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Aunque el embarque se hacía entre la 1 y las 3pm (el crucero partía a las 4pm) teníamos que devolver el coche a las 11am para que no nos cobraran otro día de alquiler, y teníamos unos 40 minutos de coche hasta Tampa, Raul ya estaba nervioso y no paraba de meternos prisa. Así que nos fuimos flechados de Clearwater y llegamos a la hora prevista para devolver el coche en otro Hilton, el Embassy Suites que estaba cerca del puerto de Tampa. Con mucha pena nos despedimos de nuestro Dodge, sabiendo que pasaría mucho tiempo antes de volver a ir en un coche así….
Le preguntamos al chico de Avis si podíamos ir andando hasta el puerto o si cogíamos un taxi, y nos dijo que eran unos 5 minutos caminando, así que decidimos ir caminando, aunque era un poco locura ir con 2 maletas grandes, 1 de cabina, la bolsa de la cría y encima empujar el carro con la niña. Y a eso hay que sumarle el calor de las 11 de la mañana en Florida…pero lo hicimos.
Por esa zona de Tampa habían muchos rascacielos, sin duda aquello era el Downtown.
Pasamos por el Amalie Arena, y llegamos a un centro comercial, el Channelside Bay Plaza, desde donde podíamos ver el barco, pero no éramos capaces de ver por donde se hacía el embarque. Así que después de investigar un poco sin suerte, decidimos preguntarles a las camareras de Hooters, que eran por lo menos 6 o 7 chicas en la puerta supongo que aprovechando sus últimos minutos antes de empezar.
Se miraron unas a las otras, comentaron algo entre ellas, y ninguna sabía dónde era.
Después de dar dos vueltas más con las maletas y empezar a sentirnos muy tontos, me metí en un mejicano por si las chicas de Hooters no me habían entendido bien. Una encantadora mejicana nos intentó ayudar, pero tampoco sabía dónde se hacía el embarque. Preguntó a todos sus compañeros y por fin alguien dijo que creía que era detrás del centro comercial. Bueno, ya habíamos logrado algo….
Salimos de allí por detrás del centro comercial y….uyuy imposible, allí no era. Volvimos al centro comercial y en la puerta vimos a gente bajarse de un coche con maletas, así que deicidimos seguirlos. Detrás de ellos llegamos por fin a la zona de terminales, pero allí volvimos a sentirnos como dos personas que no han salido nunca de su pueblo jajajaja.
Botones cargando maletas, gente haciendo colas, todo el mundo tenía claro lo que tenía que hacer, menos nosotros. Ñiiiii, que poco preparados íbamos, ni se nos había ocurrido mirar ni preguntar como se hacía el embarque en un crucero.
En medio de todo ese caos apareció un chico que hablaba español y nos preguntó si necesitabamos ayuda, ya que nos había escuchado hablar. “La verdad es que no nos vendría mal una ayuda”, le dijimos. Aunque él tampoco sabía cómo funcionaba el tema embarque, se ofreció a preguntar y vino con unas etiquetas que teníamos que rellenar con nuestro nombre y nuestro número de camarote y engancharlas a las maletas para entregarlas al personal que las recogía y ponernos en la cola para embarcar. Así de simple! Cuando lo sabes, claro.
Así que le dimos las gracias al chico y estuvimos hablando un rato con él y su pareja, resulta que era de Galicia y la chica era americana, se conocieron en España, se casaron y llevaban allí 6 meses viviendo cerca de Tampa. Fue agradable hablar un rato con ellos, da gusto encontrarse con gente tan agradable cuando estas de viaje.
Nos despedimos y ya fuimos a hacer el embarque aunque aún no era la hora, pero ya estaba todo en marcha.
Tuvimos que rellenar un documento parecido al ESTA y pasar por un control donde te dan una tarjeta que vinculan a tu tarjeta de crédito. Esa tarjeta también sirve para estar identificado, abrir el camarote…como si fuera la magic band de Disney.
