Nos despertamos con un día soleado! Tras desayunar nos dirigimos a la zona noroeste de la isla. Paramos en el parking del Castillo de Dunvengan, pero decidimos no entrar y continuar hacia Neist Point. Para ello, conducimos dirección Milovaig.
Llegando a Neist Point, nos encontramos con una estampa de postal!
Continuamos hacia Neist Point y el tiempo nos sigue dando tregua.
Con tan buena suerte que bajamos hasta el faro y justo cuando volvemos al coche empieza a llover con fuerza, granizar...¿quién lo diría, habiendo sacado estas fotos justo 5 minutos antes verdad?
Pufff que fastidio, justo ahora que queríamos ir a las Fairy Pools que vimos en la postal de ayer en una tienda de souvenirs de Portree! Nos entra la duda, porque la granizada y la niebla se adueñan del paisaje, pero decidimos ir. Para llegar hay que dirigirse a Glenbrittle, y antes de llegar hay un parking a mano derecha donde empieza la caminata camino abajo, no tiene pérdida. Decidimos comer unos bokatas dentro del coche, pensando que con la que estaba cayendo y sin apenas poder disfrutar del paisaje por la densa niebla, tal vez merecía la pena continuar con nuestra ruta.
Pero de repente, comenzo a despejar y empezamos a ver que delante teníamos una cordillera espectacular!
La zona de Fairy Pools es un valle en el que un río desciende dejando diversas cascadas a su paso. Se puede realizar una ruta circular o una directa de ida y vuelta siguiendo el camino río arriba. Nos decantamos por esta última opción. No tardamos más de una hora y media, y eso que lo hicimos despacio, aprovechando que el tiempo estaba mejorando cada vez más.
Nos animamos a ir a Glenbrittle beach. Una bonita playa de piedra por la que dar un paseo, con las Cuillin Hills como escenario de fondo.
El día de hoy ha sido un buen broche final en la Isla de Skye!
Dejamos atrás la isla pasando de nuevo por ese característico puente y volvemos a parar en Eilean Donan.
Esta noche tenemos reservado el Rustic View en Fort William, 78£ A/D. Dimos muchísimas vueltas hasta encontrarlo, porque el GPS no reconoce la dirección ni las coordenadas de situación que aparecen en la reserva.
La habitación era grande, con un toque señorial elegante. Tenía parking privado gratuito, desayuno escoces muy rico y la pareja de señores era amable. El hombre nos dio unos cupones descuento del 10% para cenar en The Moorings, a 5 minutos en coche. Como estábamos cansados, allí que fuimos sin pensarlo. Pedimos una ensalada de salmón, pescado con verduras y una especie de pastel de patata con pescado. La comida estaba buena, un acierto.
Dejamos el coche en la casa, y paseando por el camino del río, cruzamos un puente de madera. Fue entonces cuando descubrimos que estábamos alojados al lado del Castillo de Fort William. Estaba anocheciendo, y pudimos pasear solos por el pequeño castillo.
Tocaba descansar, mañana iba a ser el día más duro al volante.
Llegando a Neist Point, nos encontramos con una estampa de postal!
Continuamos hacia Neist Point y el tiempo nos sigue dando tregua.
Con tan buena suerte que bajamos hasta el faro y justo cuando volvemos al coche empieza a llover con fuerza, granizar...¿quién lo diría, habiendo sacado estas fotos justo 5 minutos antes verdad?
Pufff que fastidio, justo ahora que queríamos ir a las Fairy Pools que vimos en la postal de ayer en una tienda de souvenirs de Portree! Nos entra la duda, porque la granizada y la niebla se adueñan del paisaje, pero decidimos ir. Para llegar hay que dirigirse a Glenbrittle, y antes de llegar hay un parking a mano derecha donde empieza la caminata camino abajo, no tiene pérdida. Decidimos comer unos bokatas dentro del coche, pensando que con la que estaba cayendo y sin apenas poder disfrutar del paisaje por la densa niebla, tal vez merecía la pena continuar con nuestra ruta.
Pero de repente, comenzo a despejar y empezamos a ver que delante teníamos una cordillera espectacular!
La zona de Fairy Pools es un valle en el que un río desciende dejando diversas cascadas a su paso. Se puede realizar una ruta circular o una directa de ida y vuelta siguiendo el camino río arriba. Nos decantamos por esta última opción. No tardamos más de una hora y media, y eso que lo hicimos despacio, aprovechando que el tiempo estaba mejorando cada vez más.
Nos animamos a ir a Glenbrittle beach. Una bonita playa de piedra por la que dar un paseo, con las Cuillin Hills como escenario de fondo.
El día de hoy ha sido un buen broche final en la Isla de Skye!
Dejamos atrás la isla pasando de nuevo por ese característico puente y volvemos a parar en Eilean Donan.
Esta noche tenemos reservado el Rustic View en Fort William, 78£ A/D. Dimos muchísimas vueltas hasta encontrarlo, porque el GPS no reconoce la dirección ni las coordenadas de situación que aparecen en la reserva.
La habitación era grande, con un toque señorial elegante. Tenía parking privado gratuito, desayuno escoces muy rico y la pareja de señores era amable. El hombre nos dio unos cupones descuento del 10% para cenar en The Moorings, a 5 minutos en coche. Como estábamos cansados, allí que fuimos sin pensarlo. Pedimos una ensalada de salmón, pescado con verduras y una especie de pastel de patata con pescado. La comida estaba buena, un acierto.
Dejamos el coche en la casa, y paseando por el camino del río, cruzamos un puente de madera. Fue entonces cuando descubrimos que estábamos alojados al lado del Castillo de Fort William. Estaba anocheciendo, y pudimos pasear solos por el pequeño castillo.
Tocaba descansar, mañana iba a ser el día más duro al volante.