Hoy tocaba excursión autobusera. Se trata de unos pueblos, situados en la desembocadura del río Ijssel que cuentan con puertos. Son, mayormente, pueblos de pescadores y se suelen combinar también con el pueblo de Edam, que preferimos prescindir.
Edam es un pueblo conocido por su queso, Volendam es un pueblo de los de mar de toda la vida bastante turístico y Marken, mucho más pequeño y menos masificado es una península que se tiene que llegar o bien por barco desde Volendam o bien por bus desde Ámsterdam.
Para los dos primeros pueblos, por 10€ puedes llegar a ellos por un bus con un billete llamado Waterland y en media hora estas en Volendam. Para comprar este billete, debéis de ir a la Oficina de Información Turística que hay en la plaza de la Estación Central, es una caseta blanca. La encontrareis si miráis hacia la Iglesia grande que se ve desde esa plaza. Si ponéis en google Plano Waterland encontraréis el mapa que os darán allí, por si acaso queréis echar un vistazo a las líneas de buses.
El autobús es la línea 316 y se coge en la estación de autobuses que se encuentra al final de la Estación Central; es decir, entras dentro de la estación y andas hasta el fondo y subes unas escaleras y ahí está, es fácil de encontrar.
Es muy fácil de reconocer donde bajarse, ya que son buses modernos con los nombres de las paradas. Donde os debéis de bajar pone claramente Centrum (el nombre completo de la estación es Julianaweg Centrum, ante cualquier duda, preguntar al conductor). De ahí, para llegar al puerto, volvéis vuestros pasos hacia atrás y seguís la calle Zeestraat. No es muy grande, pero tiene mucho encanto y está llenito de tiendas de souvenirs y restaurantes.
Edam es un pueblo conocido por su queso, Volendam es un pueblo de los de mar de toda la vida bastante turístico y Marken, mucho más pequeño y menos masificado es una península que se tiene que llegar o bien por barco desde Volendam o bien por bus desde Ámsterdam.
Para los dos primeros pueblos, por 10€ puedes llegar a ellos por un bus con un billete llamado Waterland y en media hora estas en Volendam. Para comprar este billete, debéis de ir a la Oficina de Información Turística que hay en la plaza de la Estación Central, es una caseta blanca. La encontrareis si miráis hacia la Iglesia grande que se ve desde esa plaza. Si ponéis en google Plano Waterland encontraréis el mapa que os darán allí, por si acaso queréis echar un vistazo a las líneas de buses.
El autobús es la línea 316 y se coge en la estación de autobuses que se encuentra al final de la Estación Central; es decir, entras dentro de la estación y andas hasta el fondo y subes unas escaleras y ahí está, es fácil de encontrar.
Es muy fácil de reconocer donde bajarse, ya que son buses modernos con los nombres de las paradas. Donde os debéis de bajar pone claramente Centrum (el nombre completo de la estación es Julianaweg Centrum, ante cualquier duda, preguntar al conductor). De ahí, para llegar al puerto, volvéis vuestros pasos hacia atrás y seguís la calle Zeestraat. No es muy grande, pero tiene mucho encanto y está llenito de tiendas de souvenirs y restaurantes.


Después, cogimos el ferry a Marken, que cuesta 9 € y en una media hora llegas al pueblo. Los tickets los puedes comprar de ida y vuelta, si prefieres luego volver desde Volendam (que sale por el precio que os he puesto).
Marken es un pueblo más pequeño, menos turístico pero precioso que vale la pena la visita, si bien esta dura muy poco.
Marken es un pueblo más pequeño, menos turístico pero precioso que vale la pena la visita, si bien esta dura muy poco.


Como no tenía mucho más, decidimos volver a Volendam y comer allí en un restaurante llamado Eetcafe Het Havengat en la calle Haven 64 (en el paseo marítimo) que nos salió a los tres por 35.50 €.
Después de la comida, ya nos volvimos a Ámsterdam, cogiendo el bus en la parada de enfrente de donde nos había dejado por la mañana. En la marquesina vienen los horarios y pasó justo a la hora.
A la que volvimos, nos cogimos el tranvía hasta la plaza de Spui para ver Begijnhoff, un remanso de paz rodeado de edificios que solo se puede visitar hasta las 17 horas. Se trata de un conjunto de casas que pertenecen a las beguinas, unas mujeres que viven sin compañía masculina y que han decidido irse allí de retiro o bien espiritual o bien simplemente para alejarse del marido, etc. allí se encuentra la casa más antigua de Ámsterdam y la primera iglesia Católica clandestina de la ciudad que se puede visitar de manera gratuita. Bueno, todo es gratuito. Eso sí, cuando se acaban las visitas solo pueden entrar mujeres y que hayan sido invitadas por las mujeres.
Después de la comida, ya nos volvimos a Ámsterdam, cogiendo el bus en la parada de enfrente de donde nos había dejado por la mañana. En la marquesina vienen los horarios y pasó justo a la hora.
A la que volvimos, nos cogimos el tranvía hasta la plaza de Spui para ver Begijnhoff, un remanso de paz rodeado de edificios que solo se puede visitar hasta las 17 horas. Se trata de un conjunto de casas que pertenecen a las beguinas, unas mujeres que viven sin compañía masculina y que han decidido irse allí de retiro o bien espiritual o bien simplemente para alejarse del marido, etc. allí se encuentra la casa más antigua de Ámsterdam y la primera iglesia Católica clandestina de la ciudad que se puede visitar de manera gratuita. Bueno, todo es gratuito. Eso sí, cuando se acaban las visitas solo pueden entrar mujeres y que hayan sido invitadas por las mujeres.

Por la tarde, decidimos ir a la Biblioteca Central. El motivo no fue el querer instruirnos en la literatura en holandés, sino que desde el séptimo piso del edificio tienes unas vistas de toda la ciudad en su cafetería totalmente gratuitas, incluso si quieres no puedes consumir nada. Creo que también hay vistas desde el Nemo (el Museo de Ciencias con forma de barco verde) pero me imagino que costaría dinero, además que desde aquí puedes ver el mismo Nemo que es muy llamativo.

¡Ay que no os he dicho dónde está! La ya archiconocida Estación Central según salís hacía izquierda (si no es fácil cerca del Nemo, enfrente de un restaurante chino muy grande que está en una isla). Andando son unos 15 minutos. Os dejo una foto de la estación ya para que la conozcáis que tanto hablar de ella…

Después de esto, dimos paseos sin rumbo fijo por el centro y cenamos de nuevo en el Café de Oude Wester, enfrente de la Wester Kerk. Una curiosidad que le pasa a este restaurante y, por lo que nos dijeron es algo común, hay gatos dentro de los dueños paseándose a sus anchas y vigilando posibles intrusiones de roedores. 