Yo ya iba mirando la gente que iba embarcando, porque había leído que los Carnival son conocidos por las fiestas que se montan en sus barcos, y que Tampa es una ciudad donde embarcan muchos estudiantes. Pero no se veían grupos de gente joven, más bien familias con niños y adolescentes, parejas de todas las edades, algunos bebes....
Por fin entramos en el barco y la primera impresión que tuve fue de que la decoración era elegante, pero muy clásica.
Estos son algunos de los datos del Carnival Paradise:
• Tonelaje:70.367
• Capacidad Pasajeros:2052
• Núm de Tripulantes:920
• Ratio tonelaje / pasajero: Muy bien 34:1
• Ratio pasajero / tripulación: Premium 2:1
Dispone de un tobogán acuático zigzagueante, piscinas, jacuzzi, minigolf, gimnasio, spa, teatro, casino, bares, discotecas, restaurantes, zona especial para adolescentes, zona especial para adultos, zona de niños, tiendas….Yo tenía un poco de miedo de que los días de navegación fueran un poco aburridos, a pesar de qu todo el mundo me dijo que no había tiempo para aburrirse.
Este es el itinerario del crucero:
dia puerto llegada salida
1 Tampa (Florida / USA) Embarque 16:00
2 Navegación - -
3 Gran Caimán (Islas Caimán) 08:00 15:00
4 Cozumel (México) 11:00 12:00
5 Navegación - -
6 Tampa (Florida / USA) 08:00 Fin crucero
Fuimos a buscar nuestro camarote, que tenía una situación muy buena, en la planta más alta con camarotes, que era la cuarta empezando por abajo. En esta misma planta, bastante cerca estaba el servicio de huéspedes, y un bar con música en directo.
Son las ventajas de reservar el crucero con tiempo, que puedes elegir el mejor camarote de entre los mas económicos.
El camarote, era interior y bastante pequeño, pero tampoco nos importó demasiado, no pensábamos pasar mucho tiempo alli metidos.
Por alli andaba un señor de Indonesia que nos pregunto nuestros nombres y nos dijo que todo lo que necesitáramos no teníamos más que pedirlo. Le preguntamos por las maletas y dijo que no nos preocupáramos por nada que las maletas llegarían a nuestro camarote tarde o temprano.
En el camarote solo había una cama de matrimonio cosa que nos sorpendio porque la reserva estaba a nombre de los tres, pero tampoco nos preocupó mucho ya que la peque acaba muchas noches en nuestra cama. El señor de Indonesia cuyo nombre no consigo recordar nos dijo que si queríamos no podría poner una cama para la niña pero pensamos que si metíamos alli una cama más tendríamos que salir nosotros de allí. Nos apañamos así las 5 noches, aunque entiendo que si a alguien no le gusta dormir con sus hijos hubiera tenido un problema porque el camarote era bastante diminuto.
Fuimos a cotillear un poco el barco.
Ya había gente dale que te pego con los cocteles y eso que acabamos de entrar, sobretodo era gente mayor, para que luego digan de la juventud jejeje. Supongo que habrían cogido el pack de bebidas y no querrían desaprovechar ni un coctel.
Habían por alli en la cubierta unos novios haciéndose el reportaje de fotos
Comimos algo en el bufe, aunque estábamos más perdidos….no sabíamos cómo funcionaba nada, dónde podíamos comer…..se notaba la gente crucerista porque iba como Pedro por su casa y en cambio nosotros no teníamos ni idea de nada.
Preguntamos a un chico que hablaba español, y nos que el desayuno y la cena se podía hacer a la carta en el restaurante, o bien en el bufe, y que la comida se hacía siempre en el bufe o en el grill de fuera. Yo le pregunte por curiosidad si había algún español más en el barco y nos dijo que sí que había una pareja de españoles.
