Stonehage. Allí hay algunos turistas, pero sigue siendo acogedor. Aprovechamos para comer y para comprar algunos recuerdos, en particular un CD de música para escuchar en el coche. Descubrimos el grupo "Face the west", una mezcla de folk y rock, fenomenal.

Callanish fue "descubierto" hacia el 1850, y la cerámica más antigua encontrada en los alrededores data del 2200 a.C. Parece ser que en alguno momento de la historia a este monumento megalítico se le añadió una cámara funeraria, que se descubrió alrededor 1980.

Ya por la tarde vamos hacia Garenin (cerca de Carloway), un antiguo pueblo de pescadores, donde hay una especia de albergue en unas casa antiguas o "Black houses". No se podía reservar por internet y nos habían dicho que si había sitio te podías quedar que sino mala suerte, por eso fuimos al entrar la tarde. Encontramos sitio sin problemas. Dejamos algunos trastos sobre las literas y aprovechamos para visitar el antiguo “puerto” y los acantilados de alrededor. No había nadie que controlara y como ya es habitual en las islas se dejaba el dinero en una caja.

Las horas de sol que quedaban las pasamos visitando algunas playas de los alrededores (Dal Mor y Dalbeg) y estábamos solos! Impresionantes, vean aquí Dal Mor

Antes de dormir hicimos un último paseo por el pueblo, aprovechamos de las instalaciones para cenar y nos fuimos a dormir temprano después de cambiar impresiones con los compañeros allí instalados.
