Honolulu ✏️ Diarios de Viajes de USA

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Hoy mi despertador corporal suena muy pronto gracias al jet lag y, en ese momento, casi que lo agradezco porque así no me cuesta levantarme. Mientras hago tiempo para el desayuno repaso redes sociales, problemas del primer mundo, casa queda a 12h de diferencia horaria . Había leído que la vida en estas islas empieza muy pronto así que al lío.

Bajo a desayunar en el propio hostel y la verdad es que me sorprende. Un montón de comida, café, te, gofres que te hace una mujer, tostadas... Bastante bien la verdad. Mientras desayuno voy hablando con más viajeros del hostal, yo he decidido ir al Chinatown de Honolulu (con una recorrido de sitios que tengo echo en mi mada de google maps, mirad en la primera etapa ahí os explico un poco más de esto) y una chica australiana se une a mi plan. Después quedamos también sobre las 13:30 o las 14h para ir a otro sitio (no recuerdo donde...) con un par de chicos alemanes.
Cogemos el bus al lado del hostel, pagamos los 2,5$ reglamentarios (que te dan opción a coger otro bus con el mismo ticket), y nos aseguramos preguntando al conductor si nos lleva a Chinatown, son bastante majos en general.
Tardamos como unos 30 min (el bus es MUY lento) es sábado y la verdad es que no hay mucha gente en Chinatown damos una vuelta siguiendo mi mapa y vemos edificios y cosas curiosas. Tiendas de collares hawaiianos (leis) naturales, hacen que la calle huela a flores, es muy agradable ! Entramos en una especie de centro comercial (Maunakea Marketplace) y dentro hay mercadillo en la calle de las propias tiendas y también un food court que, es este caso, no deja de ser como un mercado donde compras comida cruda, pero en este caso está cocinada. Se nos hace tarde y cogemos de nuevo el bus para el hostel.
Tengo que reconocer que he visto muy poco de Honolulu, sólo Waikiki y Chinatown, y me gustaría haber visto mucho más por lo que recomiendo sí o sí ir a Chinatown, es muy diferente de Waikiki (y menos mal!!).

De vuelta al hostel los chicos están de relax y no se les ve con ganas de hacer gran cosa por lo que, como ya hay hambre, nos vamos a ver si encontramos algo para comer. Al final acabamos comiendo como si fuera rica (en restaurante) en uno que se llama The Cheesecake factory. A la chica australiana con la que iba se lo habían recomendado mucho y la verdad es que no estaba mal. Pensaréis que como íbamos a comer en un sitio donde parece que solo hacen cheesecakes... pues tengo que deciros que había de todo literalmente y las raciones son grandes, al estilo americano, es decir, GRANDES! Acabo de ver que es una cadena en EEUU y su eslogan dice: Más de 250 platos en el menú hechos al momento, y con eso lo digo todo... Mencionar que, obviamente, tienen cheesecakes, de muchos tipos y la verdad es que parecían que todos estaban buenísimos pero salimos muy llenas como para zamparnos una ración.

Al salir nos dimos una vuelta por los alrededores del cheesecake que está en la Kalakaua Ave. Es una de las avenidas de tiendas, la más grande de Waikiki que vi, y es... pues como cualquier avenida de tiendas pero, eso sí, con muchas palmeras (como todo en Hawaii, palmeras por todos lados).
También estuvimos en un centro comercial en la propia avenida (DFS Galleria) que dentro tiene un arbol descomunal con una caseta encima donde puedes entrar. Al fondo del centro comercial había un pequeño "parque" donde había montado un escenario y estaban tocando música. Había gente sentada en el suelo y muchos niños alrededor, era bastante agradable.
Mi único rato en el que me fui de compras por placer en todo el viaje y el resultado fue un abalorio más de mi pandora .

Después la chica australiana (que era muy difícil de entender, no sabía yo que el acento australiano fuera tan chungo!!) dijo que quería descansar y que se iba al Hostel. Casi me alegré, desde que había llegado a Hawaii no había estado sola casi en ningún momento y no es que sea una cosa mala, ni mucho menos! pero me apetecía un poco de tranquilidad.
Me fui andando más allá de la playa de Waikiki, primero había otra playa un más asilvestrada Queen's beach (en waikiki es todo aburrido, es una bañera grande delimitada por unos muros con un poco de arena para sentarte...) donde ya se ve alguna ola. Justo después cuando empieza un caminito hay un árbol descomunal por donde puedes pasar entre medio de sus troncos, justo cuando estaba allí llegó un grupo de turistas en segway y se pararon allí. Haciendo como quien solo está viendo el árbol me enteré que es un tipo de árbol autóctono de Hawaii y que ese es el segundo más grande de todas las islas, el más grande está en Maui, vale la pena verlo, las fotos no le hacen justicia.
Seguí caminando y me senté en una de las mesas de piedra que hay en el parque sigue a continuación de la playa. El parque era genial, gente haciendo barbacoa, otros que se han traído su hamaca portátil y la han puesto entre dos árboles y durmiendo allí tan pichis, y después, la combinación de los dos, gente que ya ha cenado y están descansando un poco en hamacas atadas a los árboles, una encima de otra .
No sé si en todo EEUU será así, pero en Hawaii todas o casi todas las playas tienen un parque al lado donde hay sombra, mesas, fuentes y baños públicos. Me sorprendió y gustó bastante también que en las propias playas (en casi todas) hay sombra de los árboles, en las playas de España que he estado nunca hay sombra, si se va a la playa, se va a pasar calor y si tienes demasiado, te vas al mar a refrescarte.
Estando allí sentada se acercó un hombre mojado del mar diciéndome que él siempre se venía a esa mesa a hacer flexiones después de nadar en el mar. Empezamos a hablar de todo un poco, me contó que tenía un hijo que surfeaba siempre en Waikiki, que había ganado ya varios campeonatos compitiendo con adultos, me enseñó su Instagram y ahora le sigo por ahí. Después me comentó que había una cría de león marino (creo) en una playa que estaba a 5 min de ahí y para allí que me fui.
Pasé por una especie de monumento dedicado a la guerra que estaba cerrado y medio en ruinas, he leído que era una piscina pública de agua salada dedicada a los muertos de la primera guerra mundial.
Para cuando llegué a la playa ya no había bicho, se había ido, pero el paseo estuvo chulo y la playita (pequeña) era agradable. Había gente pasando el rato, cenando, con carpas y barbacoas (se lo curran mucho esto de ir a la playa...) y viendo el atardecer, todo muy guay, para ser una ciudad.
De vuelta al hostel me compré algo de beber y comer en una de las tropecientasmil tiendas ABC Stores que hay. Tengo que pararme a contar el tema de las ABC Stores, hay muchas en un espacio muy reducido (Waikiki) y con muchas me refiero a que hay una en cada esquina, y no estoy exagerando, de camino al hostel hay dos manzanas, pues pasaba por dos ABC Stores.

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