A las 3pm había un simulacro de evacuación, y nos habían dividido por zonas según el camarote en que te alojabas. A nosotros nos toco ir a la zona del Casino, y alli habían preparado unas sillas donde nos sentamos mientras explicaban, de manera comica, que había que hacer en caso de emergencia. A Lucía le pusieron una pulsera verde fluorescente con el nombre de la compañía que según nos dijeron debía llevar todo el crucero para estar identificada en todo momento.
Algunas de las bromas no las pillábamos, algunos se hacían los dormidos, los aburridos, pero en plan broma, como si hubieran hecho decenas de cruceros y estuvieran hartos de escuchar todo ese rollo. Otros ya iban más que contentos, de repente un pedazo de tiarron enorme se levantó y empezó a vacilar al chico que hacía las explicaciones, que resulto ser el dj. Como el dj era bajito, y a su lado bastante más, la situación al principio fue comica y algunos se rieron, pero pronto dejo de ser gracioso porque el tiarron llevaba una encima y no controlaba donde estaba el limite, empezó a acercarse demasiado y hubo un momento de verdadera tensión. El pobre dj intentaba aguantar el tipo, y la mujer del tiarrón ponía cara de: bueno, que le voy a hacer, así es mi marido, con una sonrisa de circunstancia. Pero la verdad es que no hacía ninguna gracia, el tío se crecio porque aparte de que le sacaba 2 cabezas, el dj lógicamente no podía enfrentarse a un cliente, y todavía ni se había movido del sitio el barco!
Menos mal que la mujer al final se lo llevo de alli aunque no podía ni con el de lo grande que era. Al día siguiente nos cruzamos con ellos por el barco y el hombre llevaba la rodilla vendada, yo sonreí para mis adentros pensando que le estaba bien merecido por no saber beber.
Bueno y volviendo a aquel momento del simulacro, después de la explicación tuvimos que seguir al dj que nos llevó hasta la zona donde estaba el bote que nos correspondía en caso de emergencia.
Cuando termino el barco ya se puso en marcha y yo decidí llamar al seguro para confirmar que no había ningún problema en visitar al medico y si tenia que pagar algo.
Me cogieron el teléfono enseguida y me atendieron muy bien, el chico me explico que dentro del barco no me quedaba otro remedio que pagar yo la visita porque no tenían convenio con ningún centro médico como pasa en tierra firme. Pero que luego una vez enviada la documentación me devolverían todo, o la otra opción era esperar a llegar a Gran Cayman y ver si tenían alli había algún centro médico asociado. Le dije al chico que iba a ver cuanto me podía costar la broma ya que no tenía ni idea y que me lo iba a pensar. El me dijo que ningún problema que abria el expediente y que si al final decidía ir que no hacía falta que volviera a llamar. Luego agradecí el detalle porque la broma de la llamada fueron 17.
Aunque me devolvieron tanto el dinero de la llamada como el de la visita en pocos días.
Le dije a Raul que me iba al servicio de huéspedes para preguntar cuanto costaba la visita y que volvía en un rato. Pero cuando me dijeron que la visita, si no había nada raro, costa 125$ más la medicación que me mandara el doctor, les dije si alguien que hablara español me podía acompañar al centro medico porque ya que pagaba la visita quería asegurarme que nos entendíamos mutuamente el doctor y yo. Fueron a buscar a Nadia, una chica mejicana super agradable que vino conmigo, me relleno el cuestionario, y mientras esperábamos para ser atendidos yo que soy una preguntona aproveche para preguntarle que tal era la vida en el barco y que si no se agobiaba de vivir siempre alli encerrada. Ella me dijo que le gustaba mucho esa vida y que pasaba 9 meses seguidos en el barco y que después aprovechaba para ir a ver a su familia en Méjico. También me dijo que le encantaba la escala en Cozumel porque podía hablar su idioma y comer comida típica mejicana y sentirse en su tierra.
