BAMBERG
A unos 60 kms al N de Nuremberg, es una preciosa ciudad sobre todo por el centro histórico, en las cercanías del río y a ambos lados de él.
Aparco y subo andando - la ciudad, en esta parte, está sobre una colina y hay que ascender un poco - hasta llegar a la Catedral, de enormes proporciones y con un interior a no perderse, muy luminoso y con un mausoleo muy grande y un órgano en las alturas.
Cruzando la plaza, la Residenz ( 4,5 € ), antes de entrar pasad por el Jardin de Rosas, desde donde hay buenas vistas sobre la ciudad antigua. La visita es guiada, en alemán pero dan folleto en español, primero se pasa por 6 salas cuyo mayor interés son los tapices de Gobelinos, luego se vá a otra ala del palacio y allí se ven los aposentos del Emperador, con mayor suntuosidad, sobre todo por las pinturas del Salón y la habitaciones reales. No dejan hacer fotos, lástima.

Bajando a la ciudad antigua se pasa por varias calles y se alcanza pronto el Altes Rathaus, o ayuntamiendo viejo, principal icono de la ciudad, maravilloso, fijaos en las pinturas que cubren sus muros laterales y pasad por los dos puentes para verlo en todas las perspectivas.

Pasando al otro lado del río, por Gruner Mark, se llega a la Mark Platz, todo muy animado y encantador.
No proseguí la visita mas tiempo ( faltó la Pequeña Venecia, pero no sé si merece la pena verla de cerca o basta con hacerlo desde los puentes, como yo hice ) porque me dí cuenta de que estaba cerca del aparcamiento y pensé en ir al siguiente destino,
BAYREUTH
Unos 60 kms al E de Bamberg.
Todos los wagnerianos del mundo, entre los que me cuento, conocen esta ciudad, sede de los festivales dedicados al compositor alemán. El teatro lo construyó Luis II de Baviera ( el rey loco, el de los palacios Neuschwanstein y Herrechimsee ), protector y mecenas del músico, y es de los mejores, por su acústica y alto nivel artístico, teatros de ópera del mundo. La lista de espera para asistir al mismo es de 5/10 años.
Aun sin este atractivo, la ciudad me pareció curiosa de ver sobre todo por sus calles empedradas y jardines.
Aparco y voy a la of. de turismo, con una estatua del músico afuera, blanco inevitable de fotografías. Por la Operstrasse llegamos al centro de la ciudad, en esa misma calle está la Ópera de los Margraves, actualmente en restauración, y a Maximilianstrasse, una de las calles mas bellas de la ciudad.
Siguiendo por R. Wagnerstrasse llegamos a Wahnfried, la que fué casa del compositor ( visita 8 €, incluye el Museo Wagner y la Casa Sigfried, que no ví ), de visión bastante amena sobre todo para los seguidores, en cualquier caso, una mansión señorial. El Museo es bastante mas flojo, alguna maqueta y figurín de sus obras, pero poca cosa.

Detrás de la casa está su tumba, una lápida sin nombre, y por allí ya se pasa al Hofgarten, un extenso jardín municipal, de relajante efecto en horas de calor. No lejos está la Residenz, que no visité porque preferí ir, en las afueras de la ciudad, al Festspielhaus, o sede de los festivales de verano, por la curiosidad de verlo por fuera ( en la of. de turismo me habían informado de la imposibilidad de verlo por dentro, por encontrarse ese día ensayando la orquesta, una pena )