Desayunamos por primera, y posiblemente última, vez en el hotel. Solo pasable: tostadas calientes pero gomosas, mantequilla, mermelada, cereales y café aguachurri. Mañana probaremos en otro sitio.

Nos acercamos a Euston Station, pero la línea que va a la Torre de Londres no funciona, así que tendremos que ir en bus. Yo sabía que la línea 15 pasaba por la Torre, pero ¿cómo llegar a la línea 15?

Preguntamos a un empleado del bus:
-"¿To Tower of London, please?" (aquí se puede ver nuestro gran nivel de inglés). Él comienza a hablar rápidamente.
-"Sorry, sorry, I don´t speak inglish very well". Sonrie y nos lleva a una caseta donde coge un papel y nos escribe: 68-Aldwych, 15 Tower of London. Son realmente amables.
Vemos que hay un 68 a punto de salir, que suerte. Despues de casi una hora bajamos en Aldwich y a esperar el 15. Pasan varios a tope hasta que podemos subir a uno, acomodándonos de nuevo en la parte de arriba, por supuesto.


Mi idea de llegar a la Torre antes de las 9 desaparece, ya que el tráfico es realmente lento, pero así tenemos la oportunidad de ver un poco la ciudad. Por fin divisamos la Torre y, al lado, el famoso Tower Bridge. Son más de las 10 y pensaba que habría cola, pero no, entramos rápidamente usando nuestros 2x1 y ahorrándonos 17 libras



Despues de un buen rato, cuendo ya comenzamos a sentir gusa, encontramos la cafetería y pruebo mi primer muffin (1´9 libras).

Esta buenísimo, pero no deja de ser una magdalena con pepitas de chocolate, aunque me sienta genial. Mi “marío” se toma un capuchino (1´9) y sentencia: “¡Que malo está aquí el café!”, algo que sostuvo durante todo el viaje. Con las fuerzas renovadas seguimos la visita que terminamos a las 2:30.
Salimos dispuestos a cruzar el Tower Bridge, nos hace mucha ilusión.

Ya son casi las tres. Desde el bus habíamos visto un Subway que quedaba cerca y, recordando la buena experiencia de Praga, allá que nos dirigimos. Y, como somos muy exagerados, nos pasamos pidiendo: dos bocatas que miden unos 30 cm con un motón de ingredientes y un refresco grande, 17 libras. Yo digo:
-“¡Jó, qué caro!”, comparándolo con el de Praga. El caso es que el chico que nos atiende me entiende y comienza a explicarme, algo apurado (y en inglés, estoy alucinada porque yo tambien le entiendo) que son grandes y con muchos ingredientes y que por eso son caros, ¡incluso se disculpa! Le digo:
-“O.K., don´t worry!” Cómo le explico que lo estaba comparando con otro que nos comimos en Praga hace dos años. Pero él nos regala otro vaso grande de refresco. ¡Qué apañao!
El caso es que están buenísimos


Según mi planning, se suponía que íbamos a coger un barco hasta el London Eye, pero el embarcadero está el otro lado y, muy valientes nosotros, decicimos seguir andando y así comocer un poco mejor la ciudad. ¡Ilusos!

Pasamos junto al HSM Belfast, el Golden Hinde (parada para una breve retahíla de insultos de mi “marío” que no simpatiza con sir Francis Drake), el Shakespeare´s Globe, el Millenium Bridge, la Tate Modern y, por fin, a lo lejos, con los pies echando humo, divisamos el London Eye. Estamos reventados




El London Eye es caro, 17 libras por 30 minutos, pero es de esas cosas que si no subes luego te arrepientes. Está bien, las vistas son estupendas. Hacemos las primeras fotos del Big Ben y el Parlamento.




Una vez abajo cruzamos el Westminster Bridge y más fotos.

Seguimos hasta Downing Street y despues hasta Horse Guards. Aquí vemos que hay mucha gente. Alguien pregunta qué pasa y uno vestido de gala con un montón de medallas dice.
-“ The Queen”
Y mi “marío” sorprendido pregunta:
-“Peroooo ¿The Queen of England?.
Y el otro, muy serio:
-“Yes, Yes”
Así que decidimos esperar para ver a Su Majestad La Reina.

A los 20 minutos, como no sale, decicimos irnos y tres segundos despues, como no, se abre la cancela y comienza el jaleo. ¡La Reina!


Mientras comentamos la anécdota e imitamos a Chiquito (¿Te das Queeeeeennnn? ¡Cobaaarde!) llegamos a Trafalgar Square. Nueva retahíla de insultos de mi “marío” a Nelson, tampoco este le cae muy bien.

Es tarde para entrar a la National Gallery y estamos muy cansados, así que decicimos dejarlo para otro día, que en realidad será para otro viaje. Entramos en un Pub a descansar un poco donde pido un par de pintas


Por último vamos a Chinatown. La comida tiene una pinta estupenda.


Pero no nos queda efectivo y estamos agotados, así que seguimos hasta el hotel y compramos un par de cosas para picar en la tienda de enfrente. Una ducha calentita y a la cama. Los muelles del colchón y el ruido del pub no evitan que al rato ya estemos dormidos.