No tuvimos que esperar mucho y el doctor, un oriental vestido de capitán, me estuvo reconociendo después de que Nadia le dijera que llevaba 2 semanas resfriada y que me dolía la garganta y que ya había tomado medicación. Dijo que tenía un virus en la garganta y me recetó antibiótico y un jarabe para la mucosidad. Antes de irme tambien me dijo que no bebiera alcohol y que no tomara el sol directamente. Yo le dije que haría lo que pudiera teniendo en cuenta que estábamos de crucero. La factura ascendió a 166$, pues si que iban caros los medicamentos en USA…..
Esa tarde y el día siguiente lo dedicamos a investigar cada rincón del barco.
A Lucía le hizo mucha gracia el minigolf y tuvimos que pasar bastante rato jugando allí.
En este bar había un chico tocando el piano mientras la gente lo escuchaba tomando su copa.
Yo eche de menos tomarme algún coctel o una cerveza, pero pense que cuando pasaran 3 o 4 días y estuviera mejor ya nos tomaríamos alguna. Raúl se solidarizó conmigo y dijo que el tampoco bebería, se notaba que estábamos recién casados jejeje.
Había gente que iba de un lado a otro del barco con su coctel en la mano a cualquier hora del día. Raúl y yo bromeábamos diciendo que la parte buena era lo que nos íbamos a ahorrar al no poder beber alcohol.
La cena, que se podía hacer en el restaurante, nos sorprendió muchísimo, podías comer a la carta cocina de mucha calidad y nos atendieron mejor que bien.
Todo eran atenciones con Lucía, bueno y con nosotros, pero los camareros eran personas muy amables con ganas de hablar y de preguntarnos de donde éramos, que hacíamos allí etc. Cosa que me pareció bastante normal teniendo en cuenta que pasan mucho tiempo lejos de su familia y amigos y que la gente con la que más se relacionan son sus compañeros de tripulación y la gente del crucero.
Al día siguiente desayunamos y nos pusimos los bañadores para ir a cubierta. El dj había puesto música y había gente bailando en una especie de escenario. Lucía y yo estuvimos bailando un rato con un grupo de mujeres que habían por allí. Se notaba que la gente estaba de vacaciones, de buen humor, con ganas de divertirse.
Luego yo me tumbe en una hamaca a la sombra, porque pense que ya tendría tiempo de tomar el sol, Raul y Lucia se tiraron por el tobogán en zigzag de la piscina y yo me prepare para hacerles una foto al caer.
Cuando la pobre Lucía aterrizo en el agua se llevo un buen susto!la verdad es que ese tobogán no es para niños, hasta Raul se sorprendio de la velocidad que cogio, pero padre e hija se empeñaron en montarse así que después de quitarse el gusanillo la peque no quiso ni oir a hablar de volverse a tirar jajaja.
Cuando nos dimos cuenta había empezado en el escenario un consurso entre 5 o 6 hombres, que se arrastraban por el suelo haciendo que estaban luchando con un tigre, pantera o algo así. La verdad es que era muy gracioso, algunos eran realmente comicos y no tenían ni pizca del sentido del ridículo. Te partías de risa de ver a los hombres haciendo la croqueta mientras hacían ver que se cargaban al felino.
La piscina principal era bastante pequeñita pero bueno no estaba mal para darse un baño. Al contrario de lo que yo pensaba no estaba muy masificada, ni tampoco la zona de tumbonas.
Y si no había otra piscina mucho mas tranquila aunque tambien mas pequeña.
Tambien habían jacuzzis cerca de las piscinas que esos si que estaban siempre ocupados.
La gente se metía y se pasaba una hora entera si hacía falta jajaja madre mia.
Yo lo probe un día y la verdad que no estaba nada mal, aunque demasiado calentita el agua.
