DIA 2. BEIJING Lunes 30/03:
Volamos con Swiss Airlines (479 € i/v desde Madrid con entrada por Beijing y salida por Shanghai ) y lo cierto es que muy contentos, ante todo muy emocionados por la aventura que nos esperaba.
Nuestro avión llegó a la hora prevista a Beijing (05:15 am). Tal y como nos habían aconsejado llevábamos yuanes que habíamos cambiado en España (Bankia a 5,75 €) para los gastos de los primeros días, en el aeropuerto nos fue muy útil ya que no estaban abiertas las casas de cambio.
Esperando el taxi varios taxistas piratas nos intentaron convencer para viajar en sus coches por la módica cantidad de 300 ¥, pero esperamos nuestro turno y el taxi nos costo 91 ¥.
Nuestro hostel estaba en el centro, 161 Hotel (122 € en Agoda tres noches una habitación doble). Limpio y céntrico, por lo que no podíamos pedir más. El personal muy amable, nos dejaron ocupar la habitación desde nuestra llegada a las 7 am.
En unos minutos ya estábamos preparados para iniciar la visita.
Deciros que el precio del metro varía en función de las paradas, por lo que oscila entre 3 y 5 ¥. La bajada de bandera del taxi es de 13 ¥, por lo que si vais 4 personas como era nuestro caso muchas veces salía más económico el taxi. En cualquier caso el metro es muy fácil, viene muy bien indicado. Imprescindible llevar anotado la dirección y el nombre del hotel en chino para enseñárselo al taxista (ya que la mayoría no entiende nuestro alfabeto).
Nuestra primera parada fue el Templo del Cielo 天坛. El precio fue de 30 ¥. Es un parque enorme en el que lo primero que te choca es la multitud de chinos que hay bailando y cantando.... gentes sin complejos. Los templos son muy bonitos, pero reconozco que lo que más nos llamó la atención fue esa primera toma de contacto con sus habitantes.
Salimos por la puerta oeste y nos dirigimos hacía la calle Quianmen. Esta calle en especial no nos gusto mucho al estar orientada a los turistas, pero su calle paralela (mirando dirección al plaza Tian'anmen a la izquierda ) y los hutongs de los alrededores nos encantaron. Era simplemente lo que me esperaba encontrar en Beijing, unas calles bulliciosas repletas de gente autóctona haciendo su vida.
En una de esas callejuelas comimos en un restaurante muy limpio los famosos dumpling, que resultaron deliciosos. No recuerdo como se llamaba el restaurante, pero esta junto al Mc Donald y creo que la calle se llamaba Dashila Street, frente a un cine. En la puerta del restaurante tenían un puesto que los vendían para llevar y en el interior se podía observar a través de cristaleras como los preparaban. Nos costó 400 ¥ , fue el restaurante más caro del viaje pero nos gustó mucho.
Desde allí continuamos a la plaza Tian'anmen pero no pudimos acceder porque estaban ensayando desfiles y de ahí a nuestro hotel a descansar antes de cenar.
Tras una duchita rápida estábamos impacientes por ver la famosa calle de los pinchos, el Mercado nocturno de Wangfujing y el de Donghuamen. Alterando así nuestro itinerario.
La callejuelas de Wangfujing no nos decepcionaron. Son multitud de puestos con aperitivos de los más variopintos, en los que no abundaban esa noche los turistas. Son callejuelas abarrotadas de lugareños tomando bebidas y pinchos. Nosotros no tuvimos valor para probarlos, ya no por los bichos sino por el olor que desprendían. EN ALGUNOS MOMENTOS HORRIBLE.
Tras el paseo, directos al hotel. Habíamos perdido la cuenta de las horas que llevábamos sin dormir y de los km que llevábamos andados, al día siguiente nos esperaba la GRAN MURALLA.
Dia 3. BEIJING Martes 31/03:
Deseosos de que amaneciese para ir a ver una de las Siete Maravillas del Mundo y el símbolo más representativo de China...... LA GRAN MURALLA.
Siguiendo las indicaciones de Enbeijing ( VER VIDEO enbeijing.com/mutianyu-por-libre/ ). A las 8 en punto estábamos en la estación de autobuses, y en menos de una hora y media en Hairou. Los billetes del autobús se pagan dentro del autobús, se debe de introducir el importe exacto en un cajetín (12 ¥ por persona ) así que llevar el dinero preparado.
