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DÍA 14 JULIO (Lago di Dobiaco - Lago di Anterselva - Lago Obersee - Lago di Braies - Lago di Dobiaco)[/size]
Este martes amaneció con bastantes nubes, no se si nos dejaría visitar el lago di Braies, nuestro principal objetivo del día. Decidimos acercarnos en primer lugar al Lago di Anterselva (Antholzer see) y ver si iba despejando.
El lago tiene una zona de recreo preciosa, y a juzgar por los tímidos rayos de sol que luchaban por colarse entre las nubes, con un color de agua también bonito.
Como teníamos a tiro de piedra el Lago Obersee ya en el Tirol austríaco, nos animamos a visitarlo. Cuando intentamos subir al Passo di Stalle nos encontramos con una sorpresa....
... para acceder había que ir por una "carretera horaria" debido a su estrechez. Entre "y media" y "menos cuarto" el tramo era de subida y de "en punto" a "y cuarto" de bajada. La verdad es que la experiencia nos encantó. Tuvimos que esperar bastante rato pero a cambio estabamos los primeros de la fila de vehículos que pretendía subir, y cuando llegó la hora era curioso poder circular "sabiendo" que era solo de un sentido. El trayecto y las vistas me parecieron encantadoras (lo poco que podía desviar la mirada).
Una vez arriba y a escasos metros de bajada del paso, se dejaba ver el lago Obersee, un lago alpino del estilo que puedes encontrarte en Pirineos. No nos defraudó pero tampoco nos emocionó. Como hacía frió decidimos regresar y comer en la vertiente italiana.
La vuelta también la hicimos sin coches, y pudimos contemplar mejor las bonitas vistas, además el sol se había afianzado más, dándole más esplendor a la zona.
Nada más terminar de comer y con la satisfacción de haber dejado las nubes atrás, nos acercamos nuevamente al Lago di Braies. En la subida nos encontramos con esta bonita iglesia, que casi había pasado desapercibida el día anterior con las prisas.
Cuando llegamos a la zona de parkings vimos que para nada tenían la masificación del día anterior, así que subimos hasta el parking superior, el del hotel Lago di Braies a cuya puerta había algún que otro deportivo italiano que monopolizaba la mirada de mi hijo mayor, y otra sorpresa, el vigilante nos dejaba aparcar por solo 2€ cuando el día anterior nos había pedido 7€. Con enorme expectación nos colocamos el calzado de andar y nos dipusimos a recorrer todo el sendero perimetral del lago. Cumplió todas las expectativas que teníamos, es un lago precioso con un entorno paradisiaco. Quizás hubiese sido mejor visitarlo por la mañana a primera hora para hacer mejores fotografías, pero en cualquier caso nos encantó.
Regresamos al camping Lago di dobiaco a descansar de ese bonito día.
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