Por supuesto, cogimos la excursión a Isla Saona con el Capitan Gringo, todo perfecto, aunque un poco quemados de tanto hacer lo mismo los noto yo a estos chicos.
Nos pasó a recoger la Van a las 6:30, puntual y nos pusimos en camino hacia Bayahibe, con la parada obligatoria en el chiringuito de Gringo para pagar la excursión, ibamos unos 30 digo yo, llenamos casi 3 lanchas.
Foto con el Capitan Gringo
Nos montamos en la lancha de la Mula, que no abrió la boca casi para nada, salvo a la hora de comer que charlamos un ratito con él.
Dejamos al cocinero y a la comida el la playa de Isla Saona y nos fuimos para el canto de la playa, me lo esperaba más paradisiaco, el agua estaba un poco turbia y había algas.
Luego nos fuimos a comer nuestra merecida langosta:
A continuación visitamos a las estrellas de mar
Y las super-piscinas del caribe, no nos hizo el bautizo, le pregunté y me dijo que era porque había niños.
Tras parar el pueblo de pescadores, la mula quería terminar la excursión, pero le dijimos que queríamos hacer snorquel, y nos llevo al arrecife frente al puerto de Bayahibe.
Y con esto se terminó la excursión, llegamos reventaditos al hotel, tras parar en una tienda en Higüei, donde nos hicimos amigos de la mitad de los niños limpiabotas de la ciudad, jeje.
Nos pasó a recoger la Van a las 6:30, puntual y nos pusimos en camino hacia Bayahibe, con la parada obligatoria en el chiringuito de Gringo para pagar la excursión, ibamos unos 30 digo yo, llenamos casi 3 lanchas.
Foto con el Capitan Gringo

Nos montamos en la lancha de la Mula, que no abrió la boca casi para nada, salvo a la hora de comer que charlamos un ratito con él.
Dejamos al cocinero y a la comida el la playa de Isla Saona y nos fuimos para el canto de la playa, me lo esperaba más paradisiaco, el agua estaba un poco turbia y había algas.
Luego nos fuimos a comer nuestra merecida langosta:

A continuación visitamos a las estrellas de mar

Y las super-piscinas del caribe, no nos hizo el bautizo, le pregunté y me dijo que era porque había niños.


Tras parar el pueblo de pescadores, la mula quería terminar la excursión, pero le dijimos que queríamos hacer snorquel, y nos llevo al arrecife frente al puerto de Bayahibe.

Y con esto se terminó la excursión, llegamos reventaditos al hotel, tras parar en una tienda en Higüei, donde nos hicimos amigos de la mitad de los niños limpiabotas de la ciudad, jeje.