Kuala Lumpur, primer contacto (MALASIA) ✏️ Diarios de Viajes de Malasia

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Ruta a Kuala Lumpur (día 17: jueves, 1 de septiembre de 2016) - Kuala Lumpur, MALASIA

Hoy es el último día en la genial Villa de Lombok y en Indonesia. El viaje se va acabando y sólo nos queda pasar un par de días en Kuala Lumpur, en Malasia.

Hoy repetimos desayuno. Tomamos el mismo que elegimos ayer y estaba igualmente bueno. A las 9 h John nos llama un taxi oficial que nos llevará al aeropuerto. Antes de las 10 h ya estamos allí. No está muy lejos. El taxi nos costó 170.000 rupias, unos 11 €.

Tuvimos que esperar un buen rato a que abrieran la ventana de facturación. Necesitamos facturar seguro porque llevamos cosas que no pasarían el control de seguridad, como los corales, el azufre... Si no, podíamos haber pasado sin facturar, porque el control de equipaje también fue nulo. La única cosa que aquí no nos dejaron llevar es el palo selfie, que no puede ir en cabina y nos daban la oportunidad de volver atrás y ponerlo en la maleta facturada, pero como era muy baratito nos dio pereza y lo dejamos.
El avión sale a las 12.15 h y llega a las 15.25 h, aunque llegamos media hora antes, con Air Asia, que no nos dio ni agua, en un vuelo de 3 horas en plena hora de comer. Sufrimos algunas turbulencias, pero todo bien.

La capital de Malasia tiene uno de los aeropuertos más importantes del Sudeste Asiático, el KLIA (Klia). Como suele ocurrir, está lejos del centro, a unos 50 km. Pero está muy bien comunicado.

Hay que vigilar porque tiene dos terminales, separadas por algunos kilómetros: una para los vuelos internacionales (KLIA) y la otra para los vuelos de Air Asia y otras compañías de low cost (KLIA2).

Nosotros llegábamos a KLIA2, pero volveríamos por KLIA.

Para llegar al centro de Kuala Lumpur compramos billetes de autobús con el Skybus, que puedes reservar directamente cuando compras el billete de Air Asia y que sale más económico. A nosotros nos costaron los tres billetes de bus 144.000 rupias, unos 10 €. El Skybus tiene una frecuencia de 30 minutos en hora punta, o 1 h el resto del día, y tarda una hora y cuarto en hacer el trayecto. Te deja en la estación de KL Sentral, desde donde puedes seguir en metro, tren o taxi hasta tu hotel. Hemos tenido suerte porque al salir el bus estaba en la puerta y parecía que esperaban a que se llenara. Ya estaba bastante lleno, se terminó de llenar y salimos enseguida.

Nos sorprende durante el trayecto que el país tiene muchos edificios en construcción. Parece que están en pleno boom de la construcción porque durante todo el trayecto lo vimos e incluso en la capital. La mayoría son grandes edificios. Incluso en Kuala Lumpur, donde hemos visto rascacielos en los que trabajan de día y de noche. Enseguida empieza a llover. Cae un buen chaparrón durante todo el camino.
Como cuando llegamos sigue lloviendo y en el apartamento la parada más cercana de metro la tenemos a unos 15' andando, decidimos directamente coger un taxi. Nos costó parar uno, no sé por qué. Los hay de diferentes colores y no me quedó claro la diferencia entre unos y otros. La cosa es que no había manera de que pararan. Paramos uno rojo, le dijimos a dónde íbamos y le pareció bien. Atención porque la mayoría son taxis de butano, y el maletero está ocupado por la bombona, así que todo el equipaje no cabía y una maleta la tuvimos que meter dentro del coche y fuimos apretadísimos. Tardamos unos 20' hasta el Setia Sky Residence y porque era hora punta, y nos costó 20 ringgit, unos 4 €.

El apartamento era una pasada. Disfrutamos un rato de las vistas espectaculares que teníamos y fuimos a ver la zona comunitaria, con la piscina infinita. Como todavía lloviznaba y estábamos cansados, decidimos cenar algo y terminar el día. Eran como las 18 h y se estaba haciendo de noche. Dimos una vuelta por la zona y justo delante había chiringuitos para comer, pero estábamos ya cansados de los satay, los noodles y el arroz, así que buscamos algo diferente.

Encontramos cerca un restaurante casero que nos gustó lo que ofrecía. Elegimos Fish and chips, espaguetis al aglio con setas y gambas y parrillada de carne. Comimos superbien y mejor de precio, por 44 MYR, no llega a 10 €. Como Kuala Lumpur es musulmán, aquí no había cerveza.

Ya son cerca de las 21 h, así que ya estamos cansados. Disfrutaremos todavía un buen rato de las fantásticas vistas que tenemos desde el balcón, que nos dejan boquiabiertos.

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