Era nuestro último día de escapada. El vuelo salía de Frankfurt Hahn a última hora de la tarde y queríamos aprovechar bien el día, eso sí, modo slow, como siempre.
Desayunamos como reyes, nos despedimos del resto de huéspedes y del amable personal del Jan Van Werth e hicimos el check out sobre las 9 de la mañana. Metimos las maletas en el coche y cogimos vía Mosela. Nuestro destino, la joyita del viaje: Burg Eltz.
Nos equivocamos de entrada y tuvimos que dar una gran vuelta rodeando Münstermaifeld. Pero no importó, porque cuando conseguimos llegar allí, en medio de un frondoso bosque, iluminado por la breve luz de la mañana estaba ÉL:
Desayunamos como reyes, nos despedimos del resto de huéspedes y del amable personal del Jan Van Werth e hicimos el check out sobre las 9 de la mañana. Metimos las maletas en el coche y cogimos vía Mosela. Nuestro destino, la joyita del viaje: Burg Eltz.
Nos equivocamos de entrada y tuvimos que dar una gran vuelta rodeando Münstermaifeld. Pero no importó, porque cuando conseguimos llegar allí, en medio de un frondoso bosque, iluminado por la breve luz de la mañana estaba ÉL:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El BURG ELTZ es un castillo medieval ubicado sobre una loma de 70 metros de altura en las colinas, sobre el río Mosela, a la altura del pueblo de Wierschem, aunque desde donde se deja el coche hay un paseo andando.
Desde 1815 el castillo entero es propiedad de una de las tres ramas de la misma familia, los Condes von und zu Eltz, que vivían allí en el siglo XII, hace 33 generaciones. Utilizan un tercio de la edificación como vivienda y el resto está abierto a las visitas además de alojar un museo. ¿Os imagináis viviendo hoy en día en un castillo e invitando a alguien a casa?
- Y qué,¿dónde vives?
- Pues nada, ahí mismito, subiendo la cuesta y girando a la derecha, justo enfrente, en el castillo.
Pero claro, el castillo cerraba por fin de temporada el 1 de noviembre, y hoy era día 7 . Además estaba en obras y había un cartel enorme al principio del camino empedrado que conducía a la entrada en el que ponía muy claramente PROHIBÍDO PASAR (o algo parecido, en alemán, claro). Pero, ¿cómo iba a quedarme yo sin acercarme a Burg Eltz una vez que estaba allí y había dado una vuelta enorme para contemplarlo?
Abordamos a un operario que estaba por allí y le rogamos en todos los idiomas que conocíamos que nos dejara pasar, si no al interior, al menos hasta la puerta de entrada. Pero permanecía impasible. Al final tuve que decirle a mi adorable hija de 3 años que le hiciera ojitos y al señor se le ablandó el corazón y nos dijo algo parecido a "De acuerdo, pero sólo unos minutos". Aunque nosotros entendimos "Sólo una hora" . Y allí estuvimos tirando cientos de fotos, paseando por el entorno, bailando y todo hasta que el operario se hartó y nos echó fuera farfullando "Y no volvais nunca más". Pero pensamos volver.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos dirigimos a Cochem, que nos quedaba de camino, para pasar el resto de la mañana. Allí comimos y pasamos unas horas callejeando, comprando algún souvenir y despidiéndonos del Mosela. Como ya he hablado de lo bonito que es Cochem, dejo unas últimas fotos bastante ilustrativas pero que no le hacen justicia en absoluto
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Por último, nos tomamos unas cervecitas aquí:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos al aeropuerto de Frankfurt Hahn, devolvimos el coche en perfecto estado, merendamos algo y a volar a casa. La escapadita tranquila y familiar de noviembre había finalizado
Ahora, a pensar en la próxima.