Como siempre,diana a las siete de la mañana,desayuno y al bus hacia Qufu en la provincia de Shandong,patria del maestro Kong (Confucio) donde hemos llegado sobre las 10:10 h,tirado las maletas sobre la cama y a patear la ciudad.
En primer y casi único lugar,la mansión de la familia Kong,muy grande con una hermosa estatua de Confucio y unos anchos jardines con...como no,tortugas-estela.La finca de la familia Kong tiene una extensión de 20 hectáreas y aproximadamente 460 salas,pabellones y altares.El edificio central tiene una gran estatua de Confucio(no creo que tenga más de 40 años,prácticamente todo se destruyó en la revolución cultural y eso vale para toda China).Este edificio tiene,cosa rara,columnas de piedra circulares de unos seis metros de altura por casi un metro de diámetro y esculpidas hay imagenes de dragones y nenúfares.Normalmente,las columnas son de madera lacada en rojo(símbolo de la buena suerte).Calor sofocante,tipo chicharras en Ecija...Hemos vuelto a comer al hotel y tras una ligerísima siesta,nos hemos encaminado hacia el bosque donde está la tumba de Confucio.
el pequeño emperador con su concubina
Está muy descuidado,lleno de matojos que nadie se preocupa en quitar y para más inri,unas nubes de polen que cubre todo el suelo. En una de las tumbas, un viejo se presta a posar para fotografías.
arriba derecha,la tumba de Confucio;no tiene nada de especial
A las cinco y media de la tarde,ya estábamos de vuelta en el hotel donde nos duchamos y aseamos para asistir a un espectáculo de bailes tradicionales que resulta ser bastante majo.Un grupo de asistentes no cesa de hablar y molestar pero por lo que ví durante todo el viaje no es nada raro ya que los chinos son bastante ruidosos y efusivos en sus celebraciones.Las botellas de licor y litronas de cerveza por el suelo del bar y esas cosas.
Mi santa está nerviosa y me ha despertado como una hora antes de lo normal,por lo tanto,hemos esperado hasta que se hiciera la hora de desayunar.Tenemos toda la mañana libre dado que el plan es salir en tren hacia Luoyang a las cinco de la tarde.¿qué hacer en China y con mujeres ?Al mercadillo.
Como dije ayer,Qufu está visto en un rato y por tanto hay que hacer tiempo. Hemos comprado algo de textil y un Confucio de marmolina que yo en un arranque de caballerosidad española le espeto a mi mujer,ésto pa tu amiga.La estatua era chula pero pesaba un quintal y la arrastré por toda China y medio mundo...acabé con heridas en un hombro y no es broma.La amiga nos trajo de la India una figurilla de quince gramos de peso de Siva,creo.Hay que joderse.
A las cinco saldremos hacia Luoyang,antigua capital que fue de los Han del este,tenemos un viaje por delante de once horas.La “fotogramas” se hace imprescindible y la baraja de cartas,tu amiga.Por cierto,no he visto todavía un puñetero campo de arroz. Sólo maizales.
En primer y casi único lugar,la mansión de la familia Kong,muy grande con una hermosa estatua de Confucio y unos anchos jardines con...como no,tortugas-estela.La finca de la familia Kong tiene una extensión de 20 hectáreas y aproximadamente 460 salas,pabellones y altares.El edificio central tiene una gran estatua de Confucio(no creo que tenga más de 40 años,prácticamente todo se destruyó en la revolución cultural y eso vale para toda China).Este edificio tiene,cosa rara,columnas de piedra circulares de unos seis metros de altura por casi un metro de diámetro y esculpidas hay imagenes de dragones y nenúfares.Normalmente,las columnas son de madera lacada en rojo(símbolo de la buena suerte).Calor sofocante,tipo chicharras en Ecija...Hemos vuelto a comer al hotel y tras una ligerísima siesta,nos hemos encaminado hacia el bosque donde está la tumba de Confucio.
el pequeño emperador con su concubina
Está muy descuidado,lleno de matojos que nadie se preocupa en quitar y para más inri,unas nubes de polen que cubre todo el suelo. En una de las tumbas, un viejo se presta a posar para fotografías.
arriba derecha,la tumba de Confucio;no tiene nada de especial
A las cinco y media de la tarde,ya estábamos de vuelta en el hotel donde nos duchamos y aseamos para asistir a un espectáculo de bailes tradicionales que resulta ser bastante majo.Un grupo de asistentes no cesa de hablar y molestar pero por lo que ví durante todo el viaje no es nada raro ya que los chinos son bastante ruidosos y efusivos en sus celebraciones.Las botellas de licor y litronas de cerveza por el suelo del bar y esas cosas.
Mi santa está nerviosa y me ha despertado como una hora antes de lo normal,por lo tanto,hemos esperado hasta que se hiciera la hora de desayunar.Tenemos toda la mañana libre dado que el plan es salir en tren hacia Luoyang a las cinco de la tarde.¿qué hacer en China y con mujeres ?Al mercadillo.
Como dije ayer,Qufu está visto en un rato y por tanto hay que hacer tiempo. Hemos comprado algo de textil y un Confucio de marmolina que yo en un arranque de caballerosidad española le espeto a mi mujer,ésto pa tu amiga.La estatua era chula pero pesaba un quintal y la arrastré por toda China y medio mundo...acabé con heridas en un hombro y no es broma.La amiga nos trajo de la India una figurilla de quince gramos de peso de Siva,creo.Hay que joderse.
A las cinco saldremos hacia Luoyang,antigua capital que fue de los Han del este,tenemos un viaje por delante de once horas.La “fotogramas” se hace imprescindible y la baraja de cartas,tu amiga.Por cierto,no he visto todavía un puñetero campo de arroz. Sólo maizales.