En nuestro caso el propio conductor del autobús se ofreció a hacernos de guía hasta Mutianyu. Nos cobró 200 ¥ por llevarnos y traernos, y también negocio por nosotros con el taquillero nuestras entradas a precio de estudiantes con unos carnet de la biblioteca que llevábamos (aunque todos rondamos los 40). Así que como íbamos 4 nos pareció razonable el precio, sobretodo por la comodidad de no tener que buscar el desplazamiento.
Una vez en la muralla: La subimos en telesilla y la bajamos en tobogán. Era la opción más cara pero la más cómoda para ver lo máximo posible. Y también muy divertida, por lo que la recomiendo totalmente. En este video que encontré en youtube os lo podéis imaginar mejor www.youtube.com/watch?v=MFii9VfomiQ
Nos llevamos un buen queso, un buen jamón y un mejor vino que habíamos traído desde España, con el único fin de saborearlo en uno de los lugares más deseados del viaje. Y MERECIÓ LA PENA, fue una gran recompensa después de una gran caminata.... Y LA ENVIDIA DE TODO EL QUE NOS CRUZAMOS

De vuelta a Beijing paramos en el Mercado de la Seda, UNA AUTÉNTICA LOCURA. Acabamos discutiendo con los empleados por chorradas o por cuatro duros, nos agotaron los dependientes de las tiendas. Comentar que compramos un reloj y antes de salir del centro comercial ya se había parado, el dependiente nos devolvió el dinero sin problemas.
De allí cogimos un taxi en dirección a la estación de metro Nanluoguxiang, justo en frente hay una zona de copas y restaurantes en el que nos habían recomendado un restaurante: Taste (106 South Luogu Alley, Dongcheng). Cenamos por 250 ¥ los cuatro, pedimos tres platos a compartir con bebidas (dos cervezas del tiempo y dos aguas). Estaba todo muy rico.
La zona nos gustó mucho, era animada e ideal para una copas. (Eso sí, a las 11 ya estaban cerrados casi todos los bares).
Dia 4. BEIJING Miércoles 01/04:
A primera hora reservamos en el hotel los billetes para el tren bala del día siguiente. Compramos los billetes de segunda clase para el tren que salía de Beijing a las 08:00 y llegaba a Shanghai a las 13:00. En el hotel nos cobraron los 553 ¥que valía el billete más 30 ¥ de comisión por billete. No sé como será la primera clase, pero la segunda son asientos muy cómodos y amplios.
Al necesitar más efectivo, fuimos al CBN Banco de China a cambiar euros. El cambio fue a 6,45 por lo que es mucho mejor cambio que el que te pueden proporcionar en España.
Una vez resuelto el transporte del día siguiente, nos dirigimos a la Ciudad Prohibida. La entrada nos costó 20 ¥, ya que mostramos los carné de la biblioteca y no nos pusieron ninguna pega. También pagamos 40 ¥ por el audio guía en español.
La Ciudad Prohibida es simplemente PRECIOSO. La historia que esconde cada esquina es impresionante.
Curiosidades... www.youtube.com/watch?v=OFtQYt13gzg
Nos gustó muchísimo, la única pega la multitud de personas visitándola.
A la salida subimos a la Colina del Carbón, el precio 2 ¥. Merece mucho la pena la subida para contemplar las maravillosas vistas y admirar las dimensiones de la Ciudad Prohibida.
Salimos por la puerta norte y fuimos a un restaurante del que hablaban bien para probar los famosos Hot Pot. Manfulou (38 Di'anmennei Dajie ). Nos costó 260 ¥: una bandeja de carne, dos de varios tipos de tallarines, unas verduras a la la plancha, dos cervezas y dos de agua.
De ahí directos al Palacio de Verano, nuestro error fue ir en metro porque deberíamos haber ido en taxi para no perder el tiempo (además nos hubiese costado aprox. lo mismo). La entrada fueron 15 ¥, una vez más funcionaron nuestros carné de biblioteca. El corredor, el barco de mármol... todo precioso, el problema que nos llovió y lo deslució un poco. Para cruzar el lago nos cobraron 15 ¥ en lugar de los 10 ¥ que cobraban al resto, no tuvimos más opción que pagarlo para poder cruzar

El Palacio de Verano cerró a las 18 pm así que cogimos el metro dirección a la villa olímpica (Olympic Sports Center). Las luces del Nido del Pajaro las iluminan a las 19:30 así que paseamos para poder hacernos la foto de rigor. Sinceramente el paseo les gustó más a los chicos que a mi, la afición por el deporte es más fuerte en ellos.
Cenamos en un restaurante próximo al hotel, para acostarnos pronto ya que al día siguiente nos esperaba Shanghai.