Tambien había una zona solo para adultos con jacuzzis para un rato de relajación
Nosotros íbamos tan happys por alli porque no nos habíamos dado cuenta, hasta que una señora con cara de pocos amigos y tono de enfado nos dijo que la niña no podía estar alli y yo que no entendia el por que fui a preguntarle a un chico de Carnival y me dijo que era así, que esa zona era solo para adultos pero que no me preocupara.
Asi que no volvimos a ir por alli aunque me dieron ganas de decirle a la mujer que no hacia falta que se pusiera asi que la niña no la había molestado para nada y que a lo mejor estaba mejor educada que ella. Pero esta bien que existan esas zonas donde no puedan haber niños chillando ni corriendo porque entiendo que haya gente a la que le pueda molestar, aunque ese no fuera el caso.
La gente de Carnival era impresionante lo amables que eran y siempre estaban con una sonrisa en la boca, se notaba que trabajaban a gusto.
Había muchísima gente de Indonesia, la mayoría yo diría, tambien habían muchos de Rumania y Croacia, italianos, y alguno de Australia. Americanos ninguno, cosa que me parecio curiosa para ser una compañía americana.
De la pareja de españoles que supuestamente estaban en el barco, ni rastro.
Aquí el casino y una sala donde tocaban música en directo. Cerca de allí estaba la discoteca y una especie de pub.
Paseando por el barco nos encontramos a otra novia. Sera costumbre en USA?
En el teatro, por el día hacían cosas para los niños, jugaban al bingo
Por la noche habían espectáculos la verdad que curradisimos. Muy bien montados y con bailarines y cantantes con mucho talento. Ademas se cambiaban de ropa y el escenario con una facilidad…
Tambien habían juegos, un ajedrez enorme, un ping pong….
Al atardecer nos fuimos a cubierta para ver la puesta de sol que estuvo bastante bien
La verdad es que el cielo estaba muy bonito y el barco bastante tranquilo. Y donde estaba la gente?
Poco despues descubrimos que debían estar poniéndose guapos para la noche de gala, porque de repente fueron apareciendo nuestros compañeros de crucero con sus ropas más elegantes, las mujeres perfectamente peinadas y maquilladas y con sus tacones más altos. Nosotros en nuestra línea, ni leíamos el programa ni escuchábamos lo que decían por megafonía, bueno, mejor dicho no lo entendíamos jajajaja, que bastante difícil es entender el ingles cara a cara como para entender lo que dicen por un altavoz. Así que hicimos lo que pudimos y nos fuimos a ponernos guapos, aunque no estuvimos a la altura de nuestros compis ni mucho menos.
Esa noche en el restaurante había langosta en la carta
y Raul me decía que a ver si el ultimo día nos iban a cobrar las cenas y desayunos del restaurante, yo me reía y le decía que no que en los cruceros era así, al menos lo que yo había escuchado y leído.
Los camareros hicieron un paseíllo por todo el restaurante con las servilletas en alto como si de una boda se tratara.
Despues nos fuimos al teatro a ver qué hacían esa noche, por alli cerca montaban cada día una especie de “mercadillo” y cada día habían cosas distintas. Ademas lo hacían muy gracioso porque había un tipo metiéndose con la gente de por allí. A Raúl le dijo: ey tu, tienes pinta de necesitar una corbata” jajajaja, se notaba que lo conocía poco.
La verdad es que ese día y medio nos había ido muy bien para descansar de todo lo que llevábamos ya a nuestras espaldas, parques, magia, muchas emociones, compras, playas, kilómetros por las carreteras de Florida…y todo lo que aún nos quedaba por disfrutar. Al día siguiente hacíamos escala en Gran Cayman, ya tenía ganas de pisar tierra firme otra vez.
Estaba tan bien, tan feliz, que sentía incluso una punzada de culpabilidad cuando pensaba en mis compañeros de oficina ocupándose de los marrones mientras yo me levantaba con la única preocupación de disfrutar del viaje junto a mis dos amores.
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